Las Etapas Clave de la Revolución Francesa: De los Estados Generales a Napoleón (1789-1799)
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Las Fases de la Revolución Francesa (1789-1799)
1. Convocatoria de los Estados Generales y Constitución de la Asamblea Nacional (1789)
Ante la negativa de los estamentos privilegiados a ceder ninguno de sus privilegios, el rey Luis XVI se vio obligado a convocar los Estados Generales para tratar de conseguir la aprobación de nuevos impuestos. El Tercer Estado, sector clave de la sociedad, reclamó reformas más profundas, abandonó los Estados Generales y se constituyó en Asamblea Nacional, con el objetivo de proporcionar a Francia una Constitución. Este movimiento fue apoyado por algunos miembros de la nobleza ilustrada y del clero.
Al mismo tiempo, el pueblo de París asaltó la Bastilla (14 de julio de 1789) y comenzaron las revueltas populares tanto en las ciudades como en el campo (el Gran Miedo). Ante estos hechos, el rey accedió a los deseos del Tercer Estado.
2. La Asamblea Constituyente (1789-1791)
La Asamblea Nacional se transformó en Asamblea Constituyente, controlada por varios grupos políticos, entre los que destacaron los girondinos (moderados) y los jacobinos (radicales). Durante este periodo, se suprimieron los privilegios feudales y se redactó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, un documento fundamental que proclamaba la igualdad, la libertad y la soberanía nacional.
Esta asamblea proclamó la Constitución de 1791, que establecía que la soberanía residía en la Nación y no en el rey. La monarquía pasó a ser constitucional, limitando los poderes del monarca y poniendo fin al absolutismo.
3. La Primera República Francesa y el Terror (1792-1795)
En septiembre de 1792, las tropas francesas frenaron al ejército prusiano en la batalla de Valmy, en el contexto de la guerra mantenida contra las potencias europeas opuestas a la Revolución. Como consecuencia directa, la monarquía fue abolida y se proclamó la República.
En enero de 1793, el rey Luis XVI fue ejecutado en la guillotina, acusado de traición. Este evento marcó el inicio del ascenso y triunfo de los jacobinos, apoyados por los sans-culottes (sectores populares urbanos). Las guerras contra las potencias europeas de la Primera Coalición y los graves problemas internos (revueltas contrarrevolucionarias, crisis económica) hicieron que el régimen se radicalizara y se convirtiera en una dictadura durante el periodo denominado el Terror (1793-1794), liderado por Maximilien Robespierre y el Comité de Salvación Pública.
Durante esta etapa, cualquier sospechoso de oposición a la República o a la Revolución podía ser juzgado sumariamente y ejecutado. Sin embargo, la grave situación económica de Francia y el propio extremismo del Terror provocaron un golpe de Estado (el golpe de Termidor, julio de 1794) que derribó a los jacobinos del poder e incluso llevó a la ejecución del propio Robespierre.
4. El Directorio y el Ascenso de Napoleón (1795-1799)
Tras la caída de Robespierre, la Revolución inició una etapa más moderada. Desde julio de 1794 hasta octubre de 1795 gobernó la Convención Termidoriana, que desmanteló las medidas del Terror. Se promulgó una nueva Constitución (1795), que supuso la vuelta al sufragio censitario (restringido) y representó los ideales e intereses de la burguesía moderada.
No obstante, las potencias europeas seguían viendo en Francia un peligro, por lo que continuaron las guerras entre este país y la Primera Coalición. La Convención Termidoriana fue sustituida por un Directorio (un poder ejecutivo formado por cinco miembros), que tuvo que enfrentarse tanto a la oposición interna (jacobinos y monárquicos) como a la guerra exterior.
En este contexto de inestabilidad política y éxitos militares, destacó la figura del joven general Napoleón Bonaparte. Sus victorias sobre las potencias europeas, junto al temor de los sectores conservadores a un resurgimiento jacobino o a una restauración monárquica, desembocaron en el golpe de Estado del 18 de Brumario (9 de noviembre de 1799). Tres cónsules se hicieron con el poder, siendo Napoleón el Cónsul Principal, poniendo fin al Directorio y, para muchos historiadores, a la propia Revolución Francesa, dando paso al Consulado.