Estructura de la Realidad y Ética en el Pensamiento de Aquino
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Estructura de la Realidad según Aquino
Para entender la estructura de la realidad según Aquino, es fundamental remontarse a la doctrina de la creación, que destaca la diferencia radical entre Dios y los seres contingentes (aquellos que existen, pero podrían no existir). Aquino, al hablar de la contingencia, distingue entre lo que las cosas son (esencia) y el hecho de que existan o no (existencia). Por ejemplo, si caracterizamos al hombre como un animal racional (esencia), aunque desaparecieran todos los hombres, la racionalidad seguiría siendo parte de su esencia. Esta distinción entre esencia y existencia es la pieza fundamental de su sistema.
Contingencia y Composición de Esencia y Existencia
Los cristianos neoplatónicos ya distinguían entre Dios, el principio primero, y el resto de las realidades. Afirmaban que el principio primero se caracterizaba por su simplicidad, mientras que los demás eran compuestos. Los cristianos agustinianos añadieron que los compuestos no estaban formados por materia y forma. Para Aquino, los compuestos están formados por su esencia y su existencia, lo cual encaja con su carácter contingente. Si las realidades pueden no existir, su existencia no pertenece a su esencia. Solo en un ser necesario, Dios, su esencia y su existencia se identifican.
La Existencia como Acto de Ser
Aquino vincula la esencia y la existencia con los conceptos aristotélicos de acto y potencia. La esencia es potencia, y la existencia es acto. Por lo tanto, el acto de la existencia es la esencia, que puede o no existir. La existencia o acto de ser tiene distintos niveles de perfección, dependiendo de su esencia, potencia o capacidad de ser. Esto está ligado a Dios, quien no tiene limitación alguna e incluye toda perfección posible, ya que su esencia es su ser.
Acto de Ser y Participación
En Dios, su esencia es su ser. Los demás seres creados participan del ser en grados distintos, según la capacidad de ser de sus respectivas esencias. Aquino recurre al método de participación aristotélico.
Ética según Aquino
El Concepto Tomista de Naturaleza Humana
Aquino coincide en que la felicidad es el fin último del hombre y que, a través del estudio de la naturaleza humana, se pueden concretar normas morales que constituyen la ley natural. Hay dos formas de interpretar la naturaleza humana: (1) ¿Qué mueve a los seres humanos a obrar? y (2) ¿Cuál es el fin al que está orientado el ser humano? Esto da lugar a una ética de fines. Aquino está de acuerdo con esta concepción finalista y teológica de la naturaleza.
Existencia de la Ley Natural
Aquino afirma que el ser humano tiene tendencias enraizadas en su naturaleza. Por tendencia, entendemos una línea de conducta orientada a un fin específico. Estas tendencias las compartimos con el resto de los seres, pero el hombre se distingue por su racionalidad, ya que solo él es capaz de deducir normas de conducta y darles un uso adecuado. Esta demostración es la ley natural, que se resume en que el hombre, como ser racional, tiene el poder de discernir y actuar conforme a la razón.