Diferencia entre virtudes eticas y dianoeticas

2.2.5- ÉTICA

En el comienzo de su "ética a Nicómaco", Aristóteles plantea la siguiente pregunta: "¿qué es aquello que el ser humano desea por sí mismo y qué para su consecución desea todo lo demás?". Aristóteles responderá a esta pregunta afirmando que dicho fin es la eudaimonía, es decir, un cierto "vivir bien" o felicidad que es resultado de un determinado "obrar bien" al que Aristóteles denomina actividad virtuosa. Dicha actividad virtuosa, consiste en un actuar "según la naturaleza" o "por naturaleza" de cada una de las sustancias. Desde la perspectiva específicamente humana y dado que el ser humano se define como "animal racional" la actividad virtuosa que conduca hacia la felicidad es aquella que perfecciona nuestro saber. Por ello, las virtudes predominantes dentro de la ética aristotélica son las llamadas virtudes dianoéticas o del conocimiento.
Aristóteles concibe las virtudes dianoéticas como aquellos hábitos intelectuales que perfeccionan la naturaleza racional de quienes los poseen haciendo con ello que el ser humano alcance la excelencia. En su análisis ético, Aristóteles señala la existencia de cinco virtudes dianoéticas:
-Arte, es la disposición racional hacia la creación de objetos útiles o bellos, es decir, de instrumentos o de obras de arte.
-Entendimiento o Nous, es el hábito intelectual que permite deducir consecuencias necesarias aplicando la lógica a los principios y causas que capta el entendimiento.
-Sabiduría teórica o Theoría, es la virtud superior cuya posesión perfecciona teleológicamente al ser humano, haciendolo sabio. Consiste en una síntesis de entendimiento y ciencia que hace posible al sabio alcanzar el conocimiento de las esencias.
-Sabiduría práctica, Prudencia o Frónesis, es el hábito intelectual de la deliberación, es decir, de la reflexión a cerca de las propias acciones que permite encontrar el "justo medio" entre los extremos viciosos o movilizar los medios disponibles para la consecución de los propios fines, teniendo siempre en cuenta el límite de las propias capacidades. La sabiduría práctica o prudencia, es la condición de posibilidad de la existenca de un segundo conjunto de virtudes a las que Aristóteles denomina virtudes éticas y que describe como el justo medio entre los extremos del defecto y el exceso.
Las virtudes éticas tienen una evidente proyección social, puesto que se presentan como las obligaciones que ante la concienca de cada uno establece la relación con los otros. En este sentido, poner de manifiesto un elemento característico del pensamiento aristotélico, que es la subordinación de la ética o la política, que se explica por el hecho de que si la ética es una ciencia práctca que intenta propiciar la felicidad colectiva, generando el marco de convivencia que la haga posible.