Evolución de la Literatura Española Medieval: De la Oralidad a la Prosa Culta

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Comunicación y Lenguaje Verbal

La comunicación, en su sentido más amplio, es la transferencia de información mediante mímica, imágenes, texto, palabras... El signo lingüístico es la unidad que sirve para indicarnos el significado de las palabras. Sus características principales son:

  • Arbitrario
  • Lineal
  • Mutable e Inmutable
  • Divisible
  • Preferentemente oral
  • Doblemente articulado

Gramática

La gramática se divide en:

  • Fonética: Estudia la naturaleza física del sonido. Pertenece al habla.
  • Fonología: Pertenece al lenguaje. Estudia los aspectos de los sonidos, es decir, los fonemas, que constituyen las unidades mínimas capaces de distinguir significados. Sin embargo, las distintas realizaciones fonéticas (sonidos) de un fonema no sirven para distinguir significados.
  • Morfología: Se ocupa de la forma de las palabras. El monema es la unidad mínima significativa.
  • Sintaxis: Enseña a combinar las palabras para construir oraciones y frases.
  • Semántica: Se ocupa del significado que tiene en sí un vocablo, independientemente del contexto.

Formas Líricas Primitivas

Jarchas (Siglo X)

Formadas por los últimos versos de una composición culta hispanoárabe, son independientes y se transmitían oralmente. Presentan composiciones muy breves, normalmente de cuatro versos de hasta ocho sílabas, con rima preferentemente consonante. Su tema es amoroso: una joven enamorada se lamenta a su madre o sus hermanas por la muerte o el abandono de su amado, el cual es aludido como habib (amigo). Utilizan recursos como exclamaciones, repeticiones e interrogaciones.

Cantigas de Amigo (Siglo XII)

El emisor es también una mujer enamorada que expresa sus sentimientos a la madre o las hermanas por la muerte o la ausencia del amado, denominado "amigo". Incorporan referencias a la naturaleza y a la realidad campesina y marinera de Galicia, siendo más extensas que las jarchas. Emplean recursos como exclamaciones, interrogaciones, paralelismo y la aparición de estribillo.

Villancicos (Siglo XV)

Manifestaciones artísticas de las capas inferiores de una sociedad rural y tradicional en Castilla. Su estructura consta de dos partes: estribillo y mudanza o estrofas, donde se desarrolla el contenido del estribillo. A pesar de que comparten los mismos rasgos que las jarchas y las cantigas, es una lírica de carácter esencialmente simbólico: el lugar de encuentro es un entorno rural con importancia del agua, el mundo vegetal y los animales. Son frecuentes los motivos de los cabellos de la joven que, cortados, simbolizan virginidad; el encuentro o la despedida al amanecer; la noche de San Juan... Estos elementos apuntan a un concepto vitalista del mundo.

Épica

Cantar de Mio Cid (Siglo XIV)

Firmado por Per Abbat, que pudiera ser el autor o copista. Basado en los últimos años de Rodrigo Díaz de Vivar, caballero de las cortes de Alfonso VI de Castilla y León. El héroe se presenta como valeroso, buen esposo y padre, y súbdito ejemplar (modelo de héroe medieval). Las acciones narradas giran en torno a la recuperación de la honra, entendida como conseguir el perdón real (el Cid es desterrado) y como vengar una ofensa personal (sus hijas son maltratadas por sus maridos). Al recuperar su honra, el Cid asciende en la jerarquía social y económica. En cuanto al plano formal, presenta una métrica irregular: los versos varían en medida y se agrupan en series o tiradas de rima consonante. Cada verso de arte mayor se divide en dos hemistiquios. Abundan los recursos épicos: las llamadas al oyente, frases binarias, hipérboles, anáforas...

Mester de Clerecía

Nace la conciencia de autoría. En el siglo XII, el primer poeta es Gonzalo de Berceo. Su obra va dirigida a inculcar un cambio educativo, así que emplea la lengua vernácula. Aparte de sus vidas de santos, destacan los Milagros de Nuestra Señora, obra en la que se exalta el papel mediador de la Virgen en la salvación del alma, conforme a su nuevo papel en la sociedad medieval.

Libro de Buen Amor

Su autor confiesa llamarse Juan Ruiz y ser arcipreste de Hita. Se presenta como una autobiografía estructurada en una serie de aventuras amorosas, por lo general fallidas. El hilo narrativo son la primera persona en que está escrita la obra y el tema del amor, ya que la misma es muy heterogénea:

  • Prólogo en prosa donde declara la intención de la obra.
  • Aventuras amorosas con una monja, una mora, las serranas...
  • Fábulas y cuentos didácticos.
  • El episodio de Don Melón y Doña Endrina, adaptado de un texto latino.
  • Digresiones morales.
  • Pasajes alegóricos como la pelea de Don Carnal y Doña Cuaresma.
  • Composiciones líricas juglarescas.

El autor manifiesta que su intención es inducir al buen amor, el profesado a Dios, porque los casos que se propone contar son ejemplos de aquello que se debe evitar. Cambia su concepto de buen amor en la segunda redacción, cuando el autor se hallaba en la cárcel. La obra se caracteriza por su ambigüedad; tal vez en un principio ha sido muy discutido entre los especialistas el posible carácter didáctico, porque hay quien piensa que Juan Ruiz fue más cínico que moralista.

Nacimiento de la Prosa

Primeras Manifestaciones de la Prosa Medieval

Son de final del siglo XII (traducciones de la Biblia, crónicas...). Más adelante, se desarrolla un movimiento cuentístico pretendiendo dar al pueblo una educación cristiana en su propia lengua (literatura exemplum).

Prosa Castellana Consolidada

Gracias a Alfonso X el Sabio y Don Juan Manuel (El Conde Lucanor), colección de cuentos destinados a la educación de los jóvenes nobles y a la defensa del orden estamental. Al igual que Juan Ruiz, deja clara su doble intención de enseñar de manera amena. La obra se estructura en cinco partes; la más destacada está constituida por 51 enxiemplos que recogen las enseñanzas del maestro Patronio a su discípulo el conde Lucanor. Todos los apólogos tienen la misma estructura: en el relato marco, el conde plantea a su tutor un problema y este le narra un cuento donde deriva la solución. Al final de cada uno, el autor se introduce en la obra para resumir la moraleja en un pareado.

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