La dictadura de Primo de Rivera y su programa regeneracionista

La dictadura de Primo de Rivera (13/9/1923 a 30/1/1930)

Fue un régimen con un programa regeneracionista, inspirado en el modelo intervencionista y corporativista de los regímenes autoritarios europeos del periodo de Entreguerras (1919-1939).

Primo de Rivera presentó la dictadura como un régimen transitorio, prometiendo que una vez “extirpados los males” del país se volvería a la normalidad constitucional. Su objetivo era acabar con los graves problemas que padecía España: la vieja política, el caciquismo, el desgobierno, el desorden social y el separatismo. El malestar en el ejército, la indecisión del gobierno y la falta de confianza de Alfonso XIII en el sistema constitucional hicieron que el golpe militar no tuviese oposición.

Causas que propician el golpe de estado:

• La inestabilidad y el bloqueo del sistema bipartidista que lleva a la descomposición de los partidos dinásticos. Su división interna acaba con el turno pacífico y acentúa la inestabilidad política.
• El miedo por parte de las clases acomodadas a una posible revolución social.
• El trienio bolchevique andaluz y la época del “pistolerismo”.
• Una fuerte crisis interna en el ejército causada por un descontento generalizado y el desastre de Annual.
• El aumento de los nacionalismos periféricos.
• El influjo de la revolución rusa de 1917.

Etapas políticas del nuevo régimen:

Directorio militar (1923-25):

Primeras medidas: El rey nombró a Primo de Rivera presidente y ministro único. El Directorio militar proclamó el estado de guerra durante 2 años, y suspendió la Constitución de 1876, disolvió las Cortes, implantó la censura de prensa y prohibió las actividades de partidos y sindicatos. Se llevó a cabo una reforma de la administración que destruyese el caciquismo: los gobernadores civiles fueron sustituidos por gobernadores militares y se creó la figura del delegado gubernativo que controlaba los ayuntamientos.

Guerra de Marruecos.

Directorio civil (1925-30):

Institucionalización de la dictadura: Resuelto el orden público y acabada la guerra de Marruecos, Primo de Rivera sustituyó (25 diciembre) el Directorio militar por un gobierno civil; demostrando su voluntad de permanecer en el poder e instituir un régimen estable y duradero. Estará formado por políticos de derechas, como Calvo Sotelo o Eduardo Aunós. En esta segunda fase de la dictadura intentó construir un régimen inspirado en las dictaduras autoritarias europeas: formó un partido único de derechas, Unión Patriótica (sin programa ni ideología definida, no llegó a ser un partido moderno y fue solo un instrumento de propaganda del Estado), y convocó una Asamblea Nacional Consultiva para elaborar una nueva constitución. Política económica y social: Se benefició de una coyuntura internacional favorable (los felices 20) y se caracterizó por el intervencionismo estatal y el nacionalismo económico. Su objetivo fue desarrollar la industria nacional; para ello se impusieron elevados aranceles proteccionistas y se concedieron ayudas fiscales a las empresas. El enorme gasto público que supuso esta política no fue acompañado por una reforma fiscal para aumentar los ingresos, por lo que aumentó el déficit estatal, que se solucionó con la emisión de deuda pública. Hecho importante fue la represión del catalanismo. Se prohibió la utilización del idioma catalán en los actos oficiales y se suprimió la Mancomunidad de Cataluña en 1925. La política contra las instituciones catalanas.

El final de la dictadura.

Desde 1926 la dictadura, que no supo articular una salida política al régimen de excepción, perdió apoyos y fue ganando enemigos, aumentando los sectores de la oposición, formada por: amplios sectores del ejército, los republicanos y el nacionalismo catalán.