El espacio como entidad cognitiva

Si analizamos el espacio según Kant, hablaríamos de “una condición previa a la experiencia humana, una forma a priori de la intuición, de la sensibilidad”. Para él, existen una serie de esquemas primigenios espaciales y temporales. ////Sin embargo, Piaget defiende la existencia de esquemas evolutivos en su teoría del desarrollo de los conceptos espaciales. Para Piaget, se produce en la mente infantil una progresiva diferenciación de propiedades geométricas del espacio con el paso del tiempo y siguiendo un esquema evolutivo. =Esta progresión de la que habla Piaget comienza diferenciando las propiedades globales del espacio, que él llama propiedades topológicas, ya que argumenta que hasta los 6-7 años, el espacio del niño es un espacio existencial o experiencial, lo percibe en base a relaciones de lugar, representando en sus mapas espaciales únicamente aquellos lugares que le son familiares. Estas propiedades topológicas se clasifican en la etapa que se conoce como el Espacio Vivido (de 0 á 6-7 años), porque el niño vive el espacio, capta y mide las distancias y los recorridos en función de su propio cuerpo y su movimiento”. Utiliza así su propio cuerpo como punto de referencia para medir la distancia y el tiempo que tarda en recorrerlas.

Aprendizaje en la etapa del Espacio Vivido

A la hora de trazar, en esta etapa, croquis o mapas, se observa el nivel de egocentrismo del estadio cognitivo en el que se encuentran.Aparecen elementos aislados entre sí o unidos mediante segmentos de calles que guardan poca semejanza con las relaciones geométricas reales de lo que están representando. Los elementos que los niños suelen incluir son las calles significativas desde el punto de vista personal, y los edificios que le son familiares. El componente principal de este mapa cognitivo son “los mojones, es decir, objetos o puntos que sobresalen del entorno porque poseen algún rasgo distintivo que contrasta con la información que se ofrece del resto del espacio, y a los que el niño se encuentra unido por motivos afectivos. En esta etapa se trabaja, con el niño, las distancias (cerca-lejos), las posiciones (delante, detrás, fuera...), etc. es decir, las propiedades topológicas del espacio.

Aprendizaje en la etapa del Espacio Percibido

Después, las mentes infantiles diferencian otro grupo de propiedades, que son las que llama propiedades proyectivas y que suponen la capacidad de predecir qué aspecto tendrá un objeto visto desde distintos puntos de vista. El niño ya es capaz de percibir el espacio sin tener que experimentarlo biológicamente, distingue las distancias y puede precisar las posiciones de los objetos en relación a otros por la mera observación y a los puntos cardinales. En esta etapa, conocida como Espacio Percibido se desarrolla desde los 7 á 11 años.  En dicha etapa es posible ir más allá del descubrimiento del espacio del aula o de la calle, para aprehender el de la colina cercana a la escuela, el panorama del pueblo visto desde una altura, etc. Los niños progresan en la apreciación de los detalles, demostrando una cierta coordinación y mejorando la dirección, la orientación y la escala.

Aprendizaje en la etapa del Espacio Concebido

Casi en paralelo con éstas, el alumnado es capaz de diferenciar las propiedades euclidianas, que hacen referencia al tamaño, y por tanto ayuda a la medida del espacio, las distancias y las direcciones. A los once años, los niños se hallan en perfectas condiciones de desenvolverse en su espacio inmediato. En esa edad, el niño puede comprender las relaciones espaciales de forma total, comprender las proporciones y distancias que se presentan en los mapas, empezar a comprender sobre los mapas, lugares y relaciones sobre los que no han tenido experiencia directa. Por tanto, es a partir de los once años cuando el niño puede dejar de utilizar los referentes naturales que les proporciona la experiencia como pautas a la hora de construir un mapa, y pasa a servirse de coordenadas convencionales abstractas. Esta etapa es conocida como el Espacio Concebido que se desarrolla desde los 11 á 16 años.