Crisis del Positivismo y Nuevas Perspectivas Historiográficas

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Crisis del Positivismo y Reacciones

El motivo de que el positivismo no resista es porque prescinde de la sociedad y de los matices. No insiste en aplicar las leyes de la ciencia natural en la historia. Niega y rechaza el concepto de interpretación de la historia. Uno de los grandes problemas del positivismo es que los representantes de la escuela se dejan llevar por polémicas que ponen en duda su objetividad. Un caso concreto es el de los historiadores alemanes y franceses sobre el tema de Alsacia y Lorena, en el que se dedican a escribir libros sobre la pertenencia de este territorio a Francia o a Alemania.

Reacciones ante la Crisis

La Iª Guerra Mundial le hace entrar en crisis. Aunque hay una serie de reacciones anteriores para evitar estos problemas. Una de estas reacciones será la de los idealistas, como Croce y Collingwood. En general, el idealismo plantea un concepto claro de la imposibilidad de conocer las cosas tal y como son; para los idealistas, es el sujeto quien acaba construyendo el objeto. Es un planteamiento radicalmente opuesto al de los positivistas. Croce es uno de los grandes representantes de la escuela idealista: “toda historia es historia contemporánea”.

Ciencia Social y Sociología

Otro fenómeno de la época es la ciencia social, sin la cual no podríamos conocer la historia. Esta ciencia que nace es la sociología. En sus primeros momentos, no recibe la atención merecida y sus dos principales exponentes son Émile Durkheim, considerado fundador de la sociología francesa, quien expresa un concepto que no se ha de perder de vista: “Hemos de entender la dimensión social compleja del hombre y no estudiar los individuos; se ha de entender al hombre como parte de una sociedad, sociedad y hombre son indivisibles”, tal y como expresa Carr.

Consecuencias de la Nueva Perspectiva

Esto nos lleva a tres consecuencias:

  1. La combinación inevitable entre historia y sociología.
  2. Acabar con el dominio de la narrativa en la historia, pasando a ser más analítica.
  3. Abre una nueva fase para la historia, donde se dará más importancia a los fenómenos sociales que a los políticos, predominando la historia social. Este predominio se dará durante una buena parte del siglo XX.

Max Weber y su Influencia

Max Weber no fue historiador, sino una figura intelectual que se interesó en diversos ámbitos. Fue un autor cuyas contribuciones han resultado fundamentales en diversos campos. Su obra La ética protestante y el espíritu del capitalismo de 1905 es de importancia y relevancia, ya que es la primera vez, en abierta contraposición a Karl Marx y a los positivistas, que se asigna un valor fundamental al tema religioso. Como autor, da un cambio social, cultural y económico. El desarrollo del capitalismo en Inglaterra, Holanda y Alemania se vio estimulado por la reforma protestante del siglo XVI; estas fueron clave en la creación de una sociedad capitalista. En países y regiones donde el protestantismo no existió, como España o Italia, no hubo un desarrollo industrial.

La reforma religiosa fue motor de cambio, según Weber. Este autor hace más aportaciones; en su obra póstuma Economía y sociedad, llega a la conclusión de que la sociología y la historia no se podrán separar. En esta voluntad encontramos las bases de la historia económica social.

O. Spengler y la Decadencia de Occidente

O. Spengler fue el primer historiador que habló abiertamente, por primera vez, de la decadencia de Occidente. La caída de los grandes imperios le llevó a formular la hipótesis de la decadencia de Occidente. Su origen es austriaco y se ve afectado por la caída de su propio imperio, el austro-húngaro.

Dentro de la crisis y en el contexto de estas grandes obras, no podemos considerar este momento dentro de una tendencia historiográfica, ya que no hay una continuidad; es el producto de la propia crisis. Tampoco existe una representación, interés social o económico.

A. Toynbee y la Teoría Cíclica

Otro gran constructor de grandes marcos temporales es A. Toynbee. En su Estudio de la historia, intenta construir una teoría cíclica sobre el desarrollo de la civilización humana. Sin embargo, su influencia en las tendencias historiográficas es escasa.

La Escuela de los Annales Franceses

Todos estos esfuerzos, constructivos o no, productivos o no, para salir de la crisis tradicional positivista y dar un paso a una nueva tendencia historiográfica tardarán bastante tiempo y darán lugar a la Escuela de los Annales Franceses, que será resultado del debate intelectual anterior, de las inquietudes, en parte de Spengler o Toynbee. Es también resultado de los esfuerzos de sus fundadores, como Henri Pirenne.

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