Del Esplendor a la Decadencia: Un Recorrido por el Imperio Español y la Europa del Siglo XVII y XVIII

Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 6,82 KB

El Esplendor y la Crisis del Imperio Español

La Pax Hispánica: El Reinado de Felipe III y Lerma

El reinado de Felipe III, marcado por la figura del Duque de Lerma, se caracterizó por una política exterior orientada a la paz. Se firmó la paz con Inglaterra y la Tregua de los Doce Años con las Provincias Unidas, desplegando una potente red diplomática. Sin embargo, una de las medidas más graves del reinado fue la expulsión de los moriscos en 1609, con profundas consecuencias demográficas y económicas para la Monarquía Hispánica.

La Ofensiva Española: La Era de Olivares

Con el Conde-Duque de Olivares al frente, la política exterior española dio un giro radical, iniciando una potente ofensiva. Se reinició la guerra contra los rebeldes flamencos y España se involucró plenamente en la Guerra de los Treinta Años. Para afrontar el aumento del esfuerzo militar, Olivares impulsó la Unión de Armas, que buscaba obligar a todos los territorios que formaban la Monarquía Hispánica a sufragar los gastos militares y, al mismo tiempo, reforzar el poder del rey.

El Repliegue de la Monarquía Hispánica

Las ambiciosas políticas de Olivares generaron un fuerte descontento, provocando la rebelión de Cataluña y Portugal. Felipe IV destituyó al Conde-Duque de Olivares, y se produjo una gran revuelta popular en Nápoles y Sicilia. Las sucesivas derrotas españolas en los Países Bajos y en la Guerra de los Treinta Años desembocaron en la Paz de Westfalia (1648). Este tratado supuso el final de la hegemonía española y el reconocimiento de Francia como el estado más poderoso de Europa. Westfalia significó también el final de las guerras religiosas en el continente, estableciendo un principio de tolerancia religiosa.

El Reinado de Carlos II: Crisis y Sucesión

Carlos II fue un monarca débil y enfermo, incapaz de ejercer plenamente las labores de su cargo. La primera mitad de su reinado estuvo sumida en una profunda crisis, durante la cual España perdió territorios en Europa y no pudo evitar que otras potencias europeas comerciasen con su imperio colonial. Los últimos años de su reinado estuvieron marcados por el crucial problema de la sucesión, ya que el rey no tenía herederos directos, lo que abrió la disputa entre Felipe de Anjou y el Archiduque Carlos.

La Hegemonía Francesa y el Equilibrio Europeo

La Época de Luis XIV: El Rey Sol

Luis XIV subió al trono de Francia con solo cuatro años de edad. Su política exterior se centró en consolidar y ampliar la hegemonía francesa en Europa. La expansión de Francia fue imparable: arrebató posesiones a España y al Emperador alemán, y también sostuvo guerras contra Inglaterra y las Provincias Unidas. Sus principales rivales formaron grandes coaliciones para contener su poder.

La Guerra de Sucesión Española y las Paces de Utrecht y Rastadt

Tras la muerte sin descendencia de Carlos II de España, este dejó como heredero a Felipe V (Felipe de Anjou). Gran parte de las potencias europeas no aceptaron al nuevo rey, temiendo que una posible unión entre Francia y España diese lugar a una monarquía demasiado poderosa. Por esta razón, estalló la Guerra de Sucesión Española (1701-1714).

El conflicto concluyó con las Paces de Utrecht y Rastadt (1713-1714). España perdió todas sus posesiones en Europa, y se acordó que las monarquías francesa y española no podían unirse bajo un mismo soberano. Estos tratados impusieron el sistema del equilibrio continental, cuyo objetivo era que todas las potencias europeas mantuvieran niveladas sus fuerzas para impedir que ningún país alcanzase de nuevo la hegemonía. A pesar de este intento de equilibrio de fuerzas, las guerras en Europa fueron constantes durante el siglo XVIII.

Modelos de Gobierno en la Europa Moderna

La Monarquía Absoluta y el Parlamentarismo

El triunfo del absolutismo monárquico en Francia, ejemplificado por Luis XIV, se manifestó en varias acciones clave: el rey decidió gobernar personalmente, repartió numerosos subsidios y pensiones entre la nobleza para que los nobles dependiesen directamente de la Corona, instaló en la corte toda la administración del Estado, impulsó la centralización política, acabó con la disidencia religiosa, formó un poderoso ejército estatal y sacralizó la figura del rey como representante divino en la Tierra.

El Despotismo Ilustrado

El Despotismo Ilustrado fue una forma de gobernar adoptada por algunos monarcas europeos del siglo XVIII, quienes concedían reformas y mejoras al pueblo, pero sin que este interviniera en el gobierno (la máxima "Todo para el pueblo, pero sin el pueblo"). Los principales déspotas ilustrados fueron Federico II de Prusia, José II de Austria, Carlos III de España, Catalina II de Rusia y Luis XV de Francia. El principal objetivo de estas reformas era el fortalecimiento del Estado, y para ello apostaron por los siguientes medios:

  • Potenciar la industria.
  • Impulsar el comercio.
  • Favorecer el desarrollo científico y la modernización del sistema educativo.
  • Centralizar la administración.
  • Incrementar y profesionalizar el ejército.

Las Reformas Borbónicas en España

Los Decretos de Nueva Planta

Tras la Guerra de Sucesión, Felipe V, como parte de su política centralizadora, promulgó los Decretos de Nueva Planta. Mediante estos decretos, el rey acabó con las leyes propias de la Corona de Aragón y las sustituyó por la legislación castellana, unificando el marco legal del reino. Felipe V también reestructuró la administración: el sistema de consejos fue marginado a favor de los secretarios de Estado, se crearon los intendentes como figuras clave en la administración territorial y se profesionalizaron las fuerzas armadas. Además, en el ámbito colonial, aparecieron dos nuevos virreinatos: el de Nueva Granada y el del Río de la Plata.

El Reformismo Borbónico General

El Reformismo Borbónico en España abarcó múltiples áreas. Los monarcas potenciaron todos los sectores de la economía, intentaron someter a la Iglesia al control del Estado (regalismo), reformaron la enseñanza y fomentaron el contacto con las nuevas corrientes culturales de la Ilustración, desarrollando la investigación científica.

Entradas relacionadas: