El despertar de la conciencia social de Paco

El tema de este texto es el despertar de la conciencia social de Paco cuando, siendo aún un niño, conoce de primera mano la miseria en la que viven los habitantes de las cuevas, a las afueras de su pueblo.

En este fragmento, por tanto, los temas de la obra que tienen más relevancia son los de tipo político-social. Por una parte, está presente el tema de la injusticia social pues la descripción tanto de las cuevas como de sus habitantes nos muestra la pobreza absoluta en la que vivían muchas personas en la España rural del primer tercio del siglo XX: en cuevas abiertas en las rocas, donde “no había luz, ni agua, ni fuego”. El autor, de alguna manera, denuncia esta situación que afectará a Paco de manera singular.

Por otra parte, se muestra también la postura inmovilista que mostraba la Iglesia, encarnada en este caso por mosén Millán, ante esta injusticia social. Por eso, ante las reiteradas preguntas del niño, el sacerdote responde de manera esquiva e intenta convencerle de que el agonizante será feliz en el cielo. Además, le dice a Paco que “la vida es así” y que “Cuando Dios permite la pobreza y el dolor es por algo”, dando a entender que intentar cambiar el estado de las cosas (en este caso, la injusticia social) supondría ir contra la voluntad divina. También le dice al niño que no se puede hacer nada para remediar esa miseria y que en otros pueblos hay gente que vive incluso peor. La visión que se ofrece en el fragmento del sacerdote, con prisa por salir de aquella cueva y por dejar atrás una realidad que le incomoda, no es muy piadosa.

A medida que avanza la historia, veremos cómo Paco sigue empeñado en luchar contra la injusticia social mientras que el sacerdote sigue siendo reacio a los cambios. De hecho, Paco no se olvida nunca de esa visita a las cuevas y, en cuanto se le brinda la ocasión, esto es, tras salir elegido concejal republicano en 1931, uno de sus objetivos prioritarios será precisamente mejorar las condiciones de vida de esas gentes, empleando para ello el dinero que hasta ese momento le pagaban al duque por trabajar sus tierras, es decir, terminando con el injusto y arcaico sistema de arrendamientos. Por su parte, mosén Millán verá todos esos cambios con mucho recelo y acabará poniéndose del lado de los poderosos, que restablecerán sus privilegios por medio de la fuerza y de la violencia, aunque ello suponga traicionar a Paco (al pueblo español).