Evolución de la escritura

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Las pinturas rupestres demuestran que los primeros seres humanos
ya podían comunicar lo que pensaban por otros medios
distintos del habla. Las primeras pinturas rupestres, un conjunto
de bisontes multicolores, fueron descubiertas en 1879
por Marcelino Sanz de Sautuola y su hija María, de siete años,
en el techo de una cueva en Altamira (Santander, España).
Posteriormente, se han encontrado muchas otras muestras de
pinturas rupestres tanto en la misma España como en Francia,
India, norte de África, América, Australia, entre otros lugares
alrededor del mundoMuchos investigadores consideran al arte rupestre como
una “escritura embrionaria” puesto que no corresponden
a un sistema organizado de símbolos convencionales,
que es lo que se define usualmente como “escritura”. Sin
embargo, las pinturas rupestres no son simplemente dibujos
hechos al azar o por casualidad, sino que muestran
una intención de representar seres y situaciones. Algunas
de tales pinturas representan animales, plantas u objetos; otras,
lo que parecerían ser escenas de caza, de la vida cotidiana, ceremonias
o rituales, y otras más, fenómenos naturales como las
fases de la luna. Algunas son tan sencillas como la imagen de
una mano, o tan abstractas como signos y figuras geométricas
Hace aproximadamente 6 000 años, en el valle
de Mesopotamia, entre los ríos Tigris y Éufrates,
las cosechas habían sido particularmente
abundantes. La producción había rebasado la de
años anteriores. Los encargados de reunir, administrar
y redistribuir los excedentes de la producción
no se daban abasto en su tarea de llevar
el registro de las ofrendas. Para su contabilidad
utilizaban cuentas de arcilla de diversas formas,
tamaños y complejidad según el tipo de producto:
para contabilizar los productos agrícolas y
ganaderos usaban cuentas de formas sencillas,
y cuentas de formas complejas para los bienes
manufacturados como pan, aceite, tejidos, etc.
Sin embargo, este sistema comenzó a ser insuficiente
y poco práctico para este propósito.
Fue entonces que
surgíó la necesidad
de tener un
sistema de registro
más eficiente
y permanente.
Para resolver
este problema, se
comenzaron a utilizar tablillas de arcilla. Las
cuentas de formas sencillas fueron sustituidas
por marcas impresas en las tablillas, y las cuentas
de formas complejas se representaron con
signos pictográficos grabados con un punzón.
Este nuevo sistema de registro era mucho más
práctico, puesto que las tablillas de arcilla eran
mucho más manejables que las cuentas sueltas.
Además, hacer marcas impresas o incisas era
mucho más rápido
que modelar las
cuentas una por
una. Con el tiempo,
las marcas
impresas se utilizaron
para representar
la cantidad
de objetos, mientras
que los signos incisos correspondían al tipo
de estos. Más tarde, alrededor del 3000 a. C.,
las primeras se transformaron en los signos de
número y los segundos, en las letras. De esta
manera se inició el primer sistema de escritura,
llamada escritura cuneiforme, es decir, ‘en forma
de cuña’, debido al aspecto de las marcas
dejadas por los punzones.
Esta escritura es la más antigua que se conoce.
Este sistema de escritura inicialmente estaba formado
un conjunto de pictogramas rudimentarios
para representar los objetos e ideas, sin que hubiera
ninguna relación con la pronunciación de la

Palabra


Esos dibujos se fueron perfeccionando
hasta desembocar, alrededor del 3500 a. C., en
signos formados por rectas escalonadas, que representaban
el nombre del objeto.
La lengua sumeria
estaba formada por seis vocales y quince
consonantes, y los signos cuneiformes oscilaron
de entre 2 000, en la época más antigua, a 600,
en la más moderna.
Las decenas de millares de tablillas que se han encontrado
de esa época recogen gran parte del saber
de la cultura sumeria: textos jurídicos, administrativos,
religiosos e incluso literarios.
De esa época proviene la Epopeya
de Gilgamesh, que es considerada
la narración escrita más antigua de
la historia. Otro texto escrito importante
para la humanidad creado
en ese entonces es el Código
de Hammurabi, un conjunto de leyes
dictado por el rey Hammurabi
de Babilonia en el año 1728 a. C.
Ya por ese entonces existieron las primeras escuelas.
En las denominadas “casas de tablillas” se
formaban los futuros escribas, encargados de la
administración y el comercio, y en las “casas de
sabiduría” los estudiosos de materias como botá-
nica, mineralogía, geografía, teología y matemá-
ticas. En ellas estudiaban solamente los hijos de
familias ricas.
Aunque este fue el primer sistema de escritura
desarrollado por el ser humano, no quiere decir
que de ella se deriven todas las demás escrituras.
En otras zonas del mundo y en diferentes épocas
se crearon otros sistemas de escritura, muchos de
los cuales han permanecido hasta hoy con algunos
cambios. 
A lo largo de la evolución de la especie humana,
una de nuestras principales necesidades ha
sido, y sigue siendo, la comunicación. En esta
larga historia, el ser humano ha ido creando diversos
modos de expresarse y comunicarse, desde
los gestos y gruñidos iniciales, pasando por
el habla y por otras formas tan distintas como la
danza, las señales de humo o el sonido de los
tambores, las pinturas y adornos corporales, la
vestimenta, o los dibujos y pinturas sobre diversos
soportes.
Algunos de estos medios de comunicación son
fugaces, es decir que tienen una duración muy
corta y desaparecen casi el mismo momento en
que se producen, puesto que dependen solamente
del movimiento o del sonido. Otros son
más permanentes, ya que se realizan en soportes
que perduran en el tiempo, como los tejidos,
el cuero, la arcilla, el metal, la piedra o el
papel. Aunque no todos estos registros físicos
puedan ser considerados parte de un sistema
de escritura, gracias a ellos han llegado hasta
nosotros las formas de pensar y la historia de
innumerables pueblos.
Estos registros han demostrado también que la
escritura no fue un invento exclusivo de un solo
pueblo y que desde allí se extendíó al resto del
mundo. Por el contrario, ahora se conoce que,
en varios lugares del planeta y en diferentes
épocas, diversas culturas desarrollaron sistemas
de escritura. De ahí que en la actualidad existan
tantas y tan diferentes formas de escribir.
De igual manera, los registros mencionados han
evidenciado que los sistemas de escritura no
han permanecido iguales a lo largo del tiempo;
han sufrido muchas variaciones, ya sea en la
forma de los signos o en lo que representaban.
Sin embargo, todos los sistemas de escritura
tienen una carácterística en común: la principal
función que cumplen es asegurar que el mensaje
perdure en el tiempo y que llegue a otras
personas sin alteraciones, es decir, que conserve
su significado. En otras palabras, dejan una
“huella”, tanto del contenido del mensaje como
de quien lo produjo. Adicionalmente, cuando
esos mensajes se registraban en un material liviano
y portátil, se podía establecer comunicación
entre personas alejadas físicamente entre
sí, incluso a grandes distancias.
Distintos signos para un mismo significado
Como ya se dijo, la escritura ha sufrido innumerables
variaciones desde su invención. En la primera
unidad se vio que los primeros signos que
pueden considerarse como escritura eran dibujos
que representaban directamente el objeto, por
ejemplo: un dibujo de una cabeza de toro representaba
una res; un dibujo de un canasto significaba
una medida de trigo; un pie simbolizaba el
acto de andar, etcétera.
Con el tiempo, estas mismas ideas se representaron
con signos cada vez más abstractos, hasta
llegar a ser simplemente líneas. No obstante, una
cosa no cambio: todos estos signos representaban
ideas y palabras completas. A esto es a lo que llama
un sistema de escritura ideográfica, es decir,
un sistema cuyos signos representan ideas, no los
sonidos específicos de una lengua.
En un sistema ideográfico, los signos no tienen
ninguna relación con la pronunciación. Así, el
mismo signo podría ser utilizado por hablantes
de diferentes lenguas para significar lo mismo.
Por ejemplo, utilizando los idiomas actuales, un
dibujo de un pájaro podría ser entendido de la
misma manera por un hablante del español, del
francés, del alemán o del kichwa, aunque en
cada lengua se nombre al pájaro de diferente manera.
Esto fue lo que sucedíó con la escritura cuneiforme,
es decir, no tenía ninguna vinculación
o relación directa con una lengua en particular.
Durante muchos siglos, los pueblos que vivían
en el área de influencia de la cultura sumeria
siguieron utilizando los signos cuneiformes, aunque
hablaran diferentes lenguas
De los ideogramas a las letras
Al igual que en Sumeria, en diferentes épocas y en diversas
regiones del mundo se crearon otros sistemas de escritura.
Algunos de ellos utilizaron también símbolos escritos que representaban
objetos o ideas, como en China y la regíón maya
en América. En ciertos casos, esos símbolos se mantuvieron
como ideogramas y en otros, cambiaron a formas distintas de
representación. Asimismo, otras culturas crearon otros sistemas
de escritura, algunos de los cuales representaban palabras
completas, sílabas o incluso sonidos. Esto explica que en
el transcurso de la historia y en la actualidad hayan existido
tantas y tan diversas formas de escritura.
En otras palabras, se puede afirmar que las escrituras que se
conocen en la actualidad tuvieron origen en diferentes partes
del mundo y fueron creadas por diversos grupos humanos para
responder a sus necesidades comunicativas.
Sin embargo, para quienes utilizamos el alfabeto del español,
nuestro referente más antiguo de la escritura es el sistema
cuneiforme sumerio. La gran pregunta es: ¿Cómo llegó a desarrollarse
el alfabeto que utilizamos actualmente, a partir de
esos primeros símbolos de los antiguos sumerios? El primer cambio fue, como se explicó en la primera Unidad, el paso de los dibujos o pictogramas A los signos cuneiformes, constituidos solamente Por rayas. Para ello, al ideograma original, primero Se lo giró hacia la izquierda, luego se lo simplificó Y, finalmente, sufríó algunos cambios hasta Llegar a su escritura cuneiforme final, como se ve En el gráfico de arriba. Un segundo momento fue cuando los símbolos ya Existentes, que servían para representar un objeto, Se unieron para poder escribir palabras más Complejas. Un ejemplo en español sería este: La uníón del símbolo para “sol”, más el de “dado”, Nos daría la palabra “soldado”. De la misma manera, En la antigua escritura sumeria se comenzaron A unir los símbolos que representaban objetos Para expresar por escrito términos abstractos o de Difícil representación. Posteriormente, esos mismos símbolos se utilizaron Para representar sílabas. Esto dio la posibilidad De escribir una mayor cantidad de palabras Con un número limitado de signos gráficos, en vez De crear un símbolo para cada término. A pesar de Ello, el número de signos era muy grande y se cree Que posiblemente llegaban a 800. Durante el segundo milenio a. C., el sistema silábico Fue sustituido por el alfabético cuneiforme, en El cual cada signo escrito representaba un sonido, De manera similar al alfabeto que conocemos hoy En día. Este cambio se produjo alrededor del 1600 A. C. En Fenicia, una regíón ubicada en la zona que Corresponde a los actuales Líbano y Siria. El alfabeto fenicio constaba de 22 letras. Esto facilitó La comunicación escrita y permitíó que pudiera Ser utilizada por más personas de distintas Lenguas y culturas. El alfabeto ideado por los fenicios se difundíó por Toda la costa del mar Mediterráneo gracias a que Estos eran grandes navegantes y comerciantes. Esto facilitó que su sistema de escritura alfabé- Tica se difundiera entre los griegos, quienes lo Perfeccionaron. Fueron ellos quienes designaron Al conjunto de signos como “alfabeto” a partir de Las dos primeras letras: ‘alfa’ y ‘beta’. Con ciertas Modificaciones, es el sistema que utilizamos en La actualidad.
Los diferentes usos de la escritura en la historia Si bien en un principio la naciente escritura sirvió únicamente Para registrar la existencia de objetos concretos y las cantidades De estos, con el tiempo se comenzaron a crear signos para Representar ideas abstractas. Esto permitíó que se pudiera utilizar La escritura para la comunicación personal y para redactar Textos legales, administrativos, culturales e incluso científicos. Muestra de ello son documentos tan antiguos como el Código de Hammurabi, que fue el primer conjunto de leyes que se conoce, Y la epopeya de Gilgamesh, el primer poema épico conocido. De esta manera, la escritura pasó de ser un simple registro de Bienes, a cumplir otros propósitos, que subsisten hasta la actualidad: La relación entre las personas, la entrega de información, Y la fijación, transmisión y conservación de conocimientos. Gracias A esta posibilidad es que han llegado hasta nuestros días Los conocimientos de muchas civilizaciones antiguas. No obstante, durante un largo tiempo y en varias culturas humanas, El conocimiento y uso de la escritura estaban restringidos Solamente a unas pocas personas: los escribas, los sacerdotes Y los gobernantes. De esta forma, en algunas sociedades La escritura llegó a convertirse en un instrumento de poder. Quienes la poseían tenían dominio sobre la información y la Capacidad de difundir aquello que les interesaba en diversos Campos, ya fuera en lo económico, lo político, lo social o lo Cultural. Pasó un largo tiempo para que el dominio de la escritura Fuera accesible a la población común y se constituyera en Un elemento privilegiado para el aprendizaje

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