La economía mundial en la posguerra: 1920-1921

La crisis económica de la posguerra 1920-1921

Una vez lograda la paz, la economía internacional conoció un intenso pero corto boom económico. Los países europeos que habían intervenido en la guerra necesitaban bienes de equipo para reconstruir las infraestructuras, así como para elaborar artículos de consumo. Las economías de Estados Unidos y Reino Unido, y otras naciones jóvenes, se beneficiaron del notable incremento de la demanda europea. Este enorme gasto de los países europeos fue posible porque se mantuvo el sistema de créditos que se había establecido durante la Gran Guerra; estos países disponían de préstamos baratos. El crecimiento económico favoreció una brusca subida de los precios que generó una inflación a nivel mundial. Pronto quedó interrumpido el crecimiento económico porque Estados Unidos frenó de repente su política de créditos al exterior; por otra parte, la demanda descendió una vez que el consumo recuperó los niveles previos a la guerra. La recesión de 1920 a 1921 ha sido considerada como una manifestación de una crisis de conversión de una economía de guerra a una de paz; por ello fue una crisis corta y luego un periodo de crecimiento económico.

La recuperación y sus límites: el restablecimiento del sistema económico internacional el plan Dawes

Para restablecer el sistema monetario internacional se convocó la conferencia internacional de Génova en 1922 con el objetivo de estabilizar las monedas y retornar al patrón oro. Como en el resto de los países, las reservas de oro eran escasas. En la conferencia se acordó el llamado patrón de cambios oro que suponía respaldar la moneda propia en parte con reservas de oro y luego con divisas de otros países. Para impulsar el comercio mundial, había que eliminar los obstáculos proteccionistas; el proteccionismo avanzó en todos los países. Para estabilizar las monedas europeas, se aceptó el plan Dawes, que tuvo como objetivo la normalización de la economía alemana. El plan ajustó los pagos que Alemania tenía que hacer cada año; además, la banca estadounidense concedió a Alemania un gran préstamo con el cual pudo afrontar los pagos. Alemania consiguió de esta manera estabilizar su economía en torno a una nueva moneda: el Reichsmark, que permitió iniciar una recuperación económica. Todas estas medidas crearon un problema: supusieron que el equilibrio de la economía mundial pasó a descansar casi exclusivamente en la acción de los capitales de Estados Unidos; el 60 % de los préstamos e inversiones provino de Estados Unidos y luego, en menor grado, de Reino Unido. En esta situación, una crisis en Estados Unidos podría transformarse en una crisis global.

La frágil recuperación de los años 20

Estados Unidos conoció un espectacular crecimiento de su producción industrial y de sus exportaciones, reforzándose su papel hegemónico. Esta expansión se caracterizó por apoyarse en prácticas económicas y sectores novedosos; experimentaron un fuerte impulso las nuevas industrias como la automovilística, eléctrica, electrodomésticos, química y aeronáutica. También se desarrollaron nuevas fuentes de energía; la industria del automóvil constituyó el símbolo de los nuevos tiempos. En las industrias estadounidenses se impulsó la producción en masa; la aplicación de nuevos métodos de organización del trabajo y de la producción en cadena aumentó la producción sin incrementar la mano de obra. Una característica novedosa fue desarrollar la publicidad y otros sistemas de compras a plazos; se empezó a desarrollar un consumo de masas. La concentración empresarial fue otro rasgo importante. En Estados Unidos se crearon muchos grupos empresariales mediante la fusión o la reagrupación de empresas. Europa se recuperó de la crisis de posguerra, pero dejó de ser el centro de la economía mundial. Francia y Alemania experimentaron un importante crecimiento de la producción industrial debido a las necesidades de reconstrucción de estos dos países que habían sufrido las mayores destrucciones; basaron su recuperación económica en las aportaciones de capital británico y estadounidense, y también en importantes fusiones de empresas que se llevaron a cabo. La electricidad y el automóvil fueron una de las industrias rectoras de este crecimiento. Reino Unido estuvo caracterizado por un relativo estancamiento de su economía.