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ANTROPOLOGÍA ECONÓMICA - 1 PARCIAL

TEMA 1 – El contexto teórico de la Antropología Económica

è Dificultades para aislar la categoría de lo “económico”: La configuración ideológica de los problemas teóricos y empíricos (las unidades de análisis, la comparación y el contexto global), las especialidades antropológicas y el holismo. è Noción de incrustación: paralelismo entre sistemas incrustrados (embedded), hecho social total y holismo.

è Procesos globales y locales (falsa dicotomía): las intersecciones de los pueblos “sin historia” con los “pueblos históricos”.

GMS (Moreno Feliu, Paz) – PRESENTACIÓN

MAUSS y POLANYI

Son los dos formuladores pioneros, desde distintas perspectivas, de las teorías de la reciprocidad. Teorías insertadas en relaciones sociales propias de las culturas “primitivas” y opuestas a las sociedades capitalistas modernas en dos frentes que marcan la diferencia o especificidad de las relaciones recíprocas: relaciones sociales frente al contrato, y relaciones sociales entre las personas y los bienes frente a las mercancías.

Los conceptos de reciprocidad aparecen, en ambos, ligados a sus concepciones morales  y políticas, y unidos a lo que consideran problemático en su sociedad. Polanyi usa la comparación de otras sociedades con la suya para el rechazo del sistema capitalista. Mauss, en la última parte del Ensayo sobre el don, 1925, expone un modelo de socialismo corporativo (no marxista), con restauración de las relaciones recíprocas. Mauss defiende una nueva moral, basada en el respeto mutuo y en la generosidad recíproca, para lograr la redistribución de la riqueza amasada. Es decir: la concepción de la reciprocidad como valor moral (positivismo durkheimniano).

Para Durkheim, lo moral es, por un lado, sinónimo de lo social y, por otro, el aglutinante necesario de una sociedad actual, laica, que carece (tras la revolución francesa) de instituciones intermedias entre el Estado y el individuo. Siguiendo esta doble concepción, Mauss propone que la reciprocidad como valor puede servir como argamasa de las relaciones sociales de una sociedad socialista futura.

Mauss, establece las comparaciones en términos evolutivos, unilineales, estableciendo continuidades entre sociedades “primitivas” y las futuras, y esto acarrea muchos problemas. Polanyi, sin embargo, compara desde la discontinuidad radical entre el capitalismo y el resto de sociedades. Compara nuestra cultura, con las otras (incluida la nuestra antes del liberalismo económico). Es decir, la sociedad moderna es un sistema peculiar, donde la economía es un concepto nuevo, propio de este sistema y, por tanto, desconocido en otras sociedades. Existe una discontinuidad radical: los fenómenos económicos, separados para nosotros del resto de la sociedad, están incrustrados en las instituciones del resto de las sociedades. (La Gran Transformación).

Los trabajos de Polanyi, trajeron consigo varias polémicas, aparte de la discusión sobre el principio de escasez, el estéril debate entre formalistas y substantivistas. Para Polanyi, si el sistema de mercado era excepcional, las teorías que lo explicaban, no se podrían aplicar universalmente. Aunque existe confusión  al encuadrarlo con unos u otros.

Polanyi rechaza explícitamente el capitalismo por sus efectos destructores para la sociedad y el medio ambiente, según sus fundamentos morales y analíticos.

Respecto a los primeros, Polanyi parte de su percepción del capitalismo como destructor de la sociedad. Y lo que destruye con más fuerza son las relaciones no sujetas a contrato, las que forman el tejido social de cualquier cultura. Polanyi trata de desentrañar qué se encuentra tras las ficciones y la utopía liberal, aunque él, como analista, no tiene que proponer soluciones. Es la propia sociedad la que, al verse amenaza por el mercado, asume su autodefensa. Polanyi piensa que es uno más dentro de la sociedad, no un experto, y como ciudadano tiene el deber moral de rechazar ese sistema que amenaza la existencia de su sociedad: “El socialismo es esencialmente la tendencia inherente en una civilización industrial a rebasar el mercado autorregulador subordinándolo conscientemente a una sociedad democrática”. Es una concepción social de la moral, contraria al individualismo cristiano o al atomismo de la economía liberal. Por esto, la relevancia del tejido social hace que las opciones morales aparezcan institucionalizadas. La libertad sería una negociación entre la ley y la conciencia de los ciudadanos, la disciplina social necesaria y los derechos y libertades individuales. Respecto a los segundos, Polanyi, en la Gran transformación, analiza el final de una época excepcional de libre cambio (en el siglo XX) y el inicio de la crisis derivada de esta ideología que estableció la economía como un sistema separado y autónomo del resto de las instituciones sociales. Es decir, analiza dos transformaciones de carácter inverso. La re-socialización de la economía como consecuencia de la crisis de los años treinta y el origen innovador del sistema de mercado como des-socialización de la economía.

Los estragos del molino satánico: las tres mercancías ficticias

Polanyi denomina molino satánico a los mecanismos, transformaciones y consecuencias sociales de aplicar políticas basadas en el credo del libre cambio, que usa la ficción de que todo, incluso el trabajo, la tierra y el dinero, deviene en mercancías.  La consecuencia es la reducción a términos de contrato de las relaciones no contractuales fundamento de una sociedad.

El doble movimiento

Polanyi entiende la puesta enmarca de dos principios organizativos en la sociedad, cada uno con fines institucionales específicos, que ponen en marcha fuerzas sociales específicas y que cuentan con sus propios medios. El primero es el del liberalismo económico cuyo fin institucional es establecer el mercado auto-regulador con el uso del laissez faire y el libre cambio.  El segundo, es el principio de protección autodefensiva de la sociedad, para conservar lo que el otro destruye, el hombre, la naturaleza y la organización productiva.

La incrustación y las formas de integración

La idea misma de economía es reciente. En otras sociedades (históricas y primitivas) , los fenómenos económicos no se distinguen de otros fenómenos sociales. Se encuentran dispersos e incrustados en el tejido social. Existe, pues, una falta de distinción. Como apunta Bohannan, el parentesco y la producción no es que estén inextricablemente relacionados, sino que están indiferenciados.

                Mauss, que nunca habla de reciprocidad, presenta los dones, por una parte, insertos en un modelo evolucionista unilineal, es decir, en un continuo evolutivo. Polanyi, ve la reciprocidad como una de las formas de integración que se estable de forma limitada y así elimina la tensión del modelo de Mauss. La reciprocidad, según Algazi, es un constructo de los expertos (forma de integración en Polanyi), pero también un modelo de lo que son o deberían ser las relaciones sociales apropiadas a cada cultura, un modelo a partir del cual la gente establece, entre otras cosas, una visión de la moralidad.

[La gran transformación intenta explicar la gran crisis económica y social con la que, desde principios del siglo XX, concluyó en Occidente un periodo relativamente largo de paz y confianza en el librecambio. Concretamente, Polanyi busca las causas profundas de una amplia serie de conflictos y turbulencias que incluye dos guerras mundiales, la caída del patrón oro o el surgimiento de nuevos proyectos políticos totalitarios. En último término, La gran transformación caracteriza el liberalismo económico como un proyecto utópico cuya puesta en práctica habría destruido los cimientos materiales y políticos de la sociedad moderna. Metodológicamente, La gran transformación une datos económicos, sociológicos y antropológicos para analizar acontecimientos históricos de gran magnitud.

Desde una perspectiva no estrictamente marxista, Polanyi insiste en que lo crucial en la transformación capitalista de economía, sociedad y naturaleza fue la conversión en mercancía de todos los factores de producción (tierra, o naturaleza y trabajo, o seres humanos) en beneficio del capital. La institución de un mercado libre que los teóricos liberales (por ejemplo, Adam Smith en la Teoría de los sentimientos morales) ven como un hecho natural, es denunciado por Polanyi como derivado de una concepción antropológica muy concreta de la condición humana: su reducción a un individuo al que la mano invisible del mercado guía, mediante la búsqueda egoísta de su propio placer (hedonismo), hasta encontrar sin desearlo el bien común para todos (por ejemplo, la mayor felicidad para el mayor número en el utilitarismo de Jeremy Bentham). Polanyi se centra en la evidencia de las resistencias que la sociedad tradicional y sus instituciones seculares opusieron durante largo tiempo a la constitución de esa verdadera novedad que era el mercado natural, y que en el caso inglés (desde comienzos del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX) fueron la prohibición o autorización de un complejo paquete de medidas e instituciones: los cercamientos (enclosures), las leyes de pobres (poor laws) las leyes de granos (corn laws), los gremios y sindicatos, etc.  []En España y otros países pueden verse contemporáneamente tensiones semejantes como consecuencia de la desamortización de las tierras de la Iglesia o los bienes comunales (en Inglaterra y otros países se había producido ya en el siglo XVI como consecuencia de la Reforma protestante).

[]Para Polanyi, la gran crisis del siglo XX es el resultado de un proceso socioeconómico característico de la sociedad capitalista: la mercantilización de los fundamentos comunes a cualquier sistema económico, es decir, el trabajo, la tierra y el dinero. Según Polanyi, la sociedad moderna sometió por primera vez en la historia las bases materiales de la subsistencia humana al juego de la oferta y la demanda. Esto habría propiciado simultáneamente grandes inestabilidades económicas y políticas y una inmensa fragilización de las relaciones sociales. Una consecuencia secundaria es la aparición de lo que Polanyi denomina “contramovimientos”: proyectos –radicales o no– de reconstrucción de las antiguas relaciones sociales, como el fascismo, el comunismo o los modelos económicos intervencionistas de mediados del siglo XX.

La gran transformación se inicia con el análisis de las reacciones sociales que se dieron a finales del siglo XVIII en Inglaterra a la mercantilización de la tierra y la fuerza de trabajo. Distintos movimientos conservadores intentaron dar respuesta institucional a la crisis que produjo la mercantilización a través de subsidios y medidas disciplinarias, filantrópicas y penales, como las leyes de Speenhamland. Polanyi toma la derrota de estos movimientos reactivos como símbolo de la aceptación definitiva de que el comercio y la mercantilización es la tarea fundamental del Estado y la condición para una paz internacional duradera. El resultado profundo del triunfo de las corrientes librecambistas habría sido el creciente sometimiento de las instituciones económicas a las incertidumbres mercantiles y la desestructuración política y social. Un proceso que culminaría con la caída del patrón oro en 1913, justo antes de la Primera Guerra Mundial.]

Addenda: Introducción

La Antropología Económica: encuentros y desencuentros

La Antropología Económica se ha caracterizado por librar, en los años sesenta y setenta, un debate sin fin entre formalistas y substantivistas. Siguiendo a F. Cancian: “Los formalistas dicen que la economía es el estudio de la alocación de recursos escasos a fines alternativos. Es decir, es el estudio de economizar, o el modo en el que la gente maximiza las satisfacciones personales. Los economistas poseen teorías acerca de cómo la gente hace esto, dicen los formalistas, y no hay ninguna razón para pensar que estas teorías no son lo suficientemente generales como para no ser aplicables al estudio de sociedades no accidentales”... “No, replican los substantivistas, la teoría económica se basa en el estudio de las economías de mercado en las que ambas partes que intervienen en una transacción intentan maximizar el beneficio, y esto no ocurre en las sociedades no accidentales, por tanto la teoría no es lo suficientemente general y no se puede aplicar a sociedades no occidentales. Debemos estudiar las configuraciones únicas de las sociedades no accidentales, esto es, sus instituciones. El objeto de la antropología Económica es el estudio de las instituciones que proveen las necesidades materiales para la existencia humana”. “Pero, responde el formalista, no se puede probar que el hombre occidental no maximice, porque claramente está sujeto a varias clases de escasez, aunque sólo sea a la escasez de energía humana; y por tanto, debe adecuar medios escasos para obtener fines alternativos”. Se podría pensar, entonces, que “si todo el mundo maximiza y no se pueden separa las esferas de bienes materiales y no materiales, la antropología económica sería en estudio de toda la conducta humana, y eso parecería extraño”.

                Hoy en día, muy pocos autores siguen con la polémica, la solución fue apartarla del centro del escenario y tener en cuenta otras muchas corrientes que dicha polémica oscureció y que se han vuelto a tener en cuenta a partir de los años ochenta.

                Muchos textos de la polémica situaban el surgimiento de la Antropología Económica en los años cuarenta, pero esto solo es cierto según el reconocimiento en el mundo académico, porque según los problemas planteados, habría que situarlo anteriormente.

La citada polémica omitió importantes e interesantes corrientes y problemas, como por ejemplo, el del tipo de propiedad de los bienes de capital (privada, comunal), el origen de la desigualdad y su relación con los agrupamientos familiares, planteado a finales del XIX por Morgan. Debido, en parte a motivos ideológicos (Marx y Engels usaron ideas de Morgan –la distinción entre SOCIETAS (sociedad primitiva) y CIVITAS (sociedad civilizada) por las distintas relaciones de propiedad-), pero también por el rechazo de los autores del particularismo histórico al evolucionismo (Lowie), estos problemas dejaron de ser tratados hasta la llegada de antropólogas feministas (Leackock, Sack) y corrientes marxistas en los años sesenta. También Max Weber, primer autor de la distinción entre significado formal y substantivo de Economía, fue ignorado en el debate. Otro problema es que las proposiciones de la macroeconomía se deberían deducir de las de la microeconomía, pero en realidad no es así (Kaplan), ya que ésta es formal y deductiva y aquella empírica e inductiva. Por último si añadimos el problema de la génesis del concepto económico como un fenómeno separado del resto de la sociedad, es fácil comprender que no son las proposiciones básicas de la Ciencia Económica, propia de un sistema social determinado, y la inseparable ideología económica de nuestra sociedad la pauta más idónea para estudiar sociedades.

Más allá de la polémica (Especialidades antropológicas y el holismo)

                Otro problema es que a demarcación de los campos de estudio en torno a los que se configura la especialidad de la antropología Económica es muy dispar:

  • Análisis de los distintos modos de producción, distribución y consumo de bienes y servicios, así como la articulación de las instituciones y redes de intercambio locales con el sistema económico global.
  • Análisis delos mecanismos que intervienen en los procesos de toma de decisión, es decir, determinar cuáles son las variables que hacen posible o limitan esas decisiones: las estrategias adaptativas a un medio ambiente determinado, la demografía, la tecnología disponible, la transmisión de información y conocimientos, los modos de apropiación o la estratificación social.
  • Análisis del contraste entre la Economía considerada como una esfera autónoma, tal y como la representa la ideología moderna y el funcionamiento empírico e institucional en que se definen variables como el trabajo el mercado. Cuestionar el etnocentrismo y androcentrismo existente en muchas categorías “económicas”.
  • Incorporación al campo de estudio antropológico, el impacto ambiental, político y económico de los grandes cambios sociales contemporáneos (migraciones, economía informal o sumergida)

Esta variedad responde a la concepción holística de la Antropología, que pretende establecer interrelaciones  entre la configuración ideológica, la adaptación al medio, la organización dela subsistencia, el sistema de parentesco, las relaciones recíprocas o el ejercicio del poder. El sistema de parentesco es pertinente para estudiar la esfera política, la organización económica o la religión, porque están incrustadas en el tejido social y no son autónomos. Esto difiere de los estudios de otros científicos sociales. La diferencia fundamental estribaen que la antropología cuestiona la representación que nos hacemos de nosotros mismos como individuos pertenecientes a una sociedad formada por varias esferas autónomas, una de las cuales es la económica.

Los trabajos de campo y la Antropología Económica

                La evolución histórica de los sujetos que ha estudiado la Antropología muestra, como pauta estructural, un acercamiento a nuestra propia cultura a partir del estudio de las más distantes. Desde el estudio de las “sociedades primitivas”, pasando por las sociedades “tradicionales”, las “otras civilizaciones”, y lo “diferente y atrasado” en nuestro entorno (campesinos concebidos como “otros” en toda su pureza, hasta llegar a estudios de nosotros mismos: urbanos, de etnicidad, de género, del trabajo, de economía sumergida o de globalización.

                Esta ampliación del objeto de estudio ha supuesto un cambio de percepción de lo “diferente”, pero también de las técnicas de investigación:

Técnicas de investigación tradicionales. La observación participante ya no es la fuente de datos exclusiva. Se necesita métodos y técnicas historiográficos, sociológicos o estadísticos.

Carácter holista. Hay que replantearse cómo debe ser el trabajo de campo para no perder su carácter holísta ante la fragmentación, la visión atomista de las instituciones, que caracteriza, al menos ideológicamente, a las sociedades modernas (puede no haber interrelaciones entre las diversas instituciones de la sociedad)

Tamaño de las unidades de análisis y de observación. En Antropología Económi9ca, las unidades de estudio y análisis siempre son más amplias que las unidades de observación. Por ejemplo, Chiapas: relaciones de dependencia con le exterior, flujo con otras comunidades, relaciones con los mercados...

Principales paradigmas de la Antropología Económica (Noción de incrustación)

                 La Antropología económica se asentó plenamente como especialidad académica después de la II Guerra Mundial. Hasta entonces se equiparaba la economía con las técnicas de subsistencia, pues en muchas sociedades no se distinguían instituciones específicamente económicas.

                A partir de los cincuenta las formulaciones teóricas  estuvieron dominadas por las ideas de K. Polanyi, que partía del hecho de que la sociedad occidental moderna es la única que considera la Economía como una esfera independiente y autónoma del resto de las instituciones sociales. Polanyi considera que la sociedad occidental posee una cultura peculiar y que la idea misma de economía es una novedad, una esfera singular de instituciones, delimitada dentro de nuestra sociedad, mientras que en las demás, están incrustadas (embedded)en las instituciones sociales. Según Polanyi, la economía, su modelo de hombre – el individuo-  y la idea de ganancia como norma de actuación son el fruto innovador de una concepción utópica que se define institucionalmente mediante la existencia del sistema de mercado autorregulador para el que todo se convierte en mercancía, incluso lo que nunca había sido: el trabajo, la tierra y el dinero.

               

Caso de estudio: Fuenterrabía (País Vasco)

                El antropólogo D. Greenwood estudió la evolución de los caseríos desde 1920 hasta 1969 en el municipio vasco de Fuenterrabía. Aunque la industrialización y el turismo de estos caseríos aumentaron la rentabilidad agrícola provocaron también la desaparición de la agricultura, debido a que los jóvenes prefieren trabajar en industrias y comercios, a pesar de estar peor pagados; a la aparición de empresas agrícolas que operan a gran escala; y que el turismo y la especulación han puesto la tierra fuera del alcance de los caseríos.

Generalmente ese abandono se explica por las mejores oportunidades económicas que ofrece la ciudad, pero Greenwood muestra como en Fuenterrabía es más rentable el trabajo agrícola que el fabril y urbano: una explicación “formalista” no es de utilidad, para explicar la preferencia por un trabajo menos rentable. Se trataría de factores culturales: problema de heredero único, ideología de desprestigio de lo rural frente a lo urbano (“el campo no tiene futuro”), etc.

                Otra postura similar encontramos en la monografía de F. Cancian en Zinacantán (Chiapas, México). El objeto de estudio era analizar como se tomaban las decisiones económicas en una situación de incertidumbre, la adaptación de los campesinos a los nuevos cambios introducidos por los planes de modernización del gobierno mexicano (1957-1966). Cancian constató graves limitaciones en la microeconomía al no tener en cuenta variables socio-estructurales con la estratificación, aquí vinculada al sistema de religioso-festivo de cargos (mayordomías), en el que los aspectos sociales y económicos son difíciles de separar.

                Ambos autores concluyen que las variables usadas por formalistas y substantivistas han de ser yuxtapuestas o articuladas. Además, habría que añadir otras corrientes como la ecología cultural, el marxismo estructural, estudios de género...

                Hoy en día domina el eclecticismo, pero, aun así, podemos trazar tres corrientes:

  • Orientación culturalista: recogen aportaciones de ecólogos culturales, acompañado por un nuevo planteamiento del estudio de la producción, desde el ámbito de la composición de los grupos domésticos, pero sin abandonar el estudio de las instituciones más ligadas a la distribución (intercambio y  mercados). Sahlins señala las dificultades que tiene tanto el utilitarismo como la teoría de la praxis para aprehender las diferencias entre culturas. L. Dumont se propuso, entroncando con Polanyi, estudiar las distintas variantes  de la ideología moderna y la aparición de sus dos elementos específicos y distintivos: el individuo como valor -no empírico, sino como trabajador y propietario- y la economía como esfera autónoma del resto de las instituciones sociales, ambos consecuencia de proceso peculiar europeo, donde, a partir de una configuración holística en la que lo religioso, lo político, lo moral y lo económico eran socialmente inseparable, se independizó primero la esfera política de la religiosa y, posteriormente, la economía de lo político y de lo moral.
  • Estudiosos de la teoría de tomo de decisiones: muestra, como los antiguos formalistas, una clara preferencia por analizar las teorías de la elección racional, tomando como punto de partida la conducta del productor individual, pero no descuidan los aspectos institucionales, ni el contexto global de las economías. Incorporan también estudios de los ecólogos culturales (fertilidad del suelo, crecimiento demográfico, sistemas de asentamiento, técnicas de producción...). (B. Orlove)

Estudio de caso: El Paso (Costa Rica)

                Es un ejemplo la monografía de P. Barlett sobre una pequeña comunidad de agricultores de Costa Rica, el Paso. Debido al aumento considerable de la población, los cultivos tradicionales eran insuficientes. Aparte de introducir nuevos tipos de cultivo, otra solución fue dedicar tierra a pastos para ganado y exportar la carne. Pero esto significó privar de tierra de cultivo a campesinos no propietarios que arrendaban tierras a los que más tenían y, como consecuencia, se ha producido un aumento de la estratificación social.

  • Antropología marxista: en los años setenta se identificaban dos corrientes que se podían considerar desarrollos marxistas más o menos ortodoxos: el marxismo estructural y las teorías sobre el sistema mundo. Sin embargo, a partir de los ochenta se tiene a emplear el término Economía Política, que no es sinónimo de marxismo, ya que engloba tanto a autores influenciados por teorías marxistas como por otras no marxistas: historiadores marxistas británicos (importancia dela agencia), estudios feministas (nueva historia cultural) o ecología cultural. No hay una perspectiva homogénea y si bien, como decía Wolf, no todos son marxistas ortodoxos, todos son conocedores de la obra de Marx. La mayor parte se dedicó al estudio de los mecanismos de la evolución cultural o a la intersección de cultural globales y locales. El grupo americano, que había luchado en la II Guerra Mundial, mantenía una posición crítica de izquierda. (Service, A. Palerm)

Addenda: Louis Dumont, DIFICULTADES PARA DEFINIR LA ECONOMÍA (Homo Aequalis, 1982)

No es fácil definir lo económico. El hombre moderno sabe lo que hace (el “análisis”), pero no de lo que trata realmente (lo económico).

                Par responder ha la pregunta de dónde empieza y dónde termina lo económico, se han formulado dos tendencias enfrentadas:

Formalismo: define lo económico por su concepto y pretende aplicar a las sociedades no modernas sus propias concepciones de los usos alternativos de recursos escasos, de la maximización de la ganancia...

Substantivismo: alega que la actitud formalista destruye loo que es realmente la economía como dato objetivo universal, es decir a grandes rasgos las formas y los medios de subsistencia de los hombres (Polanyi: rechaza “lo económico” para retener la “economía”. Por oposición a nosotros las otras sociedades no han segregado los aspectos económicos que se encuentran incrustados (embedded) en el tejido social.)

                En lo que se está de acuerdo es que para aislar los “fenómenos económicos” hay que desgajarlos del tejido social en el que están insertos.  Distinguir estrictamente una “antropología política” y una “antropología económica” carece de sentido, significa ceder a la moderna tendencia de la compartimentación y especialización.

                No parece haber nada que se parezca a una economía en la realidad experior, hasta que se construyó tal objeto. Después ya podemos descubrir en todas partes aspectos más o menos económicos (cuasi económicos o virtualmente económicos).  Este “cuasi” infiere que su lugar dentro del conjunto no es el mismo aquí y allá y permite su comparación.

Holismo: ideología que valora la totalidad social e ignora o subordina al individuo humano. Opuesto al individualismo. Una sociología es holista si parte de la sociedad global y no del individuo dado de forma independiente.

Ideología: conjunto social de representaciones, de ideas y valores comunes en una sociedad (global). Ideología económica: parte específica de la ideología global.

Ideología moderna: conjunto de representaciones comunes de la civilización moderna.

Individualismo: ideología que valora al individuo concebido como rasgo principal de la ideología moderna, es decir, induvidualismo.

Individuo:

  • Sujeto empírico, muestra indivisible de la especie humana, como lo encontramos en todas las sociedades.
    • Ser moral, independiente, autónomo y por tanto (esencialmente) no social, como lo encontramos en nuestra ideología moderna.

(GMS) (P1-2) Eric Wolf: LA CULTURA: PANACEA O PROBLEMA

En 1980, Wolf expuso la escisión existente entre materialistas y mentalistas y que la proliferación de especialidades había puesto en entredicho el viejo concepto de cultura, tanto en sus sentido de patrimonio exclusivo de la humanidad, como en el de repertorio de artefactos y costumbres distintivas, internamente coherentes y transgeneracionales, que caracterizan a una sociedad dada. Pero explicó, también, que la antropología seguía viva a pesar de desaparecer la unanimidad sobre este concepto. Recibió muchas críticas.

                Pero Wolf, insiste: no es suficiente con hallar objetos arqueológicos en un determinado yacimiento y decir que pertenecen a una misma cultura, hay que saber qué relaciones existen entre ellos; no basta con decir que ha habido contacto entre culturas si se encuentran similares objetos en lugares alejados, habrá que identificar las circunstancias bajo las que se produjo esa distribución; no es suficiente con hablar de cambio cultural, necesitaremos saber las causas de esa transformación. Por tanto, el concepto de cultura no es ninguna panacea; si tiene utilidad es sólo como punto de partida de la investigación. Su valor es metodológico: busca las conexiones.

                El funcionalismo, tanto en su variante malinowskiana com en la de Radcliffe-Brown, presuponía la coherencia interna al establecer conexiones en el interior de un todo orgánico o de una arquitectura social común, y una frontera delimitada con el exterior del edifico social i del todo orgánico. El método comparativo todavía consistía en la yuxtaposición de casos aislados: los Hopi, los Navajo, los Trobiand o los Nuer. También la Ecología Cultural hacía hincapié en los vínculos funcionales en el interior de cada grupo aislado. Por último, los antropólogos interesados en desenmarañar los sistemas simbólicos también mantuvieron que cada cultura aislada constituía un universo simbólico en sí misma. Solo renegando de la historia, se puede mantener la noción del “primitivo” como estático y aislado. Tal actitud de ignorancia achaca una autonomía o unidad al objeto de estudio que delimita y conserva la propia área de estudio y evita darse cuenta de que las apariencias engañan. Ejemplos:

  • Sénecas, en 1957 contaban con más extranjeros que nativos del país.
    • Ojibwa, esta identidad se desarrolló gradualmente cuando ciertos linajes locales, que hablaban Algonkino, se unieron según avanzaban hacia el oeste, formando grupos mayores a los que los franceses llamaron Ojibwa

No se trata de que los norteamericanos no produjesen materiales culturales distintivos por sí mismos, sino que lo hicieron presionados por las circunstancias, por las restricciones de las nuevas demandas y mercados y por las consecuencias de las nuevas configuraciones políticas.

África: también aquí el surgimiento de políticas y empresas debieron sus orígenes y características distintivas a su función en el propio tráfico de esclavos, aunque ya existían otras anteriormente. Ejemplos: políticas de “la pólvora” (origen de los Asante); los Oyo; los Nyamweci o los Chikunda en el Congo; la formación de un macrogrupo Zulú entre los asentamientos portugués y boers; etc.

Una extensa literatura antropológica ha usado tales entidades o bien para construir tipologías de los sistemas políticos africanos, o bien para recopilarlas como estadios independientes de una secuencia evolutiva, como si fuesen atemporales, estáticas e independientes de los procesos históricos. Sin embargo, se entenderían mejor como efectos y acusas, como agentes y víctimas de procesos de expansión política y económica directamente vinculados a la presencia europea.

Wolf sostiene que, en la mayoría de los casos, las entidades estudiadas deben su desarrollo a procesos originados en el exterior, que deben su cristalización a esos procesos y que ellas también afectan a estos procesos. Designaciones como Ojibwa, Iroqueses, Cuervos, Piesnegros o Zulú, se configuraron dentro de un amplio campo social y cultural en el que participaron viajeros, caballerías, comerciantes de esclavos, mercaderes, jesuitas, agentes de la Hudson’s Bay Company, y otros.

Tales consideraciones recuerdan al enfoque de los  difusionistas o historiadores culturales, que percibieron la integración cultural como un problema, no como un presupuesto, aunque no acertaran en cómo buscar las explicaciones. Quizá debiéramos adoptar sus reticencias ante la coherencia orgánica o automática de la cultura y consideran que cualquier cultura es, en palabras de Kroeber, “una acomodación de partes específicas, que en gran medida son partes en un flujo constante, y que se ajustan de modo más o menos factible”. Es decir, ni las sociedades ni las culturas deberían darse por supuestas, como si estuvieran configuradas por una esencia interna, una organización fundamental o un plan magistral, sino que las series culturales y las series de series están continuamente en construcción, deconstrucción y reconstrucción, bajo el impacto de múltiples procesos que afectan a varios campos de conexiones sociales y culturales.

Estos procesos y conexiones son ecológicos, económicos, sociales y políticos, pero también incluyen el pensamiento y la comunicación. Se debe dar importancia a la distinción entre:

  • Cultura de la realidad (“práctica” – Lowie): conocimientos y actividades prácticas –cavar, plantar, cocinar, comer-
    • Cultura de los valores (“racionalización” – Lowie): los significados que se les da a esas actividades –relaciones de género, pautas de conducta, categorías de alimentos comestibles o no- con implpicaciones simbólicas.

La actividad mediante la que tales significados encajan con la praxis a la que se refieren es un proceso específicamente humano: LA CONSTRUCCIÓN DE IDEOLOGÍAS.

                La construcción de ideologías precisa de la institucionalización de códigos, canales, mensajes, emisores, audiencias e interpretaciones. Las variaciones en estos elementos afectan a la naturaleza de los flujos de comunicación. Técnicamente, la construcción de ideología acarrea una sobre-codificación (Eco, 1976), una insistente imposición de connotaciones o de metáforas sobre las denotaciones.

Según Geertz (1973): “el poder de la metáfora deriva precisamente de la interacción entre los significados discordantes que simbólicamente obligan a un marco conceptual unitario y el grado en que esta obligación o coerción supera la resistencia síquica, que, inevitablemente, genera tal tensión semántica en cualquiera que esté en posición de percibirla”.

La coerción supone reducción del abanico potencial de connotaciones a unos cuantos significados permitidos imprescindibles. En este sentido, la construcción ideológica es una forma de apropiación, de robo, de alienación. (El mito, según Barthes (1972) es un lenguaje robado). Lo que instaura esta forma de comunicación –en el arte, al música, la filosofía, el ritual, el mito, la ciencia- es la redundancia para maximizar el número de campos, contextos u ocasiones en los que se proclama la misma ficción insistente. Pero, el proceso no es meramente lingüístico, artístico o sociológico, sino que es también una cuestión de poder:

  • En el sentido social inmediato. Los seres humanos “ejercen su propia voluntaden una acción colectiva, incluso frente a la resistencia de otros” (Max Weber, 1946).
    • En sentido más amplio, ecológico (R. Adams, 1975), poder ejercido para estructurar y limitar el entorno de una población de tal modo que algunas formas de acción se conviertan en impensables e imposibles.

La construcción, deconstrucción y reconstrucción de las series culturales implica construcción y reconstrucción de ideologías. Y las relaciones ideológicas, al igual que las ecológicas, económicas, sociales y políticas, transcienden fronteras.

En lugar de unidades claramente delimitadas, aisladas y estáticas, debemos enfrentarnos a campos de relaciones en cuyo interior las series culturales se agrupan y se desmantelan. Hay, por tanto, que abordar:

  • ¿Cómo abordar estos campos de actividad?
    • ¿Con qué medios contamos?

La respuesta depende de los que Marvin Harris llamaría epistemiología de cada cual. Wolf comparte con Harris:

  • La concepción de que hay un mundo real que no es el producto de nuestra imaginación.
    • Que hay un cierto grado de correspondencia entre las ideas que tenemos en nuestras cabezas y los asuntos reales.
    • La vida humana depende de cómo los humanos se ocupan de la realidad de la naturaleza.

Sin embargo, Wolf no cree que todo esto se reduzca a la consecución de proteínas y de partos de camadas humanas. Nos enfrentamos a la realidad, además de con nuestros cuerpos y con herramientas, con nuestra mente y lo hacemos socialmente, en interacción social y comunicación cultural con nuestros amigos y enemigos.

               

Marx y su noción de relaciones sociales de producción

                Para Wolf y según observa Marx, los humanos se ocupan del mundo natural no sólo mediante las fuerzas de producción –herramientas, técnicas, organización y organización del trabajo- sino también mediante relaciones sociales estratégicas que rigen la movilización del trabajo social. Ocuparse del mundo natural es social: siempre implica a seres humanos relacionados entre sí. Y estas relaciones hay que analizarlas.

                Estamos obligados a buscar descripciones adecuadas de la interacción social y de las formas culturales, pero tal descripción no generará una comprensión de las relaciones estratégicas subyacentes a la interacción y a la construcción cultural.

Marx no desarrolló una noción de interacción social o una teoría de al cultura, fueron los sociólogos y los antropólogos. Marx no buscaba el detalle cultural, sino los principios básicos de la variación sobre la que se construye la vida humana.

Si intentamos usar a Marx para averiguar cómo se moviliza el trabajo social en la transformación de la naturaleza y comprender mejor la construcción cultural, o cuáles serían las formas principales de movilizar el trabajo social, hay que tener en cuenta MODOS DE MOVILIZACIÓN SOCIAL regidos por tres tipos de relaciones:

  • Parentesco: familia de constelaciones construida (Levi-Strauss) a partir de las distinciones institucionalizadas por el tabú del incesto y de las combinaciones de grupos opuestos. El parentesco como criterio de organización social de los pueblos, también abarca la movilidad social del trabajo. Esto se deduce de lo que Levi-Strauss mostró, en Las estructuras elementales del parentesco, que a partir de ciertos principios básicos, los sistemas de parentesco pueden considerarse transformaciones de unos en otros y añadiendo que, según los antropólogos sociales británicos, el parentesco supone derechos sobre los recursos y servicios.
    • Relaciones tributarias: gobernadas por relaciones sociales en las que el excedente extraído de los productores primarios pasa a manos de una élite captadora de tributos. El modo se rige por el poder y sus operaciones se ven afectadas por el grado de concentración o dispersión del poder.
    • Relaciones capitalistas: los capitalistas, dueños de los medios de producción, compran la fuerza de trabajo de unos trabajadores que han sido liberados, apartados de sus propios medios de producción y dependen de los salarios para su subsistencia.

Sin embargo, estos modos de movilización social del trabajo no son sólo ecológicos (que rigen la relación human con la naturaleza a través de la organización social), sino que también imparten una dirección característica a la formación y propagación de ideas. Tenemos que presuponer unos dogmas con una “sustancia compartida”, unas distinciones simbólicas.

En estos conceptos y en los grupos de significados asociados con ellos percibimos un fenómeno común: la contradicción real subyacente a cada uno de los modos se desplaza o se proyecta sobre una pantalla imaginaria de creencias y rituales. El pensamiento simbólico sustituye las contradicciones de un universo imaginario por las reales.

                Según esta perspectiva gran parte de lo que los antropólogos han denominado cultura es “ideología en construcción”, “racionalizaciones”, cuyo desarrollo busca dotar a la existencia práctica cotidiana de una dirección imaginaria, de una resolución ficticia.  Si adoptamos esta perspectiva estamos abocados a reconsiderar y reformular nuestra comprensión de la cultura. La construcción, reconstrucción y deconstrucción culturales son procesos en curso dentro de campos históricos más amplios, configurados, a su vez, por el funcionamiento de los modos de movilización social del trabajo y por los conflictos generados interna y externamente, dentro de y entre las formaciones sociales (constelaciones). En estos funcionamientos y sus conflictos, la construcción y deconstrucción de la ideología juega un papel primordial. Las formas y grupos de formas culturales toman parte en este proceso, pero comprender su significado nos obliga a ir más allá del nivel de su significado aparente. Hay que entenderlos como constructos humanos que encarnan las fuerzas generadas por el modo subyacente de movilización social del trabajo. Ni son estáticos ni están formados para siempre, sino que al encarnar las tensiones del modo imperante, están sujetos a procesos continuos de organización y desmembramiento social.

PREGUNTAS EXAMEN CAPÍTULO 1

P - (06F2) ¿Qué dificultades hay, en una sociedad dada, para aislar lo económico?

P - (07F2) Noción de incrustación. (Add. Introducción – Ppales paradigmas de la AE)

P - (06F1) ¿Qué quiere decir que la economía está incrustada?

T- (08F2) La noción de incrustación en Antropología Económica

Para Polanyi la economía de mercado es un sistema económico regido, regulado y orientado únicamente por los mercados, en el que la tarea de asegurar el orden en la producción y la distribución es confiada a un mecanismo regulador. Ese orden es asegurado de un modo distinto en las otras dos formas de integración: la redistribución y reciprocidad. En ellas el orden de producción y distribución de los bienes se halla integrado, “incrustado” (embedded) en el orden social. Su lógica económica es dependiente de su lógica social. No quiere decir esto que no exista una actividad económica, ya que toda sociedad requiere de la producción de medios de subsistencia y de su distribución para su aprovisionamiento y sustento. Pero lo que no se da es una actividad económica con sentido de leyes y reglas propiamente económicas. En ninguna de ellas puede observarse un “homo economicus”, ni una actividad económica autónoma.

La economía humana esta, pues, incrustada y enredada en instituciones económicas y no económicas. La inclusión de lo no económico es vital, ya que la religión o el gobierno pueden ser tan importantes para la estructura y el funcionamiento de la económica como las instituciones monetarias o la disponibilidad de herramientas y máquinas que aligeren el trabajo de la mano de obra.

El término incrustación fue utilizado por Polanyi  en el siguiente contexto. Parte del hecho de que la sociedad occidental moderna es la única  de las conocidas que considera la Economía como una esfera independiente y autónoma del resto de las instituciones sociales, y que la idea de Economía misma es una novedad propia de ella, pero desconocida en otras sociedades. Los fenómenos económicos que para nosotros representan un campo delimitado, una esfera singular de instituciones especializadas dentro de nuestra sociedad, en las otras están incrustadas en las instituciones sociales. Es decir,  no se distinguen de otros fenómenos sociales. Se encuentran dispersos e incrustados en el tejido social.. El significado del término es la falta de distinción. Bohannan lo utilizó de un modo gráfico para explicar, no que el parentesco y la producción estén inextricablemente relacionados, sino que están institucionalmente indiferenciados. La importancia radical del concepto de Polanyi  se basa en su formulación de que antes del sistema de mercado no existían formas institucionales específicas que se pudiesen denominar económicas.

[Las dificultades a la hora de asilar lo económico guardan relación con la noción de incrustación (embedded) desarrollada por Polanyi. En las sociedades no capitalistas, la economía no ocupa una esfera independiente dentro de la sociedad, sino que se encuentra repartido dentro de las demás instituciones sociales.

Según Polanyi, la economía occidental, su modelo de hombre individual y la idea de ganancia como norma de actuación son el fruto innovador de una concepción utópica que se define institucionalmente mediante la existencia del mercado autorregulador para el que todo se convierte en mercancía, incluso lo que nunca había sido: trabajo, tierra, dinero.

                En las sociedades donde no se reproduce este sistema la economía no se distingue de los demás fenómenos sociales. No quiere decir, como afirma Bohannan en relación al parentesco y la producción, que estén inextricablemente relacionados, sino que están institucionalmente indiferenciados.]

(P) (07F1) Según Wolf, ¿por qué no se puede mantener una concepción a-histórica de las distintas culturas?

                Wolf critica la idea de que las sociedades “primitivas” se habían configurado a espaldas de la historia y que su existencia y persistencia se consideraban ajenas al flujo del cambio histórico. Se las veía como aisladas y delimitadas: un pueblo, una sociedad, una cultura.

                Pero Wolf afirma que ningún pueblo produce materiales culturales por sí mismo, sino presionados por las circunstancias, por nuevas demandas, por nuevas configuraciones políticas...

                Para este autor, las culturas no se pueden estudiar en estadios independientes de una secuencia evolutiva como si fueran estáticas e independientes de los procesos históricos. Las culturas se entenderían mejor como efectos y causas, como agentes y víctimas de procesos de expansión política y económica directamente vinculados a los colonizadores.

                Wolf sostiene que, en la mayoría de los casos, las entidades estudiadas por los antropólogos deben su desarrollo a procesos que se originan en su exterior. No son sistemas independientes, sino productos totales. Siguiendo a Kroeber: cualquier cultura es una acomodación de partes específicas dentro de un flujo constante.

                La cultura es sometida continuamente a procesos de construcción, reconstrucción y deconstrucción que transforma sus ideologías, por el impacto de factores ecológicos, económicos, sociales y políticos.

[Internet][En primer lugar, es necesario definir lo que Wolf entiende por cultura y que está lejos de ser el constructo unitario y perfectamente definido que constituye la esencia de los pueblos. Su concepción se aproxima más a la definición de Kroeber de cultura como flujo continuo entre partes agrupadas de modo más o menos factible. En la vida humana, en la articulación social, las actividades prácticas (arar, cavar, plantas...) aparecen asociadas a unos significados concretos y determinados de entre todos los posibles. Esta constricción viene dictada por la ideología que es, de esa forma, una sobrecodificación. Para Wolf, esa sobrecodificación está extremadamente expuesta a las variaciones históricas y, además, se ve influida por el factor transcultural.

La cultura es, en fin, ideología en construcción.

La concepción a-histórica desde la que se analizan en muchos casos las sociedades “primitivas” niegan esa fluidez en la configuración cultural en un momento dado, situándolas en cierto estado ideal o teórico de asilamiento, estancamiento y “esencialidad cultural”. Wolf desmonta esta perspectiva al reivindicar en análisis histórico de los contactos de esas sociedades entre sí y con los colonizadores y la manera en que ese contacto, junto con otras variables, modela ese flujo cambiante que son sus configuraciones culturales propias.]

T- (05F2) – El concepto estático de Cultura y la intersección entre pueblos “con historia” y “sin historia”. Wolf, La cultura: ¿Paracea o problema? (GMS)

T- (08S1) Contextos de la Antropología Económica: Wolf y las intersecciones entre pueblos con y sin historia. [La falsa dicotomía de los procesos globales y locales]

CONCEPCIÓN A-HISTÓRICA DE LAS SOCIEDADES PRIMITIVAS – INTERSECCIÓN

                En 1980, Wolf, puso en entredicho el concepto clásico de cultura, tanto en el sentido tyloriano de patrimonio exclusivo de la humanidad, como en el boasiano de conjunto de creencias y costumbres específicas de cada sociedad particular.

                Wolf insiste en que hay que conocer las causas de las coincidencias culturales, su origen, sus relaciones y las circunstancias en las que se producen.

                Tanto el funcionalismo, como el método comparativo, como, incluso, la Ecología Cultural, insisten el la coherencia interna de cada cultura como algo aislado, independiente y autónomo. Para este autor, esta visión solo es posible desde una concepción a-histórica de las diferentes culturas y esta concepción no es la real.

                Para argumentarlo, estudia las tribus norteamericanas y concluye que, no es que éstas no hayan producido materiales culturales específicos por sí mismas, sino que lo han hecho presionados por las circunstancias, por las restricciones de nuevas demandas y mercados y por consecuencias de nuevas configuraciones políticas. Así mismo, las tribus africanas, consideradas también aisladas, independientes y autónomas para la construcción de tipologías, se comprenderían mejor como productos de los procesos colonialistas occidentales. Por todo esto, Wolf concluye que no se puede considerar a estas sociedades “primitivas” como a-históricas, puesto que deben su desarrollo a procesos originados en su exterior.

                Wolf entiende, por tanto, la cultura en el sentido de Kroeber, como una acomodación de partes específicas, que forman parte de un flujo constante y que se ajustan de modo más o menos factible.

                Las sociedades y sus culturas no se deben dar por supuestas como si estuvieran configuradas por una esencia interna, inamovible, sino que las series culturales están continuamente en construcción, deconstrucción y reconstrucción debido al impacto de factores externos (ecológicos, económicos, sociales y políticos)

[Había un cierto grado de reconocimiento de que las comunidades en las sociedades modernas habían llegado históricamente a formar parte de totalidades más amplias, pero se pensaba, en la época de los 60, que las sociedades y culturas de los primitivos se habían configurado a espaldas de la historia, y que su existencia y persistencia se consideraban ajenas al flujo del cambio histórico. Se entendía pues, como si fuesen distintivas, separadas, delimitadas y aisladas: un pueblo, una sociedad, una cultura. Pero, sólo renegando del más mínimo interés por la historia, se puede mantener la noción de primitivo como estático y aislado.. Ni los indios norteamericanos, ni los africanos produjeron materiales culturales distintivos por si mismos, sino que lo hicieron presionados por las circunstancias, por las restricciones de las nuevas demandas y mercados por las consecuencias de las nuevas configuraciones políticas. Se han estudiado en estadios independientes de una secuencia evolutiva como si fuesen estáticas e independientes de los procesos históricos. Pero todas ellas se entenderían mejor como efectos y causas, como agentes y víctimas de procesos de expansión política y económica directamente vinculados a la presencia de los colonizadores. Freíd en 1966 argumentó que los grupos tribales no constituyen ninguna clase de unidad original. Wolf sostiene que en la mayoría de los casos, las entidades estudiadas por los antropólogos deben su desarrollo a procesos que se originan en su exterior, lejos de su alcance, que deben su cristalización a estos procesos, participan en ellos y que también, ellas a su vez, afectan a estos desarrollos y procesos. No se desarrollaron como sistemas independientes que mantenían relaciones de input-output con su medio ambiente, sino que ellas mismas eran lo que Boulding denominó, productos totales. Los difusionistas ya percibieron la integración cultural como un problema. Hacían hincapié en las formas culturales pero fallaron en recalcar, como, mediante el uso de esas formas, la gente se relaciona entre sí ecológica, económica, social, política e ideológicamente. Quizás, por tanto deberíamos considerar que una cultura, cualquier cultura, en palabras de Kroeber, es una acomodación de partes específicas, que en gran medida son partes en flujo constante, y que se ajustan de modo más o menos factible. Es decir, ni las sociedades, ni las culturas deberían darse por supuestas, como si estuvieran configuradas por  una organización fundamental o un plan magistral, sino que las series culturales están continuamente en construcción, desconstrucción y reconstrucción, bajo el impacto de múltiples procesos que afectan a varios campos de conexiones sociales y culturales. Estos procesos y conexiones son ecológicos, económicos, sociales y políticos, pero también incluyen el pensamiento y la comunicación. Así que en lugar de unidades claramente delimitadas, aisladas y estáticas, debemos enfrentarnos a campos de relaciones en cuyo interior las series culturales se agrupan y se desmantelan. La construcción, reconstrucción y la destrucción culturales son procesos en curso que siempre tienen lugar dentro de campos históricos más amplios. Estos campos están configurados, a su vez, por el funcionamiento de los modos de movilización social del trabajo y por los conflictos que se generan interna y externamente, dentro de y entre las constelaciones sociales. En estos funcionamientos y en los conflictos a que dan lugar, la construcción y destrucción de la ideología juega un papel primordial. Las formas y los grupos de formas culturales toman parte de este proceso, pero comprender su significado nos obliga a ir más allá del nivel de su significado aparente. Debemos llegar a entenderlos como constructos humanos que encarnan las fuerzas generadas por el modo subyacente de movilización social del trabajo. Ni son estáticos ni están formados para siempre, sino que al encarnar las tensiones del modo imperante, están sujetos a procesos continuos de organización y desmembramiento social.]

  • La construcción de ideologías

Wolf apunta la distinción entre cultura de la realidad (práctica de Lowie): conocimientos y actividades prácticas (cavar, plantar, comer...) y cultura de los valores (racionalización de Lowie): los significados que se asignan a esas actividades con implicaciones simbólicas)

La actividad mediante la cual se relacionan estos significados con la praxis a la que se refieren es un proceso específicamente humano: la construcción de ideologías.

Dicha construcción precisa de una institucionalización de códigos, mensajes, emisores, receptores... Se trata de una sobre-codificación (Eco), de la imposición de unas connotaciones o metáforas sobre esas denotaciones.

        La elección de ciertas connotaciones entre todas las posibles implica el ejercicio de una coerción sobre los individuos de esa cultura al no poder elegir nada más que algunos significados permitidos. Se trata también, por consiguiente, de una cuestión de poder, al ejercer y aceptar una voluntad colectiva y unas limitaciones y prohibiciones impuestas.

Para Wolf, esta ideología, al igual que las series culturales, está expuesta a procesos de construcción, reconstrucción y deconstrucción, debido a las variaciones socio-históricas y a las relaciones transculturales. La cultura sería, por tanto, ideología en construcción.

Wolf entiende, al igual que Harris, que existe un mudo real, que éste está relacionado con las ideas y que la vida de los hombre depende de cómo éstos se ocupan de la realidad. Sin embargo, no cree que esta relación se limite a la consecución de calorías o a la procreación. Los humanos se relacionan con el medio natural, además de físicamente, con su mente en interacción con su grupo social y con el exterior.

  • Relaciones sociales de producción

                Para Wolf, al igual que para Marx, los humanos se ocupan del mundo natural no sólo a través de las fuerzas de producción (herramientas, técnicas...), sino también mediante relaciones sociales estratégicas que rigen la movilización social del trabajo.

                Al intentar averiguar cómo se moviliza el trabajo social en la transformación de la naturaleza hay que tener en cuenta los tres modos de movilización social regidos por tres tipos de relaciones: parentesco, relaciones tributarias y relaciones capitalistas.

El parentesco como criterio de organización social de los pueblos, también abarca la movilidad social del trabajo. Además, supone derechos sobre los recursos y servicios.

Las relaciones tributarias están gobernadas por relaciones sociales en las que el excedente extraído de los productos primarios pasa a manos de una élite captadora de tributos. Este modo se rige por el poder y sus operaciones se ven afectadas por el grado de concentración o dispersión de este poder.

Las relaciones capitalistas. Los capitalistas, dueños de los medios de producción, compran la fuerza de trabajo de unos trabajadores liberados y apartados de su propios medios de producción y que dependen de los salarios para subsistir.

P- (08F1) ¿En qué consiste, según Wolf, el modo tributario de movilizar el trabajo?

                Wolf se ocupa del modo tributario de movilizar el trabajo en su artículo La Cultura ¿Panacea o problema?, en el que intenta demostrar que a las sociedades primitivas no se las puede considerar ajenas a los procesos sociales.

                Según Wolf, los humanos se ocupan del mundo natural mediante la fuerza de producción, herramientas, técnicas, organización y organización del trabajo pero también mediante las relaciones sociales estratégicas (comunicación, interacción con colegas y enemigos) que rigen la movilización del trabajosocial. Es lo que Marx definió como las relaciones sociales de producción. Marx busco desesperadamente  los principios básicos de la variación sobre la que se construye la vida humana. Wolf apunta que el modo tributario de movilizar el trabajo social depende de como y quien maneje el excedente y esto depende de la forma de poder que impere. Así en el capitalismo los capitalistas que son los dueños de los medios de producción compran la fuerza de trabajo de los trabajadores los cuales son libres y han sido despojado de sus propios medios de producción y dependen por tanto de unos salarios para subsistir. Pero la movilización social del trabajo también moviliza y propaga ideas y no solo aspectos ecológicos. Así los modelos jerárquicos producidos por el modelo tributario siempre producen modelos alternativos, estas alternativas operan con las mismas tipologías de ideas que el modelo que rechazan, sustituyendo una economía política por una economía moral, una forma ideológica de representar a los humanos.

La construcción, reconstrucción y la destrucción culturales son procesos en curso que siempre tienen lugar dentro de campos históricos más amplios.

Estos campos están configurados, por el funcionamiento de los modos de movilización social del trabajo y por los conflictos que se generan interna y externamente, dentro de y entre las constelaciones sociales.

Para entenderlos debemos ir mas allá  de su significado aparente y entenderlos como constructos humanos que encarnan las fuerzas generadas por el modo subyacente de movilización social del trabajo

T- (08SR1) Dificultades antropológicas para definir la economía. (Dumont)

No es fácil definir lo económico. El hombre moderno sabe lo que hace (el “análisis”), pero no de lo que trata realmente (lo económico).

                Para responder ha la pregunta de dónde empieza y dónde termina lo económico, se han formulado dos tendencias enfrentadas:

Formalismo: define lo económico por su concepto y pretende aplicar a las sociedades no modernas sus propias concepciones de los usos alternativos de recursos escasos, de la maximización de la ganancia...

Substantivismo: alega que la actitud formalista destruye loo que es realmente la economía como dato objetivo universal, es decir a grandes rasgos las formas y los medios de subsistencia de los hombres (Polanyi: rechaza “lo económico” para retener la “economía”. Por oposición a nosotros las otras sociedades no han segregado los aspectos económicos que se encuentran incrustados (embedded) en el tejido social.)

                En lo que se está de acuerdo es que para aislar los “fenómenos económicos” hay que desgajarlos del tejido social en el que están insertos. Pero esta tarea parece más que arriesgada destructiva. Es particularmente difícil -  y por añadidura vano- separar los aspectos políticos y económicos. Esto se puede comprobar en nuestra propia cultura, en la emergencia del punto de vista económico desde el interior del punto de vista político.  Distinguir estrictamente una “antropología política” y una “antropología económica” carece de sentido, significa ceder a la moderna tendencia de la compartimentación y especialización.

                No parece haber nada que se parezca a una economía en la realidad exterior, hasta que se construyó tal objeto. Después ya podemos descubrir en todas partes aspectos más o menos económicos (cuasi-económicos o virtualmente económicos).  Este “cuasi” infiere que su lugar dentro del conjunto no es el mismo aquí y allá y permite su comparación.

T-  (06F1) Principales orientaciones teóricas en la antropología Económica

No es fácil buscar y aceptar una definición de lo económico universalmente aceptada y valida tanto  a los economistas del pasado como a los contemporáneos. Desde un punto de vista comparativo la dificultad se acrecienta. Los antropólogos identifican  en todas las sociedades un aspecto económico, ¿pero dónde empieza y dónde termina?.  Por definición de económico o economía entendemos  por una parte las acciones motivadas por el cálculo racional que busca maximizar el beneficio u optimizar los medios en relación a los fines, esto es, una modalidad de la conducta. Por otra parte, las actividades, indicadores o procesos que tienen que ver con la creación, distribución o consumo de bienes y servicios, es decir, un sector de la cultura

Max Weber (1922) define dos tipos de racionalidades de la vida económica:

La racionalidad formal de una gestión económica es el grado de cálculo que le es técnicamente posible y que aplica realmente

La racionalidad material es el grado de abastecimiento de bienes dentro de un grupo de hombres tenga lugar por medio de una acción social de carácter económico orientada por determinados postulados de valor de suerte que en aquella acción fue contemplada desde la perspectiva de tales postulados de valor

A partir de estos dos conceptos se plantean en los años sesenta las principales corrientes en antropología económica que han estado constantemente enfrentadas:

La tendencia formalista define lo económico por su concepto y pretende aplicar a las sociedades no modernas sus propias concepciones de los usos alternativos de recursos escasos, de la maximización de la ganancia...  

La tendencia sustantiva alega que tal actitud destruye lo que es realmente economía como dato objetivo universal : las formas y los medios de subsistencia de los hombres. Polanyi tomó esta opción y rechazó lo económico en su versión contemporánea para retener la economía. Asevera que en las otras sociedades no se han segregado los aspectos económicos que se encuentran mezclados o incrustados en el tejido social.

Estas dos orientaciones han dado lugar a una gran cantidad de discusiones teóricas que han servido para que la antropología haya reflexionado epistemológica y teóricamente sobre la economía, pero sin llegar a ninguna solución o acuerdo.

Si centramos el debate sobre la sustancia de lo económico ya sea en la conducta maximizadora o en las instituciones que se ocupan del abastecimiento de los medios de vida, dicho debate no tiene solución, ya que ambas racionalidades se combinan de diferentes maneras en todos los sistemas sociales. Todos están de acuerdo en que para aislar los fenómenos económicos el antropólogo debe desgajarlos del tejido en el que están insertos. Pero es particularmente difícil separar los aspectos políticos y económicos. Distinguir  una antropología económica y una antropología política carece de sentido para el progreso del conocimiento. En la realidad exterior no hay nada que semeje a una economía hasta el momento en que construimos tal objeto. Cuando lo hacemos si que podemos descubrir en todas partes en alguna medida aspectos más o menos correspondientes que en estricto rigor deberíamos llamar casi económicos o virtualmente económicos. Deben ser estudiados, pero el lugar de tales aspectos en el conjunto no es el mismo aquí y allá, y esto es esencial a su naturaleza comparativa.

(T) (MÍO) La configuración ideológica de los problemas teóricos y empíricos: las unidades de análisis, la comparación y el contexto global.

Las controversias y polémicas habían sido agrias, duraderas y estériles en Antropología Económica. En los años 60 y 70 se libra una batalla entre los formalistas y los substantivistas.

Los formalistas: la economía es el estudio de la alocación de los recursos escasos a fines alternativos; es el estudio de economizar, o el modo en que la gente maximiza las satisfacciones personales. Dicen que los economistas dan unas teorías acerca de cómo la gente hace esto y generalizan.

Los substantivistas: la teoría económica se basa en el estudio de las economías de mercado en las que ambas partes que intervienen en una transacción intentan maximizar el beneficio, pero que no se puede generalizar fuera de las  sociedades  occidentales.

Por tanto hay que estudiar las configuraciones únicas de las sociedades no occidentales, sus instituciones. El objeto de la Antropología económica es el estudio de las instituciones que proveen las necesidades materiales para la existencia humana. Pero para los formalistas no se puede probar que el hombre no occidental no maximice, es mas  está sujeto a varias clases de escasez, medios escasos para obtener fines alternativos. Además los bienes materiales y no materiales se intercambian a menudo, así que no se puede sostener la definición de antropología económica de los substantivistas. A esta agria discusión se sumaron las confusiones metodológicas, ideológicas, etnocéntricas y las discrepancias con los estudios empíricos que llevaron a gran parte de los autores a un rechazo de los términos de la polémica.

Hoy pocos autores se encuadran en alguna de estas posturas. Los campos de problemas y las posturas económicas se han ampliado. Uno de los problemas más importantes planteados a fines del XIX e ignorados después fue el tipo de propiedad de los bienes de capital, el origen de la desigualdad y su relación con los agrupamientos familiares. (Marx y Engels, a través de Morgan) Por motivos ideológicos, y por el rechazo  al evolucionismo, esta problemática sufrió el olvido. La reintroducción posterior es fruto de antropólogas feministas por la desigualdad entre los géneros, como del de las diversas corrientes más o menos inspiradas en Marx que surgieron a partir de los sesenta.

Otro de los ignorados fue Marx Weber primer autor de una distinción entre el significado formal y substantivo de lo económico. Conocido por Polanyi. Ante esta polémica. la economía queda vista como una ciencia homogénea con respuesta uniforme a todo tipo de situaciones. Pero la polémica entre marginalistas e institucionalistas, unida a la distinción entre microeconomía y macroeconomía (formalistas identifican economía con microeconomía) prueban que no existe el acuerdo que desean los formalistas.

A todos estos problemas hay que añadirle el de la génesis del concepto económico como un fenómeno separado del resto de la sociedad. En sus orígenes la antropología definía su objeto como el estudio de las sociedades primitivas. Hoy en día estudian también lo más característico de nosotros mismos: estudios urbanos, de etnicidad, de género, de las ideologías del trabajo, la economía sumergida o la globalización. Esta evolución y ampliación del objeto de estudio ha supuesto un cambio de las técnicas de investigación y el surgimiento de nuevas formulaciones teóricas:

Técnicas de investigación tradicionales. La observación participante en el TC  va precedido, acompañado y complementado por el uso de métodos y técnicas historiográficos, sociológicos o estadísticos, afectando  al planteamiento teórico pues incorporan y asimilan estrategias de investigación y problemas de otras ciencias sociales.

Carácter holista. La Antropología mantiene su ambición holista y comparativa. Estudia  otras sociedades mediante la observación participante pero siempre estableciendo interrelaciones entre las diversas instituciones. Al estudiar una sociedad moderna, una de cuyas características ideológicas es una visión atomista de las diversas instituciones, se sigue indagando que es lo que esta concepción nos oculta a nosotros mismos. En este contexto la ambición holista presupone el estudio de problemas que no poseen  tratamientos específicos, ante lo cual nos planteamos cual es el verdadero alcance  del trabajo de campo, o cómo debe ser este para no perder su carácter holista ante la fragmentación que caracteriza, a las sociedades modernas.

El tamaño de las unidades de análisis y observación. En la Antropología Económica las unidades de estudio y análisis siempre son más amplias sincrónica y diacrónicamente que las unidades de observación: aunque se estudie una comunidad campesina relativamente aislada, este aislamiento será siempre relativo, por las relaciones de dependencia con el exterior, por el flujo recíproco con otras comunidades, por sus relaciones con los mercados a los que venden sus productos.

La Antropología  Económica se asentó plenamente como especialidad académica después de la II Guerra Mundial. Hasta entonces no se habían aglutinado con la suficiente  precisión, se la equiparaba con las técnicas de subsistencia  debido a que muchas de las sociedades estudiadas no se distinguían instituciones específicamente económicas. El hecho de que los principales problemas tomasen hábeas en torno a los 50 supuso que durante mucho tiempo las formulaciones teórica estuviesen dominadas por las ideas de Polanyi que parte del hecho de que la sociedad occidental moderna es la única  de las conocidas que considera la Economía como una esfera independiente y autónoma del resto de las instituciones sociales.

Hoy las tres corrientes  de investigación en antropología económica son:

Orientación culturalista. - Estudiosos de la teoría de toma de decisión  - Antropología marxista.

(P) (09F1) Es el holismo incompatible con una esfera económica aislada

Tema 2 – Primeras perspectivas teóricas

è Imágenes de los primitivos como habitantes del “estado de naturaleza”. Distintas concepciones ilustradas.

è Los evolucionistas, la idea de progreso, y los habitantes de los estadios inferiores.

è Marx, el origen de la desigualdad y el Modo de Producción Asiático.

Addenda:

Eric Wolf en la introducción de Europa y la gente sin historia, señala el contexto en que surgen las ciencias sociales, la antropología y los “usos” de Marx.

A. Kuper analiza cómo en su búsqueda de la forma originaria de la sociedad humana, los antropólogos evolucionistas del XIX más que reconocer que no existía una “sociedad primitiva” construyeron una ilusión persistente que reflejaba como un espejo la propia imagen de los antropólogos y sus sociedades. (Construcción de imágenes sobre los “otros”).

Colleti o Palerm señalan que el interés de Marx era estudiar la sociedad capitalista moderna, aunque el interés por su génesis le llevó a plantearse su construcción y las formas que la precedieron en términos de su época: evolucionismo.

Marx caracteriza varios  modos de producción:

  • La prehistoria del capital el Europa: esclavismo-feudalismo-burguesía
  • Modo de Producción Asiático (Parece que Marx no sigue los criterios evolucionistas). De los textos relativos a este Modo de Producción Asiático y a los campesinos, han surgido polémicas y un interés de los marxistas estructuralistas, pues pueden interpretarse como un diseño de “varias vías” o varios modos de producción en el desarrollo delas sociedades humanas desde sus orígenes.

Historia de la Antropología (REPASO)

EVOLUCIONISMO Y DIFUSIONISMO

El evolucionismo es el primer intento de dar una explicación científica de las diferencias culturales.

El evolucionismo cultural: se entiende como el cambio paulatino de las sociedades hacia formas considerablemente más perfectas. Los autores clásicos del evolucionismo son Tylor, Morgan y Frazer. Para los primeros evolucionistas de mediados del siglo XIX. las diferentes culturas pasaban por diferentes estadios por etapas de desarrollo. Harris señala que el siglo XIX. es el siglo de la etnografía. Similar en importancia es la aportación de la arqueología. Tres fueron los puntos clave en la teoría evolucionista: el uso del método comparativo, los llamados survivals y el difusionismo.

El método comparativo consistía en la convicción de que los actuales sistemas sociales tenían un cierto punto de semejanza con anteriores culturas. La lógica lleva a pensar y aquellas tradiciones, instituciones o creencias más simples serían las predecesoras de aquellas más complicadas. Sin embargo el método comparativo a dolencia de muchas cosas: la más grave, la elaboración incorrecta de los datos a analizar. Para paliar estos fallos, los evolucionistas empleaban un gran número de muestras: Taylor usó una muestra de entre 300 y 400 sociedades distintas para fundar lo que más adelante se llamaría método comparativo estadístico (inventado por Taylor). Otra deficiencia es la derrumbó: la aplicación de un determinismo racial es decir, del etnocentrismo en las muestras estudiadas. Para Boasianos, el uso del método comparativo fue el principal error de la escuela evolucionista

Los survivals son fenómenos que tuvieron su origen en una época anterior y bajo una serie de condiciones causales y que “sobreviven” en un periodo donde esa serie de causas han dejado de existir. Los clasifica en útiles e inútiles, los survivals encajan perfectamente en las teorías evolucionistas e incluso casan con el método comparativo, motivo por el cual serán objeto de crítica por parte de los detractores del evolucionismo, como los serán los funcionalistas británicos.

Difusionismo es la reacción del siglo XX al evolucionismo. Según sus partidarios, la fuente principal de diferencias y similitudes culturales es la tendencia de los humanos a imitarse entre sí. La difusión designada la transmisión de rasgos culturales de una cultura y sociedad a otra distinta. Si se acepta la difusión como explicación, aún permanece la cuestión de por qué el elemento difundido se originó en primer lugar.

Tylor intenta combinar evolucionismo y difusionismo, tanto los conceptos de invención independiente como de difusión. Morgan apoyaba el uso de la difusión (aunque sostiene un evolucionismo lineal), llegando a lo que llamaría evolución divergente. Fue en los Estados Unidos donde el difusionismo cobró gran importancia con el concepto de área cultural, que Harris define como unidades geográficas pequeñas basadas en la distribución contigua de elementos culturales. A primera vista es comprensible que así sea, pero suponerlo  de manera radical hace que se caiga en un determinismo geográfico. Es Wissler quién da forma a estas ideas mediante la noción de la ley de la difusión, pretende tratar cronológicamente algunos rasgos: cuando más cerca estén del centro cultural más antiguos serán. Una de las mayores aportaciones de difusionismo serán las ideas de Smith.

Dentro de las muchas teorías evolucionistas, destacamos la de Lewis Henry Morgan, que fue el evolucionista que presentó el esquema de desarrollo cultural más sofisticado y completo. Era un determinista racial que creía que la raza y la cultura eran interdependientes. Para Morgan la historia humana se dividía en tres etapas o periodos: el salvajismo, la barbarie y la civilización, con sus respectivas subdivisiones en inferior, media y superior.

Para Frazer, la humanidad ha recorrido tres etapas: magia, religión y ciencia. Tiene una teoría sobre el totemismo, que dice que un tótem es cierta clase de objetos materiales a los que el salvaje profesa una veneración supersticiosa. Hay al menos tres clases de tótem: el del clan, el sexual y el individual. Los individuos que tienen el mismo tótem se miran como parientes unos a otros, el lazo totémico funciona más eficazmente que el de la sangre.

Lubbock, guiándose de las premisas de Morgan, elaboró un esquema similar en el ámbito de la religión.

Otros autores como McLennan, propusieron sus propios esquemas: horda primitiva, la poliandria, la poliginia y el Estado.

Spencer es el máximo exponente de lo que se ha venido a llamar darwinismo social. Para él, la idea de la selección natural de Darwin era factible y justificaba la supremacía de la raza blanca y el éxito del sistema capitalista. Spencer fue quien popularizo el término evolución y quien introdujo la expresión “supervivencia de los más aptos”. La palabra spencerismo es adecuada para dar nombre a las teorías que han terminado por conocerse como darwinismo social. Los principios de eran:.

  • Describir las leyes universales del desarrollo.
  • Entender la mutabilidad de la naturaleza humana y la perfectibilidad del hombre.
  • Defender la idea optimista de progreso, en contra de la influencia negativa de Malthus.
  • El progreso sólo se conseguirá a través de la supervivencia de los más dotados.

El error de Spencer fue sobreestimar la importancia de los factores hereditarios y su gran aportación fue que la evolución biológica y la evolución cultural estaban íntimamente relacionados.

MATERIALISMO DIALÉCTICO

Marx y Engels ponían énfasis en los cambios de los aspectos materiales de los modos de producción como causa principal de la evolución cultural. Marx compartía con Darwin y Spencer que la lucha de clases era el principio de la supervivencia. Marx presenta el siguiente esquema:

Propiedad tribal. > Antigua propiedad comunal y estatal: distinciones entre comunes y jefes. Aparece la esclavitud  > La propiedad feudal > Capitalismo.

Ambos autores, creían en la “omnipotencia de la educación“, Marx creía que existían diferencias individuales en las aptitudes intelectuales y físicas, las consideraba subordinadas a las experiencias del aprendizaje social y de clase por lo que ha recibido ciertas acusaciones de racismo.

Texto- 1: Roger BARTRA (1977): El salvaje artificial. (R. Crusoe o el salvaje arrepentido)

               

En el siglo XVIII la historia del hombre salvaje se inaugura con un misterio. ¿Por qué el personaje mítico más representativo del nuevo homo economicus capitalista, es presentado como un ser reducido a un mero estado de naturaleza, es decir, como un solitario homo sylvestris?. Hablamos de Robinson Crusoe el personaje de la novela Daniel Defoe publicada en 1719.  El héroe encarna la ética económica burguesa, sugiere Max Weber, es un infatigable trabajador, sobrio y eficiente, que construye en la isla desierta una gran empresa basada exclusivamente en su maniático esfuerzo personal. Pero para llegar a este modelo de homo económicus debe antes convertirse al cristianismo. Crusoe no debe tomar decisiones racionales, sino que está entregado a la divina providencia. Su soledad es el castigo por todos sus pecados. Dios lo castiga a vivir en un estado de naturaleza que es, a su vez, una prueba, un experimento para probar el temple del hombre puritano colocado en el papel de hombre salvaje.  Y Robinson Crusoe no asume el papel de monje protestante retirado para enfrentarse a las tentaciones (como decía Kingsley), sino que renace para exaltar su individualidad y su autonomía, transformado en un verdadero empr4esrio salvaje.

                Según Ian Watt, Crusoe encarna los valores prototípicos del capitalismo naciente. Representa la exaltación del individualismo económico, llamado a descubrir nuevas tierras y convertir a los pueblos caníbales que los habitan. Aunque el extremo individualismo está simbolizado por su estado natural de homo sylvaticus, fuera de la civilización, Crusoe alcanza su plena realización individual como dueño absoluto de las condiciones de producción económica, pero sin ser realmente mercancías lo que produce al no tener mercado. Esta paradoja se explica porque simboliza la exaltación del individualismo, bajo la forma del ascetismo protestante que coloca al individuo como mediador entre Dios y el hombre, y no a la Iglesia (Watt). Defoe le asigna una función positiva a la soledad, a la que considera remedio y no causa del malestar y el desconocimiento. Estamos ante una contradicción entre la soledad melancólica, que es negativa, y el aislamiento hiperactivo, que tiene resultados positivos. Otra contradicción es que a pesar de que se supone que la predestinación es la responsable de lo que sucede, en el relato parece que todo su imperio lo consigue con su esfuerzo.

El homo economicus es capaz de vencer al homo sylvaticus en su terreno.

La contradicción de Crusoe, según Weber, tiene su origen en las consecuencias del extremo antihumanismo de la doctrina puritana, que establece la imposibilidad absoluta de cambiar los designios providenciales y que provocó una gran soledad interior en las personas, un alejamiento de las tareas mundanas y un individualismo pesimista.

Texto 2: G. SOFRI (1971) El modo de producción asiático(Las formaciones económicas precapitalistas)

               

Marx: Conceptos metodológicos:

  • Correspondencia-correlatividad entre fuerzas productivas y relaciones de producción en el modo de producción.
  • Relación entre trabajador y las condiciones de su trabajo (medios de producción).
  • Relación entre trabajador y no trabajador-usufructuario.
  • Distinción entre relaciones de propiedad y relaciones de apropiación real.
  • Distinción entre valor de uso y de cambio, entre trabajo necesario y superfluo.

Si pasamos a lo concreto, las formas capitalistas, Marx busca los modos de existencia de las categorías que el capital le ha dado:  llega a la “genealogía” del capital.

Formas originarias de la propiedad:           

  • Propiedad de la comunidad: La relación del hombre con la tierra es función de su pertenencia a una comunidad (apropiación y usufructo del suelo). Aquí incluye, reconociendo su mayor complejidad,  el Modo de Producción Asiático: en una forma relativamente elaborada de Estado (“despotismo” oriental), que posee toda la tierra, la base puede ser la propiedad colectiva de las tribus.
  • “Primitiva” o “clásica”: la ciudad griega y Roma antes del desarrollo de la economía esclavista a gran escala. La gran “tarea colectiva” de la comunidad es la guerra. En la base puede florecer la esclavitud, donde no se impone (al igual que en la servidumbre) y a diferencia de la relación entre asalariado y capital, una división entre trabajo libre y condiciones objetivas de realización.
  • Germánica: cada individuo propietario puede usar en común con otros miembros de la comunidad los terrenos de caza, pesca, etc., que pertenecen a ella. La unidad económica es la “casa individual”, que sólo se reúnen ocasionalmente para tareas comunes (guerra, actos religiosos...)

No se pueden identificar la forma “primitiva”  y “germánica” con la esclavitud y el régimen feudal, respectivamente. Marx, dividía las formas precapitalistas en dos grandes grupos:

  • Formas más primitivas: que estando ya diferencias (en medida y en formas variables) están aún caracterizadas por la persistencia de la comunidad primitiva:
    • La asiática y sus variantes (eslava, celta...)
    • La primitiva (de aquí pudiera nacer la esclavitud)
    • La germánica (de aquí pudiera nacer la servidumbre)
  • Avasallamiento:
    • Servidumbre de la gleba
    • Esclavitud

El capitalismo constituye un grupo en sí, ya que todas las formas que le preceden constituyen la “prehistoria” del capital, que nace en su disolución., especialmente del avasallamiento.

Wolf . Europa y la gente sin historia. Introducción Pág. 15 a 39

La tesis central de esta obra es que el mundo de la humanidad constituye un total de procesos múltiples interconectados y que los empeños por descomponer en sus partes a esta totalidad, que luego no pueden rearmarla, falsean la realidad.

Conceptos como “nación”, “sociedad” y “cultura” designan porciones y pueden llevarnos a convertir nombres en cosas.  Sólo entendiendo estos nombres como hatos de relaciones y colocándolos de nuevo en el terreno del que fueron abstraídos, podemos evitar inferencias engañosas y acrecentar nuestra comprensión.

Sin embargo, la gran mayoría de los investigadores no tienen en cuenta las interrelaciones entre los pueblos.  Historiadores, economistas y politólogos toman a algunas naciones por separado como marco básico de sus estudios.  La sociología sigue dividiendo al mundo en sociedades separadas e incluso la antropología divide su materia en casos distintivos: cada sociedad con su cultura característica es concebida como un sistema integrado y unido que se contrasta con otros sistemas igualmente integrados.

Esta conversión de fenómenos dinámicos e interconectados en cosas estáticas y desconectadas se debe, probablemente, a la forma en que hemos aprendido nuestra historia. Nos han enseñado que existe una entidad llamada Occidente, que podemos pensar como si fuera independiente de, y opuesta a, otras sociedades y civilizaciones.

Incluso algunos creyeron que este Occidente tenía una genealogía: Grecia – Roma – Europa cristiana – Renacimiento – Ilustración – Democracia política y revolución industrial.

Este esquema es engañoso en un doble sentido: por un lado convierte la historia en un relato de éxito moral, sobre cómo los buenos ganan a los malos. Por otro, si la historia no es más que un relato sobre el desarrollo de un propósito moral, entonces cada eslabón de la genealogía se convierte en simple precursor de la apoteosis final y no es una copia de los procesos sociales y culturales que dejan sentir su efecto en su tiempo y lugar apropiados. Además, al convertir los nombres en cosas creamos falsos modelos de realidad.

Surgen las ciencias sociales.

La costumbre de considerar a entidades tales como iroqueses, Grecia, Persia, o los EEUU como entidades fijas contrapuestas recíprocamente por virtud de una arquitectura interna estable y de límites externos fijos estorba nuestra aptitud para entender su mutuo encuentro y confrontación.

Esta compartimentación tiene lugar a mediados del siglo XIX, cuando el estudio de la naturaleza y variedades de la especie humana se escindió en especialidades y disciplinas separadas y desiguales.   

Antes de la sociología tuvimos a la economía política, que es un campo de estudio interesado en la riqueza de las naciones, la producción y distribución de riquezas y en las entidades políticas y las clases que los componen.

En el s. XVIII, los grupos y categorías sociales nuevos y crecientes clamaban por el reconocimiento de sus derechos frente a aquellos grupos definidos y representados por el Estado. La sociología esperó resolver “la cuestión social”. Los primeros sociólogos (Heberle, Saint Simon, Auguste Comte y Lorenzs Stein) concibieron a la nueva ciencia de la sociedad como antídoto contra el veneno de la desintegración social (Bramson, 1961)

Esto lo lograron separando el campo de las relaciones sociales del de la economía política. Destacaron lazos observables y también poco estudiados que unen a la gente con la gente como individuos, como grupos y asociaciones o como miembros de instituciones. Luego los adoptaron como materia de su interés. Ellos y sus sucesores llevaron este interés a diferentes postulados teóricos para separar la sociología de la ciencia política y de la economía política.

Postulados comunes:

  • En el curso de la vida social los individuos se relacionan entre sí. Tales relaciones pueden ser abstraídas del contexto económico, político o ideológico en que se encuentran y ser tratadas de un modo sui generis.
  • El orden social depende del crecimiento y extensión de las relaciones sociales entre individuos. A mayor densidad de estos lazos y a mayor amplitud de su alcance, mayor será el orden de la sociedad. La maximización de los vínculos de parentesco y vecindad, de grupo y asociación aumentará el orden social. A la inversa, si estos vínculos no se maximizan, queda en entredicho el orden social. El desarrollo de muchos y variados vínculos disminuye también el peligro de la polarización en clases.
  • La formación y el mantenimiento de estos vínculos están relacionados fuertemente con la existencia y propagación de creencias y costumbres comunes entre los individuos que participan en ellas.
  • El desarrollo de relaciones sociales y de propagación de creencias y costumbres asociadas crean una sociedad concebida como una totalidad de relaciones sociales entre individuos. Las relaciones sociales constituyen la sociedad; a su vez, la sociedad es la sede de la cohesión, la unidad a la cual se podrán atribuir la predecibilidad y el orden. Si las relaciones sociales son ordenadas y recurrentes, la sociedad tendrá una estructura interna estable.

Los postulados facilitan identificar a la sociedad en general con una sociedad particular. La sociedad que necesite orden se vuelve en la sociedad en particular que debe ser ordenada. Esa sociedad particular que debe ser ordenada se identifica con facilidad con una determinada Nación-Estado, la cual puede ser cualquiera. Como las relaciones sociales han sido separadas de su contexto económico, político o ideológico, resulta fácil concebir a la Nación-Estado como una estructura de vínculos sociales fundamentada en el consenso moral y no como un nexo de relaciones  económicas, políticas e ideológicas.

Economía política y ciencia política

Este apartamiento de las relaciones sociales de lo contextos económicos, políticos e ideológicos en los cuales están incrustadas y a las cuales activan, vino acompañado por la distribución de los aspectos económicos y políticos de la vida humana en disciplinas diferentes: la economía política dejó de ocuparse de la forma en que las poblaciones socialmente organizadas producen para abastecer sus gobiernos, para ocuparse del estudio de cómo la demanda crea  mercados. La teoría guía de esta nueva economía política fue una teoría de mercados y de interdependencia de mercado. Es una teoría de equilibrio general en intercambio, que se extiende como una idea tardía para cubrir la producción y la distribución. No es teoría de un sistema social y mucho menos de una potencia económica y clase social. Son dotaciones iniciales, riquezas, aptitudes y propiedades, tenidas por dadas. Más aún, el objeto de la teoría es demostrar la tendencia hacia el equilibrio, los conflictos sectoriales y de clase se tienen por descartado (Nell 1973). Esta nueva economía política no trata en absoluto del mundo real. Es un modelo abstracto del funcionamiento de las elecciones individuales subjetivas relacionadas unas con otras.

En un modelo así, la buena voluntad para someterse a las reglas del mercado político está determinada, no sólo por el mercado en si mismo, sino por la orientación y los valores de los participantes, por los aspectos de lo que los politólogos han acabado por llamar su CULTURA POLÍTICA.

Asimismo, una nueva ciencia política separó la esfera de la política de la de la economía política y se centró en la consideración del poder en relación con el gobierno, se centró en el estudio de la toma de decisiones. Este enfoque cae fácilmente en el supuesto de que las fuerzas de poder, privadas y organizadas, se equilibran recíprocamente como para evitar el gobierno irresponsable concentrado. Una gran porción de la ciencia política se centró, por una parte, en el estudio de las decisiones, y por la otra en el estudio de las orientaciones, entendidas como constituyendo el sistema político autónomo de una determinada sociedad.

Fundamentando todas estas especialidades se halla el concepto de un conjunto de individuos, vinculados en un contrato que tiende a maximizar el orden social, a trocar y permutar en el mercado y a proporcionar insumos para la formulación de las decisiones políticas. Las diversas disciplinas subdividen el estudio de la conducta humana estableciendo modelos y esquemas (construcciones abstractas) y dejando de lado aquellos fenómenos que no estén cubiertos por el modelo.

Desarrollo de la teoría sociológica

La sociología brotó de un esfuerzo por contrarrestar el desorden social creando para ello una teoría del orden social, situando el orden y el desorden en la cantidad de las relaciones sociales. Consecuencia importante de este enfoque es que nace la polaridad entre dos tipos de sociedad:

Uno en el que el orden social es maximizado porque las relaciones sociales están apretadamente entretejidas y cubiertas con el consenso del valor

  • Otro en que el desorden social predomina sobre el orden porque las relaciones están atomizadas y trastornadas porque hay un disentimiento en cuanto a los valores.

Hay que inferir esta polaridad y considerar el proceso social como un cambio de un tipo de sociedad a otro.

En la Europa del s. XIX, donde los antiguos lazos se desintegraron bajo el impacto doble del capitalismo y la industrialización, esta interpretación temporal de la polaridad sociológica tuvo a su favor la convicción que da la experiencia.

El punto de partida de la sociología fue el sentir de que el orden social estaba amenazado por la atrofia de la comunidad. Conforme el s. XX avanzaba se iba dando por sentado que la sociedad marchaba hacia mayor tamaño y diferenciación y por consiguiente hacia mayores relaciones utilitarias y técnicas a expensas de lazos sagrados y morales.

Mientras que la sociedad tradicional había colocado a la gente en posiciones heredadas y luego la había vinculado estrechamente en posiciones particularistas, la sociedad moderna separará a la gente de sus nexos heredados y destinará a la población recientemente móvil a funciones especializadas y diferenciadas que respondan a las cambiantes necesidades de una sociedad universal homogeneizada. Esta sociedad emergente requerirá también de un mecanismo para establecer metas sociales y de una maquinaria para ponerlas en práctica. Ej: el desarrollo económico requiere la creación de burocracia.

Así, si en sus comienzos la sociología tenía una posición crítica con respecto a los cambios sociales, en el siglo XX se alaba a las sociedades que se consideraban modernas mirando con malos ojos a las que todavía no llegaban a esta etapa.

Al dividir el mundo en sociedades modernas, transicionales y tradicionales se impidió la comprensión eficaz de las relaciones entre ellas.  Una vez más se definió a cada sociedad como una estructura autónoma y circunscrita de relaciones sociales, con lo cual se desalentó el análisis de intercambios intrasociales o intragrupales, inclusive luchas sociales internas, colonialismo, imperialismo y dependencia social.  La teoría excluyó el estudio serio de problemas que agitaban el mundo real.

Antropología

Esta ciencia llamada ambiciosamente la ciencia del hombre, reclamó títulos especiales para el estudio de pueblos no occidentales y primitivos. La antropología cultural empezó como antropología mundial.

En su fase evolucionista se ocupó en la evolución de la cultura a escala mundial. En la fase de difusión se interesó por la propagación y apiñamiento de formas culturales en toda la faz de la tierra. Vieron relaciones entre poblaciones que mostraban las mismas formas culturales: matrilinealidad, ennegramiento de los dientes o ropa hecha a medida, como resultado de la comunicación entre grupos de migración o por copiado y aprendizaje.

Estos intereses y  comprensiones se hicieron a un lado a medida que los antropólogos se interesaban por el estudio de culturas vivientes, formas de vida de poblaciones particulares en hábitats delimitados localmente. Así, el trabajo de campo llegó a ser la característica principal del método antropológico. Sin embargo el éxito mismo del método engañó a quienes lo usaban. Se hizo fácil convertir consideraciones de método meramente heurísticas en postulados teóricos sobre la sociedad y cultura.

Las observaciones y comunicaciones resultantes se trasladan luego a un universo mayor de observaciones y comunicaciones no hechas y se les usa para construir un modelo de la entidad social y cultural bajo estudio. Este modelo no pasa de ser una integración descriptiva, un lugar teórico situado a la mitad del camino.

La antropología funcionalista procuro derivar explicaciones sólo del estudio del miscrocosmos, el cuál trato como aislado e hipotético. Una unidad metodológica de indagación se convirtió mediante afirmación a priori en una construcción teórica. El resultado fue una serie de análisis de casos totalmente separados.

Hubo tres intentos para sobrepasar las lindes del microcosmos:

  • Robert Redfield recurrió a la teoría sociológica. Usando comunidades como representaciones (ejemplos) de tales tipos de sociedades imaginados. Xcacal y Chan-Kom fueron tomadas como ejemplo del fin del pueblo, de un pueblo universal continuo urbano de relaciones sociales y de compresiones culturales. , aplicó la polaridad Gemeinschaft (conducta tradicional)  y Geselschaft (conducta moderna) y a casos antropológicos.
  • Julian Steward y su concepto de los niveles de integración sociocultural.  Este concepto sugería que las unidades de la misma clase, cuando se hallan sujetas a procesos integrativos, podrían dar unidades nuevas que no solamente incluyeran las del nivel inferior sino que también mostraran características cualitativamente diferentes en el nivel superior, emergente.
  • Renacimiento del evolucionismo. En el s. XIX, el evolucionismo se vio frenado por el difusionismo. Evolucionistas y difusionistas no estaban contrapuestos sino interesados en fenómenos diferentes. Los evolucionistas reconocen los hechos de difusión para abstraer de ellos apoyo a su modelo de etapas sucesivas de desarrollo social cultural. Los difusionistas soslayaron el problema planteado por las grandes desigualdades en tecnología y organización de diferentes poblaciones y se centraron en la transmisión de formas culturales de un grupo a otro. Así dos escuelas de pensamiento coexistieron. Cuando Leslie White reintrodujo en los años cuarenta y cincuenta la perspectiva evolucionista en la antropología norteamericana, lo hizo reafirmando la validez del antiguo modelo propuesto por Tylor, Morgan y Spencer. A este modelo de evolución unilineal, Steward contrapuso un modelo multilineal que representaba la evolución como un proceso de ramificaciones sucesivas.  Posteriormente Sahlins y Service buscaron unificar los dos criterios contraponiendo las evoluciones general y específica como aspectos dobles del mismo proceso evolutivo.  Definieron la evolución general como el paso de una explotación menor de energía a una explotación mayor, de niveles inferiores a superiores de integración, y de una menor a una mayor adaptabilidad general. A la evolución específica la definieron como el paso filogenético, ramificante e histórico de la cultura a lo largo de sus muchas líneas, la modificación adaptativa de culturas particulares. Para ellos el medio influía tanto en aspectos físicos como socioculturales de la vida humana, pero acentuaron los primeros. En los años sesenta y setenta creció la complejidad del estudio de los sistemas ecológicos particulares, sin por ello trascender el análisis funcional del caso aislado, al que ahora se hipotetizaba como un todo ecológico integral y autorregulador. Así, del estudio de la adaptación ecológica al estudio comparativo de casos aislados.

Esta concentración ecológica es paralela al interés por el estudio y desciframiento de lo que se encuentra en la cabeza de poblaciones aisladas transmisoras de cultura; interesa la investigación de microcosmos locales de significado, considerados autónomos. Esta vuelta al estudio del significado ha sido fuertemente influida por el desarrollo de la lingüística.

Algunos antropólogos, pues, se centran en el estudio del caso aislado; otros esperan convertir en ciencia a la antropología comparando estadísticas de rasgos tomados de grandes muestras de casos etnográficamente conocidos. También así se suponen la autonomía e indeterminación de los casos que se eligen.

Este concepto de una sociedad y cultura autónomas, autorreguladas y autojustificadas ha atrapado a la antropología dentro de los límites de sus propias definiciones, pues se deja fuera el estudio de poblaciones reales que tienen conexiones y relaciones con otras.

Los antropólogos buscan réplicas prístinas del pasado precapitalista y preindustrial pero ni europeos ni norteamericanos hubieran encontrado jamás a estos supuestos porteadores de un pasado prístino si no se hubieran encontrado unos a otros, cuando Europa se apoderó de los recursos de poblaciones de otros continentes.  Por ello se ha dicho que la antropología es hija del imperialismo. Lo primitivo prístino es un mito de la antropología, como muestran los trabajos de lo que se llama etnohistoria. Quizás, a la etnohistoria se le dio ese nombre para separarla de la historia verdadera, que es el estudio de los supuestamente civilizados.  Sin embargo, los dos tipos de historia son la misma: su historia y nuestra historia son parte de la misma historia.

Los usos de Marx

Si aceptamos la existencia de estas conexiones, podemos considerarlas como parte de un proceso común que las genera y organiza manteniendo, sin embargo, un sentimiento o percepción de su desenvolvimiento en el tiempo y en el espacio conforme envuelve y absorbe a una población u otra. El mayor obstáculo para el desarrollo de esta perspectiva radica en la especialización.

Este hecho tiene su historia pues las diversas disciplinas académicas proceden de la economía política. La economía política se esforzó por dejar al descubierto las leyes o regularidades que rodean la producción de riqueza. Ello entrañó un interés por descubrir cómo la riqueza se generaba en la producción; por precisar el papel de las clases en la génesis de la riqueza; y por determinar el papel del Estado en relación con las diferentes clases. Este interés fue común a conservadores y socialistas por igual, aunque hoy en día se atribuye únicamente a los marxistas.

Probablemente el concepto de economía política como una estructura de clases fue lo que llevó a las nacientes ciencias sociales a volverse contra el concepto de clase.  Si a las relaciones sociales, económicas y políticas se las veía como algo que llevaba en sí una división entre clases antagónicas, dotadas por la estructura misma de la economía política con intereses y capacidades opuestas, en este caso la búsqueda del orden se vería perturbada por el espectro de la discordia.  Por el contrario, las diversas disciplinas de las ciencias sociales volvieron la espalda a la economía política y se dedicaron al estudio intensivo de las interacción de los individuos, en grupos primarios y secundarios, en el mercado, en los procesos del gobierno.  También dejaron de interesarse en cuestiones cruciales sobre la naturaleza de la producción, de la clase y del poder como por ejemplo en qué condiciones la producción lleva consigo el surgimiento de clases o la naturaleza del Estado.

Marx sí se interesó por estas cuestiones. Para él, la producción comprendía simultáneamente las relaciones del género humano con la naturaleza, las relaciones sociales en cuyo seno entran los humanos en el curso de su transformación de la naturaleza, y las transformaciones consecuentes de la capacidad simbólica humana. Así, el concepto no es meramente económico sino también ecológico, social, político y psicológico-social.  Es de carácter relacional.

Debido a que Marx planteó estos interrogantes de un modo persistente y sistemático, sigue siendo un interlocutor oculto en gran parte del razonamiento de las ciencias sociales. Se ha dicho que las ciencias sociales no son otra cosa que un largo diálogo con el espíritu de Marx.

Marx estuvo en contra de todos aquellos que quisieron universalizar la Sociedad, el Mercado o el Proceso Político y a favor de la existencia de diferentes modos de producción en la historia humana. Cada modo representaba una combinación diferente de elementos. Lo que era verdad respecto a un modo no lo era respecto a otro: por lo tanto, no había historia universal.

Los dos elementos que constituían un modo de producción y su combinación característica tenían para él una definible historia de origen, de desarrollo y de integración.

Fue historiador de configuraciones o síndromes de relaciones materiales. Se empeñó en entender la historia y el modo de actuar de un modo en particular, el capitalismo, y no lo hizo por defenderlo, sino para lograr su transformación revolucionaria. 

De Marx hemos aprendido unas lecciones vitales:

  • No entenderemos el mundo presente a menos que remontemos el crecimiento del mercado mundial y el curso de la evolución capitalista.
  • Debemos tener una teoría de ese crecimiento y desarrollo.
  • Debemos poder relacionar la historia y la teoría de esa evolución en marcha con los procesos que afectan a las poblaciones locales.
  • La historia informada teóricamente y la teoría informada históricamente deben conjuntarse para explicar poblaciones especificables en el tiempo y en el espacio, tanto como resultados de procesos significativos, cuanto como portadores de ellos.

Entre quienes han contribuido más a la historia informada teóricamente del mundo al cual dio vida el capitalismo destacan André Gunder Frank e Immanuel Wallerstein. Frank afirmó la relación entre desarrollo y subdesarrollo.  El capitalismo convirtió las regiones en las que penetró en satélites dependientes del centro metropolitano.  Extrayendo los sobrantes producidos en los satélites para satisfacer los requerimientos de la metrópoli, el capitalismo deformó y frustró el desarrollo de los satélites para su propio beneficio.  A este fenómeno Frank lo llamó el desarrollo del subdesarrollo.  Esta relación de explotación se repitió dentro de cada satélite: las clases y regiones en contacto más estrecho con la metrópoli externa se llevaban los sobrantes del interior, con lo cual deformaban su desarrollo.

Similar al enfoque de Frank es el relato explícitamente histórico de Wallerstein de los orígenes capitalistas y del desarrollo de la economía mundial europea. Esta economía mundial, que se origina a finales del siglo XV y principios del XVI, constituye un mercado mundial al que caracterizan divisiones mundiales del trabajo. Las firmas (sean individuos, empresas o regiones) se presentan en este mercado a cambiar las mercancías que han producido, de lo que esperan lograr una utilidad. Esta búsqueda de utilidad guía tanto la producción en general como la especialización de la producción. Las utilidades las generan los productores primarios (a quienes Wallerstein llama proletarios, sin importar la forma en que su trabajo sea movilizado). Los capitalistas (a quienes Wallerstein clasifica como burgueses in importarle cuál sea la fuente de su capital) se apropian de esas utilidades. El crecimiento del mercado y la resultante división mundial del trabajo generan una distinción básica entre las naciones centrales (las metrópolis de Frank) y la periferia (los satélites de Frank).  Las dos están ligadas por un intercambio desigual, por el cual mercancías de altos salarios (pero baja supervisión), alta utilidad, mucho capital intensivo producidas en el centro son intercambiadas por mercancías de salarios bajos (pero de elevada supervisión), baja utilidad, poco capital intensivo que son producidas en la periferia.  En el centro las mercancías se producen principalmente por medio de trabajo libre remunerado por un salario; en la periferia las mercancías se producen principalmente por una u otra clase de trabajo forzado.

Para explicar esta diferencia, Wallerstein recurre básicamente a la demografía. Sostienen que el crecimiento del trabajo de salario libre en el área central surgió en respuesta a las elevadas densidades de población que hicieron que los trabajadores compitieran entre sí y que se sometieran a la disciplina de mercado, en tanto que en la periferia, las bajas densidades de población favorecieron el incremento de la coerción del trabajo.

Lo más importante en la obra de Frank y Wallerstein es que han sustituido los estériles debates sobre modernización con una explicación de cómo el capitalismo evolucionó y se propagó; fue una evolución y propagación de relaciones entrelazadas pero diferenciadas. El fin principal fue entender cómo el centro subyugó a la periferia y no estudiar las relaciones de las micropoblaciones. Esto los lleva a no considerar la variedad de tales poblaciones, de sus modos de existencia antes de la expansión europea y el advenimiento del capitalismo, y de la manera en que estos modos fueron penetrados, subordinados, destruidos o absorbidos, primero por el creciente mercado y luego por el capitalismo industrial.

Tema 3 – Los dos frentes de la ruptura antropológica: Mauss y Polanyi

è El contexto maussiano. El ensayo sobre el don. Las tres obligaciones.

è Polanyi: La Gran transformación. La concepción utópica del liberalismo económico. Las tres mercancías ficticias: trabajo, tierra y dinero. La economía, su modelo de hombre y la idea de  ganancia. El concepto de individuo.

è Mauss y Polanyi: convergencias y divergencias.

GMS (Moreno Feliu, Paz) – PRESENTACIÓN

[VER TEMA 1]

Macel Mauss: Ensayo sobre el don. (EGM) (Pg 159-167; 173-174; 179-182)

INTRODUCCIÓN

Sobre el don y en especial sobre la obligación de devolver los regalos

Epígrafe

                Mauss comienza su ensayo con la transcripción de unas estrofas de un antiguo poema escandinavo, donde se relata la relación entre huéspedes e invitados y se hace referencia al deber de la reciprocidad y la hospitalidad.

Programa

                En la civilización escandinava, como en otras, los intercambios y los contratos tienen lugar en forma de regalos que, en teoría, son voluntarios, pero que, en realidad, se dan y se devuelven obligatoriamente.

                El interés se centra en estudia tanto el régimen del derecho contractual, como el sistema de prestaciones económicas entre las diversas secciones o subgrupos de que se componen las llamadas sociedades arcaicas. Esto abarca un conjunto de hechos complejos y entremezclados, que constituyen la vida social de las sociedades precedentes. En estos fenómenos sociales totales se manifiestas a la vez todo tipo de instituciones: religiosas, jurídicas y morales que son políticas y familiares al mismo tiempo; así como económicas (formas de producción y consumo, de prestación y distribución); y además fenómenos estéticos y morfológicos.

                Mauss sugiere tomar, de todos ellos, un solo rasgo: el carácter voluntario de esas prestaciones que parecen libre y desinteresadas, pero que son obligatorias e interesadas. Incluso cuando se trata de un regalo, en el gesto que acompaña la transacción no hay más que ficción, formalismo y farsa social.

                ¿Cuál es la norma del derechos y del interés que ha hecho que en las sociedades pretéritas o arcaicas el regalo recibido tenga que ser obligatoriamente devuelto? ¿Qué poder tiene el objeto que se da que obliga al receptor a devolverlo? Mauss de ocupará de estos problemas, par conseguir unos propósitos:

  • Conclusiones de tipo arqueológico, relativas a la naturaleza de las transacciones humanas en las sociedades que nos rodean o precedentes.
  • Describir el fenómeno del intercambio y del contrato en sociedades que, en contra del o que se ha pretendido, no carecen de mercados económicos, ya que según Mauss,  el mercado es un fenómeno humano que se produce en todas las sociedades conocidas, aunque el régimen de intercambio sea distinto al nuestro.
  • Estudiar el mercado antes de la aparición del mercader y el dinero, antes del descubrimiento de las formas de contrato y venta modernos.
  • Examinar la moral y la economía que rige esas transacciones.

Método utilizado

Mauss sigue un método preciso de comparación: primero estudia su objeto en ciertas zonas específicas y seleccionadas: Polinesia, Melanesia, el Noroeste americano. Después estudia documentos. Por último, cada estudio se centra en sistemas que se obliga a describir íntegramente.

La prestación. El don y el potlatch  (Sobre las formas arcaicas del contrato)

                Mauss estudia las sociedades polinesias para demostrar lo alejadas que están, en derecho y economía, del estado de naturaleza, ya que con ellas se había ejemplificado que en las sociedades mal llamadas primitivas no existía una “Economía Natural”.

                Lo primero que constata es que en sus intercambios simples de bienes, riquezas o productos no se llevan a cabo por individuos, sino por las colectividades. Son personas morales: clanes, tribus y familias y lo que intercambian no son sólo bienes económicos, sino también cortesías, ritos, apoyos militares, mujeres, danzas, fiestas, etc., en las que la transacción y la circulación de riquezas es tan sólo uno de los términos de un contrato más general y permanente.

Estas prestaciones y contraprestaciones, en forma de presentes y regalos, parecen voluntarias, pero realmente son obligatorias. Mauss propone denominarlas sistema de prestaciones totales.

  • El tipo más puro lo encontramos en la alianza de dos fratrías en las tribus australianas o norteamericanas donde los ritos, matrimonios, herencia, lazos del derecho, rangos militares y sacerdotales son complementarios y suponen la colaboración de las dos mitades dela tribu.
  • Una forma típica, desarrollada y rara, de prestaciones totales: el potlatch. Son ricas tribus de la costa y las islas norteamericanas que pasan el invierno celebrando un festival continuo de banquetes, ferias y mercados que son, al mismo tiempo, la asamblea solemne de la tribu. Todo – clanes, matrimonios, iniciaciones, chamanismo, culto a los dioses, al tótem o a los ancestros – se entremezcla en una inextricable red de ritos, prestaciones jurídicas y económicas, de adscripción de rangos políticos en la sociedad de loso hombres, en la tribu, en las confederaciones de tribus e, incluso, internacionalmente. Lo más destacable es el principio de rivalidad y antagonismo entre las tribus que domina todas las prácticas y que les lleva a librar batallas y a muertes de jefes y nobles enfrentados. Para eclipsar al jefe rival, también un asociado, pueden destruir suntuariamente todas las riquezas acumuladas (Matar la riqueza). Hay prestación total en el sentido que, mediante el jefe, es todo el clan quien contrata por todos, por todo lo que posee y por todo lo que hace. Para el jefe tiene un fuerte carácter agonístico. Es usuaria y suntuaria, pero, sobre todo, una lucha de nobles para establecer una jerarquía que más tarde beneficiará a todo el clan. (Mauss aconseja denominarlo prestaciones totales de tipo agonístico).
  • Formas intermedias, se han encontrado también en otros lugares del mundo, donde los intercambios pueden estar caracterizados por una rivalidad extrema, con destrucción de riquezas (como en el noroeste americano o Melanesia) o, sencillamente, con la rivalidad de los contratantes en los regalos (Tracia).

Este tipo de derecho y de economía contiene diversos temas –reglas e ideas-. El más importante de estos mecanismos espirituales es, claramente, el que obliga a devolver el regalo que se ha recibido. Muy acusado en Polinesia.

               

CAPÍTULO I

El intercambio de dones y la obligación de devolverlos (polinesia)

III – Otros temas: la obligación de dar y la obligación de recibir.

               

En la prestación total, existe, además de la obligación de devolver, la obligación de dar y la de recibir. Así se entiende por completo esta institución.

  • La obligación de recibir: Un clan, casa, grupo o huésped no están libres de pedir hospitalidad, de recibir regalos, de comerciar, de contraer alianzas a través de las esposas o parientes.
  • La obligación de dar: se da porque se está forzado a hacerlo, puesto que el receptor posee una especie de derecho de propiedad sobre todo lo que pertenece al donante. Esta propiedad se percibe como un vínculo espiritual.

Esta correspondencia entre derechos y deberes se concibe como una mezcla de vínculos espirituales entre las cosas, que son parte del alma, y entre los individuos y los grupos, que son parte de las cosas.

Todas estas instituciones expresan un hecho, un régimen social, una mentalidad concreta: la de que todo, alimentos, mujeres, niños, bienes, talismanes, la tierra, el trabajo, los servicios, los oficios sacerdotales y los rangos, es objeto de transmisión y de balance.

CAPÍTULO II

Extensión de este sistema (liberalidad, honor, dinero)

III El noroeste americano

Las tres obligaciones: dar, recibir, devolver.

  • La obligación de dar es la esencia del potlatch. Un jefe debe ofrecer potlatch por sí mismo y por sus familiares. Sólo conserva su autoridad si demuestra que está favorecido por los espíritus y por la fortuna y sólo puede demostrar esa fortuna gastándola, distribuyéndola, humillando a otros. Entre los indios, perder el prestigio, es perder la “cara”, el alma, el depreco a encarnar un espíritu, a llevar un tótem. E sla persona quien pierde en el potlatch, del mismo modo que se puede perder en la guerra. La obligación de invitar solo tiene sentido cuando se convida a personas que no pertenecen a la familia, al clan o la fratría y olvidarse de alguien tiene consecuencias funestas. El potlatch, la distribución de bienes, es el acto fundamental del reconocimiento militar, jurídico, económico y religioso del jefe y de su hijo.
  • La obligación de recibir. No se tiene derecho a rechazar un don, un potlatch. Hay que mostrar que no se tiene miedo a devolver el regalo y a quedar “chafado” mientras no se devuelva. Pero, al menos entre los Kwakieutl, una determinada posición dentro de la jerarquía y las victorias en anteriores potlatch permiten rechazar la invitación o, incluso, los regalos sin que estalle una guerra. El potlatch entonces se convierte en obligatorio para quien lo ha rechazado, tiene que hacer más rico el festival. Además, recibir un regalo es “echarse peso encima”; al aceptar, además de beneficiarse de algo, se está aceptando un desafío para devolverlo con creces.
  • La obligación de devolver es la esencia del potlatch en la medida en que no consiste en pura destrucción. Porque, normalmente, el potlatch y todos los regalos, debe devolverse con interés, con dignidad y esto es imperativo. La sanción por incumplir esta obligación es la esclavitud por deudas. El individuo que no ha podido devolver el préstamo, o el potlatch,  pierde su rango e, incluso, su condición de hombre libre.

(EGM) M. Godelier – ACERCA DE LAS COSAS QUE SE DAN, DE LAS COSAS QUE SE VENDEN Y DE LAS QUE NO HAY QUE VENDER NI DAR SINO QUE HAY QUE GUARDAR. UNA REEVALUACIÓN CRÍTICA DEL ENSAYO SOBRE EL DON DE MARCEL MAUSS.

(Pg 195-197)

               

El objetivo común de historiadores y antropólogos es analizar y comprender los diferentes modos de vida y pensamiento inventados por la humanidad en su historia. El hombre no vive en sociedad como los otros animales sociales, sino que produce sociedad para vivir.

                Para construir una sociedad es necesario que una cierta cantidad de individuos y de grupos se reconozcan en una identidad común, estén unidos por relaciones de dependencia material, política y simbólica que hagan que cada uno, hasta cierto punto, contribuya a reproducir a los otros y dependa de los otros para reproducirse, así como a producir un todo que los contiene y que los supera por separado.

                Las contradicciones y los conflictos forman parte del funcionamiento normal de las sociedades, que provienen de dentro, pero también de fuera de ellas. Un ejemplo sería la dominación del sistema capitalista. A partir de los países centrales se difunde la idea de que “everything for sale”.

                El objetivo de Godelier es reexaminar el lugar del don en las diferentes culturas y mostrar que incluso en las sociedades en las cuales la economía de mercado está más desarrollada existen realidades esenciales que están más allá del mercado.

                El imprescindible Essai sur le Don, de Marcel Mauss. Fue escrito en 1925, unos años después de la Primera Guerra Mundial y de la revolución bolchevique en Rusia. Mauss, siendo socialista, era opuesto al bolchevismo por dos razones: por querer construir una economía que prescindiera del mercado y por recurrir a la violencia para transformar la sociedad. Pero en el Ensayo, Mauss critica principalmente al Liberalismo.

                Hoy en día, estar excluido de la economía significa estar prácticamente excluido de la sociedad. El Estado, habitual redistribuidor de la riqueza,  deja decidir al mercado dando a cada uno según sus medios (financieros) la educación, la salud, al protección social, etc. Hoy de manera paradójica se retorna a la caridad y de nuevo el don vuelve a ser socialmente necesario. El interés por la obra de Mauss renace en el nuevo contexto.

                Según Godelier, algunos problemas no fueron tratados ni por el propio Mauss, ni por Levi-Strauus. En el estudio sobre potlatch, por ejemplo, existían unos objetos, unas piezas de cobre, muy apreciados y que jamás entraban a formar parte del potlatch. Se consideraban sagrados y estaban inmovilizados en los tesoros de los clanes.. Era otra categoría de objetos, objetos sagrados, que había que conservar.

CAPÍTULO 3

T- (05S1) – Mauss y Polanyi: su importancia en la configuración de la Antropología Económica.

Son los dos formuladores pioneros, desde distintas perspectivas, de las teorías de la reciprocidad. Teorías insertadas en relaciones sociales propias de las culturas “primitivas” y opuestas a las sociedades capitalistas modernas en dos frentes que marcan la diferencia o especificidad de las relaciones recíprocas: relaciones sociales frente al contrato, y relaciones sociales entre las personas y los bienes frente a las mercancías.

Los conceptos de reciprocidad aparecen, en ambos, ligados a sus concepciones morales  y políticas, y unidos a lo que consideran problemático en su sociedad. Polanyi usa la comparación de otras sociedades con la suya para el rechazo del sistema capitalista. Mauss, en la última parte del Ensayo sobre el Don, 1925, expone un modelo de socialismo corporativo (no marxista), con restauración de las relaciones recíprocas. Mauss defiende una nueva moral, basada en el respeto mutuo y en la generosidad recíproca, para lograr la redistribución de la riqueza amasada. Es decir: la concepción de la reciprocidad como valor moral (positivismo durkheimniano).

Para Durkheim, lo moral es, por un lado, sinónimo de lo social y, por otro, el aglutinante necesario de una sociedad actual, laica, que carece (tras la revolución francesa) de instituciones intermedias entre el Estado y el individuo. Siguiendo esta doble concepción, Mauss propone que la reciprocidad como valor puede servir como argamasa de las relaciones sociales de una sociedad socialista futura.

Mauss, establece las comparaciones en términos evolutivos, unilineales, estableciendo continuidades entre sociedades “primitivas” y las futuras, y esto acarrea muchos problemas. Polanyi, sin embargo, compara desde la discontinuidad radical entre el capitalismo y el resto de sociedades. Compara nuestra cultura, con las otras (incluida la nuestra antes del liberalismo económico). Es decir, la sociedad moderna es un sistema peculiar, donde la economía es un concepto nuevo, propio de este sistema y, por tanto, desconocido en otras sociedades. Existe una discontinuidad radical: los fenómenos económicos, separados para nosotros del resto de la sociedad, están incrustrados en las instituciones del resto de las sociedades. (La Gran Transformación).

Los trabajos de Polanyi, trajeron consigo varias polémicas, aparte de la discusión sobre el principio de escasez, el estéril debate entre formalistas y substantivistas. Para Polanyi, si el sistema de mercado era excepcional, las teorías que lo explicaban, no se podrían aplicar universalmente. Aunque existe confusión  al encuadrarlo con unos u otros.

Polanyi rechaza explícitamente el capitalismo por sus efectos destructores para la sociedad y el medio ambiente, según sus fundamentos morales y analíticos (destrucción de relaciones no contractuales que forman el tejido social / 1930 como fin de la época dorada del libre cambio)

Mauss, que nunca habla de reciprocidad, presenta los dones, por una parte, insertos en un modelo evolucionista unilineal, es decir, en un continuo evolutivo. Polanyi, ve la reciprocidad como una de las formas de integración que se estable de forma limitada y así elimina la tensión del modelo de Mauss. La reciprocidad, según Algazi, es un constructo de los expertos (forma de integración en Polanyi), pero también un modelo de lo que son o deberían ser las relaciones sociales apropiadas a cada cultura, un modelo a partir del cual la gente establece, entre otras cosas, una visión de la moralidad.

(05SR1) (06SR1)¿Qué entiende Mauss por hecho social total?

                Cuando Mauss se plantea estudiar los fenómenos “económicos” en las sociedades primitivas parte del concepto de “hecho social total”, es decir, cualquier fenómeno social conlleva siempre dimensiones económicas, religiosas, morales o jurídicas, y no puede reducirse a uno solo de esos aspectos.

                Al estudiar el potlatch, como un hecho social total, Mauss advierte que, aunque la entrega del regalo parezca voluntaria y por tanto falta de un vínculo mercantil (no existe remuneración), lo que se está creando es un vínculo social de gran valor, que obliga al que recibe el regalo a devolver otro regalo (don y contradon). Se trata de una prestación total de tipo agonístico. Este autor entiende por esto que se trata de un intercambio “económico”, aunque de un régimen distinto al actual. Se podía considerar una forma arcaica del contrato.

(05F1) ¿Qué pasa si se incumplen las obligaciones del don?

                La economía de las sociedades “primitivas” del tipo de prestaciones totales (potlatch) que Mauss estudia, establece como reglas principales la obligación de devolver el regalo recibido, la obligación de dar y la obligación de recibir, establecidos como vínculos espirituales, al considerar estos fenómenos sociales como un “hechos sociales totales”

                La mentalidad concreta que establece estas pautas en estas sociedades es la de que todo. Alimentos, personas, bienes, tierra, trabajo... es objeto de transmisión y de balance.

                En el potlatch, el dar significa sobre todo prestigio. Al dar más que otro se significa que la fortuna sonríe al grupo y que son merecedores de portar el tótem que los identifica. Se está reconociendo su autoridad. Esta distribución de bienes es el acto fundamental del reconocimiento militar, jurídico, económico y religioso del jefe y de su hijo. Por este motivo, si alguien no aporta potlatch su prestigio social se desvanece.

                La obligación de recibir significa que no se puede rechazar el don. Su incumplimiento significaría que se tiene miedo a devolver el regalo, puesto que hay que de volverlo con creces, y a caer en desgracia hasta que se devuelva. En algunas tribus, los ganadores anteriores pueden rechazar ese don que, sin embargo, les obliga a aportar más potlatch al festival.

                Los regalos deben devolverse con interés y con dignidad. Si se incumple esta obligación el jefe recibe la sanción dela esclavitud por deudas. Dicha persona pierde su rango e, incluso, su condición de hombre libre.

Tema 4 – Polanyi en América: definición formal y substantiva de lo económico

è Orientación substantivista: definición formal y substantiva de Economía. La Economía como un proceso institucionalizado. Las formas de integración económicas. La noción de incrustación y las relaciones economía-sociedad antes de la existencia de la Economía de Mercado.

è Orientación formalista: definición de Economía. El Homo Economicus. Marginalismo, escasez y maximización. Aplicación de la orientación marginalista a las sociedades sin mercado.

è La polémica: textos fundamentales.

Addenda - TEMA 4

La orientación substantiva está directamente asociada a la obra de Polanyi. Ya en 1944 en el capítulo cuarto de The Great Transformation  había definido los conceptos de reciprocidad y redistribución con la necesidad de existencia de instituciones simétricas y centrales. Aunque no fue hasta 1959 cuando, en un artículo del libro Trade and market in the early Empire, cuando los antropólogos se fijan en la radical separación que hace el autor entre lo “formal” y lo “sustantivo” de la Economía y en su exposición de cuáles son las formas de integración.

Dalton defiende claramente el análisis substantivo en su revisión del surgimiento del Mercado y las teorías económicas (1983)

La definición de “economía” dada por el economista L. Robbins (La economía es la ciencia que estudia la conducta humana como una relación entre fines y medios escasos que tienen usos alternativos) es aceptada unánimemente por los formalistas, que no son ni una escuela ni un cuerpo unitario.

Los artículos más apasionados sobre la aplicabilidad de modelos económicos a toda sociedad y sobre todo sus asunciones más “individualistas” (y sicologizantes) son los de R. Burling.

Ya en 1953, Sol Tax había observado que los conceptos económicos formales se aplicaban mejor cuando las formas económicas eran similares alas occidentales. La presencia poderosa en todo el mundo del sistema de Econmía de Mercado, ha alterado (y asimilado) otras formas económicas.

Bennet y Kanel señalan muchas d elas limitaciones de lso estudios formales al tomar en cuenta al productos individual sin considerar las modificaciones institucionales.

GMS (Moreno Feliu, Paz) 
POLANYI: El sistema económico como proceso institucionalizado

Al referirse a las actividades humanas, el término económico tiene dos significados de raíces independientes, que llamamos  significado substantivo y significado formal. El significado substantivo de “económico” deriva de que el hombre depende para su  subsistencia de la naturaleza  y de sus semejantes, se refiere a un intercambio  con el medio ambiente natural y social para su satisfacción material. El significado “formal “de lo económico se refiere a la elección de los distintos usos del medio, usos alternativos,  cuando estos son insuficientes (economizar, ahorrar). (Economía formal). Estos dos significados no tienen nada en común, el primero procede de la realidad y el segundo de la lógica. El significado substantivo no implica elección ni insuficiencia de los medios, puede darse elección sin escasez de medios. La propuesta de Polanyi en este texto es que solo el significado substantivo puede producir los conceptos que necesitan las ciencias sociales para la investigación de todos los sistemas económicos empíricos del pasado y del presente. El concepto habitual de económico funde los significados de subsistencia y escasez. Los dos últimos siglos produjeron en Europa occidental y Norteamérica una forma de sistema económico que consistía en un sistema de mercados formadores de precios, que implican que los participantes en las acciones de intercambio tuvieran que hacer elecciones provocadas por la insuficiencia de medios, el sistema podía reducirse a un modelo que se prestaba a la aplicación del método “formal” de económico. Por lo tanto en la práctica el sistema formal y el substantivo coincidían. Según Polanyi los profanos aceptaron este concepto compuesto, no entendiendo la importancia que tenía para los análisis sociológicos el distinguir entre los dos significados, aunque estos se unieran en la práctica. Con esto se identificaba artificialmente la economía con su forma mercantil. (1). El antropólogo, el sociólogo y el historiador, se enfrenta en el estudio de la economía humana, con una serie de instituciones que no eran de mercado, pero en las que estaba incrustada la subsistencia humana. (2).

El significado formal y el significado substantivo de lo económico. La acción racional podemos definirla como la elección de los medios adecuados para determinados fines concretos. No se refiere a medios ni a fines, si no a la adecuada relación entre ambos. Este “medio” (vaso de agua) concuerda con este “fin” (saciar la sed). Si la elección está determinada por la escasez de medios, la acción racional se convierte en “economía formal. Para que esto ocurra se requiere que haya insuficiencia de medios, escasez, pero a la vez posibilidad de elección. El análisis económico, como disciplina, es el resultado de la aplicación de la economía formal al sistema económico de mercado, en el que todos los bienes y servicios, incluido el trabajo, la tierra y el capital, están a la venta y por lo tanto tienen un precio. La utilización del significado formal denota como vemos que el sistema económico es una serie de actos dirigidos al ahorro, inducido por situaciones de escasez y orientados por los precios resultantes, y esta situación solo se da en un sistema de mercado. Por ello fuera de este sistema el análisis económico pierde relevancia. Por lo tanto no sería universal. (3).

El origen del significado sustantivo es el sistema económico empírico, es decir el proceso instituido de interacción entre el hombre y su medio ambiente para el continuo abastecimiento de medios materiales que satisfagan sus necesidades. El sistema económico es un proceso institucionalizado. El término “proceso” denota movimiento, cambio de localización o cambio de apropiación (consumidor, productor) de los elementos materiales (producción, bienes). Las actividades sociales que forman parte de este proceso se pueden denominar económicas. Todos los componentes del proceso se pueden considerar económicos (ecológicos, tecnológicos o societales). Sin embargo, este proceso no se puede reducir  a una interacción mecánica o biológica y psicológica de elementos, sin tener en cuenta al menos las condiciones sociales de donde nacen la motivación de los individuos, por eso es importante el aspecto institucional de la economía, ya que la “institucionalización” del proceso económico dota a este proceso de unidad y estabilidad, crea una estructura con una función determinada en la sociedad y centra el interés en los valores , los motivos y la política, de aquí deriva la afirmación de que el sistema económico humano es un proceso institucionalizado (unidad y estabilidad, estructura y función, historia y política)(4). La economía humana por lo tanto está incrustada en instituciones económicas y no económicas (religión, gobierno) igual de importantes para el funcionamiento de la economía como las monetarias o las herramientas. (2).

Reciprocidad, redistribución e intercambio (5). Empíricamente nos encontramos con distintos modelos institucionales o formas de integración, las principales son: la reciprocidad, la redistribución y el intercambio. La reciprocidad denota movimientos entre puntos correlativos de agrupamientos simétricos, presupone como trasfondo agrupamientos simétricamente dispuestos. La redistribución designa los movimientos de apropiación hacia un centro y luego hacia el exterior, depende de centralidad en el agrupamiento. El intercambio hace referencia a movimientos de ida y vuelta, entre manos en el sistema de mercado, por lo que precisa de este sistema para que forma los precios. El efecto integrador está condicionado a la presencia de determinados dispositivos institucionales como las organizaciones simétricas, los puntos centrales y los sistemas de mercado respectivamente. La reciprocidad como forma de integración gana fuerza, en la medida en que puede utilizar formas de redistribución o de intercambio como métodos subordinados. La redistribución se consigue siempre que los bienes se reúnan en una sola “mano”, reunión física o apropiativa. La redistribución se presenta en todos los niveles de civilización desde la tribu cazadora primitiva. El intercambio requiere un mercado formador de precios, se distinguen tres tipos de intercambio: intercambio operacional, intercambio basado en un acuerdo previo,  intercambio integrador.

Superficialmente, puede parecer que las formas de integración reflejan las formas de comportamiento individual: si es frecuente la reciprocidad entre individuos, aparecería una integración recíproca; donde es normal compartir las cosas de un fondo común, se presentaría la integración redistributiva; igualmente, los frecuentes trueques darían lugar a una integración por intercambio. Pero, el hecho significativo es que los simples agregados de comportamientos personales no crean por sí solos tales estructuras. En la esfera económica, la conducta interpersonal no tiene los efectos esperados en ausencia de unas concretas precondiciones institucionalizadas.

Las formas de integración no presentan etapas de desarrollo, ni orden temporal. Las sociedades tribales practican la reciprocidad y la redistribución, mientras que las arcaicas son fundamentalmente redistributivas, jugando el intercambio un papel menor.

[Fuera de programa] Formas de comercio, usos del dinero y elementos del mercado.. El comercio así como algunos usos del dinero es tan antiguo como la humanidad misma, mientras que los mercados no ganan importancia hasta tiempos históricos recientes. Si se considera como un sistema de intercambio, punto de vista cataláctico*,  el comercio, el dinero y el mercado constituyen un todo indisoluble en el que el entramado conceptual común es el mercado, el comercio es un movimiento de doble dirección de bienes a través del mercado y el dinero como bienes cuantificables que se utilizan para el intercambio indirecto para facilitar el movimiento. Formas de comercio. Desde el punto de vista sustantivo el comercio es una forma pacífica de adquirir bienes de los que no se dispone de manera inmediata, lo que lo distinguen de las expediciones de caza es su bilateralidad, que asegura también su carácter pacífico. Desde el punto de vista del intercambio (cataláctico) el comercio es un movimiento de bienes que pasa por el mercado. Toda mercancía es objeto potencial de comercio y todo comercio es comercio de mercado.. (6)Además como la caza, y las expediciones sociales primitivas el comercio no es tanto una actividad de un individuo como la actividad de un grupo, reunión de distintas comunidades para el intercambio de bienes, (intercambio de esposas…), en las que no se busca el beneficio individual, ni hay comerciantes. La sociedad arcaica presenta dos figuras de comerciantes el primero está relacionado con los gobernantes, parte más alta de la escala social y el segundo depende para su subsistencia del rudo trabajo del transporte , parte mas baja de la escala social. Tratándose de transporte de bienes a distancia y en las dos direcciones el comercio tiene una serie de componentes: personas, transporte, bienes y bilateralidad, según la bilateralidad nos encontramos el comercio de presentes, el comercio administrado y el comercio por medio de un mercado. El comercio de presentes une a las partes por relaciones de reciprocidad (socios kula). El comercio administrado asienta sus cimientos en las relaciones de pacto, presupone organizaciones comerciales relativamente permanentes como los estados o compañías establecidas por ellos. El comercio por medio de un mercado es el intercambio la forma de integración que relaciona mutuamente a los asociados. Cuestiones tales como ¿cuándo y cómo se vinculó el comercio a los mercados? y ¿en qué época y en qué lugar encontramos la solución general conocida como comercio por medio de mercado?  han sido excluidas bajo la influencia de la lógica cataláctica (formal), que tiende a fusionar el comercio y el ercado de forma inseparable. Uso del dinero. La definición cataláctica del dinero es la de medio de intercambio indirecto. La definición substantiva del dinero, como la del comercio, es independiente de los mercados y se define como  objetos cuantificables que se utilizan para el pago, estándar o patrón y para intercambio. Elementos del mercado. El mercado es el locus de intercambio y deriva de las premisas catalácticas. Según  la  perspectiva substantivista el intercambio es el movimiento mutuo de  apropiación de bienes entre manos, tal movimiento puede ocurrir con equivalencias  fijas o contractuales. Siempre que hay intercambio hay equivalencia. Las instituciones de mercado son las que abarcan las ofertas y las demandas, que son los elementos del mercado. El precio es otro elemento del mercado y es como se designa a las proporciones cuantitativas de bienes de distintas clases efectuadas mediante trueque o regateo. Esta forma de equivalencia es característica de las economías integradas mediante el intercambio.

Conclusión: La estructura conceptual en el campo de los estudios económicos tendría que basarse en el significado substantivo de lo económico.

Texto 1 (Los Formalistas). R. BURLING (1962 [1974]) Teorías de Maximización y el estudio de la Antropología Económica. [Fragmento]

... Definición de Economía

                La economía es el estudio de la asignación de los medios escasosa objetivos múltiples o, más ampliamente, la ciencia que estudia el comportamiento humano como una relación entre fines y medios escasos que tiene usos alternativos (Robbins, 1953).

Firth o Herkovits han usado similares definiciones, pero, después de indicar que la elección, la asignación y la economización constituyen el núcleo del comportamiento económico, vuelven a introducir una consideración de “economizar” entre los fines y los objetos materiales, o bien sólo entre los objetos que nosotros incluimos en nuestro sistema de mercado. Éste es el error que Robbins evita.

Robbins  señala que no hay problema económico si se dispone de medios ilimitados para alcanzar una meta y, además, no tenemos que economizar si algo no tiene usos alternativos. Cuando el tiempo y los medios para alcanzar los fines son limitados y susceptibles de una aplicación alternativa y los fines pueden diferenciarse de en orden de importancia, entonces el comportamiento necesariamente asume la forma de “elección”. Hay que escoger entre los medios escasos y aplicarlos a fines valorados de forma diversa. La unidad de la ciencia económica, dice Robbins, se encuentra en la forma que asume el comportamiento humano para disponer de los medios escasos. Ni los fines ni los medios pueden necesariamente medirse en términos monetarios, ni la necesidad consiste en objetos materiales y por tanto la economía definida de esta manera no tiene necesariamente conexión con el uso del dinero ni de objetos materiales.

Si los economistas estudian los comportamientos en que el aspecto económico (elección y asignación) puede, hasta cierto punto, medirse en dinero, no se debe a los fundamentos de la economía, sino a qué comportamientos son más importantes o más fáciles de analizar. Evidentemente, en la sociedad primitiva, lo de restringirnos a los fenómenos con precio no es factible.

                Las implicaciones de agarrarse al especto “economizador” del comportamiento como aspecto central en los estudio de economía, tiene una gran amplitud y mi crítica a Firth y Herkovits es que no siguen las implicaciones de sus propias definiciones. Si todo comportamiento que implica asignación es económico, la relación madre – hijo tiene tanto aspecto económico como la del patrón y el trabajador.  Es, por tanto, bastante absurdo hablar de una institución o grupo de naturaleza económica. Todos los grupos tienen un aspecto económico.

                El economista no suele interesarse ni por los fines ni por los medios en sí mismos, sino por la forma en que se manipulan los medios para alcanzar los fines y sobre todo por la forma más eficiente para alcanzar determinados fines. El procedimiento más económico no es diferente para un primitivo que para cualquier otro, teniendo en cuenta, que tanto fines como medios pueden ser distintos en otra sociedad que en la nuestra. Si limitamos el problema a cómo un determinado individuo (empresario) puede conseguir mejor el fin de un gran beneficio monetario, éste será irreal aplicado a una sociedad primitiva. Aquí los fines no son tan simples.

                Polanyi reconoce que la “economía” se ha usado muchas veces para referirse a situaciones en este sentido que requieren elección en zonas de medios limitados. Argumentan que los mercados formadores de precios sólo se encuentran en un segmento limitado de la historia humana. Parecen concluir que, por esta razón, es difícil estudiar la adopción de elecciones en otras sociedades. Sin embargo, puede que merezca la pena examinar la adopción de elecciones incluso en sociedades donde están ausentes la moneda y los mercados formadores de precios. Puede ser estudiado el cálculo racionalizador. (Dote o precio de la novia con regateo). Parece razonable que ciertas características de nuestro mercado (ley de oferta y demanda) son aplicables a otros contextos. Esta posibilidad se oscurece si nos limitamos a bienes materiales.

                El término “económico”, el área de elección y la asignación de recursos escasos a metas alternativas estudiaría un aspecto del comportamiento, no una clase de comportamiento.

Texto 2 SCOTT COOK (1966) The obsolete “Antimarket” Mentality [Parte Final]

Polanyi afirma que la teoría económica es inaplicable al estudio de las economías “sin mercado”; que para estudiar lo económico es necesario desarrollar un nuevo enfoque, de orientación substantivista e inductiva, que nos aporte una metodología válida transculturalmente a partir de la cual elaboraríamos con el tiempo una “teoría económica general”.

                Estas posiciones substantivistas proceden de una ideología antimercado, que considera la teoría económica formal como fruto de la economía de mercado del siglo XIX. Estas creencias se basan en una burda simplificaión de la historia del pensamiento económico occidental y sus conclusines extremas proceden de falcias lógicas, de cierto seudo-inductivismo y de unas proposiciones metafísicas (inverificables).

Dalton ignora, a propósito, estudios cruciales que demuestran que muchos principios de la teoría económica, tras realizar varios cambios, se sostienen al analizar economías sin mercados.Los modelos y teorías tomados de la economía de mercado para el análisis de las economías sin mercado no presupone necesariamente “una asunción de que la estructura de mercado exista universalmente”.

                Según Cook, la antropología económica como ciencia sólo surgirá a partir de una “disciplina híbrida” que represente la fusión de dos tendencias: el estudio de la teoría económica por los antropólogos (como ya hizo Firth y hace Salisbury) y el desarrollo de una perspectiva antropológica por parte de los economistas. En gran medida, la antropología económica del futuro se centra en el desarrollo: cómo los primitivos se convertirán en campesinos y cómo los campesinos en proletarios. Ya hace tiempo que los economistas necesitan una inyección de relativismo cultural en su visión del mundo. Sin embargo, cualquier teoría general de economía comparada deberá proceder de que la habilidad para construir modelos de los economistas se aplique a los datos recopilados por los etnógrafos que conocerán las categorías relevantes y las herramientas conceptuales del análisis.

                Una concepción substantivista de la economía (actividad de subsistencia más la satisfacción de las necesidades materiales y a la que sólo se llega inductivamente) excluye la formulación de una ciencia viable de los sistemas económicos comparados.

PREGUNTAS - CAPÍTULO 4

P - (05S1) (07SR1) ¿Cuál es el punto de partida de la posición substantivista?

La posición substantivista, defendida por Polanyi, Dalton y otros, surge como crítica a la posición formalista, que identificaba lo “económico” con la elección de medios escasos para la consecución de fines múltiples. Para los substantivistas, este concepto formal es lógico o racional, fruto de la economía de mercado decimonónica y no válido para el análisis económico de las sociedades “primitivas”. Por el contrario, el origen del concepto substantivo de lo económico es empírico. Se trata de un  proceso instituido de interacción entre el hombre y su medio ambiente, que tiene como consecuencia un continuo abastecimiento de los medios materiales para satisfacer las necesidades. El sistema económico es pues un proceso institucionalizado. El significado substantivo de “económico” deriva de que el hombre depende para su  subsistencia de la naturaleza  y de sus semejantes, se refiere a un intercambio  con el medio ambiente natural y social para su satisfacción material. El significado substantivo no implica elección ni insuficiencia de los medios, puede darse elección sin escasez de medios.

P - (05SR1) ¿Cuál es el punto de partida de la posición formalista?

P - (06F2) ¿Cuáles son las bases de la orientación formalista?

La orientación formalista se basa en una definición de lo “económico” como la elección del uso de unos medios escasos para la consecución de unos fines múltiples (Robbins). El significado formal deriva del carácter lógico de la relación medios-fines, tal y como aparece en la palabra económico (barato) o economizar (ahorrar). Se refiere a la concreta situación de elegir y especialmente a la elección entre los distintos usos de los medios, cuando estos son insuficientes. Así, la elección, asignación y economización constituyen el núcleo del comportamiento económico.

         Sus argumentos son que no existen medios ni fines específicamente económicos sino que sólo es económico el proceso de asignación de recursos escasos a fines alternativos. Lo económico es sólo la relación entre fines y medios, la manera en que el individuo manipula sus recursos técnicos para conseguir sus objetivos.

         Según esta orientación, se pueden aplicar las teorías económicas a todas las sociedades, id est, incluso a las sociedades sin mercado: validez universal.

P -(08S1) ¿Por qué la figura del Homo Economicus ocupa un lugar central en la orientación formalista?

T- (08F1) El modelo de Homo Economicus y la concepción formalista.

En la Antropología del liberalismo económico hay un concepto fundamental que se ha acabado convirtiendo en una especie de fetiche a la hora de hablar sobre economía y política: «HOMO ECONOMICUS». Mediante esa expresión se designa una abstracción conceptual o, mejor, un modelo y una previsión que hace la ciencia económica sobre el modelo de comportamiento humano perfectamente racional, que es definido por tres características básicas: el «homo economicus» se presenta como “maximizador” de sus opciones, racional en sus decisiones y egoísta en su comportamiento. La racionalidad de la teoría económica descansa sobre la existencia y las “virtudes” calculadoras de ese individuo, que actúa en forma hiper-racional a la hora de escoger entre las diversas posibilidades. El origen conceptual de este «homo economicus» puede situarse en el libro II de LA RIQUEZA DE LAS NACIONES de Adam Smith (1776).

El «homo economicus» constituye un modelo teórico que pretende explicar cómo actuaría en condiciones ideales el sujeto “perfectamente racional”. Un individuo tal sería exclusivo, excluyente e insaciable o, si se prefiere, sería “maximizador” de sus preferencias: actuaría siempre de manera que consiguiera “más” por “menos”; el modelo da por supuesto que todo lo que hacen los hombres tiene sentido en y para el mercado.

En la sociedad industrial el crecimiento económico, que es el objetivo que justifica la actuación del individuo maximizador y racional, constituía la única manera de evitar que los pobres fuesen cada vez más miserables y que los salarios disminuyesen en su poder de compra. “Crecer” es como la varita mágica de la economía;

T - (05F1) – La polémica entre formalistas y substantivistas.

T- (07F1) La polémica entre formalistas y substantivistas: limitaciones teóricas.

[Ante la pregunta ¿hasta qué punto la teoría económica, tal y como la presentan los economistas, es capaz de informar sobre el funcionamiento de cualquier sistema económico concreto?, los antropólogos se enfrentaron en varias tesis respecto a la definición de lo económico. Principal fue la controversia entre formalistas y substantivistas que  se desarrolla en dos etapas: en los años 40 con las discusiones de Herskovits y Firth frente a Thurnwald y Malinowski, y en los años 60 con Leclair, Scheneider y Burling, frente a Polanyi, Dalton y Sahlins.

El precedente del debate estaba en Weber que distingue dos enfoques del hecho económico.  En el fondo del debate se halla en realidad una discrepancia acerca de la visión de la ciencia: una deductiva y formal (formalismo) y otra empírica e inductiva (sustantivismo).

El significado substantivo deriva de que el hombre depende, para su subsistencia de la naturaleza y de sus semejantes. Se refiere al intercambio con el medio ambiente natural y social, en la medida en que este intercambio tiene como resultado proporcionarle medios para su necesaria satisfacción material.

El significado formal deriva del carácter lógico de la relación medios-fines, tal y como aparece en la palabra económico (barato) o economizar (ahorrar). Se refiere a la concreta situación de elegir y especialmente a la elección entre los distintos usos de los medios, cuando estos son insuficientes.

El formal implica un conjunto de reglas relativas a la elección entre los usos alternativos de los medios insuficientes. El substantivo no implica ni elección ni insuficiencia de los medios.

Pero el concepto habitual de económico fundía los significados de subsistencia y escasez de lo económico. Esta combinación de términos se produjo por circunstancias del azar. Los dos últimos siglos produjeron en Europa occidental y Norteamérica una organización de la subsistencia humana para el que las reglas de la elección resultaban singularmente apropiadas. Esta forma de sistema económico consistía en un sistema de mercados formadores de precios. Implicaba que los participantes tuvieran que hacer elecciones provocadas por la insuficiencia de los medios. En la práctica el significado formal y substantivo coincidían y se aceptó que el término económico era un concepto compuesto de ambos significados.

Pero el antropólogo se enfrentaba con una gran variedad de instituciones que no eran mercado, en las que estaba incrustada la subsistencia humana. Sus problemas no podían ser afrontados con la ayuda de un método analítico, diseñado para una forma especial de sistema económico, basado en la presencia de elementos específicos del mercado.

Para los formalistas la teoría económica podía ser aplicada a todas las sociedades, tiene validez universal. Para los sustantivistas, las instituciones económicas tenían que ser estudiadas en cada caso: la teoría económica no era de aplicación general sino particular, sustantiva, es decir, propia únicamente de la sociedad occidental. Consideraban que la economía formal fue diseñada para explicar la economía de mercado, y no puede aplicarse a las economías sin mercado.]

La Antropología Económica se ha caracterizado por librar, en los años sesenta y setenta, un debate sin fin entre formalistas y substantivistas. Siguiendo a F. Cancian: “Los formalistas dicen que la economía es el estudio de la alocación de recursos escasos a fines alternativos. Es decir, es el estudio de economizar, o el modo en el que la gente maximiza las satisfacciones personales. Los economistas poseen teorías acerca de cómo la gente hace esto, dicen los formalistas, y no hay ninguna razón para pensar que estas teorías no son lo suficientemente generales como para no ser aplicables al estudio de sociedades no accidentales”... “No, replican los substantivistas, la teoría económica se basa en el estudio de las economías de mercado en las que ambas partes que intervienen en una transacción intentan maximizar el beneficio, y esto no ocurre en las sociedades no accidentales, por tanto la teoría no es lo suficientemente general y no se puede aplicar a sociedades no occidentales. Debemos estudiar las configuraciones únicas de las sociedades no accidentales, esto es, sus instituciones. El objeto de la antropología Económica es el estudio de las instituciones que proveen las necesidades materiales para la existencia humana”. “Pero, responde el formalista, no se puede probar que el hombre occidental no maximice, porque claramente está sujeto a varias clases de escasez, aunque sólo sea a la escasez de energía humana; y por tanto, debe adecuar medios escasos para obtener fines alternativos”. Se podría pensar, entonces, que “si todo el mundo maximiza y no se pueden separa las esferas de bienes materiales y no materiales, la antropología económica sería en estudio de toda la conducta humana, y eso parecería extraño”.

                Hoy en día, muy pocos autores siguen con la polémica, la solución fue apartarla del centro del escenario y tener en cuenta otras muchas corrientes que dicha polémica oscureció y que se han vuelto a tener en cuenta a partir de los años ochenta.

                Muchos textos de la polémica situaban el surgimiento de la Antropología Económica en los años cuarenta, pero esto solo es cierto según el reconocimiento en el mundo académico, porque según los problemas planteados, habría que situarlo anteriormente.

La citada polémica omitió importantes e interesantes corrientes y problemas, como por ejemplo, el del tipo de propiedad de los bienes de capital (privada, comunal), el origen de la desigualdad y su relación con los agrupamientos familiares, planteado a finales del XIX por Morgan. Debido, en parte a motivos ideológicos (Marx y Engels usaron ideas de Morgan –la distinción entre SOCIETAS (sociedad primitiva) y CIVITAS (sociedad civilizada) por las distintas relaciones de propiedad-), pero también por el rechazo de los autores del particularismo histórico al evolucionismo (Lowie), estos problemas dejaron de ser tratados hasta la llegada de antropólogas feministas (Leackock, Sack) y corrientes marxistas en los años sesenta. También Max Weber, primer autor de la distinción entre significado formal y substantivo de Economía, fue ignorado en el debate. Otro problema es que las proposiciones de la macroeconomía se deberían deducir de las de la microeconomía, pero en realidad no es así (Kaplan), ya que ésta es formal y deductiva y aquella empírica e inductiva. Por último si añadimos el problema de la génesis del concepto económico como un fenómeno separado del resto de la sociedad, es fácil comprender que no son las proposiciones básicas de la Ciencia Económica, propia de un sistema social determinado, y la inseparable ideología económica de nuestra sociedad la pauta más idónea para estudiar sociedades.

(-) Formas de integración

                Empíricamente nos encontramos con tres principales modelos institucionales o formas de integración:

Reciprocidad: denota movimiento entre puntos correlativos de agrupamientos simétricos. Presupone agrupamientos simétricos. Puede utilizar la redistribución y el intercambio como subordinados.

Redistribución: designa movimientos de apropiación hacia un centro y luego hacia el exterior y depende de la centralidad en el egrupamineto. Se presenta en todos los niveles de la civilización.

Intercambio: se refiere a movimientos de ida y vuelta dentro del sistema de mercado. Hay tres tipos: operacional, de acuerdo previo e integrador.

                Pueden existir formas de comportamiento individual que conllevan formas de integración (recíproca, redistributiva, trueque), pero estas conductas interpersonales no forman una verdadera economía en ausencia de unas concretas precondiciones institucionalizadas.

Tema 5 – Más allá de la polémica entre formalistas y sustantivistas

è Frank Cancian. Acercamiento de posturas

è Las nuevas posiciones: neoculturalistas y estudiosos de la toma de decisiones

è Nuevos enfoques: los estudios de género y el marxismo

Addenda TEMA 5

Los autores que escribieron después de la polémica entre formalistas y substantivistas la consideraron más bien ideológica. La dificultad de su valoración retrospectiva radica en la pérdida de contextualización, el estatismo y los problemas metodológicos.

Aunque actualmente se puede asociar la postura de los antiguos formalistas con los estudiosos de la toma de decisión, éstos suelen adoptar posturas yuxtapuestas, similares a Cancian o Salisbury.

Muchos substantivistas se definirían como “culturalistas” (Sahlins, Gudeman...)

GMS (Moreno Feliu, Paz) 
FRANK CANCIAN - Maximización

GMS (Moreno Feliu, Paz) 

B. ORLOVE: Ventas y Trueques en el lago Titicaca

ADDENDA – Paz Moreno Feliu – Introducción

[Ver Tema 1]

PREGUNTAS - CAPÍTULO 5

(05F2) ¿Qué se entiende por maximización? - (07S1) ¿Qué distintos significados tiene el término maximizar?

(08SR1) ¿Qué matices introduce Cancian al uso del término “maximizar”?

Maximizar sería una modalidad de la conducta como otro de los significados de lo “económico”. Una de las definiciones más extendidas es la de Robbins, 1932 “la economía es la ciencia que estudia la conducta humana como una relación entre fines y medios escasos que tienen usos alternativos”, dicha definición hace hincapié en la rama microeconómica. Desde otro punto de vista, la Economía del Bienestar se refiere a la Economía como el estudio de las condiciones bajo las cuales se puede maximizar el bienestar de una comunidad y la elección de las acciones necesarias para llevarlo a cabo. Todo ello nos lleva en definitiva a acciones motivadas que buscan maximizar el beneficio u optimizar los medios en relación a los fines (economizar) y por lo tanto sería una modalidad de la conducta. Para Cancian la polémica sostenida entre formalistas y substantivistas tiene poco que ver con la aplicabilidad de la teoría económica a sociedades no occidentales. Para él tiene que ver con la creencia que sostiene uno de los grupos, de que la maximización es una herramienta útil para estudiar la conducta humana y con la creencia del otro grupo de que las instituciones humanas son diversas y de difícil categorización.

Para entender esto hace referencia al malentendido en torno a los tres significados que puede tener la palabra MAXIMIZACIÓN: Maximización como norma: Utilizado por ciertas instituciones occidentales. Así en una transacción comercial se espera que cada parte disponga los recursos de tal modo que logre maximizar sus beneficios. De este modo forma parte de una institución, es una NORMA. Los roles del comprador y del vendedor están institucionalizados. Maximización como estrategia: Se puede considerar que los participantes en una transacción están maximizando algo y ratifica que toda la conducta humana tiene una razón; así pues maximizar como estrategia supone buscar las razones, asignarles un orden o priorizarlas, de modo que se considere la conducta como la maximización de estas razones. Maximización como teoría: Artículos formalistas mantienen que economizar para maximizar es la estrategia científica de la antropología económica, pero cuando proponen trabajos de investigación concretos, comienzan las discrepancias entre ellos.

(07SR1) ¿En qué consiste el modelo de la toma de decisisones? - ¿Modelo culturalista? - ¿Antropología marxista?

Después de la encontrada polémica que en los años 60 y 70 se produjo entre formalistas y substantivistas, varios autores, cansados ya del estéril debate, intentaron seguir adelante apartando esta discusión y retomando ideas desatendidas por ésta.

                Cancian o Greenwood, por ejemplo,  demuestran con sus estudios en Chiapas y Fuenterrabía, respectivamente, la imposibilidad de realizar análisis económicos de sociedades únicamente formales, id est, sin atender a factores extraeconómicos. Ambos autores concluyen que las variables formales y substantivas deben ser yuxtapuestas.

                Los autores que empiezan a desarrollar sus trabajos a partir de la polémica se podrían encuadrar en diversas corrientes que se asemejan, en mayor o menor grado, a sus dos posiciones antagónicas.

  •                Orientación culturalista: Examinan un haz de conexiones entre economía y sociedad de forma más amplia que los substantivistas y ponen más énfasis en la producción. Recogen aportaciones de ecólogos culturales, acompañado por un nuevo planteamiento del estudio de la producción, desde el ámbito de la composición de los grupos domésticos, pero sin abandonar el estudio de las instituciones más ligadas a la distribución (intercambio y  mercados). (Sahlins) L. Dumont se propuso, entroncando con Polanyi, estudiar las distintas variantes  de la ideología moderna y la aparición de sus dos elementos específicos y distintivos: el individuo como valor -no empírico, sino como trabajador y propietario- y la economía como esfera autónoma del resto de las instituciones sociales, ambos consecuencia de proceso peculiar europeo, donde, a partir de una configuración holística en la que lo religioso, lo político, lo moral y lo económico eran socialmente inseparable, se independizó primero la esfera política de la religiosa y, posteriormente, la economía de lo político y de lo moral.
  • Estudiosos de la teoría de toma de decisiones: muestra, como los antiguos formalistas, una clara preferencia por analizar las teorías de la elección racional, tomando como punto de partida la conducta del productor individual, pero no descuidan los aspectos institucionales, ni el contexto global de las economías. Incorporan también estudios de los ecólogos culturales (fertilidad del suelo, crecimiento demográfico, sistemas de asentamiento, técnicas de producción...). Su objetivo es examinar las formas en las que los contextos cultural, socail y material influyen en la elección que hacen los individuos ante alternativas de comportamiento. (B. Orlove). Barlett estudia una pequeña localidad de agricultores de Costa Rica, El Paso. Debido al aumento considerable de la población, los cultivos tradicionales eran insuficientes. Aparte de introducir nuevos tipos de cultivo, otra solución fue dedicar tierra a pastos para ganado y exportar la carne. Pero esto significó privar de tierra de cultivo a campesinos no propietarios que arrendaban tierras a los que más tenían y, como consecuencia, se ha producido un aumento de la estratificación social.
  • Antropología marxista: en los años setenta se identificaban dos corrientes que se podían considerar desarrollos marxistas más o menos ortodoxos: el marxismo estructural y las teorías sobre el sistema mundo. Sin embargo, a partir de los ochenta se tiene a emplear el término Economía Política, que no es sinónimo de marxismo, ya que engloba tanto a autores influenciados por teorías marxistas como por otras no marxistas: historiadores marxistas británicos (importancia dela agencia), estudios feministas (nueva historia cultural) o ecología cultural. No hay una perspectiva homogénea y si bien, como decía Wolf, no todos son marxistas ortodoxos, todos son conocedores de la obra de Marx. La mayor parte se dedicó al estudio de los mecanismos de la evolución cultural o a la intersección de cultural globales y locales. El grupo americano, que había luchado en la II Guerra Mundial, mantenía una posición crítica de izquierda. (Service, A. Palerm)

(-) Los estudios de género

El género constituye la categoría explicativa de la construcción social y simbólica de los hombres y las mujeres sobre la base de la diferencia sexual. El género se aprende a través del aprendizaje cultural. El enfoque de género como construcción social está relacionado con la teoría marxista, destacando el papel de lo económico; lo importante es considerar qué hacen las mujeres y los hombres y dicho hacer se relaciona con la división sexual del trabajo. Los estudios de género exponen el cuestionamiento de una subordinación universal de las mujeres por su ahistoricidad y no consideración de los efectos de la colonización y del surgimiento del capitalismo. Plantea la complementariedad de los sexos y uno de sus principales aportes reside en el descubrimiento de la contribución económica de las mujeres en todas las sociedades, el valor de acceso a los recursos, las condiciones de trabajo, etc. Uno de los temas reintroducidos por antropólogas feministas por la desigualdad entre los géneros fue uno de los problemas planteados a finales del siglo XIX e ignorado después: el tipo de propiedad de los bienes de capital, el origen de la desigualdad y su relación con los agrupamientos familiares.

Tema 6 –Los enfoques marxistas en la antropología economica 

è Los conceptos de modo de producción y de formación social aplicados a sociedades no capitalistas. Modos de producción. Relaciones de producción y apropiación. El marxismo estructural: la articulación de los modos de producción y las relaciones entre base y superestructura en formaciones no capitalistas.

è Los sistemas mundo: relaciones entre centro y periferia. ¿Circulación o Producción?

è La economía política: confluencia de posturas. Las distintas lecturas de Marx: Eric Wolf y su uso de los modos de producción.

W. Roseberry: la economía Política (EGM)
E. Wolf: La cultura, ¿Panacea o problema? (EGM)

G. Sofri: el modo de producción asiático (Addenda)[Fragmento]

[Ver Tema 2]

B. Orlove: ventas y trueques en el lago Titicaca (EGM)

E. Wolf: Europa y la gente sin Historia – Introducción – Los usos de Marx

[Ver Tema 2]

PREGUNTAS - CAPÍTULO 6

(P) (06SR1) Enfoques marxistas en la Antropología Económica.

(P) (07S1) ¿A qué se llama “marxismo” en Antropología Económica:? Exponga al menos dos modelos.

P- (07F2) ¿Qué se entiende por economía política?

 (P)(06S1) Los modelos del marxismo estructural en la antropología Económica.

               

Siguiendo Roseberry: Con respecto a los enfoques marxistas Firth, en los años 70,distinguió entre “marxismo cerebral” de orientación más teórica y practicado por antropólogos franceses herederos del estructuralismo y “marxismo visceral”, de orientación más práctica y, fundamentalmente, desarrollado por norteamericanos. Más tarde, Ortner estableció una segunda dicotomía y habló de “marxismo estructural” (cerebral), al que añadió algunos autores ingleses y norteamericanos, y economía política, que seguía la perspectiva del marxismo visceral, más práctica  y específica y se centró sobre todo en la penetración del capitalismo en las comunidades.

La economía política se asocia a un ambiente de efervescencia intelectual y compromiso político en los años 60 y 70, aunque para algunos autores, entre ellos Ortner, es tal vez demasiado económica, no se ocupa de la gente real que hace sosas reales y su enfoque histórico está demasiado centrado en el capitalismo. Tiene, por tanto, poco que ofrecer a los antropólogos, es una teoría del sistema mundo.

Entre sus virtudes más destacadas figuran el haber recuperado el análisis histórico y el situar al sujeto antropológico en contextos más amplios.

El marxismo estructural, dominante en  Francia en los años 70 y con Althusser a la cabeza, despierta el interés de algunos estudiosos de la economía política, interesados por el subdesarrollo, y se produce la confluencia del marxismo cerebral y visceral de Firth, aportándoles la interpretación de modo de producción y formación social althusseriana (Rey).

Finalmente, se han agrupado dentro de la denominación Economía Política una gran variedad de estudios y movimientos, unos marxistas y otros no, unos basados en Wallerstein (sistema-mundo) y otros no, pero que han abierto una gran debate y producido enfoques relevantes como la “historia cultural” de Wolf y Minat o la obra de Leacok o Nash y que abren perspectivas más allá de la “teoría de la dependencia” de Frank o el “sistema mundo” de Wallerstein, en la supuestamente se basan.

Tema 7 – La perspectiva ecológica

è Ecología, subsistencia y economía. Las variables demográficas y el sistema de producción. El problema del determinismo. El neofuncionalismo y la idea de adaptación.

è Ecología y evolución cultural: rechazo a la noción de progreso.

è Modos de subsistencia, modos de producción y la falta de correlación entre las variables evolutivas. Las tipologías como instrumento

Addenda -  TEMA 7
A. Jonson y T. Earle: Introducción
[Addenda] J. Friedman (1974) Marxism, Structuralism and Vulgar Materialism

PREGUNTAS - CAPÍTULO 7

(08F2) ¿En qué sentido es funcionalista el concepto de “adaptación” de la Ecología Cultural? (Ponga algún ejemplo)

Las poblaciones humanas habitan en un entorno ecológico determinado que está formado por elemento abióticos (el tipo de tierra, agua, relieve, clima, etc) y bióticos o elementos vivos del que también forman parte los grupos humanos que lo habitan. El estudio de los procesos adaptativosse basa en el análisis de la articulación entre ambas clases de elementos, que siempre se presentan formando una compleja red de interrelaciones, de la que, dada su complejidad, es muy difícil –y menos a corto plazo- definir o medir su grado de adaptación.. Para Steward toda evolución es local, ya que es la gente, la que al resolver activamente los problemas de la vida cotidiana, al cambiar su comportamiento o rehusar cambiarlo, la que constituye el proceso de la evolución social a este proceso lo denominó adaptación.. Barth mostró que la adaptación a las condiciones locales también debe implicar unas más amplias relaciones regionales e interregionales de competencia en intercambio. Cada sociedad tiene que adaptarse no sólo a la geografía local, sino también a las realidades políticas y económicas de las sociedades vecinas. Un proceso adaptativo no es algo estático; el concepto de adaptación incluye no sólo los elementos abióticos sino también ciertas variables y estrategias sociales e institucionales, es imprescindible el análisis de estas últimas para definir tanto las estrategias adaptativas como las fronteras del sistema.  Como ejemplos podríamos poner el potlatch o la vaca sagrada de la India.

El Nuevo Funcionalismo es idéntico al antiguo excepto en que ha cambiado el campo de aplicación: ahora interesa mostrar la racionalidad de las instituciones con respecto al medio ambiente en lugar de con respecto a otros elementos de la sociedad. En su forma más simple sus aportaciones se reducen a una mera descripción Y como extensión del significado, función se convierte en función adaptativa, se asume en vez de demostrarse. Esta teoría es determinista puesto que supone que la evolución de los fenómenos culturales está completamente determinada por las condiciones naturales y no alcanza a interpretar otro tipo de factores, puesto que negaba la posibilidad de elección.

La ecología y las escalas evolutivas: noción de complejidad. La evolución de las sociedades humanas es una espiral en dirección ascendente. Como consecuencia del proceso de intensificación (la retroalimentación positiva entre el crecimiento de la población y el desarrollo tecnológico) aparecen problemas graves que han de resolverse si se quiere sostener la intensificación (si no una crisis de superpoblación precipitaría una baja fertilidad/alta mortalidad reajustando la población  a la baja hacia la capacidad de sostén). Esta intensificación genera cuatro tipos de problemas: riesgos de producción, guerra y pillaje, uso inadecuado de recursos y agotamiento de recursos locales.

Las soluciones a estos problemas la mayoría de las veces sería la creación o elaboración de instituciones de la economía política  que podrían llevar a una integración económica y política más amplia, lideres más poderosos y una estratificación mayor… Si estas soluciones son comprobadas se preparan para nuevas intensificaciones y desarrollos en una espiral ascendente.

Tema 8 – Sociedades de cazadores recolectores

è Caza recolección: la estrategia de subsistencia más antigua. Perspectiva histórica.

è Organización social flexible: la banda. Tamaño y control demográfico. El territorio.

è Diferentes estrategias de adaptación entre cazadores recolectores. La división sexual del trabajo.

è Tipos de intercambio. La reciprocidad generalizada

è Cazadores recolectores, ¿son las sociedades de la abundancia y del ocio? La igualdad y la diversidad de pueblos cazadores recolectores.

Addenda TEMA 8
A. Jonson y T. Earle: Capítulo 3: Los cazadores recolectores de nivel familiar (Pág. 63-98)
A. Jonson y T. Earle: Capítulo 7: Los esquimales de la vertiente norte de Alaska (Págs. 182-189)
A. Jonson y T. Earle: Capítulo 8: Los indios de la costa noroeste norteamericana (Pág. 63-98)]

PREGUNTAS - CAPÍTULO 8

(05S1) ¿En qué sentido se considera que los pueblos de cazadores-recolectores tienen una estructura social igualitaria?

(08S1) ¿Son los cazadores-recolectores la sociedad de la abundancia y el ocio?

(06S1) ¿Son los cazadores recolectores actuales un ejemplo de la “economía de la abundancia”? utilice algún ejemplo etnográfico.

T- (06SR1) El debate sobre la igualdad en las sociedades de cazadores recolectores.

(07F1) ¿Qué relación hay entre género y acceso a los recursos entre los cazadores recolectores? (procure referirse a una sociedad concreta)

(P) (091S) Igualdad y género entre los cazadores-recolectores

Desde el punto de vista de los modos de subsistencia, dicotomía: pueblos recolectores de alimentos mediante la caza, la pesca y la recolección de una gran variedad de productos silvestres tales como frutas, verduras, setas, tubérculos, mariscos, huevos, insectos o miel y pueblos productores de alimentos a partir de domesticación de animales y plantas. Como consecuencia nos encontramos con un evidente modelo evolucionista, de “mayor a menor” complejidad cultural, y ambiciones teóricas de establecer correlaciones exactas entre modos de subsistencia y tipo de instituciones presentes en estas sociedades. Así los cazadores-recolectores estarían organizados en bandas nómadas, sin liderazgo fuerte, con una adaptación notable a sus ambientes ecológicos, serían igualitarias (con sólo distinciones de género y edad), con organizaciones de parentesco flexibles y fluidas, con un claro predominio de la reciprocidad generalizada y mediante un comportamiento de “resistencia generalizada”, estarían aislados de otros pueblos, ahistóricos. Las sociedades cazadores-recolectores actuales han sido expulsadas por otros pueblos (pastores, agricultores o capitalistas) a las zonas más marginales del planeta, lo que nos impide extrapolar su ejemplo a cómo habría sido la tierra en tiempos prehistóricos. Las intersecciones con otros pueblos han sido constantes, pueblos con otros modos de subsistencia han vuelto a los cazadores-recolectores, y otros pueblos como los indios de noroeste, sociedades de rango, con intercambios complejos como el potlach eran también cazadores-recolectores.  Por todo ello, debemos olvidarnos de presupuestos eurocéntricos, del “buen salvaje” o “la lucha de todos contra todos”, y “poner en su sitio” las correlaciones y rigidez de las tipologías. Durante los primeros tiempos del discurso antropológico, los cazadores eran el prototipo de los primitivos más primitivos de los humanos, estadios inferiores de todas las tipología decimonónica evolucionista. A partir de la obra en 1965, Man the Hunter, el debate sobre cazadores-recolectores cambió: lejos de la imagen hobessiana de lucha de todos contra todos, de hambre y brutalidad, el número de horas que dedicaban a la subsistencia y la falta relativa de escasez de alimentos, hizo proclamar a Sahlins que los cazadores, mejor adaptados al medio ambiente y social que nosotros, vivían en la auténtica sociedad de la abundancia y el ocio (¡Kung del Klahari). Las tendencias actuales se centran en dos temas y modifican las percepciones anteriores:

1-El debate revisionista centrado en la negación del carácter “prístino” de las sociedades de cazadores-recolectores.

2- El debate de la igualdad. cazadores-recolectores como igualitarios excepto la división de trabajo por género: hombre-cazador con prestigio y mujer recolectora. Hoy estudio de las relaciones de género analizadas a partir de su inserción en el contexto general de las sociedades estudiadas y de los cambios y transformaciones que experimentaban en sus encuentros con otros pueblos. Llobera cuestiona la “abundancia atribuía a los Kwakiutl desde Boas, y recalca la necesidad de intercambios entre grupos producida por la escasez.

[Las sociedades de cazadores-recolectores, en su definición clásica, comparten como rasgo esencial la igualdad de acceso a los recursos. Sin embargo, existe, de facto, una división del trabajo en relación al género. Por ejemplo, entre los Ikung del Kalahari, el hombre se ocupa de la caza que constituye un aporte calórico importante (aunque no esencial) y la mujer de la recolección. Parece que, en cualquier caso, la reciprocidad en el seno de la familia y su relativa independencia nos hablan más de complementariedad asumida que de la “supremacía masculina” de algunos grupos con domesticación. La mujer también prepara los alimentos y cuida a sus niños y el hombre, a su vez, colabora en la recolección.” de algunos grupos]

Tema 9 – Sociedades de horticultores

Enclave ideológico: la dinámica de los encuentros interculturales. De la recolección de alimentos al cultivo. Distintos tipos de agricultura. La agricultura itinerante. Sistemas combinados. Tecnologías. Crecimiento demográfico e intensificación. La caza y la pesca. Sistemas de parentesco. Grupos de descendencia unilineal y la definición de derechos sobre la “propiedad”. El género y los grupos de edad. La guerra. La organización social y política. Grandes hombres, jefes y esferas de intercambio.

è De la recolección de alimentos al agricultura. Distintos tipos de agricultura. Tecnologías. Crecimiento demográfico e intensificación de la agricultura. La caza y la pesca.

è Sistemas de parentesco. Grupos de descendencia unilineal.

è Sociedades horticultores y división sexual del trabajo. Los grupos de edad.

è La organización social y la política.

Addenda TEMA 9
[Addenda TEMA 14] SAHLINS, 1ª Parte: las sociedades tribales
A. Jonson y T. Earle: Capítulo 4: Familias con domesticación (Pág. 99-121)
A. Jonson y T. Earle: Capítulo 5: El grupo local(Págs. 132-149)
A. Jonson y T. Earle: Capítulo 7: Caso de Estudio: los Tsembanga Maring de Nueva Guinea (Pág. 189-202)]
A. Jonson y T. Earle: Capítulo 10: Caso de Estudio: los trobiand (Pág. 277-290)]

PREGUNTAS - CAPÍTULO 9

(06F1) ¿Qué relación hay entre género y acceso a los recursos entre los horticultores? (procure referirse a una sociedad concreta)

Los cambios fundamentales que supuso el abandono de la caza recolección por la horticultura han sido objeto de estudio por parte de arqueólogos, demógrafos, ecólogos y antropólogos. Las nuevas perspectivas están llenas de polémicas porque, como ya indicamos, las distinciones entre cazadores y horticultores no son tan drásticas como mantienen muchos ecólogos culturales, abandonando la visión monolítica que hasta hace poco se tenía de la llamada «revolución neolítica». Una de las «agriculturas» más estudiadas ha sido la denominada de «tala y quema», «itinerante» o de «barbecho». Técnicamente se usa el término horticultura para referirse a esta agricultura de subsistencia cuyas técnicas básicas son la utilización de pequeñas parcelas de tierra durante una temporada y herramientas simples. La caza y la pesca contribuyen de forma importante a la dieta.

Las familias son constituidas para la producción en primer lugar por la división sexual del trabajo, la única especialización del empleo en las sociedades primitivas. El trabajo de un hombre junto con el de una mujer puede suministrar la mayor parte de las cosas de valor habituales.

El contraste más señalado con el nivel familiar aparece en la frecuencia de la guerra y en el aumento del ceremonial y el liderazgo. Esto a su vez contribuye a un cambio en el énfasis en las relaciones de género: una fuerte división del trabajo continúa con la cerrada interdependencia económica entre esposas y maridos dentro de la familia, el énfasis cultural, puesto ahora en la bravura de los hombres, en la agresión y en la exhibición del rango, contribuye a una imagen pública de superioridad masculina.

El grupo local (A. Johnson y T. Earle)

Los grupos locales pueden habitar agrupados en un poblado o dispersos en aldeas o incluso ser tan móviles como los ganaderos, depende de la naturaleza específica de su organización social y de la economía subyacente. Su desarrollo está a menudo vinculado con la revolución neolítica, asociada a la domesticación de plantas y animales, pero quizá revolucionario fuera el desarrollo de instituciones sociales formales que canalizaron la interacción humana de forma nueva. Las familias conservan una importancia primordial en la vida cotidiana pero el comportamiento económico no se puede entender sin una referencia a consideraciones que van más allá de la familia individual e incluso de los límites territoriales del grupo local.

La guerra y la supremacía masculina. La guerra prevalece en la mayor parte de los grupos locales, especialmente entre los agricultores y ganaderos. En la evolución social hemos visto que la primera respuesta en la competencia por los recursos es la de dispersarse y evitar el conflicto: Sin embargo, la paz se torna imposible cuando la economía de subsistencia se intensifica. Al aumentar la población, la competencia se incrementa y trae como consecuencia una mayor agresividad. El resultado frecuente de este proceso se denomina el “complejo de la supremacía masculina”: el monopolio exclusivo de los hombres sobre las armas, su adiestramiento, el infanticidio femenino, el adoctrinamiento de las mujeres para ser recompensas pasivas para las actuaciones masculinas, el sesgo patrilineal en la propiedad y la descendencia, la prevalencia de la poliginia, y otras instituciones centradas en el hombre. No son patrones de comportamiento universales. El papel económico central de las mujeres en la economía doméstica consiste en modular este enconado antagonismo de género. Estas manejan la economía doméstica y crían a los cerdos. Aunque las exhibiciones públicas de la economía políticas están centrada en el hombre, ambos sexos entienden la profunda importancia de las mujeres en la economía cotidiana.

Parentesco y reciprocidad. Institucionalmente la formación de clanes y linajes distingue la organización del grupo local de la organización menos formalizada del nivel familiar.

Liderazgo y ceremonia. En el nivel familiar encontrábamos una relativa escasez de liderazgo y de eventos ceremoniales. No es así en el grupo local, donde el predominio de la guerra y otras circunstancias precisan de los grupos suprafamiliares, y éstos a su vez, dependen de las iniciativas de los líderes y de las funciones de las ceremonias que construyen el grupo.

La dinámica principal de la economía y la sociedad del grupo local. Nuestro reto es entender cómo la intensificación causa la construcción institucional en el nivel de grupo local. El crecimiento de la población junto a la intensificación de la subsistencia genera problemas económicos específicos que demandan nuevas formas institucionales de integración.

Los Maring de Nueva Guinea – Rappapor

Crían cerdos, cazan y recolectan alimentos silvestres. Una mayor densidad de población ha llevado a la intensificación y a la competencia directa por la tierra, que tiene como resultado una guerra persistente entre vecinos, debido a la falta de mecanismos regionales para mediar. Cada familia debe unirse a un clan como mecanismo para afirmar sus derechos sobre la tierra y a un grupo local, para la defensa mutua cooperativa

La familia nuclear. Los miembros cooperan en actividades económicas y comparten la comida. La división del trabajo, sobre todo por sexo y edad, vertebra la familia y crea una unidad de subsistencia potencialmente independiente. La mujer vive en una casa separada con sus hijas solteras, los hijos más pequeños y los cerdos, El hombre, sus hijos mayores y sus hermanos solteros en la casa de los hombres, formando todavía parte de una única familia. Los hombres han de luchar juntos para defender la tierra, sus mujeres y su honor.

[mbum] Chad - Olaughlin

La asimetría sexual en la distribución de los medios de producción está en función del lugar de autoridad entre los varones de más edad, para todas las unidades amplias de la producción

Tema 10 – Sociedades de pastores

Características del pastoreo: el nomadismo y la transhumancia. Adaptaciones

ecológicas: características de las zonas, tamaño de los rebaños y equilibrio de las poblaciones. Interrelación de los pueblos pastores con agricultores sedentarios. Factores límite. Clan, linaje, familia, grupo doméstico y pueblo entre los pastores. Esferas de intercambio. Tipos de organización sociopolítica. Dinámicas del cambio: Los pastores a caballo de las Llanuras y el comercio de pieles. Propiedad entre los nómadas: el ganado y los derechos sobre los pastos. Extensión de los territorios de pastoreo, depredación y existencia de Estados.

è Problemas ecológicos del pastoreo: características de las zonas, tamaño de los rebaños y equilibrio de las poblaciones

è Interrelación de pueblos nómadas pastores con agricultores sedentarios.

è Familia, grupo doméstico y pueblo entre pastores. Tipos de organización sociopolítica.

è “Propiedad” entre los nómadas: el ganado y los pastos. Extensión de los territorios de pastoreo, depredación y existencia de Estados.

Addenda TEMA 10
[Addenda TEMA 14] SAHLINS, 1ª Parte: las sociedades tribales

[Ver Tema 9]

A. Jonson y T. Earle: Capítulo 9: (Pág. 261-274)
A. Jonson y T. Earle: Capítulo 4: Familias con domesticación. Los Nganasan del norte de Siberia (Págs. 121-129)
A. Jonson y T. Earle: Capítulo 7: Los Turkan de Kenia (Pág. 202-209)
A. Jonson y T. Earle: Capítulo 8: Los Kirguises del Noreste de Afganistán (Pág. 243-251)
A. Jonson y T. Earle: Capítulo 11: Los Basseri de Irán (Pág. 304-311)

PREGUNTAS - CAPÍTULO 10

(08F1) Características de los pueblos pastores. (Procure referirse a una sociedad concreta)

T- (05SR1) – Características de las sociedades de pastores. (ponga algún ejemplo etnográfico)

T- (07SR1) Características de las sociedades de pastores (ponga algún ejemplo etnográfico): relaciones con sus vecinos agricultores. 

Si bien la característica fundamental del pastoreo parte de su clasificación como productores, las diferencias con los cazadores recolectores son muy tenues. La característica nómada del pastoreo, su adaptación a diversos habitats y sociedades, su utilización del ganado como riqueza y capital productivo y sus relaciones (no siempre pacíficas) con los campesinos, con otros pastores y con las sociedades estatales hacen de los pastores más que una categoría homogénea, un compendio de variabilidad. A menudo poseen una organización segmentaria muy apta para la guerra, tanto de tipo rapiña como de conquista. Sin embargo, la misma estructura social y política que facilita la conquista, se muestra inestable para consolidar el poder conquistado. F. Barth analiza el doble equilibrio que los pastores deben adquirir: por una parte, los pastos señalan un límite máximo al total de animales que una zona puede soportar; por otra, el sistema nómada de producción y consumo define un límite mínimo del tamaño del rebaño necesario para cada grupo doméstico. Los problemas, comunes a todos los pueblos pastores, son que el capital productivo sean no las tierras, sino los propios rebaños, y el tipo de organización social caracterizada por la presencia de un líder autocrático que regula las rutas migratorias.

Los Basseri de Irán.

Los basseri están organizados como un cacicazgo regional, con cierto número de segmentos locales bajo un único jefe supremo. El cacicazgo basseri se basa en la gestión y el control del comercio de subsistencia entre los campesinos sedentarios y la población ganadera, que utiliza tierras marginales en los límites exteriores del control ejercido por un estado agrario.

Los pequeños grupos de basseri siguen rutas migratorias cuidadosamente planificadas y que deben compartir con vecinos ganaderos Las rutas bordean y atraviesan las regiones agrícolas a fin de utilizar las zonas medioambientales más extremas. El clima determina a grandes rasgos la migración basseri. . A pesar de la importancia de la carne y la leche, la dieta de los basseri está dominada por los productos agrícolas, que obtienen a través del comercio con los campesinos.

El azúcar, el té, los dátiles, las frutas y los vegetales, los utensilios y un buen número de objetos se obtienen también a través del comercio, a cambio de mantequilla, lana y pieles de cordero. Algunos basseri poseen parcelas de tierra agrícola, en las que siembran trigo y otros cereales.

La organización social. Incluso más que entre los pastores de subsistencia, como los turkana, la unidad económica básica entre los basseri es la familia, que alterna entre el patrón de asentamiento en tienda (familia nuclear) y en campamento. La tienda normalmente acoge a una familia nuclear y a algún miembro añadido ocasional; es una unidad de producción autosuficiente. Al igual que los campesinos, los basseri utilizan el mercado como fuente de seguridad en vez de confiar en redes sociales extensas. En un buen año, pueden vender los animales excedentarios y comprar tierra, que almacena riqueza de manera segura y genera unos ingresos que pueden utilizarse para reponer los rebaños después de un mal año. Puesto que dependen del mercado para obtener los productos agrícolas, que constituyen el pilar principal de su dieta, lo que más necesitan durante las malas épocas es el dinero y otras propiedad es bastante común que las familias se agrupen en un conjunto del tamaño de una aldea de dos a cinco tiendas, cuyos ocupantes viajan juntos y comparten los deberes del pastoreo.

tenemos un retrato de los basseri como familias autónomas o agrupaciones de familias, que viven en tiendas, que se centran en la búsqueda de buenos pastos y que no tienen ningún tipo de traba, por parte de constreñimientos estructurales, para acceder a los recursos.

Una economía capitalista en desarrollo, o lo que es lo mismo, el crecimiento de una nación-estado centralizada e integrada por un sistema de mercado, ha aumentado el acceso gubernamental a zonas antes distantes mediante la construcción de carreteras y la proliferación de vehículos militares y aviones. Los intereses nacionales y extranjeros han usado este acceso para influir en el uso de la tierra y en las alianzas políticas entre los pastores, al introducir nuevos intereses económicos (agricultura capitalista, haciendas y explotación de petróleo y de otros recursos). Aunque grupos como los basseri adoptan jerarquías políticas más formales y complejas como respuesta a estos desarrollos, la base de subsistencia está cada vez más asediada y podría llegar a desaparecer.

Tema 11 – Sociedades campesinas

è Características: sistemas agrarios y campesinos la estrategia de subsistencia más antigua. Perspectiva histórica. Horticultores, campesinos, agricultores industriales y proletarios del campo. Los tres fondos de Eric Wolf. Variabilidad de los campesinos.

è Organización de las unidades domésticas campesinas. La familia como unidad de producción y consumo. Chayanov, Shalins y el modo de producción doméstico. Familia, tierras y herencias. La “casa” como constructo ideológico. Ideologías del trabajo y modelos de género.

è El modelo de homogeneidad social de la comunidad campesina y su quiebra. Clases sociales, relaciones patrón cliente y relaciones vecinales. Modelos ideológicos campesinos: el bien limitado y “ser cacique” u “ser hombre”

è Los campesinos en la sociedad global: las ciudades y el estado. Las revoluciones campesinas. Incrustación de los campesinos en la sociedad global

[Addenda TEMA 11]  ERIC WOLF, El campesinado y sus problemas
[Addenda TEMA 11]  PAZ MORENO FELIU, La quiebra de los modelos homogéneos: algunos ejemplos etnográficos
[GMS] SUSANA NAROTZKY, La renta del afecto [PUNTO 2]
[GMS] PAZ MORERO, Modelos de género e ideologías del trabajo [PUNTO 2]
[GMS] JOAN FRIGOLÉ, Semblanzas del caciquismo y del cacique [PUNTO 3]
[GMS] MARTÍNEZ VEIGA, El Ejido: un experimento del capitalismo moderno
[ contraste entre la agricultura industrial y la campesina]

PREGUNTAS - CAPÍTULO 11

(P) (05F1) ¿Qué distingue a una explotación campesina de una agroindustria empresarial?

                Cuando, a mediados de los años 50 del siglo XX, el objeto de estudio de la disciplina antropológica se traslada de los “primitivos” a las comunidades rurales campesinas, el primer problema con el que se encuentra es el de la definición del campesinado, debido a que las sociedades agrarias se encuentran entre dos polos opuestos. Por un lado, la producción a pequeña escala inclinada a la autosuficiencia del grupo doméstico que es, a la vez, unidad de producción y consumo y, por otro lado, la agroindustria que supone una agricultura a gran escala orientada al mercado.

Para Wolf, aunque ambos modelos agrícolas sean parte de estructuras políticas estatales con las que mantienen una posición de subordinación social, política y económica (cuestión que los distingue de las sociedades primitivas dedicadas a la agricultura), las principales diferencias estriban en que los campesinos no son empresarios agrícolas, ni granjeros, que regentan un negocio y que combina factores de producción adquiridos en el mercado para obtener provecho con la venta de productos que dan un rendimiento, además, de poner, en ciertos casos, la fuerza de trabajo en manos ajenas al grupo doméstico. Los campesinos no operan como una empresa, en sentido económico, sencillamente, imprimen desarrollo a una casa y no a un negocio.

Esta diferenciación, que ejemplificada en el texto de Ubaldo Martínez Veiga sobre el distrito agroindustrial de El Ejido (Almería).

(P) (05F2) ¿Cuáles son, según Wolf, los tres fondos en los que los campesinos emplean excedentes?

                Se ha afirmado que la división funcional del trabajo entre culturas y dirigentes (característica primaria de la civilización) es consecuencia de la capacidad de una sociedad para producir excedentes sobre el mínimo requerido para mantenerse con vida (2000 a 3000 calorías por persona y día).

                Según Wolf, además de para este mínimo de ración calórica, los agricultores deben producir unos excedentes, principalmente, para tres fondos.

                El fondo reemplazo, necesario para mantener los elementos básicos de producción, id est, la semilla para la siembra y cosecha del año próximo, para alimentar su ganado, etc., que en realidad no es un verdadero excedente, sino una necesidad para su subsistencia. Este fondo incluye unas características culturales de existencia cotidiana necesarias en la comunidad. A partir de aquí el resto de lso fondos son de carácter social y, por tanto, en teoría se podría prescindir de ellos.

                El segundo fondo es el ceremonial, existente en todas las sociedades, y que sirve para cubrir las necesidades que las relaciones sociales originan (matrimonio, reuniones, defensa...). Este fondo será de mayor o menor magnitud, dependiendo de la sociedad en la que los campesinos estén inmersos.

                El último fondo, que responde también a imperativos sociales, es el de renta. Se suele dar en sociedades campesinas complejas con relaciones asimétricas que se basan es el ejercicio del poder. Se trata de cargas que soporta el campesino por una situación de inferioridad y que tiene que abonar ya sea en forma de producto, trabajo o dinero a los dirigentes. Este fondo también establece una diferencia entre campesinos y los agricultores primitivos y, por tanto, el término campesino denota una relación asimétrica entre éste y los grupos que detentan el poder.

T- (06S1) Los campesinos y el Estado

                Tradicionalmente se ha identificado la civilización con el desarrollo de las ciudades, por lo cual se ha definido al campesino como un agricultor que tiene que mantener relaciones con la ciudad. Sin embargo, según Wolf, lo que distingue al primitivo del civilizado es la cristalización del poder ejecutivo, independientemente de donde esté asentado. Es, por tanto, el Estado, más que la ciudad, el que establece el criterio decisivo de civilización y, como consecuencia, la transición entre productores primitivos de alimentos y campesinos. Sólo cuando el productor es integrado en una sociedad con Estado, id est, sujeto a demandas y sanciones por quienes detentan el poder sobre su estrato social, se puede hablar de campesinos.

                En términos generales estro ocurrió en el Próximo Oriente hacia el año 3500 AC y en Meso América hacia el año 1000 AC.

                Dependiendo del tipo de sociedad, la contribución del campesinado será mayor o menor. Existen sociedades donde el campesinado constituye el principal productor de riqueza, facilitando los fondos de renta y beneficio que aseguran la estructura social. En otras, su papel es secundario debido a un mayor desarrollo industrial. La alimentación de estos obreros industriales suele depender más de factorías agrícolas que de los propios campesinos.

T- (07F2) Ilustre con algún ejemplo etnográfico la quiebra de los modelos de la homogeneidad social de las comunidades campesinas.

                La elección de las comunidades campesinas como objeto de estudio se justificó atendiendo a su tamaño, su aislamiento y su autosuficiencia. A pesar de ello, desde las primeras formulaciones teóricas se observa una dicotomía entre lo que Cancian denomina “orientación interna” (autosuficiente, rurales, aislados), que ha dado lugar al modelo homogéneo clásico de sociedad campesina y la dependencia del exterior, de fuerzas políticas, históricas y económicas ajenas.

                Sin embargo, otros trabajos empíricos, el replanteamiento del sentido y técnicas del trabajo de campo y la ampliación de los campos temáticos, han hecho cuestionarse algunos presupuestos dominantes de ese modelo (Moreno Feliu: la quiebra del modelo homogéneo) que podemos justificar por contraste entre las tres perspectivas fundamentales de dicho modelo y algunos estudios de caso particulares.

                Atendiendo a la perspectiva institucional, en una comunidad cerrada y homogénea  se considera el igualitarismo y el aislamiento del exterior como características importantes. En caso de estudio de Fontelas (Portugal), realizado por O´Neill en una aldea aislada y con muy poca comunicación con el exterior, revela que este pretendido igualitarismo no es tal: diferentes grados de propiedad de la tierra, jerarquización de los trabajos comunitarios, variedad de situaciones respecto al matrimonio, hijos ilegítimos, solteros etc., con intención de conservación de patrimonio.

                La perspectiva cognitiva. Foster establece la “imagen del bien limitado” que se interpreta como que todos los bienes de la comunidad son finitos. Los campesinos consideran, por tanto, que el incremento o la posesión de riqueza por parte de algún otro campesino es fruto del azar (lotería, tesoro) o del exterior. El caso de estudio realizado en El Riego (león) por Ubaldo Martínez Veiga en 1985, muestra como la explicación de la posesión de riqueza no es estática y se interpreta de formas diferentes a las de la “imagen del bien limitado”.

                La última perspectiva es la de la familia campesina.

                Sahlins, a través de Chayanov, enuncia la Ley de Chayanov: la intensidad del trabajo de un sistema de producción doméstica para el consumo varía inversamente ala capacidad de trabajo de la unidad doméstica. Es decir, la casa familiar es, a la vez, uidad de producción y consumo. En los estudios de caso, tanto de S. Narotzky (Creviá, Cataluña), como en el de Moreno Feliu (Campo Lameiro, Galicia) cuestionan esta independencia, al encontrar mezclas con el mundo exterior y con otras ideología.

T- (06F2) La familia campesina: producción, consumo, herencia e ideología de la “casa”.

T- (07S1) La familia y la producción campesina: la casa como constructo ideológico.

[S. Narotzky. La casa puede definirse como la síntesis de una explotación agraria y de una familia que invierte su fuerza de trabajo en la reproducción social de esta unidad de producción, tanto en su vertiente directamente productiva (trabajo agrícola) como en la reproduciva (tareas domésticas y de procreación, socialización y mantenimiento) – Moreno Feliu – En Galicia, la casa como categoría social no se refiere sólo al edifico, sino que designa tanto al grupo doméstico que la habita, a sus posesiones (tierras, animales, herramientas y maquinaria), a la organización y relaciones de producción, distribución y consumo, como a las representaciones ideológicas que rugen ciertas prácticas simbólicas, sociales y económicas que buscan la perpetuación dela casa. En este sentido, casa, es un término que entronca directamente con el concepto de “familia campesina”. Es decir, la casa como equivalente del grupo doméstico representa al mismo tiempo la unidad de identificación social, de producción, de reproducción y de consumo. ]

(P) (08SR1) Los ciclos domésticos de la familia campesina: Chaianov y Sahlins

(P) (08F2) ¿Qué papel juegan las unidades domésticas en la organización de las sociedades campesinas?

(T) (09F1) la importancia de la herencia en las comunidades campesinas

A finales de los 60 influyen las ideas de Chayanov a través de la interpretación que de ellas realizó Sahlins. Formula este último lo que llamó ley de Chayanov: “La intensidad del trabajo de un sistema de producción doméstica para el consumo varía inversamente a la capacidad de trabajo de la unidad doméstica”. Es decir, como la casa familiar es a la vez unidad de producción y consumo, la relación entre ambos se establece a través del número de miembros de la familia que varía según su ciclo vital. Se parte de que el grupo pretende en primer lugar satisfacer las necesidades de la casa.  A partir de estas ideas los antropólogos se centraron en el estudio de la familia como unidad de producción y consumo: cómo se decide, cómo se organiza, estrategias matrimoniales, transmisión intergeneracional de los bienes… La herencia ha sido objeto principal de interés por residir en la casa campesina distintas generaciones y por haber diferentes tipos de reparto del patrimonio (entre todos los herederos o a uno/a solo/a). Esta perspectiva presupone linealidad entre producción y consumo y homogeneidad del grupo doméstico, aspectos ambos cuestionados por algunos trabajos etnográficos al contrastarlos con las ideologías de producción y constitución social del género. Caso de estudio: Cerviá (Cataluña). Susana Narotzky realizó un estudio en dicha localidad centrándose en la ideología de la casa como elemento estructurante de la ideología de producción y cómo ésta ha cambiado y se ha mezclado con otras ideologías. La investigadora señala la ambivalencia entre la ideología tradicional de la casa y la capitalista de la familia. Las actividades del grupo cambian su significado según se vean desde el marco de la casa o de la familia. El concepto de casa en Cerviá se acerca al de la división sexual del trabajo de la familia definido en función del género. Se distingue el “jornal de la casa” aportado por el hombre y los “malgastos” o cantidades para gastos individuales. Durante los últimos 25 años las mujeres se han incorporado a la industria textil considerándose sus aportaciones bien como malgastos, bien como complemento a los ingresos masculinos

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