Desarrollo Embrionario del Sistema Tegumentario, Músculo-Esquelético y Órganos de los Sentidos

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Sistema Tegumentario (Piel y Anexos)

Desarrollo de la Piel

La piel, la cubierta protectora membranosa del cuerpo, representa un complejo sistema orgánico. Consta de dos capas:

  • Epidermis (ectodermo)
  • Dermis (mesodermo)

Epidermis

El primordio de la epidermis es la capa de células del ectodermo de superficie. Estas proliferan y forman una capa de epitelio escamoso, el peridermo, y una capa basal. Las células peridérmicas exfoliadas forman parte de la sustancia grasa blanca llamada vermix caseoso que recubre la piel fetal. La capa basal de la epidermis se convierte en el estrato germinativo; su proliferación origina las crestas epidérmicas. Las células de la cresta neural migran hacia el mesénquima de la dermis en desarrollo y se diferencian en melanoblastos, y después se diferencian en melanocitos.

Dermis

Se desarrolla a partir del mesénquima que procede del mesodermo situado por debajo del ectodermo de superficie. A medida que se forman las crestas epidérmicas, la dermis se proyecta hacia la epidermis y forma crestas o papilas dérmicas que se introducen entre las crestas epidérmicas.

Glándulas de la Piel: Sebáceas y Sudoríparas

Glándulas Sebáceas

El sebo que se libera hacia el folículo piloso y pasa a la superficie de la piel, donde se mezcla con células epidérmicas descamadas, forma el vermix caseoso.

Glándulas Sudoríparas

Se localizan en la piel en casi todo el organismo.

Desarrollo del Pelo

Inicia su desarrollo entre la semana 9 y la 12. Se aprecia por primera vez en cejas, labio superior y barbilla. Un folículo piloso aparece como una proliferación del estrato germinativo de la epidermis y se extiende hacia la dermis subyacente. La yema del pelo adquiere forma de bastón y forma un bulbo piloso. Las células de ese bulbo forman la matriz germinal, que posteriormente producirá pelo.

El primer pelo en aparecer, o lanugo, es fino, suave y de pigmentación leve. Comienza a desarrollarse hacia el final de la semana 10.

Patologías

  • Displasia ectodérmica congénita
  • Angiomas en la piel
  • Hipertricosis
  • Albinismo
  • Alopecia

Desarrollo de las Glándulas Mamarias

Las yemas mamarias comienzan su desarrollo a lo largo de la semana 6 en forma de proyecciones sólidas de la epidermis hacia el mesénquima subyacente. Las yemas mamarias se desarrollan a partir de crestas mamarias engrosadas, dan lugar a yemas mamarias secundarias que se transforman en conductos galactóforos.

Patologías

  • Ginecomastia
  • Aplasia mamaria
  • Ausencia de pezones (atelia)
  • Ausencia de mamas (amastia)
  • Pezones invertidos

Desarrollo de los Dientes

Se desarrollan dos tipos de dientes: los primarios o deciduos y los secundarios o dientes permanentes. Los dientes se desarrollan a partir de ectodermo bucal, mesodermo y células de la cresta neural.

El esmalte deriva del ectodermo de la cavidad bucal. La primera indicación del desarrollo de los dientes se registra a principios de la semana 6 como un engrosamiento del epitelio oral, un derivado del ectodermo de superficie; son bandas en forma de U llamadas láminas dentales.

El esmalte es fabricado por los ameloblastos, derivados del ectodermo bucal. Las anomalías congénitas frecuentes de los dientes son la formación defectuosa del esmalte y la dentina, las anomalías de forma y la variación del número y la posición del esmalte. Las tetraciclinas se incorporan ampliamente al esmalte y la dentina de los dientes en desarrollo, produciendo coloración pardo-amarillenta e hipoplasia del esmalte.

Sistema Músculo-Esquelético

El sistema esquelético se desarrolla a partir de células mesenquimales y de la cresta neural. En la mayoría de los huesos, como los huesos largos de las extremidades, el mesénquima condensado sufre un proceso de condrificación y forma modelos óseos de cartílago.

A finales del período embrionario aparecen en ellos centros de osificación, y los huesos se osifican posteriormente mediante osificación endocondral. Algunos huesos, como los huesos planos del cráneo, se desarrollan por osificación intramembranosa. La columna vertebral y las costillas se originan a partir de células mesenquimales provenientes de los esclerotomos de los somitas. Cada vértebra se forma por fusión de una condensación de la mitad caudal de un par de esclerotomos con la mitad craneal del par de esclerotomos subyacentes.

El cráneo en desarrollo está compuesto por neurocráneo y un viscerocráneo, cada uno de los cuales posee componentes membranosos y cartilaginosos. El neurocráneo se convierte en la bóveda craneal, una envoltura protectora del encéfalo. El viscerocráneo da lugar al esqueleto de la cara. El esqueleto apendicular se desarrolla por osificación endocondral de los modelos óseos de cartílago, que se forman a partir de mesénquima de las extremidades en desarrollo. Las articulaciones se clasifican en:

  • Fibrosas
  • Cartilaginosas
  • Sinoviales

Se desarrollan a partir del mesénquima interzonal situado entre los primordios de los huesos. En una articulación fibrosa, el mesénquima intermedio se diferencia en tejido conjuntivo fibroso denso. En una cartilaginosa, el mesénquima que se halla entre los huesos da lugar a cartílago. En una articulación sinovial, se forma una cavidad sinovial dentro del mesénquima intermedio por degradación de las células. Asimismo, el mesénquima da lugar a la membrana sinovial, al ligamento capsular y a otros ligamentos de la articulación.

A pesar de que existen numerosos tipos de anomalías esqueléticas, la mayoría de ellas, con excepción de la espina bífida y las costillas accesorias, son poco frecuentes.

El músculo esquelético procede de las regiones de los miotomos de los somitas. Algunos músculos de la cabeza y el cuello derivan del mesodermo de los arcos faríngeos. Los músculos de las extremidades se desarrollan a partir de células precursoras miogénicas que provienen de los somitas. El músculo cardíaco y la mayor parte del músculo liso se forman a partir del mesodermo esplácnico lateral. Es frecuente la ausencia o variación de algunos músculos, y suele tener poca relevancia.

Ojo y Oído

Ojo

El surco óptico constituye la primera indicación del ojo y se forma a comienzos de la cuarta semana. El surco se hace más profundo y origina una vesícula cristaliniana hueca que se proyecta hacia el prosencéfalo. La vesícula cristaliniana entra en contacto con el ectodermo de superficie e induce el desarrollo de la placoda cristaliniana, el cristalino primitivo. A medida que se invagina esta placoda para formar una fóvea del cristalino y una vesícula cristaliniana, la vesícula cristaliniana se pliega, dando lugar a una copa óptica. La retina forma las dos capas de la copa óptica.

La retina, las fibras nerviosas ópticas, los músculos y el epitelio del iris y el cuerpo ciliar derivan del neuroectodermo del prosencéfalo. Los músculos esfínter y dilatadores del iris se desarrollan a partir del ectodermo en el borde de la copa óptica.

El ectodermo de superficie da lugar al cristalino y al epitelio de las glándulas lagrimales, párpados, conjuntiva y córnea.

El mesodermo origina los músculos de los ojos, excepto los del iris, así como todos los tejidos conjuntivos y vasculares de la córnea, iris, cuerpo ciliar, coroides y esclerótica.

Hay numerosas anomalías oculares, pero la mayoría de ellas son poco frecuentes. El ojo es muy sensible a los efectos teratógenos de los agentes infecciosos (citomegalovirus y virus de la rubeola). Los defectos más graves se deben a alteraciones del desarrollo durante las semanas 4 a 6, pero las anomalías de la vista pueden ser consecuencia de la infección de tejidos y órganos por parte de ciertos microorganismos a lo largo del período fetal. La mayoría de las anomalías oculares se deben al cierre defectuoso de la cisura retiniana durante la semana 6. Las cataratas y el glaucoma congénitos pueden deberse a infecciones intrauterinas, pero casi todas las cataratas congénitas son hereditarias.

Oído

La vesícula ótica se desarrolla a partir del ectodermo de superficie a lo largo de la cuarta semana. Esta vesícula da lugar al laberinto membranoso del oído interno y se divide en dos porciones:

  • Una parte utricular dorsal, que origina el utrículo, los canales semicirculares y el conducto endolinfático.
  • Una parte sacular ventral, que constituye el sáculo y el conducto coclear.

El conducto coclear da lugar al órgano espiral. El laberinto óseo se desarrolla a partir del mesénquima adyacente al laberinto membranoso. El epitelio que recubre la cavidad timpánica, el antro mastoideo y la trompa faringotimpánica derivan del ectodermo del fondo de saco tubotimpánico, que se desarrolla a partir de la primera bolsa faríngea. Los huesecillos auditivos se forman a partir de los extremos dorsales de los cartílagos de los dos primeros arcos faríngeos. El epitelio del meato acústico externo se desarrolla a partir del ectodermo del primer surco faríngeo.

La membrana timpánica deriva de tres fuentes:

  • Endodermo de la primera bolsa faríngea
  • Ectodermo del primer surco faríngeo
  • Mesodermo situado entre ambas capas

El pabellón auricular se desarrolla a partir de 6 montículos auriculares que se forman a partir de prominencias mesenquimales desarrolladas alrededor de los bordes del primer surco faríngeo. Estos montículos se fusionan para formar el pabellón auricular.

La sordera congénita se puede deber al desarrollo anómalo del laberinto membranoso o laberinto óseo, así como a anomalías de los huesecillos auditivos. La herencia recesiva es la causa más común de esta entidad, pero la infección por rubeola hacia finales del período embrionario constituye el factor ambiental importante que comporta desarrollo anómalo del órgano espiral y defectos auditivos. Hay numerosas anomalías menores del pabellón auricular; sin embargo, sirven como indicadores de la posible presencia de anomalías mayores acompañantes (como defectos en el oído medio). Las orejas de implantación baja y muy malformadas se suelen relacionar con anomalías cromosómicas.

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