Escultura Helenística y Arquitectura Romana: Innovación, Estilo y Funcionalidad

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Escultura Helenística

La escultura helenística se caracteriza por un naturalismo pleno, recogiendo todos los aspectos de la vida: pasión, dolor, violencia, fealdad… El interés se sigue centrando en la anatomía con representaciones de gran dramatismo. Se distinguen dos tendencias:

Realismo Idealista

Continúa buscando el ideal de belleza, pero con mayor patetismo. Un ejemplo es la Victoria de Samotracia, figura de gran dramatismo con las alas desplegadas.

Realismo Naturalista

Niños, ancianos y mujeres son captados en su realidad, como en El niño de la oca y El Espinario.

Escuela de Rodas

Agesandro, discípulo de Lisipo, creó el grupo escultórico de Laocoonte y sus hijos. Se observa el gran dramatismo de la escena, el dolor por la muerte de los hijos, cuerpos contraídos e intento de librarse de las serpientes, con influencia clasicista. En el Toro Farnesio, los escultores incluyen elementos de un ambiente paisajístico, como rocas y un perro.

Escultura de Pérgamo

Las victorias de la ciudad de Pérgamo contra los celtas y los galos fueron tema principal en la escultura. Los vencedores mandaron esculpir grupos de galos vencidos como exvotos. El galo moribundo y El gálata suicida son ejemplos. La temática es helenística, expresando dolor y sufrimiento física y psicológicamente. La muerte se trata con honor y nobleza.

Arquitectura Romana

Materiales y Sistemas Constructivos

Los romanos experimentaron con nuevos materiales y utilizaron distintos sistemas constructivos según sus necesidades. Emplearon tanto la arquitectura adintelada como la abovedada.

Por influencia griega, adoptaron la columna y el arquitrabe. El orden que dominó fue el corintio, al que introdujeron modificaciones, dando lugar al orden compuesto (se unen las hojas de acanto corintias con las volutas jónicas). Otro orden creado por los romanos fue el toscano, que combinaba el capitel dórico y la basa del jónico, con fuste liso.

La bóveda más usada fue la de cañón, aunque también utilizaron la bóveda de arista y la cúpula.

Además de la piedra volcánica (tufo) y de la calcárea, los romanos usaron el ladrillo y la argamasa, junto con el opus caementicium, el antiguo hormigón (mezcla de pequeñas piedras, grava, arena, cemento o cal con agua). Los romanos combinaron estos materiales, dando lugar a:

  • Opus spicatum: ladrillo colocado en espina o espiga.
  • Opus reticulatum: con aspecto de red de rombos o cuadrados.
  • Opus craticium: piedras y barro con travesaños de madera.
  • Opus testaceum: ladrillos unidos con mortero de cal.
  • Opus incertum: piedras irregulares unidas con mortero.

Gran Variedad de Edificios

El arte romano tuvo una importante función utilitarista y pragmática. Por ello, adquirieron gran importancia en su civilización los puentes de piedra, las calzadas, los acueductos, los recintos amurallados, los arcos de triunfo y las ciudades mismas. Existió una gran diversidad de edificios construidos, la mayoría con una función utilitaria, pero cuya edificación era, además, todo un símbolo del Estado romano. Los edificios romanos se pueden clasificar según su función:

  • Edificios para el culto: templos.
  • Edificios para el ocio: teatros, anfiteatros, circos.
  • Edificios para la vida pública: basílicas y curias (para las reuniones del Senado).
  • Obras públicas: acueductos, puentes, calzadas, puertos.
  • Monumentos conmemorativos: arcos de triunfo y columnas de enorme tamaño (para rememorar grandes victorias).

El Templo

Los templos romanos se elevaron sobre un basamento o podio, que solo tenía gradas de acceso en la fachada principal. Mayoritariamente, utilizaban el sistema arquitrabado y tenían planta rectangular, aunque hubo excepciones, como el Panteón de Roma. Solían estar rodeados de columnas, que se insertaban en el muro de la cella (pseudoperíptero), logrando aumentar su espacio interior. No todos los templos estaban rodeados de columnas por sus cuatro lados; delante del templo se situaba un pórtico columnado.

El Teatro

A diferencia del teatro griego, el romano era una construcción exenta. Su planta se componía de una cávea semicircular, que en su parte inferior culminaba en una orchestra semicircular, un proscenio para las representaciones, y una escena, arquitectónicamente muy desarrollada, que cerraba el hemiciclo del edificio. Ejemplo: Teatro Marcelo, en Roma.

El Anfiteatro

Invento romano que surgió al unir dos teatros. Se utilizaba para combates de gladiadores, luchas de fieras, naumaquias (representaciones de batallas navales), etc. Estaba formado por un graderío para los espectadores, que rodeaba la arena donde tenían lugar las representaciones. Ejemplo: Anfiteatro Flavio (inaugurado el 80 d.C.).

El Circo

Edificio destinado a las carreras de bigas y cuadrigas (carruajes de dos o cuatro caballos). Tenían forma elíptica y en su parte central estaba la spina, en torno a la que giraban los carros. Ejemplo: Circo Máximo, en Roma (reconstruido en el 64 d.C.), que pudo albergar entre 150.000 y 200.000 espectadores.

Los Arcos de Triunfo

Eran “puertas triunfales” que servían para conmemorar grandes victorias de los ejércitos del Imperio. Se situaban en los foros y en las vías de comunicación, y en su construcción se utilizaban materiales nobles.

La Basílica

Era el edificio en el que los romanos administraban justicia y realizaban sus tratos comerciales. La estructura pasará al arte cristiano como lugar de culto. Ejemplo: Basílica de Majencio (306 – 312 d. C.).

Las Termas

Eran los baños públicos, utilizados como lugar de reunión, zona de ocio y con función higiénica. Eran edificios cada vez más complejos, construidos con hormigón revestido de mármol y estuco, y cubiertos con grandes bóvedas y cúpulas sobre pechinas. El interior se decoraba con esculturas, mosaicos y pinturas. Ejemplo: Termas de Caracalla (216 d. C.), con capacidad para 1.600 usuarios.

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