Dominio de la Recepción y Colocación en Voleibol: Técnicas y Estrategias Clave

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1. Técnicas para la Recepción del Saque

Es el primer elemento del juego que tiene lugar dentro de la secuencia del Complejo I (KI). Supone, por tanto, el primer contacto que realiza un equipo para construir su ataque cuando no está en posesión del saque. La importancia de la recepción del saque estriba en su necesidad para la construcción de un ataque con éxito, puesto que, si las recepciones son defectuosas, el balón no llegará al colocador en las condiciones idóneas para organizar un ataque eficaz. Podemos decir, pues, que los objetivos principales de la recepción son: a) neutralizar el saque contrario y b) facilitar al máximo la construcción del ataque del propio equipo, colocando el balón en las mejores condiciones para llevar a cabo un ataque sin limitaciones. Recibir el saque es una técnica crítica en voleibol, que debe dominarse antes de que ningún equipo alcance un alto nivel de juego. Además de la dificultad técnica, el pase que resulta de la recepción del saque debe controlarse y dirigirse hacia un área concreta en un porcentaje elevado de ocasiones para asegurarse un promedio de posibilidades aceptable de obtener el punto. Por tanto, podemos decir que el objetivo fundamental en la ejecución técnica será la precisión y, el gesto más utilizado es el pase de antebrazos.

1.2. La formación de la plataforma de contacto

Las características que definen la formación de una buena plataforma de contacto son que debe ser amplia, homogénea y estable; es decir, sin fisuras, compacta. Para ello será necesario tener en cuenta una serie de consideraciones técnicas:

a) El agarre

Para que la plataforma sea estable y homogénea, en el momento del contacto con el balón, es recomendable un agarre de manos con los pulgares juntos, paralelos y simétricos. Las manos deben estar juntas entre ellas para que no puedan separarse en el momento del contacto con el balón. La recepción de antebrazos es un elemento de precisión, no de fuerza. Por lo tanto, nuestra mano dominante debe dirigir el movimiento del conjunto para una mayor precisión, por lo que se colocará por debajo de la no dominante. Lo ideal es que se enseñe de esta forma al jugador desde su iniciación, pero un hábito en sentido contrario no resulta crítico para el rendimiento, por lo que no aconsejamos corregirlo si se ha asentado del modo contrario. Los tipos de agarre más difundidos son:

  • Manos superpuestas
  • Manos entrelazadas
  • Formar un puño

b) Ahuecar el pecho

para unir los hombros ayuda a aproximar más los antebrazos creando una base continua de contacto.

c) Extender los codos totalmente y realizar una rotación externa

de los antebrazos, ofreciendo la cara anterior de los mismos, las manos deben efectuar una flexión dorsal (dedos dirigidos hacia el suelo) para facilitar la rotación externa. Esa zona de contacto va a depender de la capacidad del jugador de aproximar sus codos, por lo que recomendamos cuidar su elasticidad y movilidad articular desde sus primeros años.

1.3. La orientación

El receptor se orienta frente al saque (ojo: no frente al colocador) con los pies separados, aproximadamente a la anchura de hombros, con el pie interior ligeramente adelantado y dirigido hacia el colocador.

1.4. El contacto

Se contactará con la superficie plana de los antebrazos en su mitad superior, evitando las zonas donde la estructura ósea es más superficial. En el momento del contacto, es importante mirar el balón continuamente, incluso cuando contacta con los brazos. De esta forma, el pase será más preciso. Debe existir un seguimiento visual del balón completo, desde antes del saque hasta que se dirija hacia el colocador. Para conseguir este objetivo, la cabeza debe estar entre los hombros y no se debe mover bruscamente para facilitar el enfoque del objetivo visual.

Para pasar el balón con una trayectoria perpendicular, es decir, cuando el receptor está situado en línea con el colocador, el jugador se sitúa detrás del balón con los brazos en el mismo plano que el eje central del cuerpo. Si el receptor se encuentra desplazado hacia un lado, contactará con el cuerpo más interior que los brazos y el balón, elevando el hombro de ese mismo lado y basculando el cuerpo desde el pie atrasado (más alejado del colocador) hacia el pie adelantado (más próximo al colocador). En todos los casos se intenta que la línea de las caderas se mantenga paralela a la red.

Cara anterior de la mitad superior antebrazos

Cabeza entre hombros, mirando el balón

La cintura debe situarse a la altura del balón, variando notablemente la postura según la trayectoria del saque con respecto a la posición del receptor en el momento del contacto. En saques que caen por delante del receptor se producirá un agrupamiento del cuerpo, al contrario que en trayectorias que lo desbordan hacia atrás. La posición de las piernas está en función de las trayectorias del balón. Con una trayectoria corta, el centro de gravedad del cuerpo se situará muy bajo, con flexión de piernas (la pierna exterior apoya la rodilla en el suelo y la más cercana al colocador apoya el pie y queda adelantada sobre la otra). Por el contrario, las piernas estarán extendidas para interceptar trayectorias más paralelas al suelo. El factor clave será la relación entre la cintura y el balón en el momento del contacto. La rapidez de ejecución es importante, pero tanto más llegar con movimientos pausados al contacto para asegurar la precisión perceptiva y de movimiento. La precisión debe condicionar la velocidad de movimientos.

Cuando la trayectoria del saque es lenta y con parábolas pronunciadas, como en el saque de abajo, se busca imprimir más velocidad al balón que la de llegada. Para ello se traslada el peso del cuerpo del pie retrasado hacia el adelantado (más cercano al colocador y apuntando hacia éste) durante el contacto. Conforme el balón es recibido más próximo a la red el impulso se realiza con un movimiento vertical, es decir mediante la extensión de tobillos, rodillas y caderas. Sin embargo, cuando las trayectorias de saque comienzan a ser más veloces y paralelas al suelo, se suelen dar movimientos de amortiguación del jugador en el mismo sentido de la trayectoria del saque.

La trayectoria resultante debe buscar la altura de contacto del colocador (que variará según la técnica empleada por el colocador, en apoyo o en suspensión). Sin embargo, la parábola no debe ser muy alta, más bien interesa una curva tensa. Esta parábola poco pronunciada facilita la colocación, en los equipos de bajo nivel (el balón cae en las manos del colocador con menos aceleración); y en los equipos de alto nivel facilita la incorporación del primer tiempo (no frena la carrera del atacante). Como excepción, si la recepción se produce en los cuatro metros próximos a la red, las condiciones temporales exigen un pase más parabólico.

1.5. La recepción mediante pase de dedos

Las modificaciones del reglamento sobre el primer contacto (supresión de la falta doble), están dando lugar al uso más frecuente de una técnica de pase de dedos. Esta técnica dispondrá, para esta función, de características específicas que pasamos a describir a continuación:

  • El receptor debe estar detrás del balón y centrado con respecto a éste, de forma que no se contacte al lado de la cabeza.
  • El balón debe estar encima de la cabeza, no por debajo.
  • Se busca un pase más parabólico al colocador que en el pase de antebrazos, evitando pases tensos. Esta circunstancia se acentúa especialmente cuando la recepción se produce cerca de la red, para evitar déficit de tiempo en la construcción del ataque.
  • Es necesario poner los dedos más rígidos que para colocar.
  • Los brazos y el resto del cuerpo se extienden totalmente siguiendo la trayectoria del balón hacia el destino del mismo.

1.6. Factores de decisión

Los elementos que deben centrar la observación y análisis del receptor podemos estudiarlos en dos momentos diferenciados, por un lado los dependientes del saque y, por otro, los dependientes del propio de ataque.

Factores relacionados con el saque

FACTORES A PERCIBIR LA TOMA DE DECISIÓN Experiencias previas sobre ese sacador (tipo de saque que utiliza asociado a eficacia y momento de juego). Analizar al sacador antes y durante el juego favorece el reconocimiento más inmediato de la trayectoria del saque y una mejor acomodación Movimientos preparatorios del saque (lanzamiento, armado de brazo...). La situación lateral del lanzamiento con respecto al hombro ejecutor define, en gran medida, la trayectoria lateral del saque (sobre todo flotante). En el saque flotante, un balón golpeado por delante del sacador tiene más tendencia a caer que uno golpeado sobre el sacador, que tiende a elevarse. Situación del sacador (derecha o izquierda; próximo o alejado) Variar la orientación del receptor según la posición lateral del sacador. Adelantar la posición conforme el sacador se aleja más. Tendencia de la fluctuación en la trayectoria final del saque flotante (derecha, izquierda, abajo o arriba). Está definida por el lanzamiento, pero aún así suele haber una tendencia muy marcada en cada sacador. Estudiarla puede ayudar a completar el desplazamiento y ofrecer una mejor disposición corporal. Secuencia que frecuenta el sacador (alterna saques cortos y largos, cambia de receptores si hay éxito...).Si alterna saques cortos y largos, valorar la intensidad del golpeo (velocidad de salida del balón) es esencial. Si cambia de receptores quiere decir que existe más peligro de que sorprenda al mejor receptor, lo que exige si cabe, una mayor concentración.Factores relacionados con el ataqueFACTORES A PERCIBIR LA TOMA DE DECISIÓN Recorrido del colocador y de los atacantes La recepción puede acelerar o retrasar el ataque en función de la parábola de la trayectoria. Aunque defendemos un ritmo de pase estable, puede haber casos de penetraciones muy complicadas o cambios de posición para el ataque, que requieran más tiempo de vuelo del balón.

Zona donde se ha previsto la colocación Suele ser estable, aunque de forma excepcional, algunos equipos la varían en función de la solución final de ataque pretendida.Técnicas que domina el colocador. O colocador atacante o no atacanteUna recepción aparentemente perfecta puede no serlo sí obliga a pasar en apoyo estando preparado técnicamente para pasar en suspensión.

1.7. El entrenamiento de la recepción del saque La recepción del saque ha demostrado ser un elemento con una correlación muy elevada con el éxito del equipo; además existe un marcado desequilibrio en la progresión del aprendizaje de este elemento con respecto al saque, siendo éste último más precoz en cuanto a desarrollo de la eficacia. Por ambos motivos, se debe prestar gran atención a una formación técnica adecuada y a un gran volumen de entrenamiento en todas las etapas y categorías. El enfoque primordial, a través del que planteamos el trabajo de recepción en todas las etapas, es la precisión. Aunque existen planteamientos que defienden la seguridad, ese concepto supone connotaciones defensivas que no coinciden con las características del voleibol actual. Apostamos pues, por una filosofía de la recepción como elemento ofensivo y basada en unaexigencia máxima de precisión desde la iniciación. Existen una serie de criterios de interés en la construcción de tareas de recepción: a) No debemos olvidar que el principal recurso que exige esta acción es un alto grado de concentración, por tanto y para preservarla, deberemos controlar la motivación y lafatiga.b) Debemos compensar la escala de exigencia en el entrenamiento por su origen (saque), ygraduar la dificultad que se le origina al receptor a partir del mismo. c) Cuando la recepción no sea el elemento central de la tarea, sino que se use como medio para la construcción del ataque, debemos ajustar el grado de exigencia previsto a partir del saque.d) Además de la apreciación de trayectorias sobre el balón, los cálculos óptico-motores a partir de las percepciones periféricas, tienen una incidencia importante para que la recepción, no sólo se efectúe correctamente, sino en el espacio reglamentario. Para ello es interesante crear exigencias en cuanto a la posibilidad de discernir situaciones en las que corresponde recibir y en cuales no, dentro del entrenamiento.e) Fomentar la concentración, la seguridad y la trascendencia de esta acción, resulta de importancia capital para la formación de especialistas.f) En el alto nivel todos los rematadores colaboran, en mayor o menor medida, para esta acción, con lo que la especialización prematura, está perjudicando las posibilidades de muchos jugadores 2. TÉCNICAS PARA LA COLOCACIÓNLa colocación es el elemento primordial en la composición del equipo y en el juego en general. Por aspectos cuantitativos (número de contactos) y cualitativos (posibilidad de ataque) el colocador adquiere una importancia muy grande.Sí el ataque es fundamental en la consecución del punto, la colocación condiciona la efectividad del ataque no sólo desde el punto de vista técnico sino también desde el táctico, debido a que la distribución del juego radica en el colocador. En el alto nivel la habilidad de éste puede ser definitiva. La colocación es el balón dirigido con trayectoria y velocidad precisa a un atacante particular de modo que pueda rematarlo de forma efectiva. Remarcamos de la definición dos términos: precisión, como concepto básico, a partir de éste se desarrollan el resto de elementos que conducen a la efectividad, donde ya confluyen aspectos relacionados con la táctica. En cuanto a su técnica, el pase colocación debe realizarse con pase de dedos siempre que sea posible, con el fin de que el jugador pueda tener más opciones en la precisión y distribución del juego. A su vez, cualquier jugador del campo debe controlar dicha acción. 2.2. Técnica básicaCon la técnica básica describimos la mecánica idónea del movimiento con el objetivo de favorecer la máxima precisión en el pase.2.2.1. Posición de partida En iniciaciÓn, el colocador se sitúa en zona 3 y más tarde, cuando aparece el atacante central se pone al colocador entre la zona 3 y la 2. El hecho de que la mayoría de los atacantes sean diestros y les sea más fácil coordinar el remate de un balón que viene por su derecha, ha sido la causa de que el colocador esté universalmente aceptado en esa situación. El colocador tiene que estar cerca de la red, a unos 40 cms, separado lo suficiente para  tocarla al girar y no tan separado como para que tenga que moverse hacia ésta cuando va a interceptar el balón. Se situará entre tres y cuatro metros y medio de la banda lateral derecha. 2.2.2. Postura Debe ser una posición natural y relajada pero sin dejar de mantenerse alerta, es decir, tener visión del juego y disponibilidad postural que le facilite una salida rápida para corregir una recepciónerrónea que no vaya a la zona prevista.La postura idónea sería: cuerpo extendido, con piernas separadas a la anchura de las caderas, brazos relajados, y flexión ligera de tobillos, que lleve el peso a la parte anterior de los pies para un desplazamiento más eficaz. En los casos en los que el balón cae por debajo de la cintura del receptor, la postura del colocador será de mayor alerta, ya que suele resultar una trayectoria más cercana al suelo. De esta forma, y sin perder de vista el balón, debe permanecer hasta que conozca a donde va a ir el balón enviado por su compañero. No debe escaparse (moverse antes de ver hacia donde va el balón que procede del primer contacto en su terreno). 2.2.3. De frente al balón Antes de aprender a pasar de espaldas, el pase se hace orientado en función de la zona de procedencia del balón, el pie más próximo a la red debe estar adelantado sobre el otro. Cuando se incorpora el pase colocación de espaldas al juego, la orientación del jugador es fija, hacia zona 4 con el pie derecho adelantado sobre el izquierdo y con ambos pies formando un ángulo de 45º con respecto a la red. Esto permite tener un amplio margen de visión de su campo y del campo contrario. Cuando los balones caigan a la izquierda del hombro del colocador, se deberá cerrar el ángulo, situándose más paralelo a la red, consiguiendo mantener la orientación frente al balón. La reorientación para el pase se trata en el epígrafe del contacto. Orientada frente a la recepción, con el pie derecho adelantado, giro paulatino hasta orientarse hacia la zona 42.2.4. Desplazamientos hacia y desde la zona de colocaciónEl colocador, por exigencias de la rotación puede necesitar desplazarse hacia la zona de colocación (tras recepción o defensa) y desde la zona de colocación por un primer contacto defectuoso. Los principios que deben regir los desplazamientos son:a) Nunca debe perder de vista el balón, para ello el giro se realizará mirándolo continuamente.b) Si llega en movimiento al contacto debe procurar movimientos finales ralentizados que favorezcan la precisión. c) El desplazamiento hacia el balón debe evitarse en dirección a la red, por lo que se situará en la zona de colocación con la máxima antelación posible. Los desplazamientos deben realizarse con una carrera natural, la salida debe ser en el momento óptimo, cuando el sacador toque el balón (en situación de recepción), o habiéndose producido el contacto de defensa (en situación de defensa). Al llegar a la zona de colocación, el penúltimo apoyo (con la pierna del mismo lado por el que se llega) será largo para frenar la inercia de carrera. Con el último apoyo se orienta el cuerpo hacia el balón que proviene del primer contacto.2.2.5. El contacto Cuando el balón comienza a caer sobre la proyección del colocador, se produce una ligera flexión de tobillos y rodillas, mientras la cadera inicia un movimiento de giro continuo y pausado hacia el punto donde se pretende enviar el balón1. Con el pie más próximo a la red adelantado, colocándolo debajo del lugar donde se contactará el balón. Los brazos se han elevado, en ese momento, de modo que el colocador verá aproximarse el balón por el hueco que forman las dos manos. Esto facilita la coordinación entre manos y balón Las manos delante de los ojos, abiertas, con las palmas mirando al balón, muñecas flexionadas. Los dedos permanecen separados para ofrecer mayor superficie de contacto, pero no rígidos. El balón entra entre los índices y pulgares de ambas manos. Los brazos forman un rombo, con los codos notablemente separados. La altura de contacto será de unos 20 cms por encima de la cara. El movimiento de las manos aconsejado para las etapas iniciales es amortiguado, acompañando el balón ligeramente en su fase descendente y ascendente. Esto facilita la precisión. Mira el balón caer entre lasmanos Con codos abiertos los brazos forman un rombo El balón entra en las manos a unos 20 cms de la cara El balón debe contactarse siempre en la misma situación, tanto si se coloca adelante o atrás (ligeramente por delante del eje de proyección del tronco)2. Para impulsar el balón las piernas se extienden en el momento del contacto. Los brazos deben proyectarse extendidos, sin cruzarse, y dirigidos al objetivo del pase, así como la cadera perpendicular hacia el mismo. Proyectar brazos extendidos hacia el objetivo del pase Misma disposición del balón para pasar hacia delante o haci atrás2.2.6. El pase de espaldas La disposición inicial, los desplazamientos y la posición para el contacto deben ser exactamente igual que para el pase frontal. Es importante no modificar el punto de encuentro con el balón, ni arquear el tronco antes del contacto.En el contacto, las muñecas se flexionarán hacia atrás, seguidas por la extensión de los codos, mientras se arquea la espalda a partir de una inclinación posterior de la cabeza y una extensión de la cadera, desplazándose hacia delante. Los pulgares tienen una participación importante en el impulso del balón hacia atrás. Contacto por delante de la cabeza Arquear la espalda y rotar las muñecas con el contacto.

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