Descripción de Egaeus
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Un hombre angustiado dormita sobre unos libros, sin poder alejar de sus pensamientos la imagen de su amada Leonora, deseando que la noche desaparezca y el nuevo día calme el dolor de la ausencia.
Unos golpes lo despiertan y lo estremecen. Duda sobre la identidad de quien toca a su puerta, y al abrirla, un cuervo emerge, casi de la nada. Se posa en el dintel de la puerta, y responde a todas las preguntas con una única respuesta: Nunca más. El significado de dicha expresión queda abierta a la imaginación del lector. ¿Qué es lo que no ocurrirá nunca más? Tal vez sea su amada muerta, la que nunca más volverá, o la que jamás se extinguirá de su memoria, o será que ya jamás será feliz, o será ese maléfico pájaro el que ya no remontará su vuelo y se quedará con él para siempre. Son las dudas que plantea el poema, de profundo contenido psicológico, que no es un poema más, sino que invita a reflexionar sobre los más recónditos secretos del alma humana.
Berenice
El protagonista es Egaeus. Crecíó entre libros y desarrolló una extraordinaria imaginación. Crecíó junto a su prima Berenice.
Egaeus era introvertido y enfermizo, Berenice era extrovertida y vivaz. Él confinaba su vida al estudio, ella desbordaba de vida corriendo por el campo. Berenice era bellísima. No obstante, le vino una grave enfermedad que le transmutó su carácter y, en cierta forma, también su físico. Padecía una epilepsia que solía terminar en catalepsia. También se agravaba lo enfermizo en Egaeus, que se manifestaba en una incontrolable atención hacia los detalles más arbitrarios. Dice Egaeus que en esa extraña situación en que se encontraban ambos, él la amó, no sentimentalmente sino de forma psíquica. Entonces él le pidió la mano y ella se la dio. No se habían casado aún cuando Egaeus se fijó en los dientes de ella. Pero ella murió y la enterraron. En un determinado momento Egaeus se despertó en la biblioteca y oyó unos gritos. Entonces un criado le contó que habían profanado la tumba de Berenice y que se encontraba el cadáver fuera, desfigurado. Señaló las ropas de Egaeus, él comprobó que estaban manchadas de barro, una pala estaba colgada de la pared y había una cajita a su lado. Egaeus la abríó, conténía... Los dientes de Berenice.
willian wilson: La historia comienza con el narrador, un hombre de ascendencia aristocrática que se hace llamar William Wilson, denunciando su pasado derrochador, aunque éste no se siente culpable, pues entiende que ningún otro hombre ha sido tentado de igual manera antes. Narra la infancia y juventud de William en un colegio isabelino.
Relata que allí conocíó a otro chico con su mismo nombre, parecido a él y nacido el mismo día, el 19 de Enero, fecha de cumpleaños del propio Poe. Compite con este muchacho, pero él le supera fácilmente, de manera que lo considera prueba de su auténtica superioridad. Este chico, comienza a imitar la forma de vestir, la manera de andar e incluso la forma de hablar (sin embargo, tiene un defecto en el habla que solo le permite hablar susurrando) del protagonista, y llega un momento en que William descubre que éste tiene exactamente su misma cara. Al ver esto, William abandona inmediatamente la academia, sólo para descubrir que su doble se ha marchado el mismo día.
william, con el tiempo estudia en Eton y Oxford, haciéndose más depravado cada vez, ganando enormes cantidades de dinero mediante engaños al jugar a las cartas con un pobre noble y la seducción de una mujer casada. En esta etapa, su doble aparece, con la cara siempre cubierta, susurrando unas pocas palabras que alertan a otros sobre el comportamiento de William. En el último de estos incidentes, en un baile en Roma, William arrastra a su doble a una antecámara y lo apuñala. Tras la acción de William, aparece un enorme espejo en el que éste ve el rostro del fallecido, momento en el que el narrador siente que está pronunciando las palabras: «en mí existías, y en mi muerte, ve cuán profundamente te has asesinado a ti mismo