La economía a comienzos del siglo XX. La Gran Depresión

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Después de la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos se convirtió en la primera potencia económica. Se vivieron los felices años veinte gracias al crecimiento industrial, conseguido con el trabajo en cadena y con la creación de grandes grupos empresariales. Aumentó el nivel de vida y surgió la sociedad de consumo, y el «modo de vida americano» se extendió por el resto del mundo.

En Europa, la guerra había provocado una enorme destrucción, por lo que tuvo una difícil recuperación. La inflación y el aumento del paro también perjudicaron su economía, aunque desde 1924 se produjo una mejora del nivel de vida. Existían grandes tensiones, porque Alemania no podía pagar las reparaciones de guerra a Francia. Para solucionar el problema, Estados Unidos puso en marcha en 1924 el Plan Dawes: un préstamo a Alemania para pagar las reparaciones a los aliados a fin de que estos pudieran pagar sus deudas a Estados Unidos. Alemania y Francia se fueron entendiendo y rechazaron la guerra como solución a los conflictos internacionales.

El jueves negro (24 de octubre de 1929) en la Bolsa de Nueva York se produjo una venta masiva de acciones y estas perdieron todo su valor, arruinando a empresas y a inversores. Este hecho, conocido como el crack del 29, desencadenó una grave crisis económica mundial durante los años treinta: la Gran Depresión. Estados Unidos redujo sus importaciones y la banca estadounidense empezó a repatriar los capitales invertidos en Europa. Como solución a la crisis en EEUU, en 1933, el presidente Franklin D. Roosevelt puso en marcha el New Deal, que imponía una mayor intervención del Estado en la economía para incrementar el consumo y relanzar la economía estadounidense.

Los totalitarismos: fascismo y nazismo:

La mayoría de los antiguos imperios autoritarios desaparecieron, dando paso a sistemas democráticos débiles. La crisis económica generó graves tensiones sociales y en algunos países se produjeron levantamientos obreros y campesinos, y entre las clases altas y medias surgió un temor a una revolución comunista, como en Rusia. Para evitarlo, algunos países impusieron regímenes dictatoriales. La crisis del 29 provocó la pérdida de confianza de la población en la democracia y los partidos extremistas lograron más seguidores: los obreros y los campesinos apoyaron a los partidos comunistas, y las clases medias y la alta burguesía, a los partidos de extrema derecha. Surgieron tres regímenes totalitarios: el fascismo en Italia, el nazismo en Alemania y el estalinismo en la URSS.

El fascismo italiano

Va unido a la figura de Benito Mussolini, fundador del Partido Nacional Fascista en 1921. Los principales rasgos ideológicos del fascismo eran:

  • La oposición a la democracia y al comunismo
  • La sumisión del individuo al Estado, suprimiendo las libertades individuales
  • La existencia de un partido único fuertemente jerarquizado en torno al duce
  • El culto a la violencia
  • El monopolio de los medios de comunicación para adoctrinar a las masas
  • El control estatal de la economía, para conseguir la autosuficiencia (autarquía)
  • La exaltación de los valores nacionales
  • La glorificación de la guerra y el militarismo

La estrategia fascista para hacer frente al desorden social fue la violencia. La Marcha sobre Roma, en octubre de 1922, consiguió que el rey Víctor Manuel III ofreciera la formación del Gobierno a Mussolini. Se prohibieron todos los demás partidos políticos y los sindicatos, y se suprimieron las libertades individuales. Se creó una policía política, se implantó la censura y Mussolini acumuló todo el poder. La política exterior fue expansionista: ocuparon Etiopía y Albania y apoyaron al bando franquista en la guerra civil española.

El nazismo alemán

Va ligado a Adolf Hitler, líder del Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP). En 1923 dio un golpe de Estado (putsch de Múnich) que fracasó. Fue encarcelado y escribió Mi lucha, donde plasmó los principios básicos del nazismo, muy similares a los del fascismo, pero con un rasgo propio: el racismo, basado en el odio a los judíos (antisemitismo) y en la superioridad de la raza aria. Implantó una política antisemita para devolver la pureza racial a la población alemana: prohibió a los judíos ejercer muchas profesiones y las leyes de Núremberg cesaron los matrimonios entre judíos y arios. En 1938, durante la noche de los cristales rotos, muchos judíos fueron asesinados o llevados a campos de concentración.

Hitler se hizo con todo el poder en Alemania en 1933. Ilegalizó también todos los demás partidos políticos y los sindicatos. En la noche de los cuchillos largos, en junio de 1934, mandó asesinar a sus rivales dentro del NSDAP, muchos de ellos miembros de las S.A. En agosto, Hitler se convirtió en el presidente de la República, concentrando así todo el poder: era jefe de Estado, jefe del Gobierno y presidente del único partido legal en el Tercer Reich.

Para superar la crisis económica, su principal objetivo fue conseguir la autarquía. Fomentó la construcción de grandes obras públicas y un intenso rearme, pero su política económica dependía del expansionismo exterior, es decir, de la guerra.

La formación de la URSS (1922-1929)

En 1921 se estableció una Nueva Política Económica (NEP) que reconstruyó la economía concediendo ciertas libertades a productores y comerciantes. El Estado mantuvo bajo su control los transportes, el comercio exterior, la banca y las grandes empresas. Resurgió la burguesía, lo que generó fuertes tensiones y un amplio debate dentro del Partido Comunista (PCUS). El PCUS era un partido muy centralizado y poco democrático, en el que las críticas eran consideradas disidencias y se reprimían con enorme dureza.

Lenin pensaba que era necesario extender la revolución fuera de la URSS y en 1919 creó en Moscú la Tercera Internacional (Komintern o Internacional Comunista), invitando a varios países a adherirse a ella. Después de morir Lenin en 1924, tras los continuos enfrentamientos entre los miembros del nuevo grupo de dirigentes, entre los que estaban Stalin y Trotski, fue imponiéndose Stalin, cuyo objetivo fue consolidar y fortalecer la revolución en la URSS. La Tercera Internacional se convirtió en un organismo al servicio de los intereses soviéticos. En 1929, Stalin instauró una dictadura personal basada en:

  • El culto a la personalidad, que ensalzaba su imagen
  • El refuerzo del poder del Partido Comunista
  • El terror, con purgas (depuraciones) y campos de concentración (gulags)

El control de la cultura, que servía como propaganda del PCUS, con una única tendencia oficial: el realismo socialista, que ensalzaba la revolución. En el plano económico, Stalin defendía que el Estado debía planificar la economía a través de planes quinquenales. En ellos se fijaban los objetivos económicos que la URSS debía conseguir y los recursos para poder lograrlos. Desapareció la propiedad privada, porque el Estado controlaba todas las áreas económicas. El primer plan quinquenal estableció la colectivización de la tierra, así que los propietarios debían renunciar a la propiedad de sus tierras. Existían dos tipos de explotaciones colectivas: los koljoses (grandes granjas en régimen de cooperativa) y los sovjoses (granjas estatales con mano de obra asalariada). Los primeros resultados fueron muy buenos y convirtieron a la URSS en una potencia industrial, pero se descuidó la producción de bienes de consumo, por lo que la población carecía de productos básicos. La producción nunca creció al ritmo previsto en los planes quinquenales y la población sufrió escasez y hambre

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