Etapas de la lírica hispanoamericana

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Los dialectos meridionales son los que poseen rasgos mas innovadores en la pronunciación. Sur de España : andaluz, extremeño, murciano y canario. Carácterísticas :

Seseo

Pronunciación de la z o la c antre e, i como s.

Ceceo

Pronunciación de la s como la z.

Yeísmo


Pronunciación de la ll como la y.

Relajación o pérdidada de la -s final de sílaba o de palabra.
Confusión o perdida de
-r y
-l en posición final de sílaba o de palabra.
Pérdida de la
-d-, cuando va entre vocales, a final de palabra o ante r.
Pérdida de la n intervocálica.

Rasgos Español de América


De pronunciación o fónicos

Muchos coinciden con el dialecto andaluz:
Seseo, Yeísmo, Aspiración o pérdida de la -s final de sílaba o palabra.

Morfosintácticos


Voseo

Uso de vos como segunda perdona del singular en lugar de tú. Uso de ustedes en lugar de vosotros.

Léxicos

Es donde mejor se reflejan las variedades dialectales. Uso de arcaísmos o palabras que han dejado de utilizarse en el español peninsular. Uso de indigenismos, palabras procedentes de lenguas indígenas. Creación de neologismos por deviracion.


Etapas de la lírica hispanoamericana


En los primeros años del signlo XX, el género lírico predominó el movimiento modernista. En aquella época, en la que destacó la fugura de Rubén Darío, los poetas hispanoamericanos mostraron una considerable aceptación de las normas dictadas por Europa.
Cuando el Modernismo quedó agotado, aparecíó una lírica de expresión sencilla y temas cotidianos que atestiguaba una mayor cercanía entre la voz del poeta hispanoamericano y su propio país. Gabriela Mistrall. A partir de los años veinte llegó sucesivamente a Hispanoamérica la influencia de los vanguardismos, la de Juan Ramón Jiménez, y la Generación del 27. Algunos representantes, como Vicente Huidobro, fundaron un movimiento vanguardista llamado creacionismo.
Finalmente, al mismo tiempo que la lírica hispanoamericana ha mantenido a lo largo de todo el signo XX una fuerte relación con la temática y la estética de origen europeo, a partir de los años cincuenta, una serie de poetas que nos descubren la singularidad de su sociedad mestiza y de su realidad política. Así pues, lo indio, lo africano y lo hispano se mezclan en la obra de Nícolás Guillén y las reinvidicaciones sociales de Nicanor Parra.                                                                                    

La narrativa hispanoamericana

Los argumentos de las novelas hispanoamericanas recrearon preferentemente, hasta los añis cuarenta, acontecimientos que se producían en el mundo rural y que ofrecían la posibilidad de reflejar las costumbres y los tipos humanos con gran Realismo. 
Una variante de la novela realista hispanoamericana es la que denuncia el trato injusto del indio por parte del hombre blanco. Hacia mediados del Siglo XX aparece un grupo de novelistas que se alejan de la manera tradicional de narrar, pues emplean saltos temporales y nuevos puntos de vista.
Asimismo, sus argumentos se desarrollan en ambientes predominantemente urbanos y, aunque parten de la realidad, están llenos de ingredientes mágicos.
La obra de los novelistas del llamado Realismo mágico prepara el terreno para que se produzca el florecimiento definitivo de la novelística hispanoamericana a partir del 1960. La generación que protagonizó el llamado boom de la narrativa hispanoamericana entre los años sesenta y los ochenta está formada por autores como Gabreiel García Márquez, Julio Cortáraz, Mario Vargas Llosa, Ernesto Fuentes... Todos ellos poseían una visión crítica de la sociedad y una voluntad de continuar las innovaciones formales que había comenzado a introducir la generación anterior.

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