Descartes y el Racionalismo: Contexto y Pensamiento en el Siglo XVII
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René Descartes (1596-1650): Contexto Histórico, Cultural y Filosófico en el Siglo XVII
Contexto Histórico
La filosofía de Descartes se desarrolla a lo largo de la primera mitad del siglo XVII, periodo caracterizado por el absolutismo y la Contrarreforma.
El absolutismo se inicia en la Edad Media con la lucha de la monarquía contra la nobleza. Este proceso se manifiesta de una manera especial en Francia desde el siglo XIV. La monarquía gana esta lucha debido a varias causas: la fuerte personalidad de los soberanos y de sus ministros, el cansancio de las guerras político-religiosas y el apoyo de la burguesía, que veía en el robustecimiento de la monarquía una garantía de seguridad frente a las arbitrariedades de los nobles.
El soberano llega así a concentrar todos los poderes: él es el que tiene el poder legislativo, ejecutivo y judicial. El reino llega a ser propiedad privada del rey. Socialmente, el absolutismo implica necesariamente una serie de privilegios concedidos a unos pocos, que son los que poseen las riquezas y los honores, y en los cuales se apoya el monarca para ejercer su poder absoluto.
El absolutismo no es solo una doctrina ni una época histórica, sino una mentalidad, una actitud. La mentalidad absolutista consagra el despotismo y el servilismo como formas básicas de comportamiento humano, sea cual sea la clase social donde se dé este fenómeno.
La Reforma había tenido lugar el siglo anterior, en 1517, cuando Lutero puso en la puerta de la iglesia de Wittenberg las famosas tesis con las que se inicia la ruptura con Roma. La Contrarreforma es el movimiento contrario de la Iglesia católica, cuyos hechos más significativos son: el Concilio de Trento, que dura desde 1545 a 1563 y que sería el arma de la Iglesia para la Contrarreforma; la Reforma del Carmelo, realizada por Santa Teresa y San Juan de la Cruz; y la Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola.
En este ambiente sucede la Guerra de los Treinta Años, en la que toma parte Descartes. Dura desde el año 1618 a 1648 y, en principio, es una guerra entre católicos y protestantes de Alemania, pero pronto acaba siendo una contienda europea. Culmina con la paz de Westfalia, con la que se asienta el principio de tolerancia religiosa.
Contexto Cultural
A fines del siglo XVI, el astrónomo Kepler demostró matemáticamente la posibilidad de la teoría de Copérnico, que se impuso en Europa durante el siglo XVII. Surge a la vez un método científico y experimental para el estudio de la naturaleza. Los grandes forjadores de la nueva ciencia fueron el inglés Bacon de Verulam y el italiano Galileo, quien comprobó la realidad de la teoría de Copérnico. Sin embargo, el siglo XVII se caracterizó por el progreso en el campo de las matemáticas, con los descubrimientos de los cálculos integral, infinitesimal y de probabilidades. La medicina experimentó también sensibles progresos desde que Vesalio fundamentó la anatomía en la observación. Servet descubrió la circulación menor, Teofrasto Paracelso combatió la medicina antigua y Harvey definió la circulación de la sangre.
El Barroco es un movimiento conformado por el espíritu contrarreformista y por el absolutismo, que se inicia durante el siglo XVI en Italia. La arquitectura, en estrecha relación con la escultura y la pintura, tiende al monumentalismo. En arquitectura religiosa, Vignola fija el modelo jesuítico en la iglesia de Il Gesú de Roma. Elementos similares se encuentran en los palacios, con parques de trazado geométrico (Versalles). Los principales arquitectos son Bernini y Borromini. En escultura, a través de un exacerbado dramatismo en el modelado, se busca reflejar los estados de ánimo: Bernini (Éxtasis de Santa Teresa). En pintura, la innovación estética se basa en dos elementos fundamentales: luz y realismo. En Italia destaca Caravaggio, pintor del claroscuro y de efectos de luz y de espacio. En España, Zurbarán, Velázquez y Murillo.
En literatura, entre los siglos XVI y XVII, destacan en España Cervantes, Góngora, Quevedo, Lope de Vega y Calderón de la Barca; en Francia, Corneille, Racine, Molière, La Fontaine y Pascal; en Inglaterra, Shakespeare y Milton; y Marini en Italia.
Contexto Filosófico
La crisis de los sistemas filosóficos de la escolástica medieval y la influencia del pensamiento científico producen una nueva filosofía en la Edad Moderna. La tendencia racional de la ciencia moderna es recogida y exagerada por los filósofos racionalistas, que establecerán la pura razón como la única fuente de conocimiento.
El racionalismo hereda gran parte de la doctrina del conocimiento elaborada en el siglo XIV. Ockham no valoraba otro modo de conocimiento que la intuición. Para el racionalismo no existe el conocimiento abstractivo defendido por Aristóteles y la escolástica clásica. El conocimiento parte de la intuición racional de objetos y principios, a partir de los cuales construye deductivamente todo el edificio del saber. Por tanto, el contenido del conocimiento no procede de ninguna experiencia. La consecuencia inmediata será admitir el innatismo de las ideas u objetos del conocimiento, que son captados en la intuición.
El racionalismo se ha cerrado dentro del sujeto: ¿cómo afirmar que conocemos la realidad extrasubjetiva? Ha de terminar siempre por afirmarla dogmáticamente. Su problema será justificar que el conocimiento corresponde a la realidad externa. Sin embargo, el racionalismo salva las exigencias racionales de la ciencia al introducir los objetos del conocimiento en la razón misma: nacen con ella. Fue necesario el innatismo, pero la universalidad y necesidad del conocimiento científico quedaban a salvo. El racionalismo se desarrolló principalmente en la Europa continental. Su iniciador fue René Descartes, destacando también Malebranche, Spinoza y Leibniz.
Establecido que el único modo natural de conocimiento es la intuición, no quedaban más que dos caminos: o la intuición es de conceptos universales válidos, pero independientes de la experiencia, porque los objetos de la experiencia todos son singulares; o la intuición es solo de objetos singulares y no puede justificar nunca la universalidad de los conocimientos.
De estas dos direcciones, la primera es la adoptada por el racionalismo, que salva la universalidad de la ciencia, pero tiene que afirmar dogmáticamente su valor real. La segunda vertiente es seguida por el empirismo, que explicará la validez objetiva del conocimiento, pero que hará imposible la ciencia al negar la universalidad de las proposiciones.
El empirismo tiene a la base de su construcción científica la experiencia. Los hechos de la experiencia son incontrovertibles y obstinados, y no se adaptan al sujeto, sino que es el sujeto el que tiene que adaptarse a ellos. Francis Bacon, iniciador del empirismo inglés, sostiene que a la verdad no se llega mediante especulación, sino a partir de experiencias de las que puedan inducirse leyes generales (de lo particular a lo general). El empirismo hará la crítica del innatismo de las ideas y señalará que la mente nace completamente desprovista de conocimientos, como un papel en blanco, y que solo por la experiencia puede conseguir los contenidos del pensamiento. Establecida la intuición empírica y negado el innatismo de las ideas, el empirismo no conseguirá justificar el conocimiento científico y tendrá que verse abocado al escepticismo.
"[...] que Dios, que es sumamente perfecto y veraz, las haya puesto en nosotros careciendo él mismo. Y puesto que nuestros razonamientos no son jamás tan evidentes ni completos durante el sueño como durante la vigilia, aunque algunas veces nuestras imágenes sean tanto o más vivas y claras, la razón nos dicta igualmente que no pudiendo nuestros pensamientos ser todos verdaderos, ya que nosotros no somos omniperfectos, lo que existe de verdad debe encontrarse infaliblemente en aquellos que tenemos estando despiertos más bien que en los que tenemos mientras soñamos."
(Descartes, Discurso del método. Prólogo, traducción y notas de G. Quintás. Madrid. Alfaguara. 1981: parte II y IV).
Glosario
- Alma: Sustancia pensante, es decir, sustancia cuya naturaleza o esencia consiste en pensar (cogito). Es realmente distinta e independiente del cuerpo, como lo demuestra el hecho de que podamos concebirla sin necesidad de recurrir a la idea de este.
- Descartes utiliza a menudo la expresión "unión sustancial" (de origen aristotélico y empleada por los escolásticos) para referirse a la relación entre el alma o mente y el cuerpo. Sin embargo, su doctrina es radicalmente distinta de la escolástica: para esta, la unión "sustancial" componía que el alma y el cuerpo constituyen una sustancia, mientras que para Descartes se trata de dos sustancias.
- Adhesión: del espíritu firme y completa a lo que parece ser la verdad por motivos de orden intelectual (aunque tal vez en algunos casos los motivos puedan ser distintos), o seguridad que se tiene al poseer la verdad. También: carácter de una proposición o razonamiento que goza de la adhesión antes señalada.