La Encarnación de Jesús y su Relación con las Personas

Se hizo semejante a nosotros:

Con el nacimiento de Jesús, Dios se hace humano. Como dijo San Pablo, 'siendo de condición divina, se ha hecho semejante a las personas y ha sido reconocido como un ser humano'. En otras culturas, los dioses se habían relacionado con las personas, incluso habían bajado a la tierra para estar con ellas. Pero, aunque adquirían el aspecto de un ser humano, no eran otro ser humano, seguían siendo dioses. En cambio, con Jesús, Dios mismo se hace persona, es lo que los cristianos llaman encarnación: Dios se hace carne humana, es un ser humano como los demás. Vive como cualquier persona. El Nuevo Testamento lo explica insistiendo en el hecho de que el Verbo se hizo carne, como cualquier persona, iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia. Los que vivieron con Jesús pudieron oír, ver y tocar a Dios, relación entre Dios y el pueblo. La encarnación no convierte a Jesús en mitad Dios o mitad hombre, ni en superhéroe o un humano con poderes especiales. En el Concilio de Calcedonia se afirmó que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre.

Nació de mujer:

Dios se hizo hombre gracias a María, quien aceptó la invitación de Dios para ser la madre. Como madre e hijo, María y Jesús tuvieron una relación especial. María dio a luz a Jesús, lo cuidó, lo crió, lo educó y lo ayudó a ir creciendo y, como cualquier otro niño, Jesús permaneció bajo la obediencia de sus padres. La relación de María y Jesús era además de fe. Esto se observa cuando Jesús, a los 12 años, se separó de sus padres y se quedó en el templo de Jerusalén. Cuando lo encontraron, sus padres le preguntaron por qué se había quedado allí, y Jesús les contestó que tenían que ocuparse de las cosas de su padre. Después, en las bodas de Caná, María estuvo a su lado. Allí se muestra que la relación de María y Jesús, además de la relación madre-hijo, era una relación de fe. María dice a los sirvientes 'haced lo que él os diga' y por eso se dice que María era madre y discípula de Jesús. Otro manifiesto: María permaneció a su lado al pie de la cruz.

Relación con sus discípulos:

A Jesús le seguía una gran multitud de personas que escuchaban su predicación:

1. Gran multitud de personas (verlo y escucharlo)
2. Grupo de misioneros (72) enviados a los lugares por los que iba a pasar Jesús de dos en dos llevan el mensaje de Jesús
3. Apostoles (12) elegidos por Jesús para estar con él, enseñarles y enviarles a predicar. Compartieron su vida y su misión y dejaron todo para seguirle. Jesús muere y siguen su obra. Apóstoles: Santiago, Pedro y Juan comparten los momentos más íntimos con Jesús.

Relación con las autoridades:

Las autoridades religiosas: poder político o romano y gran influencia sobre la sociedad. Los evangelios muestran momentos de enfrentamiento que Jesús tuvo con distintos grupos sociales y religiosos de Israel.

Fariseos:

(se consideraban perfectos porque cumplían todas las normas y despreciaban a los que no lo hacían.) Jesús les criticó porque habían puesto la ley por encima de la búsqueda del reino de Dios.

Autoridades del templo:

Consideran a Jesús una amenaza, Jesús perdona y acoge a los pecadores y critica los negocios que se hacían en el templo en torno a sacrificios. Jesús acusó a las autoridades de anteponer sus intereses a las búsquedas del reino y del bien de las personas.

Imperio romano:

Fue considerado una amenaza y una alternativa al poder político de Roma. Pero como afirmó Jesús ante Pilato, su mensaje era religioso, no político. Jesús predicaba un mundo donde Dios fuese lo más importante en la vida de las personas.

Relación con pecadores y marginados:

Mantuvo una relación de especial cercanía con todas aquellas personas que la sociedad rechazaba por motivos sociales o religiosos. Jesús fue especialmente cercano con las personas marginadas, compartió comida con ellas, les ofreció su perdón y las curó.

Dios es Padre:

El motor principal de su vida fue la relación profunda que tenía con Dios. Jesús llamaba a Dios 'abbá', que en arameo, la lengua cotidiana de Jesús, significa papá. La confianza de Jesús en Dios era total.

Dios es Amor y Trinidad:

Trinidad: para los cristianos, Dios es, a la vez, uno y trino, padre, hijo y espíritu santo. Jesús es el Verbo que se ha hecho carne, es decir, es Dios que se ha hecho persona humana.

Según la primera carta de Juan, es la característica principal de Dios: Amor. Palabra en arameo con la que Jesús se dirigía a Dios: abbá. Jesús es camino, verdad y vida. Nombre de la ciudad donde se celebró el concilio que afirmó que Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre: Calcedonia. Nombre del grupo de los doce que pidió a Jesús que les mostrase al padre: Felipe. Enfermedad de la que Jesús curó a una persona al acercarse a Jericó: ciego. Jesús es el Hijo de Dios. Nombre que indica que Dios es relación de amor, ya que es padre, hijo y espíritu santo: idolatría. Recipientes que, a instancia de María, Jesús llenó de buen vino en una boda: tinaja. Jesús se relacionaba con ellos para estar excluidos de la sociedad y mostrarles que Dios, al contrario, les acogía y quería: marginados. Sobrenombre de Jesús con el que llamaban sus contemporáneos: Nazareno. María es discípula y madre de Jesús, Jesús es Dios 100 por cien y hombre 100 por cien. Muchedumbre: personas que acudían a verlo y a escucharle. Discípulos: enviados a los lugares por los que iba a pasar Jesús, 72. Los apóstoles: 12 personas que Jesús eligió al inicio de su misión para estar con él, enseñarle y enviarlos a predicar. (Va de menos cercanos a más cercanos)