Éticas de la Felicidad y la Justicia en la Filosofía Occidental
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Éticas de la Felicidad y la Justicia
Éticas de la Felicidad
Consideran que el bien máximo es la felicidad. Se ha de obrar en vistas de ser feliz. Defienden que alguien hace el bien cuando actúa procurándose la felicidad. También se denominan éticas teleológicas porque definen el bien en la felicidad.
- Naturalista: considera, en postrero término, que la felicidad se encuentra en el disfrute.
- Eudemonistas: Aristóteles defiende que la sabiduría ha de estar en vistas de ser feliz.
- Intuicionista:
Éticas de la Justicia
Consideran que se trata de llevar a cabo lo correcto, lo justo. También se denominan éticas deontológicas que insisten mucho en cumplir el deber, lo que la conciencia moral dice que se debe hacer.
Kant, Apel, Habermas.
1. Los Orígenes de la Ética Occidental
El mundo moral que aparece en los poemas homéricos (Ilíada y Odisea) de Grecia, se basa en tres elementos clave:
- Lo que es bueno consiste en hacer algo que sirva a la comunidad.
- La virtud se entiende como excelencia, como la capacidad de sobresalir, lo que da un cierto poder a quien lo posee.
- El hombre bueno es el que intenta sobresalir prestando los mejores servicios a la comunidad y es, por tanto, el mejor.
La idea de comportarse moralmente bien consiste en intentar ser el mejor para prestar un servicio a la comunidad está presente hoy día, lo llamamos movimiento comunitario.
2. La Felicidad se Llama de Muchas Maneras
2.1. Tres Modelos de Felicidad
¿Qué podría hacer para ser feliz? Esta pregunta estuvo en el origen de la ética en Grecia. Son tres las respuestas que se perfilan en esta época, que permanecen hasta nuestros días:
- Ser feliz es autorrealizarse: alcanzar las propias metas.
- Ser feliz es ser autosuficiente: valerse por sí mismo.
- Ser feliz es experimentar placer y conseguir evitar el dolor.
Aristóteles considera que ser feliz es ser hombre en el sentido más pleno de la palabra. Epicuro se preguntará qué es lo que mueve a los hombres a obrar, porque la felicidad consistirá en conseguirlo. Según él es el placer lo que nos mueve.
Los hedonistas creen que la felicidad consiste en el placer y los eudemonistas, que consiste en la autorrealización.
2.2. Felicidad como Autorrealización: Eudemonismo
La felicidad es el fin último natural.
Aristóteles insistía en que todas las actividades se realizan para un fin, por un fin último: la felicidad. (eudaimonía: que significa el buen genio).
La felicidad será:
- Un bien perfecto, que se busca para sí mismo y no por otro superior.
- Un bien suficiente por sí mismo, de modo que quien lo posee ya no desea nada más.
- El bien que se consigue con el ejercicio de la actividad más propia de ser humano, según la virtud más excelente.
- El bien que se consigue con una actividad continua.
Vida Teorética y Sabiduría Práctica
Cada persona ejerce una función en la sociedad y para desarrollarla bien ha de adquirir virtudes que la ayuden a hacerlo. Pero si hay una función propia de ser humano como tal, la felicidad consistirá en ejercerla y la virtud que ayude será la más perfecta.
Las acciones que tienen el fin en sí mismas son más perfectas que las que tienen el fin en otros distintos.
Aristóteles creía que no hay nada más grande que la felicidad. Consideraba que en la realización de aquellas intuiciones más profundas es donde se encuentra la felicidad.
Así, se será feliz cuando se realicen aquellas dimensiones más específicamente humanas. Seremos felices en la medida en que desarrollamos al máximo la razón. Por lo tanto, el hombre más feliz será el sabio.
Contemplar teóricamente la verdad es la actividad que nos hace más felices, pero no todo el mundo puede dedicarse a la vida contemplativa. Por ello, en la vida práctica se ha de intentar vivir dejando que la razón oriente sus decisiones, vivir una vida virtuosa, ya que la virtud es el punto medio entre el exceso y la falta. Será feliz cuando la persona encuentre el punto medio entre los extremos (avaricia (-), GENEROSIDAD, prodigalidad (+).
La virtud dianoética es la prudencia, que es lo que nos ayuda a encontrar ese punto entre los extremos.
2.3. La Felicidad como Autosuficiencia
En la historia de la filosofía se distinguen 3 periodos:
- Período de filósofos anteriores a Sócrates o presocráticos.
- Período de la época de Sócrates, Platón y Aristóteles.
- Período postaristotélico.
Cínicos, estoicos y epicúreos intentaron responder qué hace felices a los hombres diseñando un ideal de sabio: es sabio el que sabe ser feliz. Para ellos el sabio es autosuficiente, porque la felicidad radica en la autosuficiencia, aunque unos y otros la entiendan de manera diferente.
2.4. La Felicidad como Placer: Hedonismo
Los hedonistas consideran que hay moral porque los hombres buscan el placer y huyen del dolor. Pero como no todos los placeres y los dolores son iguales, los hedonistas piensan que la inteligencia nos sirve para calcular los medios más adecuados para conseguir el máximo placer posible: es decir, que el intelecto moral es un intelecto calculador.