Evolución de la Literatura Española Tras la Guerra Civil: Poesía y Teatro

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La Literatura Española de Posguerra: Un Contexto de Aislamiento y Censura

Tras la Guerra Civil, el exilio de numerosos escritores y el aislamiento de España impidieron el contacto con las nuevas tendencias literarias europeas. La censura prohibió ciertos libros y limitó la libertad de expresión. Sin embargo, con el tiempo, el régimen dictatorial se relajó, restableciéndose el intercambio cultural y la industria editorial. A partir de 1975, el panorama literario se normalizó, con un aumento progresivo de autores y títulos.

La Poesía en la Posguerra

Durante la década de 1940, los grandes poetas del 27 permanecieron en el exilio, a excepción de Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso y Gerardo Diego. En España, se cultivó una poesía existencial, con temas como la soledad, la angustia, el amor y el sentimiento religioso. Destacan autores como Luis Rosales (La casa encendida), Dámaso Alonso (Hijos de la ira) y Blas de Otero (Ángel fieramente humano). En 1945, surgió el Postismo.

La Poesía de la Década de 1950

A mediados de esta década, emergió la poesía social, una forma de protesta política que expresaba la angustia colectiva en un lenguaje sencillo y directo. Algunos autores relevantes fueron Blas de Otero (Pido la paz y la palabra), Gabriel Celaya (Cantos iberos), José Agustín Goytisolo y Vicente Aleixandre (Historia del corazón).

La Poesía de 1960

Una nueva generación protagonizó una síntesis entre la poesía existencial y la poesía social, adoptando una postura más ética que política. Se produjo una renovación del lenguaje poético. Entre los autores destacados se encuentran Claudio Rodríguez (Alto jornal), Jaime Gil de Biedma, Ángel González y José Ángel Valente.

Poesía de los "Novísimos"

En 1970, la antología Nueve novísimos poetas, de José María Castellet, dio a conocer a jóvenes poetas nacidos después de 1939. Sobresalieron Pere Gimferrer, Leopoldo María Panero, Antonio Colinas y José Miguel Ullán. Esta corriente se caracterizó por el culturalismo, que incorporaba temas ajenos a la experiencia vital del autor, tomados del mundo clásico, la literatura, el cine, la pintura y el cómic.

Poesía desde 1975

Con la llegada de la democracia, desapareció la censura y surgieron dos tendencias opuestas: la poesía como medio de comunicación, iniciada por Ángel González, que se centraba en la anécdota individual y biográfica en un lenguaje sencillo (poesía de la experiencia), con autores como Eloy Sánchez Rosillo y Luis García Montero; y la poesía como forma de explorar el misterio, de carácter filosófico y antirrealista, con autores como José Ángel Valente, Antonio Gamoneda (Amor y llanto > Cecilia) y Andrés Sánchez Robayna. A finales del siglo XX, se valoró la obra de poetas ancianos que no fueron comprendidos durante la censura, como Francisco Pino y Eduardo Cirlot. En la actualidad, destacan Diego Jesús Jiménez, Luis Javier Moreno y Tomás Sánchez Santiago.

El Teatro en la Posguerra

El teatro fue objeto de una mayor vigilancia por parte de la censura. Se pueden distinguir tres tipos principales:

  • Teatro Existencial: Con personajes atormentados por la angustia, la incomunicación y la soledad. Destacan Antonio Buero Vallejo (Historia de una escalera) y Alfonso Sastre (Escuadra hacia la muerte).
  • Teatro Cómico: Ofrecía una visión desilusionada de la vida, pero con el objetivo de hacer reír al público. Autores como Enrique Jardiel Poncela y Miguel Mihura.
  • Teatro de Crítica Social: Denunciaba las injusticias y la falta de libertad. Dirigido a estudiantes e intelectuales, con obras como Muerte en el Barrio de Alfonso Sastre, La camisa de Lauro Olmo, y Un soñador para un pueblo o Las meninas de Buero Vallejo.

El Teatro en 1970

El teatro experimental transmitía un mensaje de crítica social como un espectáculo total, dando importancia a la música y la luz, y fomentando la participación del público. Autores como Luis Riaza, José Sanchis Sinisterra, Fernando Arrabal y Francisco Nieva (teatro furioso) y Buero Vallejo (El tragaluz, El sueño de la razón, Concierto de San Ovidio).

El Teatro Actual

Tras la muerte de Franco en 1975, la llegada de la democracia eliminó la censura, pero el teatro tuvo que competir con el cine y los intereses comerciales. La Fura dels Baus realizó obras en la calle. Surgieron tendencias realistas, con autores como Fernando Fernán Gómez (Las bicicletas son para el verano) y José Luis Alonso de Santos (Bajarse al moro, La estanquera de Vallecas).

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