Dualismo Alma-Cuerpo en Platón y Origen del Pensamiento Racional: Del Mito al Logos
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Relación Alma-Cuerpo en Platón
Para Platón, la relación entre el alma y el cuerpo es accidental. El lugar propio del alma no es el cuerpo, sino el mundo de las ideas, y su actividad propia es la contemplación de estas. El cuerpo impide y obstaculiza lo que constituye el destino natural del alma; es una cárcel para ella. Por eso, afirma Platón que el ser humano debe purificarse de lo corporal y tratar de liberarse de lo sensible para volver a lo inteligible (mito de la caverna). Las vías para lograrlo son la dialéctica y el amor. Platón sostiene que la vida es una preparación para la muerte; la vida virtuosa es la que le permite al alma volver a su equilibrio inicial y a su lugar original: el mundo de las ideas.
El Mito
El mito es un relato que explica la realidad o el origen del mundo recurriendo a elementos sobrenaturales. Está protagonizado por héroes o dioses antropomorfos. En el mito, los fenómenos naturales son personificados y están determinados por la arbitrariedad y la ambivalencia lógica.
El Paso del Mito al Logos
La hipótesis más aceptada sobre el paso del mito al logos es la de Cornford, ampliada por Vernant en "Mito y pensamiento en la Grecia antigua". Según esta hipótesis, el pensamiento racional (logos) se origina por una lenta evolución del mito en la Grecia del siglo VII a.C. En este proceso evolutivo confluyeron varios factores socioculturales, políticos y económicos que lo hicieron posible. Estos factores son los siguientes:
- La inexistencia de una casta sacerdotal: Al no haber un dogma religioso, la transformación del mito estaba abierta a posibles modificaciones.
- El desarrollo de la polis: Gracias al comercio, surge la figura del ciudadano, hombre libre que participa en los asuntos públicos y en las asambleas que se celebran en el ágora.
- La figura del sabio.
- La aparición de la escritura: Tanto oral como escrita.
Estas circunstancias explicaron que se diera un proceso de transformación dentro del mito, que daría lugar al pensamiento racional de los presocráticos.
Logos
En el pensamiento mítico, los fenómenos y sucesos del universo se hacen depender de la voluntad de los dioses. De esta forma, los fenómenos naturales son imprevisibles, suceden de modo arbitrario, dependiendo de los antojos divinos. Los dioses no se rigen por ninguna ley externa a su propia voluntad. Dentro de esas coordenadas, es imposible la ciencia. La ciencia solo es posible como búsqueda de las leyes regulares que rigen la naturaleza. Evidentemente, si no consideramos que la naturaleza está regida por leyes, si no tenemos una concepción de la naturaleza según la cual las cosas suceden de forma regular y necesaria, no tiene sentido hacer ciencia. La explicación racional comienza cuando la idea de arbitrariedad es sustituida por la de necesidad, cuando se impone la convicción de que las cosas suceden tal y como tienen que suceder. Esta conclusión, que hoy resulta elemental, constituye el logro conceptual del que arranca la cultura occidental. La idea de necesidad viene acompañada por la de permanencia y constancia.
La Constancia y la Permanencia
El agua se comporta de forma constante. Esta manera de ser constante es lo que los griegos denominan esencia. La esencia es lo que una cosa es, a pesar de sus cambios de apariencia. La filosofía griega elabora una serie de conceptos, como lo permanente y lo cambiante. Lo constante es lo que hay de idéntico entre los seres que muestran apariencias diversas. La esencia es el fundamento de la unidad de las cosas frente a la multiplicidad de sus apariencias. El conocimiento, para los griegos, consistirá en conocer las esencias y lo que hay de común en las cosas. Los griegos piensan que los sentidos no son suficientes para conocer las esencias, que es preciso un conocimiento intelectual.