El Estallido y Consecuencias de la Guerra Civil Española

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1. El Estallido de la Guerra Civil

La oposición de buena parte de los sectores conservadores españoles a la democratización política y al reformismo social de la Segunda República se tradujo en una acción golpista que se inició el 17 de julio de 1936. El clima de confrontación del Frente Popular les sirvió de coartada para justificar su decisión.

1.1. Del Golpe de Estado a la Guerra Civil

El 17 de julio de 1936, en Melilla, el coronel Yagüe lideró la sublevación (alzamiento). Entre el 18 y el 19 de julio, guarniciones militares del resto de España se unieron al golpe de Estado junto a sectores civiles de falangistas y carlistas. Parte del ejército se mantuvo fiel al gobierno y fue posible sofocar el levantamiento en buena parte de España. La sublevación triunfó prácticamente en toda la España interior y en las zonas agrarias muy conservadoras. Fracasó donde las fuerzas obreras y de izquierda tenían mayor peso. La evidencia de que el golpe militar no había triunfado originó la división del país en dos bandos que iban a enfrentarse en una cruenta guerra civil.

1.2. La Consolidación de los Bandos

Los sublevados estaban constituidos por militares conservadores y todos aquellos que se habían opuesto a las reformas de la República. Su intención inmediata era restablecer el orden. Un grupo importante deseaba la vuelta de la monarquía alfonsina; los falangistas pretendían imponer un régimen fascista y los carlistas la instauración de la monarquía carlista. Los leales a la República estaban constituidos por las clases más populares, también las clases medias vinculadas a los partidos republicanos y sectores de la burguesía ilustrada, así como intelectuales y artistas. Defendían la legitimidad republicana.

1.3. La Significación del Conflicto

Tuvo gran repercusión internacional, visto como una confrontación entre las fuerzas democráticas y los regímenes fascistas. Fue más bien el enfrentamiento armado entre los viejos grupos dominantes de la España de la Restauración y los grupos emergentes obreros y burgueses.

1.4. La Internacionalización de la Guerra Civil

La guerra de España dividió al mundo entero. La opinión democrática mundial estuvo a favor de la República. Partidos obreros y la URSS apoyaron a la República, mientras que fuerzas conservadoras y gobiernos fascistas se alinearon al lado de Franco, al igual que el régimen portugués, el catolicismo tradicional y el Papado. Ambos bandos recurrieron al exterior para buscar apoyos. Los gobernantes de las democracias, prudentes por temor a que el conflicto pudiera extenderse por Europa, adoptaron una política de apaciguamiento con Alemania, lo que llevó a la creación del Comité de No Intervención, al que se adhirieron veintisiete países.

1.5. La Ayuda Exterior

La República recibió apoyo de la Unión Soviética, que ejerció su influjo a través del Partido Comunista. El bando republicano contó con las Brigadas Internacionales, que prestaron una gran ayuda en tropas a la República, con más de 60,000 brigadistas. Los sublevados fueron los más favorecidos, recibiendo ayuda alemana e italiana en armas. Alemania envió la Legión Cóndor para probar algunas de sus nuevas armas, mientras que el apoyo italiano llegó a través del Corpo Truppe Volontarie, además de voluntarios portugueses, irlandeses y de otras nacionalidades.

3. La Zona Sublevada: La Creación de un Estado Totalitario

Los grupos políticos y sociales que habían dado su apoyo al alzamiento militar no tenían un proyecto común que ofreciese coherencia política a la rebelión militar. El ejército se convirtió en la columna vertebral del nuevo régimen, llevando siempre la iniciativa política y siendo el encargado de organizar el nuevo Estado.

3.1. Francisco Franco, Generalísimo

La muerte accidental del general Sanjurjo, considerado como jefe del movimiento golpista, llevó a la creación, el 24 de julio, en Burgos, de la Junta de Defensa Nacional. Sus primeras medidas fueron prohibir la actividad de todos los partidos políticos, suspender la Constitución y decretar la paralización de la reforma agraria. Francisco Franco fue reconocido por Hitler y Mussolini como único interlocutor. El 1 de octubre de 1936 fue nombrado Jefe del Gobierno del Estado y Generalísimo de los Ejércitos.

3.2. La Creación del Partido Único: El Gobierno de Burgos

Existía un mando militar único e incontestado, pero ninguna cohesión política. La estrategia de alargamiento de la guerra consolidó su liderazgo militar. En abril de 1937, el Decreto de Unificación creó un partido único: Falange Española Tradicionalista y de las JONS, unificando a falangistas y carlistas. Franco sería Jefe Nacional de este partido único. La institucionalización del nuevo Estado franquista culminó con la formación del primer gobierno de Franco. En la persona de Franco se concentraba la jefatura del Estado y la presidencia del gobierno, siendo el Caudillo de España. Se inspiraba en el fascismo y defendía el conservadurismo y la preeminencia del catolicismo. El Estado abolió la legislación republicana en materia económica, social y laboral. Se suprimieron las libertades, así como los estatutos de autonomía, y se restableció la pena de muerte. En 1938, se promulgó la primera de sus Leyes Fundamentales, el Fuero del Trabajo. El nuevo Estado era claramente confesional y derogó las leyes del matrimonio civil y del divorcio, e instituyó una retribución estatal al clero.

3.3. Una Represión Institucionalizada

La violencia extrema comportó la aniquilación de los vencidos. Personas relevantes fueron asesinadas por lo que significaban como símbolos de la República. La represión tuvo siempre un carácter sistemático, planificado y fue ejercida por el ejército, la Falange o las autoridades políticas. Su intención era imponer un clima de terror, con entierros en fosas comunes.

5. Los Efectos de la Guerra

La guerra trastornó la vida cotidiana de la población tanto por las dificultades de supervivencia que conllevó como por los efectos de los bombardeos, las persecuciones y la violencia política.

5.1. Muerte, Carestía y Destrucción

Miseria y muerte afectaron a ambos bandos. La carestía de alimentos fue especialmente grave en la zona republicana. Los precios subieron y el mercado negro se extendió. La desnutrición provocó enfermedades y, en ocasiones, la muerte. La reducción de la producción industrial se debió a la movilización de la población para ir al frente, lo que causó desabastecimiento de productos de consumo. La destrucción de gran parte de las infraestructuras y las comunicaciones fue notable. Los bombardeos fueron utilizados por los sublevados como un instrumento de terror.

5.2. La Población Desplazada: Refugiados y Exiliados

Civiles de ambos bandos huían del territorio. Los grandes movimientos de refugiados se dieron sobre todo en la zona republicana, concentrándose en Levante y en Cataluña. La población del norte pudo huir hacia otros países. Cerca de 13,000 niños fueron embarcados con destino a diversos países europeos y americanos, así como a la URSS. Al final de la guerra, la población de toda España y miles de soldados en retirada se concentraron en Cataluña para cruzar la frontera francesa. Gran parte de los refugiados fueron conducidos a campos de concentración improvisados en las playas cercanas, lo que resultó en un largo exilio.

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