Ética, Moral y Libertad: Una Exploración Filosófica

Ética, Moral y Libertad

El Valor y la Realización Personal

A diferencia de los animales, predeterminados ("programados"), el obrar humano puede nacer de las decisiones de la voluntad, lo que equivale a afirmar que es capaz de percibir los valores y hacerlos propios. Llamamos valor a aquello que es capaz de sacar al hombre de su indiferencia y provocar en él una actitud de estimación, porque contribuye de alguna manera a su realización personal, respondiendo a algunas de sus necesidades: vitales, intelectuales, afectivas, estéticas, etc. Cuando nos referimos a la "realización de la persona" hablamos de una vida en plenitud que afecta a todas las dimensiones de la persona, incluso su dimensión trascendente. Los valores son medios para lograr esa vida en plenitud.

Tipos de Valores

1. Valores vitales: los que descubrimos en el comer, el dormir, el ejercicio físico, en una medicina, en una casa, etc.
2. Valores que afectan el espíritu: como la verdad, la belleza, incorporados a las ciencias, las artes, la reflexión, etc.
3. Valores éticos y religiosos: que abarcan al hombre en su totalidad. El ubicar estos últimos en la cúspide de una "jerarquía" depende de la cosmovisión.

Valores Morales

Los valores morales son los valores por los cuales el hombre no solo se hace "hombre bueno" en aquel sector particular de la actividad humana (médico, deportista, músico), sino que se hace hombre bueno, una persona que en lo esencial de su ser humano ha llegado a su realización.

Libertad

La libertad, en general, significa "ausencia de constricción", estar exento de coacción. Pero la coacción puede depender de diversas causas, por eso se pueden distinguir varios tipos de libertad.

Tipos de Libertad

1. Libertad Exterior o libertad de hacer, es una situación en la que no existen trabas, presiones, impedimentos, etc. Existen distintos tipos de libertades exteriores:
   1. Libertad Física: la capacidad de podernos mover de un lugar a otro, de circular libremente, sin que ninguna fuerza externa nos lo impida.
   2. Libertad Moral: estar exento de obligaciones o prohibiciones relativas al orden moral.
   3. Libertad civil, política, religiosa, etc.: de ellas gozo cuando no existen leyes positivas que traben mi libre acción.
   4. Libertad social: es la ausencia de determinismos sociales, de influjos sociales que me inclinen fatalmente en una dirección sin que yo lo advierta.
   5. Libertad ascética: de ella goza el que domina sus instintos, sus pasiones.
2. Libertad Interior: se da esta libertad de querer, si en nuestra actividad no estamos determinados ni siquiera "desde dentro", por el propio ser, por una "necesidad" o constricción interna. Se llama libertad psicológica o libre albedrío y se la puede definir, provisoriamente, como "el poder que tiene el hombre de obrar o no obrar, hacer esto o aquello".

Determinismo

El determinismo es una doctrina filosófica que afirma que todo acontecimiento, incluyendo el pensamiento humano y las acciones, está causalmente determinado por la irrompible cadena causa-consecuencia. No hay milagros ni ocurren sucesos al azar. Afirma que el hombre no es libre de ninguno de sus actos, la mayoría de nuestros actos los realizamos por hábito, pero aun así muchos suelen ser fruto de una opción de fondo.

Liberación

La liberación implica siempre aquella capacidad que en principio tenemos todos para disponer de nosotros mismos a fin de ir construyendo una comunión y una participación que han de plasmarse en tres planos: la relación del hombre con el mundo, como señor; con las personas, como hermano; y con Dios, como hijo.

La Conciencia

La conciencia es un juicio de la razón por el que el hombre reconoce la bondad o maldad de un acto. Para emitir un juicio de conciencia se necesita una inteligencia que lo juzgue y un conocimiento previo. La conciencia se basa en el conocimiento que se adquiere de dos fuentes:

1. La propia naturaleza humana: un modo de actuar que suele llamarse ley natural.
2. El Señor ha querido manifestar lo que nos conviene: disponemos de los Diez Mandamientos y las enseñanzas de Jesucristo.

Es importante distinguir el bien del mal, para acertar en lo que conviene. La conciencia:

1. No crea la ley, sino que aplica la ley natural de Dios al caso concreto.
2. Es inseparable de los actos humanos.
3. Instruye sobre el bien y mueve a obrar.
4. Aprueba o reprende. Aquí interviene la responsabilidad ante uno mismo.

Se debe respetar la libertad de las conciencias. En este campo, la libertad consiste en la ausencia de coacción al buscar la verdad.

Autonomía

La autonomía se refiere a la regulación de la conducta por normas que surgen del propio individuo. Autónomo es todo aquel que decide conscientemente qué reglas son las que van a guiar su comportamiento. Tener autonomía quiere decir ser capaz de hacer lo que uno cree que se debe hacer. Precisamente cuando hacemos esto, nos fijamos en la conexión causal entre las acciones y los efectos que producen. La conciencia de esa conexión nos lleva al concepto de responsabilidad. Las responsabilidades tienen dos vertientes: podemos exigirlas y tenerlas.

1. La autonomía que suponemos a los demás seres humanos nos permite valorar sus acciones moralmente, ya que creemos que tienen conciencia, al saber lo que hacen y poder comprender las consecuencias.
2. Nos sentimos responsables de aquello que hemos hecho por propia voluntad, sabiendo lo que hacíamos y, a medida que crecemos, entendemos el alcance de nuestras acciones.

Reflexión Doctrinal

Es grave obligación nuestra proclamar la dignidad que a todos, sin distinción alguna, les es propia y que, sin embargo, vemos conculcada tantas veces en forma extrema. Todo hombre y toda mujer, por más insignificante que sea o parezca, tiene en sí una nobleza inviolable que ellos mismos y los demás deben respetar. Toda experiencia humana tiene que fundarse en el bien común. Condenamos todo menosprecio, reducción o atropello de las personas y de sus derechos inalienables; todo atentado contra la vida humana. El misterio del hombre solo se ilumina por la fe en Jesucristo; no nos cabe duda de que, al luchar por la dignidad, estamos unidos a otros hombres.