Didáctica de la Literatura: Guía para la Formación de Lectores Competentes

1. Introducción al Estudio de la Didáctica de la Literatura

2. Finalidades de la Formación Lectora

Formar lectores para:

• Leer con autonomía: Relacionar el texto con la intención del autor y la propia valoración.
• Disfrutar de los textos: Establecer valoraciones e interpretaciones. Integrar conocimientos metaliterarios para acceder al significado.

La idea de la formación literaria es preparar al alumno para que sea un lector autosuficiente, autónomo, que active y relacione sus conocimientos. La educación literaria no puede reducirse al aprendizaje de una sucesión de movimientos, fechas, autores y obras, ni a la simple enumeración de influencias y rasgos de estilo. A los alumnos, estos contenidos les resultan abstracciones poco evidentes y escasamente asequibles porque las perciben como contenidos poco significativos y de difícil comprensión. La literatura exige, además de ciertos datos y conocimientos externos, la educación de la sensibilidad estética; es decir, requiere una formación específica para que el lector sepa establecer su interpretación y su valoración personal del texto. La formación literaria es la capacitación para la interacción que supone el “pacto de lectura” que le sugieren el texto y el autor. Los objetivos de dicha formación se orientan a enseñar a valorar, con matices diversos, las producciones de cada época.

3. El Lenguaje Literario

Algunos Rasgos Caracterizadores

1. Función poética: Esta función se caracteriza esencialmente porque el mensaje crea imaginariamente su propia realidad; la palabra literaria crea universos de ficción y la propia materialidad del lenguaje es importante.
2. Carácter connotativo: El contenido intelectual o referencial no agota su significado y los términos suelen impregnarse de elementos emotivos y volitivos. Los contextos en que algunos términos han sido utilizados y las propias asociaciones psicológicas de los individuos contribuyen a crear estos matices, que podrán ser más o menos permanentes y que tampoco son exclusivos del lenguaje literario.
3. Ambigüedad o plurisignificación: Riqueza de matices y la posibilidad que tiene la obra literaria de ser valorada o interpretada de diversas maneras según lectores, momentos, épocas o estados de ánimo. El lenguaje literario es plural por esencia y la obra literaria es plurisignificativa por la naturaleza de los elementos y de las relaciones que constituyen su estructura formal y significativa.
4. Figuras literarias o lenguaje figurado: Símbolos y otros procedimientos estilísticos constituyen elementos en manos del escritor para transformar el lenguaje habitual en lenguaje artístico. La utilización de un lenguaje figurado, aunque tampoco es exclusivo de la lengua literaria, sí es en ella donde alcanza las mayores posibilidades expresivas por su novedad, carácter inesperado, capacidad de sugerencia, etc.

4. Las Funciones del Profesor

La función del profesor de lengua y literatura será la de mediador, formador, crítico, animador, motivador de lectores y dinamizador:

• Mediador en los aprendizajes, para que la actividad del alumno resulte siempre significativa y motivadora.
• Interlocutor en los actos de comunicación en el aula y de comunicación espontánea.
• Referente y modelo de hablante y usuario de las distintas manifestaciones lingüísticas.
• Mediador en la difusión de valores culturales que aparecen en los contenidos comunicativos y literarios.
• Innovador en lo que respecta a las aportaciones teórico-didácticas que pueden incidir en la mayor eficacia del aprendizaje de sus alumnos.

5. La Competencia Literaria

Nos referimos al concepto de competencia literaria como una noción derivada de la teoría generativista de Chomsky, que podría definirse como la habilidad o capacidad de los seres humanos para producir e interpretar textos literarios. La competencia literaria se puede alcanzar teniendo en consideración siete puntos:

1. Experimentación de la comunicación literaria: Los seres humanos adquirimos competencia literaria en la medida en que la comunicación literaria está presente en la sociedad. Implicará crear situaciones que hagan percibir la literatura como una situación comunicativa real.
2. Utilización de textos adecuados: Esto comporta un esfuerzo notable por parte del profesor, ya que supone que conocemos los gustos y habilidades lectoras de los alumnos y que, además, conocemos suficientes muestras literarias como para poder elegir las adecuadas a los objetivos que pretendemos.
3. Implicación y respuesta de los lectores: Es preciso provocar el interés por el disfrute de la lectura. Se trataría de aplicar la filosofía de la obra de D. Pennac, Como una novela: la lectura por placer para que el lector se impregne de la magia de los textos literarios.
4. Interpretación compartida: Se trata de la interacción entre la lectura individual y la interpretación y comentario colectivo y público, siempre enriquecedor y sugerente, que ayuda a entender la complejidad de los textos. Es una manera práctica de mostrar la riqueza y capacidad de sugerencia que tienen los textos literarios, que en función de los lectores nos dicen cosas diferentes y matices peculiares en los que no siempre caemos.
5. Progresión e interpretaciones más complejas: Es un trabajo a largo plazo, empezando en la Educación Infantil y siguiendo hasta la Universidad. No se deberá utilizar la misma estrategia para atender la enseñanza de la literatura en los diversos niveles de estudio.
6. Actividad favorecedora de la lectura: Relacionar la lectura con los conocimientos previos de los lectores, lo que favorecerá la comprensión lectora. Y relacionarla también con la vida, con la experiencia cotidiana.
7. Interrelación entre las actividades de recepción, reflexión y producción literarias, sin olvidar el placer que provoca la literatura. Por eso no debemos privarnos de ningún medio ni de ninguna estrategia para conseguir este disfrute estético.

6. Valores Educativos de la Literatura

• Razón patriótica: Indica que la literatura española forma parte de la riqueza cultural de España. Conocerla mínimamente parece esencial para entender un poco lo que España ha sido y es. Además, la literatura es, con frecuencia, una fuente de información histórica o actual de primer orden.
• Razón instrumental: El profesor Amorós la presenta así: “Es muy necesario que los españoles sepan usar, de palabra y por escrito, su propia lengua con cierta precisión, orden, claridad y eficacia. Este es un factor que favorece, indudablemente, el rendimiento en cualquier profesión, la capacidad de relacionarse o influir sobre los demás y hasta el éxito social y económico”.
• Razón formativa: Radica en el hecho de que las obras literarias son una vía de acceso a la realidad, enriquecen la personalidad, multiplican las experiencias del lector, le informan sobre la realidad y, en consecuencia, abren nuevos caminos a su fantasía.
• Razón profesional o razón investigadora: En el nivel universitario, la enseñanza de la literatura se impone con los objetivos claros de formar profesionales e investigadores competentes.