Diferencia entre moderados y exaltados

La segunda medida fue la supresión de los mayorazgos.  Las resistencias de la nobleza retrasarían su culminación hasta 1841 (Regencia de Espartero).

La desamortización fue la medida práctica de mayor trascendencia tomada por los gobiernos liberales y se desarrolló durante todo el Siglo XIX, entrando incluso en el XX.

La desamortización supónía dos momentos: primero, la incautación por parte del Estado , por lo que dejaban de ser de “manos muertas” para convertirse en “bienes nacionales”; y segundo, la puesta en venta, mediante subasta, de los mismos.

4. EL PROCESO DESAMORTIZADOR

4.1 Antecendentes

Los primeros pasos se dieron a partir de las ideas ilustradas:

• Carlos III intentó repartir los bienes de los municipios y de los Jesuitas. 

• Godoy, desamortizó parte de los bienes del clero para hacer frente al déficit de la Hacienda Pública

• Las Cortes de Cádiz iniciaron la desamortización de los bienes del clero regular. 

• La obra del Trienio Liberal consistíó en la prohibición de nuevas amortizaciones y supresión de los monasterios de órdenes monacales y de los conventos de órdenes militares

4.2 La desamortización eclesiástica: Mendizábal (1836) y Espartero (1841)

se llevó a cabo durante el reinado de Isabel II.

4.2.1 La desamortización de Mendizábal (1836)

El progresista Juan Álvarez Mendizábal, primero como ministro de Hacienda y luego como jefe de gobierno, emprendíó la desamortización con la nacionalización y venta en pública.Así,entre 1835 y 1837, entre las que destaca el decreto de 1836, se puso en venta todos los bienes del clero regular: se subastaron tierras, casas, monasterios y conventos con todos sus enseres.

Mendizábal aspiraba alcanzar cuatro objetivos con la desamortización:

A) El objetivo principal era el financiero:

Buscar ingresos para pagar la deuda pública del Estado, pues se encontraba exhausta ante los gastos producidos por la Primera Guerra Carlista (1833-1840). 

b) Objetivo económico: la venta de las tierras a personas que les fueran a sacar un rendimiento mayor iba a producir un aumento de la riqueza de la nacíón. 

c) Objetivo social: crear una clase media agraria de campesinos propietarios al permitirles el acceso a la propiedad.

d)  Objetivo político: crear “una familia de propietarios” que se sintieran unidos al régimen liberal isabelino, que tenía un apoyo social precario.

La puesta en práctica de su decreto removíó y dividíó a la opinión pública hasta el punto de que la propia Reina regente paralizó las ventas.

4.2.2 La desamortización de Espartero (1841)

Baldomero Espartero, progresista, Presidente de Gobierno y Regente entre 1840 y 1843, continuó la labor iniciada por Mendizábal y en 1841 llevó a cabo la desamortización de las propiedades del clero secular
. Durante la década moderada (1845-55) la desamortización fue suspendida. 

4.3. La desamortización civil: Madoz (1855)

Fue la acción más notable del Bienio Progresista (1854-1856) y llevada a cabo por el Ministro de Hacienda, Pascual Madoz. Se promulgó en 1855 y venía a completar la obra de Mendizábal. Se pretendía concluir la venta de los bienes del clero, interrumpida por los moderados y sobre todo autorizar la enajenación de los bienes de propios, baldíos y comunales en las tierras de propiedad municipal y las tierras de Instrucción Pública y Beneficencia. Se ponían en venta todos los bienes de propiedad colectiva: de ahí el nombre de “desamortización general”. Fue la más larga en el tiempo y no concluyó hasta 1924.

El procedimiento  fue una copia del de Mendizábal; sin embargo había dos diferencias claras. Una se refería al destino del dinero obtenido fue dedicado a la industrialización del país o a la expansión del ferrocarril. La otra diferencia estaba en la propiedad de dicho dinero, el propietario, sino los ayuntamientos. Aquél percibiría el importe de las ventas y lo transformaría en los “bonos del Estado” que  significaba que éste se convertía en custodio de los fondos de los ayuntamientos, utilizándolos para el bien de todos. 

La recaudación de fondos volvían a ser los objetivos perseguidos. La continuación de la desamortización de los bienes eclesiásticos provocó la ruptura de relaciones del gobierno progresista con la Iglesia y la negativa de la reina a sancionar la ley.