La crítica de la moral, la metafísica y las ciencias positivas
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1.1 LA CRÍTICA DE LA MORAL
En este aspecto de su crítica, Nietzsche se refiere a la moral como contranaturaleza, es decir, a la moral que se opone a la vida, que establece leyes o decálogos contra los individuos vitales. La crítica de la moral platónico-cristiana señala que la moral contranatural, es decir, la moral enseñada hasta ahora, se dirige contra los instintos de la vida; es una condena -a veces encubierta- de estos instintos.
Nietzsche es, pues, el gran crítico de la moral antinatural, que él identifica, a grandes rasgos, con la moral tradicional. Nietzsche solía llamarse inmoralista, pero no por ser amoral.
1.2 LA CRÍTICA DE LA METAFÍSICA
1.2.1 LA CRÍTICA ONTOLÓGICA DE LA METAFÍSICA
La metafísica tradicional se asienta en un error básico: la creencia en la antítesis de los valores. Los filósofos dogmáticos han creído siempre en que las cosas de valor supremo tienen un origen propio, que no pueden derivar en absoluto de este mundo terreno y efímero, sino que vienen directamente de Dios, del (otro mundo). Para justificar una serie de valores, el filósofo inventa un mundo distinto de este que, por tanto, tiene categorías totalmente contrapuestas.
Esta separación entre ser real y aparente es ya un juicio valorativo sobre la vida: un juicio negativo, porque da más importancia al mundo de las ideas (real) que al mundo de los sentidos (irreal, aparente). Más en realidad, no hay un mundo aparente y otro verdadero, sino el devenir constante del ser creando y destruyendo el único mundo existente.
1.3 LA CRÍTICA DE LAS CIENCIAS POSITIVAS
Nietzsche habla de las mercancías de forma despectiva, y dice que su metodología científica se basa en el número, en cantidad. La pura determinación cuantitativa de las cosas tiende a anular las diferencias que realmente existen entre ellas, ya que el modelo matemático de la naturaleza se basa en la cantidad, no en la calidad propia de cada cosa y tiende a la igualación de todas ellas.
Nietzsche no ataca la ciencia en sí, sino una metodología determinada (el mecanicismo y el positivismo de su época). Este método se relaciona con la metafísica tradicional porque se inspira directamente en la lógica, reductora de las diferencias, en la ontología que trata el devenir del ser como si fuera una apariencia.
3.2.2 TRES TESIS SOBRE LA CONCEPCIÓN MATERIALISTA
1: El motor de la historia es, pues, la contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, o lo que es lo mismo: la lucha de clases.
2: Frente a la tesis de que el fundamento económico determina sin más el proceso histórico y la superestructura, que no sería entonces sino un reflejo automático de la infraestructura, el marxismo sostiene una relación dialéctica entre la infraestructura y la superestructura.
3: El final al que se dirige la historia es la desaparición de las clases y la instauración del comunismo. La sociedad comunista sin clases (fin último) al que, al parecer, tiende la historia (marcha que será acelerada mediante la acción del proletariado), acabará con las alienaciones y permitirá la relación total del hombre.
2.2 MOMENTOS DEL NIHILISMO
El nihilismo tiene dos caras: una negativa, como esencia de la tradición platónico-cristiana, que explica la crítica destructiva de la tradición occidental, y otra positiva, porque el nihilismo -es decir, la reflexión acerca de él- supone el reconocimiento de las condiciones que han llevado a Occidente a ser nihilista. En este sentido, es como se alumbran los intentos por escapar del nihilismo.
1: Nihilismo como consecuencia inmediata de la destrucción de los valores vigentes.
2: Nihilismo como afirmación del propio proceso nihilista.
3: Nihilismo como punto de inflexión hacia una nueva perspectiva del ser y del hombre.
2.3 SENTIDO DE LA EXPRESIÓN (DIOS HA MUERTO)
La pluralidad de perspectivas es, para el ser humano, condición de libertad, porque el politeísmo siempre ha prefigurado el espíritu libre y múltiple del hombre: la fuerza de crearse modos nuevos de ver el mundo. El que ha muerto es, pues, el dios monoteísta, el dios moral de las contraposiciones metafísicas entre el bien y el mal, mundo real y mundo aparente, bueno y malo.
3.1 INTERPRETACIÓN DE LA REALIDAD
La realidad del mundo en cuanto tal es múltiple y múltiple es también el ser humano, porque tiene una pluralidad de impulsos e instintos, cada uno con su perspectiva propia y constante lucha entre sí.
Contra lo uno, Nietzsche opone lo múltiple, esto es, la pluralidad del ser en sus diversas manifestaciones, que no son sino las perspectivas (múltiples e irreducibles) mediante las que el ser humano aborda el mundo. Estas perspectivas coinciden históricamente con las necesidades del hombre y el propio hecho de considerar el ser como devenir hace absurda la pretensión de recortar arbitrariamente esas múltiples necesidades.