Crisis de 1808 y Guerra de la Independencia Española: Orígenes de la Revolución Liberal
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. Crisis de 1808, Guerra de la Independencia y Comienzos de la Revolución Liberal
El estallido de la Revolución Francesa en 1789 alarmó a Carlos IV, quien había heredado el trono de su padre Carlos III un año antes. El rey ordenó a su ministro Floridablanca evitar cualquier contagio de las ideas revolucionarias francesas, que pretendían acabar con el absolutismo y el Antiguo Régimen. España participó en la coalición europea que declaró la guerra a la Convención, aunque fue derrotada.
En 1792, Manuel Godoy (un militar advenedizo) logra la confianza de los monarcas españoles y es nombrado ministro, lo cual provoca el rechazo por parte de la nobleza. Godoy fue el principal impulsor de acercarse de nuevo a Francia. Ambas naciones tenían un enemigo común: Inglaterra. Este país era una amenaza para los intereses españoles en América. El deseo de Napoleón de invadir Inglaterra pasaba por la destrucción de la flota británica y terminó en la catástrofe naval de la armada franco-española frente al almirante Nelson (batalla de Trafalgar, en octubre de 1805).
Godoy firma con Napoleón el Tratado de Fontainebleau en octubre de 1807. Por este acuerdo se autorizaba la entrada de tropas francesas en España con el propósito de invadir Portugal.
La situación de la economía española era desastrosa a comienzos del siglo XIX. El Estado estaba en bancarrota por las frecuentes guerras y los ingresos eran escasos por los privilegios fiscales de la nobleza. Además, los precios eran elevados. Todo ello hizo aumentar el descontento de la población, que convirtió a Godoy en el objetivo de sus protestas. La oposición se reunió en torno al hijo de Carlos IV, Fernando. Una conspiración de Fernando contra su padre (conjura de El Escorial) fue neutralizada por el gobierno.
El 17 de marzo de 1808 estalló el llamado Motín de Aranjuez, instigado por la nobleza partidaria de Fernando VII, pero que tuvo como protagonista al pueblo de esa localidad. El motín supuso la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando y la salida del poder del odiado Godoy. Poco más tarde, Carlos IV se arrepintió de su decisión.
Invadida España por las tropas francesas, Napoleón convoca a padre e hijo a asistir a una reunión en el sur de Francia. En las Abdicaciones de Bayona, Napoleón consiguió que Carlos IV le cediese la corona de España a cambio de elevadas rentas; por su parte, obliga a Fernando (que se consideraba rey) a devolver la corona a su padre, con lo cual Napoleón se hacía con el poder en España. El emperador francés nombró rey a su hermano, José I.
El 2 de mayo de 1808 va a dar comienzo el levantamiento popular contra la invasión de las tropas francesas, frente al Palacio Real de Madrid, al intentar los franceses llevar cautivos a Francia a los últimos representantes de la familia real española. Las protestas del pueblo madrileño fueron duramente reprimidas por las tropas del general Murat. Una vez controlada la villa, las tropas francesas iniciaron una feroz represión y esa misma noche varias decenas de madrileños fueron fusilados en la montaña de Príncipe Pío.
Levantamientos similares estallaron en localidades de toda España, como en Móstoles, donde el alcalde Andrés Torrejón arengó al pueblo a sublevarse contra los franceses.
Juntas y Cortes de Cádiz
Las Abdicaciones de Bayona habían provocado un vacío de poder en España. José I no fue aceptado por los españoles, que lo veían como un usurpador. El poder lo asumieron juntas provinciales, dirigidas por una Junta Central, que primero tuvo su sede en Aranjuez y luego en Sevilla y Cádiz. En esta última ciudad, se produjo la reunión de las Cortes (septiembre de 1810) en lo que sería el primer intento de implantar en nuestro país un régimen liberal. En esa misma ciudad, se aprobó la Constitución de 1812.
Paralelamente, José I redactó el Estatuto de Bayona, una carta otorgada que reconocía algunos derechos individuales y que pretendía ser el inicio del establecimiento de un Estado liberal en nuestro país. En el texto, la religión católica era la única permitida. El estatuto nunca llegó a entrar realmente en vigor.
Fases de la Guerra de la Independencia
La Guerra de la Independencia pasó por tres fases:
- Los franceses (tras el estallido de la revuelta popular) llevaron a cabo una rápida ocupación de la mayor parte del territorio nacional que aún no controlaban. Sin embargo, la derrota francesa en Zaragoza por las tropas del general Palafox y, sobre todo, la derrota militar en Bailén, provocaron la salida de Madrid de José I, que tuvo que refugiarse en el País Vasco.
- En una segunda fase, Napoleón en persona entra en España para retomar el control de la situación (noviembre de 1808). Un mes más tarde, logra ocupar Madrid y reponer a José I en el trono. Napoleón debe abandonar precipitadamente la Península para dirigirse al frente ruso.
- En la tercera fase, va a ser decisiva la ayuda militar de las tropas inglesas, comandadas por Wellington. Si bien los franceses reconquistaron gran parte del territorio perdido en el sur, en marzo de 1811 va a comenzar el declive francés. La guerra franco-rusa obligó a Napoleón a sacar de la Península la mayor parte de las tropas que tenía en España. Las sucesivas derrotas francesas de Arapiles, Vitoria y San Marcial acabaron obligando a los franceses a retirarse completamente de España.
La Guerrilla
Durante la guerra, fueron muy importantes las acciones de sabotaje de la guerrilla, especialmente en el campo. Los guerrilleros (Espoz y Mina, el Cura Merino, el Empecinado, etc.) lograban evitar el avituallamiento de los ejércitos franceses y causaron numerosas bajas en los ejércitos ocupantes.
Consecuencias de la Guerra
El final de la guerra dejó un país arrasado. Se calcula que hubo cerca de medio millón de muertos. Las pérdidas materiales también fueron cuantiosas; tras los asedios, numerosas ciudades estaban completamente arrasadas. La incipiente industria textil catalana se vio muy perjudicada. Algunos españoles (los afrancesados) colaboraron con los invasores. Fueron considerados traidores y aproximadamente 15.000 de ellos tuvieron que exiliarse.