La Empresa y su Marco Jurídico: Legislación, Fiscalidad y Comercio Electrónico
La Empresa y su Marco Jurídico
Legislación Jurídica
La empresa necesita un marco básico que defina sus relaciones con el resto de agentes económicos. Este marco está definido por el sistema económico que impera en cada país. En España, el sistema económico es de libre competencia, que el Estado deberá garantizar a través de una legislación específica.
Esta legislación garantiza la propiedad privada y exige la regulación de las obligaciones y deberes de naturaleza económica que la empresa asume en su actividad. Dentro del derecho mercantil, la Constitución desarrolla los derechos y deberes de los españoles, todo relacionado estrechamente con la empresa.
La Constitución regula la obligación de contribuir al sostenimiento de los gastos públicos. La empresa también tiene esa obligación, que está desarrollada en las normas de derecho tributario y fiscal. Existen otros ámbitos donde la empresa realiza su actividad económica, por lo que es necesaria una regulación y una normativa jurídica.
Fiscalidad Empresarial: Sistema Impositivo Español
El sistema español está constituido por el conjunto de normas e instituciones que tienen como finalidad determinar y organizar las formas de participación de los agentes económicos en la financiación de los servicios públicos a través de las administraciones públicas.
Los recursos financieros permiten que las administraciones públicas puedan desarrollar las actividades que les son propias.
Concepto de Tributo y sus Elementos
La norma básica que regula estas relaciones entre agentes económicos y Administración Pública es la Ley General Tributaria. Los tributos son los ingresos públicos que consisten en prestaciones dinerarias exigidas por una Administración Pública como consecuencia de la realización de un hecho que determina la obligación de contribuir, con el fin primordial de conseguir los ingresos necesarios para el sostenimiento de los gastos públicos.
La Ley General Tributaria clasifica los tributos en:
- Tasas: son los tributos cuyo hecho imponible es la utilización del dominio público, la utilización de un servicio público o la realización por parte de la administración de una actividad que se refiere, afecte o beneficie de modo particular al sujeto pasivo.
- Contribuciones especiales: son los tributos cuyo hecho imponible consiste en la obtención por parte del sujeto pasivo de un beneficio o aumento de valor de sus bienes como consecuencia de la realización de obras públicas o del establecimiento o la ampliación de servicios públicos.
- Impuestos: son tributos exigidos sin contraprestación cuyo hecho imponible está constituido por negocios, actos o hechos que pongan de manifiesto la capacidad económica del contribuyente.
Elementos Tributarios
- Base imponible: es la cantidad dineraria o de otra naturaleza que resulta de cuantificar el hecho imponible.
- Base liquidable: es la cantidad que resulta de aplicar las reducciones establecidas en la ley a la base imponible.
- Tipo impositivo o tipo de gravamen: es el porcentaje aplicable a la base liquidable. El tipo impositivo puede ser un porcentaje fijo para toda la base liquidable (IVA) o un porcentaje diferente para cada una de las escalas en las que se divide la base liquidable (IRPF). En este caso, se conoce como tipo de gravamen progresivo cuando al aumentar la base liquidable aumenta el tipo impositivo.
- Cuota líquida: es el resultado de aplicar sobre la cuota íntegra deducciones, bonificaciones, adiciones o coeficientes previstos en la ley de cada tributo.
- Cuota diferencial: es el resultado de minorar la cuota líquida en el importe de las deducciones, pagos fraccionados, ingresos a cuenta y cuotas previstas en la ley de cada tributo.
- Cuota tributaria: es la cantidad que resulta de aplicar el tipo impositivo a la base liquidable o una cantidad fija señalada.
- Deuda tributaria: constituida por la cuota tributaria y por los recargos, el interés de demora, el recargo de apremio y las sanciones tributarias.
Características del Sistema Impositivo
Distinción entre Impuestos Directos e Indirectos
Son impuestos directos aquellos que tienen en cuenta la capacidad económica de los contribuyentes, de forma que la cantidad a pagar está vinculada a la generación de rentas o a la posesión de un patrimonio. Los impuestos indirectos se fijan en el consumo o gasto de las rentas o el patrimonio, de forma que la cantidad a pagar depende de la cuantía monetaria del bien adquirido, con total independencia de la capacidad del sujeto pasivo.
Diferenciación de Ámbitos Geográficos de Gestión y Aplicación de Impuestos
Se distinguen impuestos estatales, autonómicos y locales en función de que su ámbito de aplicación sea todo el territorio nacional, el de cada comunidad autónoma o el del municipio.
Las TIC y el Marketing
Cuatro son los factores que han facilitado la eclosión de esta nueva era digital en la actividad económica y empresarial:
- Conectividad y digitalización
- Explosión de Internet
- Nuevos tipos de intermediarios: empresas online basadas en la venta directa por Internet
- Personalización por iniciativa del vendedor o del cliente
El comercio electrónico se refiere únicamente a los procesos de compraventa que se desarrollan mediante medios electrónicos, fundamentalmente Internet. Los vendedores utilizan los mercados virtuales para ofertar sus productos y servicios telemáticamente, mientras que los compradores los utilizan para obtener información, escoger lo que desean, realizar pedidos y pagar mediante medios electrónicos o tarjetas de crédito.
El e-marketing se refiere a las funciones de marketing realizadas electrónicamente y comprende todos los esfuerzos que realiza una empresa con el objeto de comunicar, promocionar y vender sus productos o servicios mediante Internet. La otra cara es el e-purchasing, que se refiere a las empresas que adquieren bienes, servicios e información mediante proveedores online.
Las empresas pueden practicar el comercio electrónico en cuatro modalidades:
- B2C (Business to Consumer): entre empresas y consumidores. Este tipo de comercio electrónico lo inician las empresas y va destinado a los consumidores finales. Los consumidores pueden comprar rápidamente cualquier producto a través de la red.
- B2B (Business to Business): entre empresas. Este tipo de comercio electrónico se realiza entre empresas. La práctica de ellas es tener página web propia, con catálogos online de productos para atraer clientes y atender a los clientes que ya tienen de forma más eficaz. Los compradores y vendedores corporativos se encuentran inmersos en mercados para compartir información y completar transacciones o establecen propias redes privadas de comercio que les vinculan con sus propios colaboradores.
- C2C (Consumer to Consumer): entre consumidores. Esta modalidad supone que los consumidores pueden comprar, intercambiar bienes o información entre sí (Amazon, eBay).
- C2B (Consumer to Business): entre consumidores y empresas. A los consumidores les resulta más sencillo encontrar vendedores en Internet, conocer sus productos y servicios e iniciar procesos de compra.
Internet dio lugar a la aparición de las punto com o empresas de presencia exclusiva online, que solo están en la red. Pero esto también ha hecho que empresas tradicionales hayan añadido funciones de e-marketing a sus operaciones tradicionales. Se pueden desarrollar de cuatro modos diferentes:
- Creación de una página web. Las páginas web de una empresa tienen el propósito de crear relación con los clientes más que vender los productos de la empresa directamente.
- Colocación de publicidad y promoción online.
- Creación y participación en comunidades online.
- Utilización del e-mail y del webcasting. El correo electrónico o e-mail se ha convertido en una herramienta muy útil para el marketing online destinado tanto a empresas como a consumidores. El webcasting o difusión online sirve para descargar automáticamente al ordenador del usuario información personalizada y supone un medio interesante para enviar publicidad o cualquier otra información.
Sin embargo, el comercio electrónico se enfrenta a muchos retos: la rentabilidad de la red (solo un número limitado de personas obtiene beneficios), los aspectos éticos y legales, los aspectos de seguridad e intimidad online, los fraudes y la brecha digital.