La Curia y los Espectáculos Públicos en la Antigua Roma: Foro, Teatro, Anfiteatro y Circo
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La Curia
La curia era originalmente el lugar donde se reunían los ancianos de las tribus cercanas a Roma. La curia por antonomasia era la llamada Curia Hostilia de Roma, el edificio donde el Senado Romano se reunía de forma más frecuente. Debido a la expansión de Roma, el modelo de la curia se exportó a cada una de las ciudades que obtenía el estatus de municipium, de forma que estas tenían su propio senado y sus propios funcionarios encargados de la administración local.
Por tanto, durante el periodo imperial, una curia pasó a ser cualquier edificio donde un gobierno local realizaba sus funciones.
Los Espectáculos
Panem et Circenses
Desde finales de la República y durante el Imperio, los romanos fueron muy aficionados a los juegos públicos (ludi). Las autoridades se afanaban en organizar numerosos espectáculos con el objeto de distraer la atención del pueblo de asuntos más importantes y granjearse su favor.
El poeta latino Juvenal criticó con la expresión panem et circenses (pan y circo) la política de algunos emperadores que, para mantener acallado y brevemente satisfecho al pueblo, le ofrecían numerosos espectáculos y garantizaban el suministro de un mínimo de trigo.
Edificios para Espectáculos Públicos
El Teatro
Los romanos imitaron el teatro de los griegos, aunque introdujeron algunas modificaciones en su construcción. Por ejemplo, construido ya sobre terreno llano, no utilizaban las laderas para situar el graderío, sino que lo alzaban desde el suelo con un sistema de bóvedas y galerías.
Partes del Teatro Romano:
- La cavea: de forma semicircular, presentaba tres sectores de gradas (ima, media, summa).
- La orchestra: espacio semicircular situado entre los graderíos y el escenario. Entre los griegos, la orchestra era circular y se reservaba para las evoluciones del coro, función que se perdió en el teatro romano.
- Vomitoria: por donde el público desembocaba y se repartía por el graderío.
- El proscenium o escenario: propiamente dicho, separado de la orchestra por un muro bajo (pulpitum).
- La scaena (o frons scaenae): fachada como decorado arquitectónico permanente. Presentaba tres puertas o valvae (regia se llamaba la central), para la entrada y salida de los actores.
- El porticus: espacio abierto y ajardinado para el paseo y disfrute de los espectadores, situado detrás de la scaena. Tras la scaena se situaban también almacenes y cuartos para los actores (postcenium).
El Anfiteatro
Entre las diversiones más populares en todas las regiones del Imperio Romano estaban los espectáculos en que los gladiadores peleaban unos contra otros. Estas luchas tenían lugar en el anfiteatro.
El anfiteatro era un edificio de planta elíptica con un amplio graderío (cavea) donde se sentaban los espectadores. El espacio central, donde actuaban los gladiadores, recibía el nombre de arena, y debajo de esta había un complicado sistema de galerías y dependencias para guardar equipos, decorados y fieras llamado fossa bestiaria. A veces, unos toldos de lona, accionados con sogas y poleas, se desplegaban sobre la zona de los asientos para protegerlos del sol.
Además de los juegos gladiatorios (designados con el término munera), el anfiteatro también albergaba espectáculos con animales (venationes o cacerías) y, en ocasiones muy excepcionales, simulacros de batallas navales (naumaquias). En las ciudades romanas no se daban representaciones teatrales (ludi scaenici) todos los días, sino solamente en las grandes fiestas, que se celebraban varias veces al año.
Cuando aparecían los letreros anunciando una representación, se producía un gran alboroto. Ese día cerraban las tiendas y no se hacían negocios en el foro. La representación dramática se componía de una serie de obras y duraba todo el día, incluso durante el calor de la media tarde (para no pasar calor, se cubría la mayor parte del teatro con un enorme toldo de lona, velarium). Se trataba de todo un acontecimiento social, y la entrada al teatro era libre. Todos los gastos eran por cuenta de un ciudadano rico, que corría con el pago de los actores, del productor, del decorado y del vestuario. Este se ofrecía a hacer eso no solo en provecho de sus conciudadanos, sino también para granjearse la popularidad que le sería bastante útil en las elecciones políticas locales.
El Circo
Era en el circo donde se celebraba el espectáculo que más entusiasmo suscitaba entre los romanos: las carreras de carros.
El circo era un rectángulo alargado con uno de los lados menores de forma semicircular. En el centro de la arena, un muro longitudinal (spina) dividía la pista en dos partes; el graderío limitaba el exterior de la pista.
Los carros podían estar tirados por dos caballos (bigas) o por cuatro (cuadrigas), y los conductores o aurigas pertenecían a cuatro equipos que se diferenciaban por cuatro colores: rojo, blanco, azul y verde.
La prueba consistía en dar siete vueltas a la pista alrededor de la spina; ganaba el carro que traspasaba antes la línea de meta. La maniobra del giro era muy peligrosa, pero decisiva para la victoria: cuanto más se ciñese el auriga a la spina, menor era el arco que describía y mayor la ventaja.
Los espectadores también podían cursar apuestas haciendo un pronóstico del equipo ganador. La pasión por las carreras aumentaba con los cruces de apuestas en las que se movían grandes sumas de dinero. Los aurigas que obtenían muchas victorias se convertían en ídolos populares.
Gladiadores
Los gladiadores solían ser o bien esclavos o bien condenados; vivían y se entrenaban en una escuela o cuartel bajo la supervisión de un entrenador profesional. No todos iban armados de la misma manera. Unos, los llamados Samnitas, llevaban un escudo rectangular y una espada corta; otros, los Tracios, tenían un escudo redondo y una espada o un puñal. Otra clase de gladiadores, armados de espada y escudo, llevaban un casco con una cresta en forma de pez; por el nombre de ese pez en griego, el gladiador era llamado murmillo. Los Murmillones eran a menudo emparejados con los Reciarios, armados solo con red y tridente. Otros gladiadores peleaban con lanzas, a caballo o en carros romanos.
La pelea terminaba con la muerte o la rendición de uno de los dos luchadores. El vencido levantaba el brazo en señal de apelación. Los espectadores mostraban sus deseos levantando el pulgar o volviéndolo hacia el suelo, pero la decisión final de condena o de clemencia la tomaba el presidente de los juegos. Es universalmente conocido el saludo que los gladiadores brindaban antes de entablar el combate: Ave Caesar morituri te salutant.