La Divina Comedia: Dante Alighieri y su obra

La Divina Comedia

La Divina Comedia es una obra literaria del género épico, escrita por Dante Alighieri en la Edad Media. Poeta, prosista, filósofo y pensador político italiano. Se cree que nació el 29/5/1265 en Florencia. Nació en Florencia, en el seno de una familia que pertenecía a la pequeña nobleza. Su madre murió cuando todavía era pequeño, y su padre al cumplir los 18 años. Colaboró activamente en las luchas políticas de su tiempo, por lo cual fue exiliado de la ciudad donde nació. Fue un enérgico defensor de la unidad italiana. Redactó varios tratados en latín sobre literatura, política y filosofía. La ciudad de Florencia, en 1316, le ofreció a Dante la oportunidad de retornar, pero con las mismas condiciones que solían imponerse a los criminales perdonados por las autoridades de la ciudad. El poeta desestimó la propuesta, objetando que jamás volvería a menos que le fuesen restituidos por completo su dignidad y su honor. Siguió, por tanto, viviendo en el destierro, y vivió sus últimos años en Rávena, donde murió el 14 de septiembre de 1321.

La estructura de la obra

Es un poema alegórico que se encuentra dividido en 3 canticas. El infierno es la primera de las tres cant. Esta conformada por 33 cantos, más uno de introducción, cada canto está subdividido en tercetos cuya rima está intercalada. Al ingresar a este reino, la inscripción en su puerta presenta las características del mismo. Es la ciudad del dolor eterno, ninguna esperanza de perdón o reconciliación pueden esperar los que allí ingresan. Este mundo está dividido en 9 círculos donde se ubican las almas pecadoras de acuerdo a determinadas normas, cuanto más abajo, menor será el espacio y mayor el castigo y la culpa. El purgatorio está conformado por 33 cantos y es un reino también ubicado en la tierra, en el que las almas sufren tormentos similares a los infernales, sin embargo tienen esperanza los que allí habitan porque aspiran a ver a Dios. Allí las almas se hacen menos corpóreas, los gritos son sustituidos por cantos y los demonios por visiones angelicales. Geográficamente se ubica en una isla inaccesible en las antípodas de Jerusalén. Mientras el infierno y Purgatorio son sitios terrestres, el Paraíso, el cual está conformado también por 33 cantos, es un mundo inmaterial, etéreo, dividido en 9 cielos. En total, está conformada por 100 cantos, todos ellos escritos con la misma regla métrica de tercetos endecasílabos.

El canto tercero

El canto tercero comienza en el vestíbulo del infierno donde se castiga a los indiferentes. Comienza con una inscripción en la puerta, en la cual, Dante, realiza una personificación de la misma mediante la cual expone la idea del sufrimiento y la eternidad del mismo. En la primer tercina, se puede destacar la anáfora al comienzo de cada verso, se repite el mismo sujeto y se utilizan metáforas para hablar de él. En la segunda tercina se puede ver como Dante utiliza la perífrasis al hacer alusión a Dos de manera indirecta, llamándolo su 'alto arquitecto', porque fue él quien creó el infierno para los ángeles-seres inmortales. Como también se habla de la santísima trinidad. La divina potestad hace referencia al padre, la suprema sabiduría al hijo y el primer amor al espíritu santo. Y en la tercer tercina de esta inscripción, expone la magnitud del sufrimiento y su eternidad. '¡Oh los que entráis, dejad toda esperanza!'. Significa que una vez en el infierno, no se puede salir y quienes están allí jamás encontrarán la salvación. Los caracteres de la puerta están escritos en negro marcando así las oscuridad del infierno. Frente a este hecho, se puede observar la pena o el dolor que le causa a Dante. Tanta oscuridad, refleja así su sensibilidad. La desolación impera en el infierno, por eso Virgilio interviene para calmar a Dante y le menciona que allí debe abandonar todo temor, y además también le menciona que quienes están allí han perdido el bien de la inteligencia. A continuación, se proporciona una descripción del infierno.