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La Educación en la Antigua Grecia. 1. CONTEXTO HISTÓRICO


La cultura griega, cuna de la civilización occidental, no fue homogénea ni precisa en tiempo ni espacio. Grecia se com- ponía de pequeñas ciudades-estado y nunca fue una nació́n, pero sí una civilización. Originalmente ubicada en el Peloponeso, se denominó Argos y englobaba un conjunto variado de pueblos (helenos, dorios, jonios...). A partir del s. IV, con Alejando Magno, se extendió́ por Asía y el Mediterráneo. Fue denominada Hélade por Homero en el s. VIII y finalmente Grecia por Aristóteles a partir del s. IV. Sus ochocientos años de historia abarcan desde los s.VII y VIII a.C., con los escritos de Homero y Hesíodo, hasta la caída de Egipto tras la conquista romana en el año 30 a.C.

ETAPAS DE LA CIVILIZACIÓN GRIEGA


Fue una civilización fecunda en lo cultural y lo intelectual, que se dividió́ en cuatro etapas:

1. Periodo Heroico o Caballeresco:


(ss. VIII – VII a.C.): destaca el valor del honor, el heroísmo y el espíritu de laboriosidad, reflejados en los escritos de Homero y Hesíodo.

2. Época Espartana:


Influencia de la Polis de Esparta: (ss. VII – V a.C.): modelo de cultura militarista y colectiva
donde lo individual/personal estaba subordinado a los ideales comunitarios.

3. Época Ateniense:


Hegemonía de la polis de Atenas (ss. V – IV a.C.): momento del clasicismo griego, debido a su cultura más humanista y democrática que defendí́a, además de los ideales comunitarios, el respeto a la libertad personal y el cultivo de la razón y el espíritu. Fue la época de los creadores del espíritu griego como Sócrates, Platón o Aristóteles entre otros.
4. Época Helenística (años 323 – 30 a.C.): Como síntesis de las etapas anteriores, la influencia helenística se ex- tendió́ durante siglos gracias al influjo romano y bizantino.

PRINCIPALES RASGOS DE LA CULTURA GRIEGA


❖ Carácter religioso:


Para los griegos, la religión era un fenómeno más social que espiritual, orientaba el modo de proceder, contribuí́a a la cohesión social y sirvió́ para justificar su tipo de cultura y sociedad. Una religión politeísta donde todo estaba sometido a los dioses que, aunque no eran omnipotentes, omniscientes, creadores ni daban la vida eterna, eran antropomorfos (representan las contingencias del tiempo, las pasiones y sentimientos humanos).

❖ Antropología pedagógica:


Se presentó al hombre como un ser dual imperfecto compuesto de materia y espíritu (cuerpo y alma), llamado perfeccionarse gracias a la PAIDEIA (educación). Para ello, se debí́an perfeccionar cinco dimensiones clave:
Corporal o física: areté corporal o educación física/Social o pública: educación política.
Metafísica o espiritual: areté espiritual/Práctica. Dos categorías: Técnica (areté técnico-artística o formación profesional) y Moral (educación moral)
/Privada o individual:educación humanística.

❖ Antropocentrismo:


El hombre como motor y centro de todo, algo que se define por cuatro características:

• Racionalismo pedagógico:


valor de la persona como un ser libre, de naturaleza racional, llamado a perfeccionarse a través de la educación.

• Personalismo:


individualidad abierta y social. En sociabilidad, el hombre crece como persona e individuo, ya que, sin el otro, no hay posibilidad de perfeccionamiento, educación ni existencia.

• Autonomía:


el hombre griego era autónomo, capaz de darse y dar leyes, de regular la sociabilidad, crear una comunidad y convivir en ella de manera estable.
• Antropología resumida en el hombre como ser ético (busca el bien), estético (busca lo bello) y cognoscente (desea conocer la verdad). La síntesis de todo ello fue denominada felicidad o sabiduría, fin último de la cultura griega.

ALGUNOS CONCEPTOS GRIEGOS PARA ENTENDER SU CULTURA


❖ LOGOS:


término que denomina el espíritu humano y que no se reduce a la razón, sino que abarca todo lo que diferencia al hombre del animal, toda su divinidad y nobleza. Presenta tres cualidades que dará́n lugar a diferentes corrientes en educación: Logos como palabra (corriente retórica), logos como pensamiento (corriente científico- filosófica) y logos como elemento rector de la acción (corriente técnica y moral).

❖ PAIDEIA:


expresaba el ideal griego de hombre formado. Un término acuñado por primera vez por Esquilo, la evolución de su significado se sintetiza en tres ideas: primero significó crianza y cuidado; después, con mayor significado moral, se refirió́ a la formación del carácter y, por último, a la formación intelectual. Su objetivo era la Areté.

❖ ARETÉ:


virtud (perfección) en la que se concreta la Paideia. Un término que pasó de una concepción centrada en lo físico (excelencia, valor), a una esencialmente moral, para desembocar, finalmente, en una concepción espiritual. La posesión y equilibrio entre todo ello fue denominado por los griegos como “integración de lo bueno y lo bello”.

❖ TECHNÉ:


incluida también en la Paideia griega, es un concepto equivalente a “arte” y “técnica”, que hace referencia a toda operación/profesión práctica que requiere un conocimiento especial, unas normas de ejecución basadas en conocimientos seguros (saber teórico).

2. PAIDEIA ARCAICA


Primer periodo de la Paideia griega. Largo periodo histórico iniciado con la cultura cretense en el tercer milenio a.C aprox., extendiéndose desde Creta hasta el Peloponeso y con dos ciudades importantes: Cnosos y Micenas. A partir del s.XVI a.C, las invasiones de distintos pueblos (arios, dorios...) colapsaron la cultura hasta dejarla somnolienta, pero, a partir del s.VIII a.C, los escritos de Homero y Hesíodo revitalizaron los valores de la cultura arcaica y asentaron los cimientos de la educación griega.
La Paideia de Homero, con su pedagogía del Héroe, es la base fundamental de la pedagogía griega. Con un ideal educativo (areté) de carácter heroico y caballeresco, la educación del joven guerrero se dividí́a en educación física (manejo de las armas, arco/flecha y juegos y deportes caballerescos) y formación cultural (canto, danza, instrumentos musicales, dominio de lenguaje y formas sociales). Todo ello unido a una dimensión ética basada en un espíritu competitivo que buscaba destacar, ser excepcional, objetivos de la Paideia homérica.
La Paideia de Hesíodo, con su pedagogía del Trabajo, pretendí́a una areté heroica del trabajo. Los ciudadanos, gracias a su esfuerzo y trabajo, deben aspirar a la laboriosidad, sabiduría sencilla y práctica, a la concreción y al Realismo. Basada en las posibilidades de cada hombre libre, la Paideia deja de ser un privilegio de la nobleza para convertir- se en un bien disfrutable por todos los ciudadanos, concepción que conduce a la democratización de la educación.

3. PAIDEIA ESPARTANA


A partir del s.VIII, la Paideia arcaica se enriqueció́ por el ideal de ciudadanía de las polis de Esparta y Atenas. Pasada la época heroica, los Estados-Ciudades que componían Grecia lograron un gran desarrollo y afirmación que hizo surgir un nuevo tipo de vida, cultura y educación representada en la idea de ciudadanía. La ciudad es el todo, donde tiene lugar la Paideia y la socialización. Para el griego libre, la ciudad y las leyes son sagradas y ser ciudadano partí́cipe de sus asuntos es el fin último de la socialización griega.
En Esparta regí́a un ideal de ciudadanía militarizado. En los s. VIII y VII a.C, debido a las conquistas y al mantenimiento de la sumisión de los pueblos conquistados, los ciudadanos se convirtieron en soldados, haciendo que el ideal homérico de guerrero individual se convirtiera en un ideal colectivo del Estado, al que todo estaba subordinado. Los eupátridas (espartanos autóctonos poseedores de derechos políticos) viví́an en campamentos gracias a los periecos (hombres libres encargados de la agricultura, artesanía y comercio que viví́an en regiones periféricas) que cuidaban de su subsistencia, y a los ilotas, esclavos de la tierra sin derecho alguno.
En la educación espartana el ideal heroico individual se transforma en el heroísmo del amor a la patria, controlado y dirigido por el Estado. Hasta los siete años, la crianza del niño dependí́a de la familia y, de los 7 a los 20, la educación dependí́a del Estado y estaba subordinada a la instrucción militar. No existí́an escuelas sino campamentos para la educación de los jóvenes que, aunque predominantemente militar, era también deportiva y musical.

4. PAIDEIA ATENIENSE


A partir del s.VIII, la Paideia arcaica se enriqueció́ por el ideal de ciudadanía de las polis de Esparta y Atenas. Pasada la época heroica, los Estados-Ciudades que componían Grecia lograron un gran desarrollo y afirmación que hizo surgir un nuevo tipo de vida, cultura y educación representada en la idea de ciudadanía. La ciudad es el todo, donde tiene lugar la Paideia y la socialización. Para el griego libre, la ciudad y las leyes son sagradas y ser ciudadano partí́cipe de sus asuntos es el fin último de la socialización griega. Frente al ciudadano militarizado y socializado espartano, está el ciudadano autónomo, culto y demócrata de Atenas. Pasó por las mismas fases que Esparta, pero llegó a un estado superior: la vida política democrática avalada por la filosofía y el cultivo del espíritu. El proceso pasó por tres periodos:

• S. VIII-VI:


se reprodujeron los valores heroico-caballerescos de la Paideia arcaica.

• S. VI-V:


periodo intenso de cambios donde la paz y hegemonía militar atenienses dejaron el ideal guerrero
en segundo plano, pasando a un ideal político avalado por la cultura de la ciencia y del espíritu

• S. IV:


se produjo un declive y Esparta arrebata la hegemonía militar a Atenas, siendo dominados finalmente por los macedonios. Este es, a nivel político, el fin de la polis y de sus libertades políticas. A nivel cultural, es el fin de la época clásica e inicio de la helenística.
La principal preocupación de la Paideia ateniense fue enseñar a los ciudadanos educación ciudadana (politeia), cosa que exigí́a aceptar y respetar las leyes (nomoi) de la polis. La ley (nomos), como necesidad impuesta por los dioses para la excelencia del individuo y de la ciudad, no emana del deseo individual y colectivo, es la razón común y la plasmación política del bien. Proceso que debe potenciar y coordinar el Estado, teniendo en cuenta que toda educación política necesita respetar las leyes individuales para hacer efectivo el bien común superior.
Desde esta consideración, la educación ateniense contaba con lo individual y el libre sometimiento de los ciudadanos a las leyes encargadas del bien común. Lo esencial no fue la formación técnica sino la moral y espiritual destinada a la mejora de uno mismo y al servicio de la polis. Se basaba en tres pilares:

Eunomía:


los ciudadanos debí́an ser capaces de idear buenas y justas leyes.

Isonomía:


los ciudadanos se sometí́an libremente a las leyes idénticas para todos. Eukosmía: fruto de lo anterior, el buen orden se hace patente en lo público y en lo privado.
 

5. PAIDEIA HELENÍSTICA


Última etapa de la educación griega que comienza en el s. IV a.C. Con la formación del Imperio de Alejandro Magno y abarca hasta la aparición del Imperio Bizantino en el 569 d.C. En esta época, la cultura griega se universaliza, saliéndose de sus límites y extendiéndose por todo el Imperio Romano de Oriente, civilizándolo y convirtiéndose así́ en una cultura helenística: el helenismo es imitar las costumbres y cultura griegas.
La cultura helenística:

• Se hizo urbana y cosmopolita


Su hábitat son ahora las grandes urbes del Mediterráneo oriental, donde florece el comercio y confluyen gentes y culturas diversas que dieron un carácter sincrético a la cultura, predominantemente griega, pero con influencias romanas y orientales. Lo común ya no era la mentalidad sino la lengua: la koiné́ (lengua común) bastante diferente del griego clásico.
• Se transforma, tendiendo a la especialización, aplicación y divulgación. No crearon nada nuevo, sino que reprodujeron los moldes clásicos heredados, desarrollaron las técnicas y descubrimientos científicos y di- fundieron las doctrinas filosóficas.
• Son típicos los manuales escolares (“technai”) que sistematizaban el contenido y procedimientos de un saber determinado. Las ciencias especiales recibieron un gran impulso (Medicina, Matemáticas, Geografía, Astronomía...), y surge la figura del “erudito”, especialista en una ciencia concreta que ignora el resto.

• La cultura se institucionaliza


El saber se difunde apoyado por las autoridades públicas, pero se repliega a ámbitos académicos (escuelas, bibliotecas...) y ya no influye tanto en la vida social. La filosofía queda fragmentada en diversas escuelas y pierde su capacidad para orientar la vida de los hombres.

6. FAMILIA, MUJER Y EDUCACIÓN FAMILIAR:


fue la institución que mejor simbolizó la cultura griega; consideraba a la persona en su dimensión privada frente a la pública o social. Se iniciaba en el “oikos” (vida doméstica del hogar), primer entorno natural donde la persona tomaba conciencia de su realidad psíquica y social: la necesidad de perpetuación y sociabilidad inherentes en todo hombre.
Era importante el PRINCIPIO DE IDENTIDAD BIOLÓGICA.
Tener un origen o estirpe determinado daba identidad y proporcionaba un determinado estatus. La educación ajena a la estirpe estaba fuera de lugar. Principio que estaba por encima del matrimonio, donde la mujer teñí́a una posición secundaria con respecto al varón, ya que el padre causaba la estirpe, y la esposa era sólo el mero recipiente donde “depositar la semilla”.
La vida familiar se iniciaba con el MATRIMONIO, un pacto entre hombres motivado por ciertos intereses (políticos, económicos, militares...), donde la mujer era sólo la moneda de cambio en favor de su padre o linaje y se limitaba a obedecer y asentir. Una vez casados, la función de la mujer era llevar el interior de la casa, el exterior era cosa de hombres (generación de bienes, producción rural, guerra y asuntos públicos), una distribución de funciones establecidas por razón divina y natural (Jenofonte), por lo que intentar ponerse por encima del marido era ir contranatura, una deshonra social. El divorcio era habitual, ya que el matrimonio sólo era el inicio de la familia, siendo la descendencia legítima lo que constituí́a la casa, por lo que el padre, una vez satisfecho, podía romper el matrimonio.
La familia se definí́a por su FUNCIÓN EDUCADORA.
Entendieron la educación familiar como un proceso formativo que debí́a durar toda la vida, informado por el Estado y orientado a que el potencial privado, personal y doméstico se abriese, progresivamente, a participar por el bien común (clan – fatria – tribu – polis).
El punto de partida era la elección de un buen linaje por parte del marido. Tras el matrimonio, llegaban la descendencia, para lo que, previamente, era importante tener presentes una serie de normas de procreación, tanto para el hombre, como para la mujer. Tras el parto, comenzaban los primeros 7 AÑOS DE EDUCACIÓN FAMILIAR, dependiente por la madre, ama o nodriza, pero bajo la vigilancia e inspección del padre.
• Primeros 3 años de vida se preocupaban de la correcta alimentación (leche materna como alimento básico), mantener una psicomotricidad adecuada y un equilibrio emocional (cantar cuando el niño está inquieto, evi- tar su descontento y mal humor...).
• De los 3 a los 6/7 años se pasaba una alimentación sólida y, como base formativa, se insistí́a en la importancia psicofisiológica, afectiva, disciplinaria, lúdica y moral. El niño debe ser ambidiestro, debí́a potenciarse el juego inventado por el niño, no prohibir sus llantos ni rabietas, castigarlo justamente... Todo complementado con el cuidado moral (historias constructivas que evitan lenguaje obsceno e inconveniente).
TRAS LOS 7 AÑOS, a la educación nutritiva se le añadía la dimensión intelectiva, iniciándose la Educación Formal, dependiente de un maestro y donde la familia teñí́a un papel de ánimo, apoyo y complemento a la formación: vigilan- do a los maestros en sus clases y ayudando a sus hijos en sus tareas para ver sus progresos, poniendo un cuidado más riguroso con los hijos adolescentes.

7. EDUCACIÓN FORMAL:


Tras los 7 primeros años de vida comenzaba la educación formal fuera de la familia, proceso destinado a hombres libres al que ningún ciudadano griego podía renunciar y que Plutarco extendió́ a pobres y plebeyos en el s.I. Sólo estaban excluidas las mujeres −excepto en Esparta y las utopías platónicas−, las cuales solían permanecer con la madre hasta su matrimonio, aunque algunas mujeres de familias pudientes tuvieron acceso a la cultura letrada y musical.
El helenismo dividió́ la instrucción en TRES CICLOS, que abarcaban cinco variantes irrenunciables: educación elemental, literaria, científica, educación física, formación artística, retórico/filosófica y formación profesional.
Educación elemental de los 7 a los 14/15 años impartida en la casa del maestro (didaskaleion).
Educación general o Enkiklios Paideia hasta los 20/22 años.
Educación terciaria o superior, de carácter profesionalizante y académica, impartida por el rethor y el sophós.

A) FORMACIÓN ELEMENTAL:


Impartida de los 7 hasta los 14/15 años en el didaskaleion o casa del maestro, quien podía encontrarse niños de dife- rentes edades aprendiendo los mismos contenidos. El niño recibí́a una TRIPLE FORMACIÓN:

Gimnástica, a cargo del maestro PAIDOTRIBES, incluí́a el pentatlón: lucha, salto, carrera, disco y jabalina
Poético musical, a cargo del maestro KITARISTHÉS: flauta, lira, danza y recitación de textos
Formación en la lectoescritura y el cálculo, a cargo del GRAMMATISTÉS, mediante una enseñanza de lo simple a lo complejo, comenzando por las letras, luego sílabas, después palabras, frases y textos. El cálculo, se reducí́a a las 4 operaciones básicas de la aritmética.
Educación con una pedagogía rígida y austera con recursos como la repetición, el uso de la memoria y los castigos corporales. La profesión de maestro era considerada una profesión humilde e incluso menospreciada.

B) FORMACIÓN GENERAL


Abarca desde el fin de la educación elemental hasta los 20/22 años. Una formación de tipo general y enciclopedista, no siempre completa ni seguida por igual por todos los alumnos, se impartida en el efebion o edificios públicos amplios. Incluí́a:
• EDUCACIÓN LITERARIA

:


a cargo del maestro GRAMMATICOS, incluí́a gramática, retórica y dialéctica. La preocupación fundamental del maestro fue enseñar el dominio del lenguaje, las técnicas de comunicación y potenciar en los alumnos la comprensión y explicación de ideas y textos mediante una metodología activa y reflexiva.
Dionisio de Tracia, fijó las 4 tareas del gramático: lectura, crítica del texto, explicación y juicio.
La lectura y crítica del texto solían ir unidas. Para poder leer, era necesario preparar primero el texto (separar palabras, dividir oraciones...), y tras ello, lo dialogan, recitan, entonan y prácticamente memorizan.

Después, llega su explicación


El maestro presentaba el texto en dos columnas: a la izquierda el texto literal y a la derecha su interpretación.
Tras la explicación del texto, la tarea culminaba con su juicio e interpretación, algo más ético que técnico que otorgaba una gran responsabilidad: formar parte de la Paideia moral y ser guardián de la tradición.

• EDUCACIÓN CIENTÍFICA:


a cargo del maestro MAZEMATIKÓS, incluí́a geometría, aritmética, astronomía y música. Estudios realizados por la mayoría de gentes cultas de la Hélade, pero que, según avanzó la época helenística, el estudio de las ciencias cedió́ terreno a las disciplinas literarias, aunque sin eliminar el aprendizaje matemático.
La Geometría se estudiaba a partir de “Los Elementos” de Euclides (hasta el s. XVIII).
La Aritmética a partir de tres referentes: “Los Elementos” (Euclides), “Introducción aritmética” (Nicómano de Gerasa) y “Aritmética” (Diofanto de Alejandría), los cuales pretendí́an mostrar las propiedades de los números y relacionarlos con la perfección y dimensión moral de la vida, además de introducir el Álgebra sincopada.
La Música, regida por leyes numéricas, se diferenciaba de la música popular o de primera enseñanza, com- prendí́a dos partes: la estructura de los intervalos y la rítmica.
La Astronomía era la disciplina científica más popular debido al favor con el que gozó en la sociedad helenista. Se estudia a partir de tres manuales: “Almagesto” (Ptolomeo), “Introducción a los Fenómenos” (Gémino de Ro- das) y “Fenómenos” (Arato de Solos), que trataban, entre otros, el estudio de la esfera terrestre, las fases de la luna, zodiaco y constelaciones, etc.

• EDUCACIÓN FÍSICA


A cargo del maestro PAIDOTRIBA, incluí́a pentatlón (lucha, salto, carrera, disco y jabalina) y pancration (lucha con armas, boxeo y equitación). Es el elemento característico de la formación del joven griego que se presenta como un modo de vida donde, además del entrenamiento, se incluyen preocupaciones higiénicas, médicas, éticas y estéticas.
La manifestación más emblemática fueron los Juegos Olí́mpicos, fiestas religiosas, culturales y deportivas que ocuparon un lugar muy importante en la vida griega y que constituí́an el alma de las relaciones interhelénicas, creando una sensación de hermandad que favorecí́a el sentimiento de pertenencia a una estructura sociopolítica superior al de la polis.
Las competencias educativas del Paidotriba iban desde la deportiva, a la higiene y la ciencia médica relacionada con el fortalecimiento del cuerpo. Era, además, el encargado de instruir en las tres pruebas de los Juegos Olí́mpicos: pentatlón, boxeo y pancration. Ejercí́a su función en la palestra (escuela para niños) o en el gimnasio (para adolescentes y adultos). El atleta griego se ejercitaba en una pista de tierra, completamente desnudo y descalzo, cubierto de aceite y a veces de polvo; el maestro, se situaba en el centro, con capa color púrpura, y ejercí́a de juez o árbitro.

• EDUCACIÓN ARTÍSTICA:


a cargo del maestro KITARISTHÉS, se centra en la música, constituida por el aprendizaje y cultivo de la poesía, el canto y la danza. En un primer momento, aprendí́an a tocar dos instrumentos, la lira y la flauta, enseñanza reducida únicamente a la lira a partir del siglo III. El maestro enseñaba a tocar los instrumentos mediante la imitación del sonido: se sentaba frente al alumno, tocaba y el alumno se esforzaba por imitarlo.
El canto no presentaba dificultades porque no conocí́an la polifonía vocal, los coros cantaban al uní́sonó, guiados por un instrumento. Todo en la vida social griega se acompañaba con cantos, a veces acompañados por danzas.
La Paideia helenística heredó las tradiciones musicales griegas sin modificarlas, sino que se limitó a repetirlas, por lo que con el paso del tiempo la música popular acabó formando parte de la escuela primaria.

C) FORMAS SUPERIORES DE ENSEÑANZA


La formación griega culminaba con una Paideia superior, permanente y profesional. Se distinguen:

• Estudios menores:


cultura general y enseñanza profesional como la arquitectura, medicina...

• Estudios mayores:


retórica y filosofía, impartidos por el RETHOR y el SOPHÓS respectivamente.
La PAIDEIA RETÓRICA era la más atractiva y el inicio del arte de la elocuencia, un arte con dos virtualidades: la cultural, donde el alumno adquirí́a la sabiduría del espíritu de la palabra, la ética, la historia, la cultura... Y la social, que convierte la retórica en un instrumento social de primer, siendo una técnica o dominio de la palabra que da poder y prestigio, es decir integra social, cultural y profesionalmente.
Isócrates dividió́ su CONTENIDO en 3:

Teoría


Comprendí́a 5 partes: invención, disposición, elocución, mnemotecnia y acción.
Estudio de modelos, a partir de un canon de autores que incluye entre otros a Isócrates o Aristóteles.
Ejercicios de aplicación, primero preparatorios (comparaciones, descripciones, comparaciones...), después de composición de discursos y, por último, sobre modelos de discurso ofrecidos por el maestro.
A finales del s.IV, la retórica se desliga de la realidad social refugiándose en el ámbito escolar, donde pasó a usarse como imitación de autores clásicos con reglas demasiado rígidas, eruditas y formales.
La PAIDEIA FILOSÓFICA es una educación que ha marcado la historia de la cultura. Dirigida a una minoría de espíritus selectos, hizo de la filosofía no sólo un saber, sino un modelo de vida que pretendí́a formar al hombre en su totalidad. Su enseñanza se hizo bajo tres formas: la oficial, en las escuelas o sectas, la impartida por maestros aislados que enseñaban bajo su responsabilidad en las ciudades donde se establecí́an, y la impartida por filósofos errantes o predicadores al aire libre.
La enseñanza formal de la filosofía se iniciaba con nociones de historia de la filosofía y seguí́a con la doctrina de la escuela: platonismo, aristotelismo.... La enseñanza completa de un filósofo abarcaba tres partes: lógica (teoría del conocimiento), física (doctrina sobre el mundo) y ética (estudio sobre moral).

• Formación profesional superior:


No se transmití́a escolarmente, sino que se impartí́a a través de los gremios o corporaciones, las cuales transmití́an las destrezas de unas generaciones a otras.
            


La Educación en la Antigua Roma. 1. EVOLUCIÓN POLÍTICO-CULTURAL


Los orí́genes de la civilización romana se vinculan al pueblo etrusco y se sitúan a mediados del s.VIII a.C., dando lugar a un Imperio y civilización que marcaron la vida y cultura hasta el 476 d.C. Roma se constituyó como una ciudad castren- se en continua expansión, organizada en torno a una estructura militar destinada a defender su territorio. Las conquistan eran para el pueblo romano un deber civilizador de la propia Roma y aceptado por los dioses.

ETAPAS DE LA CIVILIZACIÓN ROMANA


La historia de Roma se divide en tres periodos político-culturales:

1. Etapa Monárquica (ss. VIII – VI a.C.):


Se trataba de una monarquía electiva y no hereditaria, caracterizada por una cultura cerrada y autárquica, sin apenas contenidos intelectuales, donde predominaba la economía agrícola, el res- peto a las tradiciones de los mayores y una educación heroico-militar que convirtió́ la patria en el ideal más noble del romano. Currículum tradicionalista y conservador, donde el respeto a las tradiciones era una norma sagrada.

2. Periodo Republicano:


(ss. V – II a.C.): Se instaura bajo la autoridad de dos cónsules y un senado de patricios y clanes. Periodo de asimilación de lo griego, donde se mezclan la antigua educación arcaica y la patricia republicana con la educación griega. Momento de grandes conquistas de la Magna Grecia, Roma tomó conciencia de la fuerza y pro- yección de la cultura griega, la cual acabó asimilando, pero sin perder la identidad de la primitiva educación romana.

3. Régimen Imperial:


(ss. I a.C. – 476 d.C.): Periodo surgido tras una serie de guerras civiles y profundas crisis económi- cas, sociales y militares. Periodo expansionista donde Roma se encargó de implantar en el Mediterráneo la civiliza- ción helenística que la conquistó. Caracterizado por un carácter cosmopolita y conquistador, con una fuerte dimensión práctica, la defensa de las tradiciones morales y su personalidad jurídica que crearon la humanitas romana (asimilación de lo griego, pero proyectando el helenismo con toques de romanidad).
RASGOS DISTINTIVOS DE LA MENTALIDAD ROMANA (Ethos Romano)

• Dimensión Religiosa:


Religión politeísta y antropomórfica, sin diferencias sustanciales con lo griego, donde Ro- ma conservó sus divinidades además de incorporar los dioses griegos del Olimpo. Los dioses, al igual que en Grecia, no fueron creadores del mundo, ni omnipotentes ni omniscientes, y representaban las contingencias de la vida humana. Se divinizó desde los emperadores a las categorías más abstractas como la libertad, fidelidad...

• Plano Antropológico:


Roma aceptó los valores antropocéntricos griegos (pasión intelectual y política, cultivo del ocio, valoración de la persona, la libertad, la belleza...), herencia que no sólo fue asimilada, sino reinventada por los romanos gracias a la practicidad latina.

• Practicidad Romana:


Primaba el entendimiento práctico y organizativo sobre el teórico o especulativo. Valoraron más el negocio que el ocio y la ética que la metafísica. El romano, a diferencia de los artistas e intelectuales griegos, valoraban lo profesional y fue un pueblo de campesinos, comerciantes, arquitectos... La formación debí́a ser práctica, realista y útil, que prepare para la vida y capacite para determinadas artes o profesiones.
• Sentido Patrio que marcó el ideal de la “romanitas”, donde la gloria individual quedaba en nada ante el ideal patrio y las tradiciones de los antepasados.

• Plano ético:


marcado por la romanidad pero con analogías de la areté griega. Ética fundamentada en tres pilares o virtudes cívicas:

Piedad:


reverencia a los dioses, progenitores y al vencido.

Lealtad:


a los pactos políticos y militares, la amistad y la palabra dada.

Dignidad:


dominio de sí mismo, capacidad para afrontar imprevistos y problemas y emitir juicios justos.

 

Carácter civilizador:


ideal canalizado a través del Derecho y Pax romana. Se regí́a por unas normas legales o Corpus Legislativo, el cual descansaba en tres pilares: respeto a la tradición, que dio lugar al derecho particular ro- mano, Legislación que regulaba todo el Imperio y de donde surgió́ el derecho de gentes, y la Justicia, la cual dio lugar al derecho natural.

• Descentralización administrativa:


Roma creó y apoyó una red provincial y municipal que ayudó a extender su civilización y cultura jurídica, asentando un estado del bienestar que ayudó a creer en el paternalismo de la ad- ministración. Civilización favorecida por una red vial y un ejercito omnipresente al servicio del Estado.

CARACTERÍSTICAS DE LA EDUCACIÓN ROMANA


A) PLURALIDAD LINGÜÍSTICA


Los romanos utilizaron varios TÉRMINOS para designar el proceso educativo:
▪ Uno de los primeros fue Educatio, como crianza física y moral del niño para incorporarlo al mundo de los adultos.
▪ Durante la República y con la asimilación de la Paideia griega, se denominó de diferentes formas: doctrina, dis- ciplina, institutio, eruditio... Todos ellas más o menos equivalentes, resumieron todo el proceso educativo ro- mano, dividido en dos etapas: la primera teñí́a lugar en la familia (cuidados físicos y hábitos morales básicos) y la segunda en las escuelas y la vida pública (donde se adquirí́a la verdadera formación moral y cultural).
▪ En la Etapa Imperial, con la interacción entre helenismo y romanidad, Cícerón introdujo el término de HUMA- NITAS que englobó los anteriores. Término equivalente al de Paideia, expresa el ideal de formación humana al que aspiraba el pueblo romano. Un ideal que presentó varias acepciones, basadas en tres ideas:

Humanitas como Clementia:


sinónimo de misericordia, mansedumbre y filantropía.

Humanitas como Condición humana:


referido al hombre civilizado o humanizado gracias a la cultura,
que lo diferencia de los bárbaros y los animales.

Humanitas como Paideia Griega:


entendida como formación, educación y cultura.

B) MODELOS DE PERFECCIÓN


Se dio también una evolución lógica a la virtus latina:
▪ En la primitiva educación romana, siguiendo la costumbre de los antepasados (mos maiorum), el joven romano aprendí́a a ser buen agrícola, buen colono (propietario rural dedicado a la agricultura y ganadería) y más adelante también un buen militar.
▪ En el periodo republicano y con la asimilación de la cultura griega, la virtus latina mantuvo sus valores tradicionales enriqueciéndolos con los del Helenismo, dando fruto a dos características de la romanidad: la dimensión práctica y humanista de su cultura.
▪ En el periodo imperial se consolidó y perfiló definitivamente el ideal de la romanidad gracias a Cícerón, para quien la perfección era el buen orador, quien teñí́a tres cualidades:
saber (elemento intelectual): conquistado a través de la filosofía y la moral.
decir (elemento filológico): conquistado a través de la retórica.
vivir (elemento ético-técnico): como meta y expresión de la vida humana y una dedicación profesional técnicamente eficaz.

C) ELEMENTOS DEL APRENDIZAJE


Copiado de los griegos, los romanos reprodujeron los tres elementos clave de la Paideia griega identificándolos con términos latinos: naturaleza se identificó con el don natural, talento o fuerza; el carácter con el ejercicio, la aplicación o el interés, y la razón con el arte, las normas o la disciplina. La acción conjunta de estas disciplinas es lo que permití́a una educación óptima, aunque no todas teñí́an la misma importancia, siendo el talento (ingenium) el que teñí́a valor supremo, seguido por el ejercicio (clave para actualizar el talento, sin el cual no es posible la educación) y por último el arte (preceptos o métodos de enseñanza).

D) EXIGENCIAS CURRICULARES


El Corpus Curricular romano estaba constituido por el carácter de la primitiva cultura romana y los contenidos básicos de la enkyklios Paideia griega, y se basaba en tres variables: elemento comunicador −dominio lingüístico, gramatical y retórico del latí́n y el griego−, dominio cultural o potencial erudito −Sentencias pitagóricas, Odysea y obras de Horacio y Virgilio− y elemento científico-filosófico −Astronomía, Historia, Agricultura, Arquitectura, Derecho, Medicina, Arte Militar, Música o Filosofía−.
Los romanos tuvieron una reacción hostil ante la gimnástica y la música. Para ellos, el pudor romano chocaba con el desnudo griego, prefirieron el circo y el anfiteatro, reduciendo la gimnasia a la higiene (ejercicios en los baños) o al servicio militar. La música se consideró un arte impúdico y deshonesto, estando mejor visto en las mujeres como parte del “arte de agradar”. Se utilizó más como espectáculo que como arte.

E) ARTÍFICES DE LA HUMANITAS ROMANA


Destacan cuatro figuras, las cuales marcaron el perfil de la educación romana, dándole su fundamentación teórica:

• CATÓN:


Cónsul y censor, considerado el primer autor en prosa latina de importancia, impulsó el latí́n como lengua literaria gracias a la influencia de sus obras. Su única obra conservada, el “Manual Sobre la Agricultura”, describe el valor austero, agrícola y militar de la antigua Roma y defiende valores tradicionales romanos frente al poder cultural de la Hélade.

• CíceróN:


Fue jurista, filósofo y orador, y es considerado uno de los mayores escritores de prosa latina de la República romana. Gran introductor de la cultura helenística y del perfil literario de la humanitas romana. Fijo el ideal en la figura del orador, apostando por una educación integral, progresiva y personalizada, con predo- minio moral, filosófico y retórico. Destacan sus obras Orator, Brutus, De inventione y De officis.

• SÉNECA


Senador del Imperio romano y filósofo estoico que antepuso la formación moral a la retórica y de- fendió que no es el conocimiento de la virtud lo que hace al hombre bueno, sino su práctica, afirmación que contiene dos ideas básicas: la naturaleza es orden y no caos y la felicidad consiste en fundirse en ese orden gracias a la educación. Destacan sus “Cartas a Lucilio”, que marcaron la moralidad europea durante siglos.

• QUINTILIANO:


Abogado y profesor de retórica que abrió́ su propia escuela. Su gran experiencia docente se plasmó en su “Instituto oratoria”, obra cumbre de la educación romana compuesta por 12 libros donde propo- ne como formar al orador ideal. Trata la educación elemental y métodos formación básica, los fundamentos y técnicas de oratoria y las cualidades para ser un buen orador.

AGENTES E INSTITUCIONES EDUCATIVAS


A) FORMACIÓN FAMILIAR


La FAMILIA, al igual que en Grecia, fue una institución clave y determinante para entender la vida cultural y social romana. Su principal referente fue la costumbre de los mayores y su principal agente el Páter FAMILIAS, como figura omnipresente. Su función principal fue la de educar a todos los miembros de la casa.
La casa romana (domus) se constituí́a sobre firmes bases jurídicas sometidas al Páter FAMILIAS, quien tiene poder omnímodo, incluso sobre la vida y muerte de todos los miembros de la familia, a la cual pertenecí́an tanto el hijo en- gendrado como el adoptado, esclavos, siervos y todos los habitantes de la casa. Su potestad se denomina dominium cuando es sobre las cosas, dominica potestas sobre los esclavos, manús sobre la mujer casada y patria potestas sobre los hijos, la cual tiene carácter vitalicio y era dura, pero no insensible con ellos. El padre era juez, con una especie de tribunal doméstico que analizaba sus decisiones y una opinión pública que no era partidaria de la excesiva severidad. Para el hijo romano era un orgullo obedecer y someterse a la autoridad del padre.
La MUJER, estaba sometida a la potestad del padre, del marido o de un tutor. Considerada débil, de poca voluntad e ignorante, a ella le correspondí́a el cuidado de la casa como ámbito de actuación propio y natural, pero, gracias a la practicidad latina, la mujer romana teñí́a mayor autonomía que la griega, lo que explica que algunas trabajaran también fuera de la casa (horneras, zapateras, comerciantes...); era normal verlas en termas y baños públicos o acompañando a sus maridos a actos públicos. Algunas incluso, tuvieron formación letrada y cultural importante.
El MATRIMONIO, teñí́a el punto de partida en los esponsales. Existí́an dos modalidades: el matrimonio cum manu, donde la mujer pasaba de la autoridad del padre a la del esposo, quedando bajo su autoridad y sin derechos sobre sus bienes ni su vida, y el matrimonio sine manu, a partir del periodo imperial, donde la mujer permanecí́a bajo la tutela del padre o tutor y teñí́a derecho a herencias y bienes ajenos al marido. El divorcio fue habitual pero no un valor so- cial. Las infidelidades estaban prohibidas, pero ocurrí́an y eran más graves en mujeres que en hombres.
La CONDICIÓN DE HIJO no dependí́a del nacimiento biológico, sino de ser aceptado o no por la familia, mediante un acto de aceptación (sólo para hijos varones) ante ella a los 9 días de nacer, donde se pedí́a protección a los dioses y se le imponía el nombre y la bulla, una capsula metálica a la que se le atribuí́an poderes de protección, la cual llevará colgada del pecho hasta los 16/17 años, momento en que pasa de la infancia a la adolescencia y de la vida doméstica a la pública. Con las mujeres, sólo hacía falta el visto bueno del padre para ser aceptadas en la familia.
Los abandonos y filicidios eran habituales; el responsable de la familia podía asesinar al recién nacido o abandonarlo. Era habitual también la crueldad con desvalidos y deficientes o con los abortos.
Los romanos dividieron las EDADES DE LA VIDA en 6 FASES:
Infancia (hasta 7 años), puericia (hasta 15), adolescencia (hasta 30), juventud (hasta 40), madurez (hasta 60) y senectud (más de 60).
Durante los primeros 7 años de vida, la madre (ayudada por una nodriza si fuera necesario) se encargaba de la crianza biológica, intelectual y moral del niño. La vida familiar estaba marcada por un sentido pedagógico, solía ser práctica, austera, con toques de laboriosidad y ahorro. Se debí́a al niño el máximo respeto, debiendo cuidar qué se hacía y decía en su presencia.
A partir de los 7 años empezaba la intervención específica del padre, quien enseñaba al niño a leer, escribir y contar, a cultivar el campo, a interesarse por sus asuntos y a cultivar las virtudes morales (personales y cívicas). El padre le introducí́a gradualmente en la vida profesional y pública, aunque intervení́an también pedagogos y otros maestros profesionales (esclavos ilustrados o eruditos que ayudaban al páter familias).
A los 16/17 años finaliza la etapa doméstica mediante una ceremonia, donde el adolescente se despoja de la toga praetexta (de niños) para vestir la toga viril que lo señalaba como ciudadano libre, aunque seguí́a sometido a la patria potestas. Tras un año de aprendizaje de la vida pública, se enrola en el ejército, donde asciende gradualmente, aunque continúa aprendiendo de la vida pública. Su última etapa formativa la realizaba bajo patrocinio de algún per- sonaje respetado y venerado por el joven romano.

B) LA ESCUELA ELEMENTAL


Se inició en el periodo republicano a mediados del s.III a.C. Al principio fueron los maestros, por iniciativa propia o motivados por grupos de padres, quienes abrieron sus propias escuelas; después, las escuelas fueron sufragadas por las municipalidades, a lo que se añadía, además, la enseñanza privada en familias aristocráticas. Se trataba de institu- ciones que acogí́an a hijos libres y algunas niñas para enseñarles lectoescritura y cálculo. Los niños esclavos no acce- dían a los estudios, aunque muchos aprendí́an al acompañar a los infantes a la escuela.
El maestro (Primus magíster) acogí́a a niños entre los 7 y los 11/12 años, en un local pequeño y simple, a veces su propia casa. A veces la clase se impartí́a a la intemperie o en las calles de la ciudad. Los alumnos se situaban en torno al maestro, quien teñí́a poca remuneración económica y escaso prestigio. El oficio de profesor particular era propio de personas de origen humilde, siendo desempeñado normalmente por esclavos y libertos.
El contenido de la instrucción es elemental se basa en enseñar a leer, escribir y cálculo elemental. La enseñanza de la lectura y la escritura se hacían simultáneamente y estaban asociadas también a la recitación (memorización de textos breves). Primero aprendí́an las vocales, luego sílabas y sus combinaciones, y por último la formación de nombres; mientras, los alumnos escribí́an en su tablilla lo que debí́a leer, guiados por el maestro (método griego) o mediante letras de molde (método romano). El cálculo, que no se impartí́a en todas las escuelas, consistí́a en enseñar las opera- ciones aritméticas básicas con guijarros o utilizando los dedos, añadiendo el ábaco para operaciones más complejas en la época imperial.
Los recursos de aprendizaje eran el ejercicio de la memoria y la voluntad por el esfuerzo y repetición, además de la severidad disciplinar (que se suavizó con el tiempo con la emulación y el juego).

C) LA ESCUELA MEDIA

     
Abarcaba de los 11/12 años a los 16/17, edad en la que debí́an decidir si enrolarse en el ejército o continuar con sus estudios superiores. Ubicada en lugares céntricos, eran más estables y mejor decoradas (con bustos y/o mapas geo- gráficos) que las elementales. Sólo accedí́an los alumnos y alumnas −éstas sólo hasta los 14 años− que la sociedad aristocrática permití́a. El responsable de la enseñanza era el maestro grammaticus, que, aunque mejor remunerado que el primus magíster, seguí́a estando mal retribuido.
Prácticamente similar a la enseñanza media helenística, es una educación bilingüe (en griego y latí́n). Sus contenidos eran el conocimiento teórico de la lengua (dominio del lenguaje y conocimiento morfológico y sintáctico) y la explica- ción de poetas clásicos (una mezcla de autores grecorromanos con los que se aprendí́a el correcto uso del lenguaje oral y escrito, además de una cultura transversal que incluí́a conocimientos de geografía, historia, física, mitología...)
A nivel metodológico y siguiendo a DIONISIO DE TRACIA, la enseñanza se dividí́a en 4 partes: lectura, crítica, explicación y juicio. El maestro seleccionaba y preparaba el texto (no teñí́a signos de puntuación) y lo leí́a, entonaba y criticaba para que los alumnos pudieran entenderlo. Después, éstos lo recitaban y prácticamente memorizaban. A continua- ción, el maestro ofrecí́a una explicación sólida y contextual del texto, presentándolo en dos columnas: a la izquierda el texto literal y a la derecha su interpretación. Finalmente, se culminaba con una explicación filológica, filosófica o moral del problema analizado. Metodología complementada con ejercicios de dictado, composición y elocuencia.
Además de la enseñanza literaria, los conocimientos científicos de la enkiklios Paideia griega apenas se dieron en la enseñanza media romana y, aunque en la Roma Imperial hubo profesores de aritmética, músicos, astronomía..., sus enseñanzas sólo interesaban a una minoría de estudiantes.

D) LA ESCUELA SUPERIOR


Estaba a cargo del rethor, encargado de la Retórica y la Dialéctica, y de los “profesionales” especializados en Derecho y Filosofía. El retórico teñí́a mayor estatus económico que el gramático y era una profesión ejercida por hombres de origen humilde, libertos o senadores en desgracia. Tuvieron de mejores locales que los maestros de etapas anteriores, con aulas circulares habitualmente, muchas al descubierto.
La enseñanza del RETHOR teñí́a por objeto el dominio retórico y dialéctico del lenguaje y se dividí́a en tres partes:

Teoría


Dividida a su vez en 5 partes: invención, disposición, elocución, mnemotecnia y acción.
Estudio de modelos basado en el canon griego y también el romano a partir del Imperio.

Ejercicios de aplicación práctica


Fue una enseñanza funcional y práctica que no contempló contenidos filosóficos y jurídicos a pesar de los intentos de autores como Cícerón o Quintiliano, ya que los romanos consideraron el derecho una especialidad y la filosofía una vocación.

E) LA ENSEÑANZA DEL DERECHO


Aunque los contenidos y metodología de la enseñanza impartida en Roma fueron griegos, el Derecho es genuinamen- te romano. Una nueva forma de entender la cultura y la civilización, que se simboliza en la figura del jurista prudente, experto que conoce las leyes y, además, consolida el orden social mediante las reglas, la justicia y el bien.
Desde sus inicios hasta el periodo republicano, el Derecho era una formación práctica y real, donde la escuela era la vida de la calle, del foro, del tempo..., donde se aprendí́a viendo y practicando con expertos reputados de la ley, con la “Ley de las XII Tablas” como referente, de tradición oral y escrita para asegurar la igualdad jurídica de los patricios.
En el periodo imperial la profesión jurídica se estabilizó y oficializó, posibilitando la aparición de bufetes oficiales y con ellos, una enseñanza jurídica sistematizada.
Estas escuelas estaban a cargo del magíster iuris, que enseñaba en locales cercanos a los templos para aprovechar así́ sus bibliotecas o recursos literarios. Fue una enseñanza que se afianzó con el tiempo y que solía durar 4 años.


Educación Paleocristiana

A) ÁMBITOS CULTURALES DEL CRISTIANISMO

La Educación Paleocristiana es la labor misional y de formación religiosa llevada a cabo por antiguas comunidades seguidoras de Jesucristo, que abarcó desde s. I d.C. Hasta mediados del s.VIII d.C. La PATRÍSTICAes el estudio y análisis de las obras de los Padres de la Iglesia, autores encargados de la labor de formulación, explicación, consolidación y asentamiento del dogma cristiano, siendo la PATROLOGÍAel estudio de su biografía y contexto histórico.

Estos siete siglos no fueron fáciles ni uniformes, ya que el Cristianismo se presentó como una realidad radicalmente nueva y original, de naturaleza esencialmente religiosa, que proclamaba la existencia de una sola religión verdadera que llegara a todo ser humano por igual, y de un único Dios creador, salvador del hombre, omnisciente y omnipotente, ideas muy novedosas y radicales para la cultura antropocentrista y politeísta grecorromana que eran partidarios de la desigualdad existencial de la condición humana.

El Cristianismo nació́ para transformar esa realidad y poder hacer llegar a todo humano, sin exclusión alguna, un mensaje de esperanza y felicidad eterna, un mensaje esencialmente religioso y pedagógicoque nace de un tronco judío y se desarrolla en sus inicios en un mundo políticamente romano y culturalmente helé́nico, presentándose así́ en TRES ÁMBITOS DIFERENTES:

  • El ámbito religioso (judaico) le aportó el contenido doctrinal, moral y ascético del Antiguo Testamento, una historia y tradición que se adaptó al emergente mensaje cristiano.

  • El ámbito político y social (romano) le proporcionó los medios para expandirse gracias a 3 ventajas: la tolerancia religiosa hacia los pueblos sometidos, la seguridad que ofrecí́a la pax romana y el apoyo político e institucional de los emperadores romanos que validaron la libertad religiosa y el culto, declarando el cristianismo religión oficial del Imperio en el 380 d.C.

  • El ámbito cultural y filosófico (griego) le prestó los medios culturales para su explicación y difusión: el legado cultural y el esquema terminológico y conceptual de la Paideia y la humanitas que facilitaron la comprensión del mensaje y la Revelación cristianos, una lengua común que facilitó la difusión y el sistema educativo grecorromano que sirvió́ de cauce para propagar la fe.

B) PERIODOS CULTURALES DE LA PATRÍSTICA

Este proceso de inculturación no fue fácil ni uniforme. La Revelación cristiana, representada en el Antiguo y el Nuevo Testamento, nació́ para ser enseñada, interpretada y transmitida, tarea que recayó́ inicialmente en los Padres de la Iglesia (obispos al principio y otros cristianos y laicos de virtud y fe contrastadas después), quienes con sus enseñanzas y escritos dieron lugar a la ERA PATRÍSTICA, un proceso en el que se distinguen cuatro periodos:

  • Siglos I –


    II d.C.:


    Representado por los PADRES
    APOSTÓLICOS, llamados así́ por recibir sus enseñanzas de los discípulos de Cristo de manera directa. Su principal preocupación fue explicar con sencillez y fidelidad el mensaje cristiano y su primer exponente fue la DIDACHÉ (de autor desconocido), que plantea los cuatro puntos de la doctrina cristiana centrales para la enseñanza: las bases morales del cristianismo, los preceptos litúrgicos del bautismo y la eucaristía, reflexiones sobre la jerarquía eclesiástica y párrafos sobre una segunda venida de Cristo. Otros testimonios importantes fueron las Cartas de S. CLEMENTE ROMANO y los escritos de S. IGNACIO DE ANTIOQUÍA, S. BER- NABÉ o S. POLICARPO.
  • Siglos II - III d.C.:


    Destacan los PADRES
    APOLOGISTAS.
    El Cristianismo ya era conocido y suficientemente influente en esta etapa, por lo que se preocuparon en adoctrinar al público no cristiano.
    Aparecen escritos de defensa al cristianismo, unos dirigidos a emperadores romanos para explicarles, entre otras cosas, por qué adorar a un Dios humano y otros dirigidos a paganos cultos que compartí́an ideas comunes a las cristianas. Los apologistas combatieron también las herejías de su tiempo (gnosticismo y el montanismo). Algunos apologistas fueron Orí́GENES, S. HIPÓLITO o TERTULIANO.
  • Siglos IV –


    VI d.C.:


    Fue la Edad de Oro patrística

    .

    Etapa de consolidación y estabilidad religiosa, garantizadas por el Edicto de Milán (313) y la conversión del cristianismo como religión oficial del Estado (380), que permitieron a los Padres grecolatinos consolidar y despejar dudas sobre algunos aspectos centrales de la Iglesia:
    la naturaleza divina, la trinidad de Dios y su encarnación humana. La libertad de culto permitió́ construir grandes basílicas y emprender la evangelización progresiva de zonas rurales, gracias a los monjes. Se celebraron, además, distintos concilios ecuménicos que asentaron canónicamente la naturaleza de la Iglesia y el modo de proceder cristiano, aunque también hubo herejías y controversias que marcaron divisiones eclesiales (arrianismo, nestorianismo, monofisismo). Esta tarea de asentamiento y consolidación recayó́ principalmente en 4 Padres griegos y 4 Roma- nos, entre ellos los griegos S. BASILIO y S. GREGORIO, y los latinos S. AGUSTÍN y S. JERÓNIMO.
  • Siglos VI –


    VIII d.C.:


    Se trata de la Patrística tardía, una etapa de declive, con un importante deterioro social y cultural producido por la caída del Imperio Romano de Occidente y las invasiones bárbaras. No es una época rica en contenidos filosóficos y teológicos, ya que las disputas dejaron a un lado la dogmática para preocuparse más por el funcionamiento eclesial, la moral y el culto.
    Destacan S. ISIDORO DE Sevilla, GERMÁN de CONSTANTINOPLA y S. Juan DAMASCENO.

DIEZ CarácterÍSTICAS DE LA EDUCACIÓN PALEOCRISTIANA

  1. Carece de terminología pedagógica propia


    Asumen el lenguaje cultural grecolatino para expresar y difundir el cristianismo. Los cristianos se formaban en escuelas latinas y helé́nicas y toda la terminología pedagógica que utilizaron está relacionada con las voces paideia, educatio, humanitas, instructio, Christós y sus derivados.
  2. Convicción de que el mensaje proclamado era una doctrina revelada por Dios, no un producto social o cultural. Fue el cristianismo el que transformó la cultura grecolatina y no al rever, una propuesta nueva y radical que su- puso sustituir la concepción secular de la existencia por una concepción teocéntrica de la vida, donde Dios es referencia de todo pensamiento y acción.

  3. Nueva concepción antropológica


    El cristianismo consideró a toda persona humana criatura hecha a imagen y semejanza de Dios, con igualdad esencial de naturaleza, origen y destino (igualdad ontológica).
  4. La Santidad es su fin


    El cristianismo exige un proceso de perfeccionamiento del hombre con tres momentos fundamentales: creación, caída y redención. Tras ser creado, el pecado original hizo caer al hombre y perder su santidad, siendo su objetivo el recuperarla (redención).
  5. El primer agente de la educación es el


    Espíritu Santo (Pneuma). Encargado de guiar hasta la verdad completa, dota al hombre de los dones que posibilitan su educación: espíritu de sabiduría, inteligencia, consejo, fuerza, ciencia, piedad y temor de Dios.
  6. El segundo agente fue


    Cristo como maestro.
    La educación cristiana no es antropocéntrica ni independiente como la pagana, sino cristocéntrica, donde el Verbo encarnado (Cristo como hijo y palabra de Dios hecha carne) era la causa principal de toda forma de enseñanza y aprendizaje. Sólo a él podemos denominar maestro; el maestro exterior existe, pero con función instrumental y por encargo.
  7. El tercer agente fue el propio discípulo, el cual debe acercarse a Dios a través de la Purgación −desprenderse de los lastres del pecado original por la ascesis−, la Iluminación −debí́a vivir como Cristo, afectivo, ascético y espiritual, amando la pobreza y la dignidad del hombre por encima de todo− y la Unió́n con Dios −que demandaba se- pararse del mundo−.

  8. Importancia de la fe para acceder a la vida sobrenatural, sin la cual no se entendí́a el cristianismo. La inteligencia y la voluntad eran insuficientes para pasar de un plano natural a otro sobrenatural. Como dijo S. AGUSTÍN “Cree para comprender, comprende para creer”.

  9. Aprendizaje por iluminación


    El conocimiento de la verdad no está en el exterior, sino en el interior de la con- ciencia humana, que es donde habita Dios.
  10. Fin pedagógico escatológico


    La perfección y felicidad se alcanzan en el más allá́, no en el más acá. El hombre es un peregrino que no tiene su ciudadanía en este mundo sino en la ciudad divina, y camina con las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad.

CONTENIDO DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA

Educación eminentemente religiosa cuyo fundamento se recoge en las Sagradas Escrituras, compuestas por los libros del Antiguo y Nuevo Testamento. Gracias al Concilio de Roma del 382 d.C., se instauró definitivamente el Ca- non Bíblico, convirtiéndose en la primera Biblia. Su idea central es la existencia de un único Dios, que engloba las figuras del Padre, Hijo y Espíritu Santo, y es Creador y Señor del Universo, Padre de todos los hombres a los que transmite un mensaje de amor a través de su hijo Jesucristo, quien entregó esta doctrina a la Iglesia para su guardia, custodia y difusión y por ello, es posible la educación cristiana.

El contenido del cristianismo se caracteriza por CUATRO PRINCIPIOS:
Primero, se trata de una doctrina revelada por el propio Dios −no por ningún hombre−; segundo, su contenido es inmensurable, inabarcable o incomprensible por el hombre hasta que no alcance la vida eterna; tercero, se trata de un mensaje inmutable y universal que trasciende al hombre; y cuarto, el mensaje desborda el plano intelectual para ser vitalmente incorporado en cada ser humano.

La pedagogía paleocristiana se caracteriza por su carácter secular a pesar de su finalidad trascendental: encaminar al hombre a la ciudad de Dios, para lo cual es necesario dotar al mundo terrenal de sentido cristiano. Los cristianos están llamados a cristianizarse mediante una acción humanizadora de acercamiento a Dios, por lo que la educación cristiana huye de la oposición entre formación intelectual y profesional existente en la educación griega y romana.

Los Padres de la Iglesia conformaron el contenido de paideia cristiana, siendo Orí́GENES su mayor artífice. Según él, la educación debí́a basarse en una tradición literaria doble:
Prestar atención a la Biblia que teñí́a mayor entidad y carece de error por ser divina− y a las letras griegas y latinas depuradas por la religión cristiana de menor entidad, pero necesarias para entender la anterior−.

INSTITUCIONES EDUCATIVAS PALEOCRISTIANAS

A) LA FAMILIA

Se define por su carácter religioso y sacramental

:

es Dios quien construye, alienta y sostiene la familia. La unió́n entre hombre y mujer es indisoluble, tiene su fundamento en el amor trinitario de Dios (unió́n entre Padre, Hijo y Espíritu Santo) y se concreta en la aceptación, donación y entrega de por vida entre ambos (matrimonio consentido por los 2) y con el ejemplo del amor de Cristo por su Iglesia. Una filosofía que supuso una revolución en las costumbres familiares de la época, donde ya no es el hombre, la sociedad o el Estado el núcleo de la vida humana, sino un Dios. Un hecho que hizo que algunas personas dejaran a un lado la familia para seguir a Cristo, optando por el celibato. Ante las posiciones más radicales, los primeros Padres de la Iglesia defendieron el matrimonio como vía de santificación y colaboración con la obra creadora de Dios, a través de la descendencia y la educación de los hijos.

La VIVENCIA DE LA FE se aprendí́a inicialmente en la casa romana, helé́nica o judía, las cuales siguieron existiendo como unidades sociales seculares. Eran el primer entorno comunitario de identificación personal, regido por la sólida y severa autoridad paterna que el cristianismo fue suavizando. Normalmente, tras la CONVERSIÓN del padre seguí́a la conversión del resto de la familia, aunque no todos sus miembros, ya que el cristianismo reclamaba la libertad de las conciencias, aceptando y respetando a quien no abrazaba la fe. Después de la conversión, seguí́a la CONSOLIDACIÓN mediante la formación en las casas, que se convirtieron en las primeras Iglesias domésticas, normalmente denominadas con el nombre del páter familias (ej. Iglesia doméstica de Esteban). Jesús enseñaba en to- das partes pero especialmente en la intimidad de las casas. A partir del s.II d.C., aparecen catacumbas y otros edificios dedicados al culto y la caridad, utilizados por los conversos al cristianismo y administrados por obispos, sacerdotes y diáconos. A partir del Edicto de Milán (313) y hasta el s.VII la principal muestra de la arquitectura paleocristiana fue la Basílica, escogida para diferenciar el lugar de culto cristiano de los templos paganos.


b) EL
C

ATECUMENADO

Aparece a partir del s.II d.C. Y se define como el período de instrucción al que se sometí́an los que querían convertirse al cristianismo res (se dejaba a criterio de los obispos), aunque presenta rasgos comunes que lo configuran como institución educativa ideal para satisfacer las exigencias de la formación cristiana. Constaba de TRES PARTES
:
  1. Entrada en el catecumenado


    Consistí́a en la presentación de los candidatos por parte de los padrinos y la realización de un examen de admisión ante la comunidad para verificar la sinceridad de sus actitudes, motivos y deseos. Una vez aprobado, pasaban a formar parte de los catecú́menos.
  2. Catequesis o tiempo de catecumenado


    Los catecú́menos se formaban durante tres años compartiendo sus bienes con quien les instruí́a. Formación centrada en tres dimensiones:
    doctrinal formación-ilustración−, moral conversión− y ritual introducción a la oración y símbolos de la fe−.
  3. Elección para el Bautismo


    Teñí́a lugar tras pasar un segundo examen, donde padrinos y comunidad testificaban sobre la conducta y preparación del candidato. Una vez apto, se preparaba más intensa y definitivamente para el bautismo, el cual teñí́a lugar el sábado santo en la vigilia de pascua.

Los RESPONSABLES de esta labor fueron los obispos y después los presbíteros (sacerdotes). Fue importante la figura del padrino como encargado de comunicar la fe, suscitando el interés y la primera conversión. Destacan también los catequistas, clérigos o laicos, que preparaban e instruí́an a los catecú́menos adaptando el mensaje a su capacidad, iniciándolos en la oración y testificando ante el obispo sobre su conducta moral.

En los ss. III-IV d.C. El catecumenado alcanza su pleno desarrollo como institución, la cual se fue devaluando progresivamente hasta desaparecer hacia los siglos V y VI d.C. Debido a la paz constantiniana (313) y al reconocimiento del cristianismo como religión oficial del Estado romano (380).

C) LA ESCUELA PAGANA

Los cristianos, al igual que el resto de ciudadanos, se formaron en escuelas paganas, donde dieron clase y obtuvieron instrucción, conocimientos y los recursos didácticos necesarios para llevar a cabo su obra evangelizadora. Acudir a esta escuela no significaba que aceptaran su cultura y fines, de hecho, en sus inicios algunos cristianos consideraron que esta formación como extraña o incompatible con la educación cristiana. Más adelante, se pasó del rechazo a la aceptación selectiva de sus contenidos, afirmando que podían servir de base y preparación para los estudios cristianos. GREGORIO DE NISA afirmaba que hay una parte de la formación que depende del hombre y no de Dios directa- mente, siendo su libertad personal, inteligencia y esfuerzo quienes han de procurar engendrar en él la virtud natural.

Una vez despejadas las dudas, en los siglos III y IV d.C. Los cristianos asistieron a las escuelas clásicas y fundaron escuelas abiertas, dando clase en ellas. Orí́GENES fue uno de los primeros cristianos en abrir una escuela de gramática para atender las necesidades de su familia. Según avanza el tiempo crecen las conversiones y los maestros cristianos en todos los niveles de enseñanza.

Fue importante el papel desempeñado por los cristianos en la escuela clásica, el cual sirvió́ para asumir el valor de la ciencia y el conocimiento plasmado en la tradición y no para transformar la escuela clásica en una religiosa.

D) ESCUELA SUPERIOR O CATEQUÉTICA

No se crearon escuelas elementales o de nivel medio, sólo se crearon centros de cultura superior filosófico- teológicos, ya que la Revelación cristiana exigí́a reflexión, explicación y respuestas profundas a preguntas y temas sólo abordables desde la Filosofía y la Teología. Destacan las escuelas de Roma y Alejandría y la catequesis de ORÍGENES con una formación literaria y filosófica sólida y el estudio profundo de la Sagrada Escritura−, aunque no tuvieron continuación

Siguieron existiendo los estudios teológicos pero no de manera institucional, sino que la Teología lo invadió́ todo, tanto a miembros del clero como a fieles que añadían un extra de cultura religiosa a sus conocimientos profanos. Los fieles reciben formación religiosa de la catequesis elemental impartida en el templo y en la predicación; el clero, por medio del contacto personal con el obispo y los sacerdotes de más edad. Desde el punto de vista institucional, esto representa una regresión y no un progreso.

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