España: Inestabilidad Política y Conflictos Sociales (1868-1923)
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Crisis del Parlamentarismo (1914-1923)
Hasta 1914 se registraron los más importantes movimientos regeneracionistas del sistema. El fracaso de Maura y Canalejas abrió paso a una era de inestabilidad. Gobiernos en minoría, las Cortes serían ingobernables y, en definitiva, en 1913 se inicia el declive de la Restauración y del reinado de Alfonso XIII. Los partidos de oposición al turno multiplicaron su oposición en el parlamento, prensa y en la calle, movilizando a las clases populares contra la Iglesia, la monarquía y el orden establecido. Los conservadores regresan al poder con Dato (1913-1915), con el desacuerdo de Maura que se separa del partido junto a sus seguidores. Mantuvo las Cortes cerradas durante año y medio y promovió una ley de Mancomunidades que otorga autonomía a ciertas regiones, insuficiente para los catalanes. Los liberales, dirigidos por el Conde de Romanones (1915-1917), aumentaron la tensión en Cataluña, fracasaron en el intento de poner un impuesto sobre los beneficios obtenidos en la guerra y aumentó el problema militar, que culminaba en la crisis de 1917.
Efectos de la Primera Guerra Mundial
Tras el estallido de la Gran Guerra, el gobierno de Dato se declaró neutral. No obstante, la opinión pública vivió una fuerte polémica entre los germanófilos y los aliadófilos. La neutralidad proporcionó a España la posibilidad de magníficos negocios: venta de metales, cereales... Sin embargo, desencadenó una fuerte subida de precios y escasez de productos básicos que perjudicaron a las clases bajas. La guerra supuso el enriquecimiento de algunos y las dificultades de muchos. Se agravaron las diferencias sociales y con ellas los problemas sociales, y se intensificó el número de huelgas. La influencia de la Revolución comunista rusa de 1917 alimentó la agitación social que deriva en la crisis de 1917.
La Triple Crisis de 1917
En 1917 se agudizó la crisis de la Restauración, patente en tres aspectos: reivindicaciones de los militares, de la clase política y de los obreros.
- El problema militar: El descontento de estos cristalizó en la formación de Juntas de Defensa que se extendieron a todo el ejército, y que tenían una orientación sindical.
- El problema político: El gobierno de Dato ante la crisis se negó a abrir las Cortes e instauró la censura de prensa. Como respuesta, en Barcelona se reunió una asamblea de parlamentarios con la idea de que se destituyese al actual gobierno, se convocaran Cortes constituyentes, se realizasen reformas. El gobierno optó por disolver la asamblea tildándola de separatista.
- El problema social: Encarecimiento de la vida y el aumento del poder sindical, provocaron tensiones sociales y huelgas. En agosto de 1917, la CNT y la UGT promovieron una huelga general revolucionaria en toda España: jornada de 9 horas, aumento salarial, reparto de la propiedad de la tierra. Por otro lado, el triunfo del comunismo en la Revolución rusa de 1917 estimuló el movimiento obrero y alarmó a las clases sociales acomodadas. El gobierno la reprimió violentamente contando con el apoyo del ejército.
El Sexenio Crítico (1917-1923)
Tras la crisis de 1917 se trató de evitar la inestabilidad acudiendo a los gobiernos de concentración. En 1918 nace el gobierno nacional que preside Maura y del que formaban parte políticos liberales, conservadores y regionalistas catalanes. Propuso cambios democratizadores, pero duró poco. El rey echó mano del turno de políticos, ante la fuerte oposición y crítica de la prensa. La inestabilidad y la crisis de gobierno fueron constantes en estos años. Se produce un gran crecimiento de los sindicatos obreros (CNT), que aumentan la protesta de obreros y campesinos. Destaca la huelga de La Canadiense. Imitando lo acaecido en Rusia, la protesta se extendió al campo andaluz durante el "Trienio Bolchevique" (1918-1920). En Barcelona se vivió una auténtica guerra social, a las huelgas obreras y el terrorismo anarquista respondió la patronal con el lock-out y la financiación del pistolerismo de Dato en 1921. Ante la gravedad de los hechos se produjo la declaración del estado de excepción y se decretó la Ley de Fugas que permitía a la policía disparar a matar si se fugaban. La cuestión de Marruecos se convertirá en el detonante final de la crisis del parlamentarismo. Desde 1912 España y Francia habían constituido un protectorado conjunto sobre Marruecos. El imprudente avance español desde Melilla dirigido por el general Silvestre provocó el contraataque de las tribus del Rif, tras acorralar a las tropas españolas de Annual y Monte Arruit provocando una masacre. El llamado Desastre de Annual provocó el desprestigio del ejército. El gobierno se vio obligado a realizar una investigación (Expediente Picasso). Antes de que se debatiera el informe en el Congreso, el general Primo de Rivera dio un golpe de estado que suprime el parlamentarismo.
La Cuestión Social y la Guerra de Cuba
En la etapa del sexenio se inició el movimiento obrero y con él la conflictividad social. Era resultado de la modernización económica, del capitalismo y la influencia de la lucha obrera en otros países. En el sexenio el obrerismo empezó a estar influido por el anarquismo y el socialismo y se alejó del republicanismo. Las libertades políticas conseguidas con la Revolución de 1868 no fueron completadas con las conquistas sociales, motivo de agitación y la insatisfacción de las clases populares. En ese contexto y en el de la creación de la Primera Internacional o AIT, se ha de entender la aparición del movimiento obrero. Adoptó la influencia del movimiento obrero del pensamiento anarquista de raíz bakuninista, cuya ideología era la soberanía popular, el antiestatalismo y el ateísmo. Su plasmación fue la creación de la Federación Regional Española de la AIT.
La Guerra de Cuba
Por otro lado, los gobernantes del sexenio abordaron la Guerra Larga de Cuba (1868-1878). España manifestó un gran interés por la expansión colonial, pero las empresas coloniales de la etapa final del reinado de Isabel II acabaron en fracaso. Una de ellas fue la reincorporación de la República Dominicana a España. Pero la guerra posterior por la independencia afectó a todas las Antillas. Cuba estaba muy ligada a la economía estadounidense y EEUU quería comprar la isla. Se produjeron rebeliones en tan solo 21 días: La Gloriosa, la de Puerto Rico y la de Cuba. Esta fue liderada por Carlos Manuel de Céspedes quien dio el Grito de Yara (donde se inició la guerra de los Diez Años). La rebelión tuvo lugar en La Demajagua. Aunque en un primer momento pidieron la anexión a EEUU, con la incorporación de Máximo Gómez, Modesto Díaz y los hermanos Marcano, después adoptó un carácter de lucha por la independencia. La fase más dura del conflicto se desarrolló en la Restauración hasta la firma de la Paz de Zanjón en 1878. Detrás del conflicto estaba la cuestión social de la abolición de la esclavitud. Las presiones de Francia, Reino Unido y EEUU, que habían abolido la esclavitud, obligó al gobierno provisional español a aprobar la Ley Moret, que declaraba libres a los que nacieran de madre esclava, a los menores de edad y a los mayores de determinada edad. Pero el sistema esclavista pervivió en la isla hasta 1886. Así se forja el nacionalismo cubano.