Contexto histórico de la Generación del 27

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8.1.- LAS GENERACIÓN DEL 27: DEFINICIÓN Y CarácterÍSTICAS GENERALES

8.1.1.- LOS POETAS DEL 27: GRUPO O GENERACIÓN

En los años veinte surgíó una excelente promoción de poetas que condujo a las letras españolas a uno de sus momentos  más brillantes (“edad de plata“), en un contexto  cultural que tenía a las vanguardias  como

trasfondo.

La denominación de generación del 27, presenta ciertas dificultades que  hacen  que  algunos  prefieranhablar del grupo del veintisiete.  El hecho histórico que los reúne es un homenaje celebrado  en el Ateneo

de Sevilla en 1927 para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora pero, en ese momento, todos ellos manténían ya relaciones de amistad y compartían  similares inquietudes poéticas.

Todos los críticos literarios incluyen en este grupo a Pedro Salinas, Jorge Guillén, Dámaso Alonso. Gerardo Diego, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda. También

suelen incluir a Emilio Prados y Manuel Altolaguirre.

Si hablamos de generación en sentido estricto, este grupo de poetas no cumple con algunos de los

requisitos, pero sin embargo, son muchos los puntos de coincidencia que acercan a estos escritores al concepto de generación literaria a la que, sin duda, pertenecen cronológicamente:

  • Todos ellos nacen en el intervalo de los catorce años que median entre el nacimiento de Salinas, en 1891, y Altolaguirre, en 1905.
  • Todos estos autores pertenecían a la clase media alta y compartían un mismo talante liberal y progresista y semejantes  inquietudes intelectuales.
  • Muchos de ellos fueron profesores (generación de los poetas-profesores es otro de los términos usados

para designarlos).

- Aunque nacidos en puntos muy diversos de nuestra geografía, coincidieron todos en Madrid entre los

años veinte y treinta. Algunos de ellos (Lorca, Alberti y Prados), vivieron durante algunos años en la Residencia de Estudiantes, a la que todos se sienten vinculados por su participación en las numerosas reuniones culturales o festivas que allí se realizaban.

  • Alejados de las inquietudes políticas de los escritores de la anterior generación, aceptaron su condición de minoría literaria y colaboraron en la redacción de numerosas revistas poéticas de corta tirada que

circulaban en los ambientes universitarios del momento. Otros puntos de encuentro fueron el Ateneo, los cafés, los teatros, las tertulias y la organización de diversos actos de homenaje. El último de estos actos celebrados en común fue el homenaje ofrecido por Lorca a Cemuda, con motivo de la publicación de su libro La realidad y el deseo, semanas antes del comienzo de la Guerra Civil española.

  • La gran tarea  común de este grupo  es la Antología  de la Poesía española contemporánea,  publicada

por Gerardo Diego en 1932 y preparada en equipo por todos los poetas jóvenes incluidos en ella, que ofrecen, junto a la selección de sus poemas, un breve análisis crítico de su poesía, verdadero manifiesto poético de cada uno de estos autores.

8.1.2.-RASGOS ESENCIALES

   Los poetas del 27, aunque tienen una concepción muy individualizada de su poesía, comparten labúsqueda de la innovación, de la creación de un arte nuevo que responde, en un principio, a los planteamientos del arte deshumanizado. Es éste un arte que busca la originalidad, la autonomía de laexpresión artística, ajena a los sentimientos desbordados, las anécdotas y las descripciones: una poesíapara las minorías.

Junto  a  su  cosmopolitismo  y  apertura  hacia  las aportaciones  vanguardistas  que  llegaban  de fuera,  los

poetas del 27 valoraron el pasado realizando una verdadera síntesis  entre  vanguardia  y  tradición.  Su actitud renovadora se concilia con un gran respeto por figuras de la generación del 98 como Valle-lnclán, Machado   o Unamuno.

Entre los jóvenes  poetas de la generación  del 27 ejercieron  un magisterio fundamental  dos figuras  clave

 en la cultura de la época:

  • Juan Ramón Jiménez


    Fue un verdadero guía en la iniciación literaria de muchos de ellos a través de la revista Índice y de sus observaciones críticas. Su poesía pura constituyé el referente poético más claro en el panorama español, sobre todo a partir de Diario de un poeta recién casado
    .

  • José Ortega y Gasset

    La influencia de Ortega fue ideológica y teórica. En Ladeshumanización del arte(1925) establecíó los rasgos del nuevo arte: deshumanización y autonomía de la obra artística, arte  de minorías, intranscendencia, juego,  ironía y predominio de la metáfora. Además, en su Revista de Occidente

publicó muchas de las obras de estos autores del 27.


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Otro autor que también les influye de manera significativa es Ramón Gómez de la Serna, sobre todo por su concepto innovador de la metáfora.

Junto a estas influencias encontramos la fundamental, la de los autores clásicos, recuperados  algunos  de un injusto olvido, como en el caso de Góngora, del que admiran la gran renovación del lenguaje literario que en su época realizó con sus audaces metáforas.  Estudian, también,  a Lope de Vega, San Juan de la

Cruz, Jorge Manrique, Cervantes o Quevedo; sin olvidar la importancia que tienen en muchos de ellos las formas populates tradicionales que alternan con las absolutamente  novedosas del verso libre o versículo.

   En 1939, la generación del 27 se desintegró como grupo de forma dramática. Uno de sus miembros,  Lorca, había sido asesinado, otros debieron exiliarse, y algunos permanecieron en España. En la obra de   estos poetas, continuó el tema del compromiso, aunque siguieron caminos diversos.

Los grandes asuntos del ser humano - el amor, el universo, el destino, la muerte- llenan las obras de los poetas del 27. Aun así, se observa que los motivos temáticos están relacionados con la apreciación de los avances técnicos, del desarrollo  urbano, de la eclosión artística. Y también del sentido de libertad como un principio que abarca todas las vivencias del individuo:

La ciudad


Aparece  unida a  la visión  futurista,  impregnada  de optimismo.  Los  poetas  del 27 amaron  la

ciudad,  valoraron  el  confort,  el  cine,  la  publicidad;  pero  también  observaron  el  aspecto  negativo  del

desarrollo urbano.

El amor


Se presenta como la plenitud del individuo y admite todas las manifestaciones posibles, con un gran sentido de libertad: amor heterosexual y también homosexual.  Sin  embargo,  el choque  entre  esta actitud y la realidad en que vivían llevó muchas veces al dolor.

Las artes


Influidos claramente por las vanguardias literarias, las artes se convirtieron también en tema de creación  poética

La naturaleza


Concebida unas veces como entorno, en otras se convierte en parte del yo poético, que llega en algunos casos a una visión panteísta.

Jorge  Guillén  afirmo,  años  más tarde,  que  los poetas de  su generación  «hablaban  en  imágenes».  Con

estas imágenes consiguieron la renovación del lenguaje poético. Los poetas del 27 cultivaron tanto  la metáfora y la imagen tradicional como la imagen visionaria y la metáfora surrealista, la que relaciona los objetos, no por su semejanza física, sino por las emociones  que  despiertan  según  la  subjetividad  del poeta.
Estos escritores combinaron, además, las formas métricas tradicionales con el verso libre y la consecución del ritmo por el lugar que ocupan las palabras en el poema.

- El Surrealismo y la generación del 27

En 1925 se publica el primer manifiesto surrealista español en la Revista de Occidente. La Gaceta literariaes decisiva como difusora de las ideas surrealistas por  la experiencia cultural que reúne a escritores y pintores, en una fusión de las artes: poetas como García Lorca o Moreno Villa, también pintan y pintores como  Rafael Alberti  terminan  siendo  poetas.  Los manifiestos  son firmados  conjuntamente  por pintores  y

escritores.

En el Surrealismo español no tiene cabida el automatismo de la escritura, propio del Surrealismo francés. Los poetas acuden a su mundo interior, a las asociaciones de ideas, a lo maravilloso, y construyen imágenes de gran belleza, violentas a veces, que ponen al servicio de sus necesidades expresivas. Sienten curiosidad por el mundo de los sueños, en el que aflora  lo inconsciente. Con el Surrealismo comienza una rehumanizacion del arte. Este movimiento tendrá gran repercusión en poetas de la generación del 27 como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre y Luis Cernuda.

8.2.-

Pedro SALINAS, Jorge GUILLÉN, GERARDO DIEGO, Vicente ALEIXANDRE Y DÁMASO ALONSO: CarácterÍSTICAS Y OBRAS PRINCIPALES.

8.2.1.-Pedro SALINAS (Madrid, 1892 - Boston, EEUU, 1951)

Profesor y crítico literario, consideraba la poesía como una manera de penetrar en lo más profundo de la realidad, a través de tres carácterísticas básicas: la autenticidad, la belleza y el ingenio.

Dentro de su trayectoria poética se suelen señalar tres etapas que coinciden a grandes rasgos con la evolución del propio grupo del 27. Las obras más destacadas de su primera etapa son Presagios (1923), Seguro azar (1929) y Fábula y signo (1931). Se aprecia en ellas la influencia de la poesía pura de Juan Ramón y el gusto por los temas futuristas, pero impregnados por la sensibilidad del poeta, que muchas veces establece un diálogo lírico con las cosas. En la segunda etapa se sitúan sus mejores obras:
La voz a ti debida
(1933), Razón de amor (1936) y Largo lamento (1939). El tema predominante en ellas es el amor, el poeta muestra este sentimiento como algo alegre y vital, inherente al ser humano, pero también como un sentimiento angustioso ante la pérdida o la separación de la amada. En su tercera etapa, tras la guerra, su poesía se tiñe de dramatismo y dolor. Temas como la muerte, la guerra, la angustia y el exilio llenan libros como El contemplado (1946), Todo más claro (1949) y Confianza (1955).

Su estilo sigue la línea de la poesía esencial de Juan Ramón. Se busca la belleza formal sobre todo a través de la intelectualidad, lo que le lleva a utilizar recursos como la paradoja, juegos de ideas, metáforas insólitas, etc. La aparente sencillez de su lenguaje poético esconde una cuidada y precisa selección léxica.

8.2.2.- Jorge GUILLÉN (Valladolid, 1893–Málaga, 1984)

  Se le considera el poeta más puro e intelectual, el más fiel a la  poesía desnuda de Juan Ramón. Su poesía parte de la realidad circundante para depurarla y estilizarla hasta la esencia misma del concepto. Concibió sus obras como una unidad orgánica y recogíó toda su producción poética bajo el título general de Aire nuestro, que se divide en cinco libros:
Cántico
(su principal obra, que recoge poemas escritos a lo largo de 30 años, 1928 y 1950), muestra de forma clara y desbordante la alegría del hecho de estar vivo. Evita de forma frontal las penas y nostalgia, aunque la muerte se acepta como algo natural. En Clamor(de 1957 a 1963), se reflejan ahora todas las miserias y tristezas que rodean al poeta, que denuncia en sus versos la injusticia, la opresión, la guerra y la situación de España, y el exilio. No obstante, no es una poesía completamente triste y desgarrada, sino llena de protesta y optimismo moderado ante todo lo negativo que le rodea. En Homenaje (1967) se recogen poemas dedicados a importantes personajes históricos y escritores como Homero, Fray Luis, Machado o Lorca, entre otros. En Y otros poemas profundiza en temas cotidianos, como el amor o la vejez, y, por último, en Final, acepta serenamente la vejez.

El autor utiliza una forma de expresión muy elaborada, con supresión de palabras innecesarias, estructuras oracionales sencillas y con abundancia de exclamaciones. Es relevante la profusión de sustantivos porque designan la esencia de las cosas. En cuanto a la métrica, opta por medidas cortas y estrofas clásicas como la décima, el romance o el soneto.

8.2.3.- GERARDO DIEGO (Santander, 1896 - Madrid, 1987)

Como otros miembros de la Generación  del 27, G. Diego fue profesor, concretamente catedrático de Literatura en varios institutos de Soria, Santander y Madrid.

Aunque es difícil clasificar su obra, por su eclecticismo y su variedad temática, se suelen distinguir dos etapas.
La primera, denominada de poesía relativa, que agrupa la poesía tradicional, caracterizada por el empleo de formas clásicas como el soneto o el romance, y que incluye obras como Versos humanos (1925), Sonetos a Violante (1962) o Nocturnos a Chopin (1963). La segunda etapa, de poesía de vanguardia, incluye poemarios de corte vanguardista caracterizados por el verso libre, la ausencia de puntuación y los recursos gráficos. Los poemarios más importantes son Imagen (1922) y Manual de espumas (1924), cercanos al creacionismo con poesías alejadas de la realidad que incorporan recursos imaginativos sorprendentes y disposiciones tipográficas peculiares.

Su estilo se caracteriza por la utilización de varios registros, combinando con igual maestría las técnicas de vanguardia, sobre todo el uso de la imagen y el verso libre; y las formas más tradicionales, el soneto y el romance.

8.2.4.- Vicente ALEIXANDRE (Sevilla, 1898 –Madrid, 1984)

Si algo caracterizó a este escritor fue su hondo pesimismo vital. Para él, el hombre era la criatura más penosa del Universo; significaba dolor y angustia. Su ideal era volver a la tierra y fundirse con la Naturaleza. Su visión del mundo se apoya en tres pilares: el amor, la naturaleza  y la muerte.

Suelen señalarse tres etapas en su trayectoria, relacionadas con sus influencias y sus inquietudes. La primera incluye Pasión por la tierra (1929), su primera obra surrealista; y, posteriormente, Espadas como labios (1932), en la que aborda el tema del amor omnipresente que destruye las limitaciones del ser humano. Otros títulos importantes son La destrucción o el amor, Mundo a solas, y sobre todo Sombra del paraíso, en la que la muerte y el amor se contraponen como aniquilación del ser humano frente a su íntima uníón con la naturaleza elemental del ser humano.

A partir de los años  50 el escritor cambia de concepción ante la vida, y sus escritos denotan un cierto positivismo, que se demuestra en la necesaria solidaridad del poeta. En esta segunda etapa trata del ser humano y su mundo, especialmente el transcurrir de la existencia, por lo que adquieren importancia el tiempo y su circunstancia. Las principales obras son Historia del corazón (1954), En un vasto dominio (1962) y Retratos con nombre  (1965). En su tercera etapa utiliza la poesía como meditación sobre su trayectoria vital y, en algunos poemas, se retoman procesos surrealistas utilizados en su primera etapa.
A esta etapa pertenecen Poemas de la consumación (1968) y Diálogos del conocimiento (1971).

Su poética se basa en el uso de metáforas innovadoras, no basadas en semejanzas, sino en su propia subjetividad (surrealistas). Es importante también para el autor el gran cuidado en el uso y distribución del léxico (verbos al final del verso, uso de conjunciones), paralelismos, anáforas, etc. Además, predomina el verso libre.

Vicente Aleixandre logró el Premio Nobel de Literatura en 1977.

8.2.5.- DÁMASO ALONSO (Madrid, 1898 – 1990)

Tuvo una vida completa, en la que destacó su faceta de profesor, investigador, crítico y poeta. Aunque es considerado perteneciente a la Generación del 27, sólo sus primeras obras pueden adscribirse a tal movimiento, con cuyos miembros fraguó amistad. Su contribución más importante al grupo se produce al comienzo, cuando revaloriza magistralmente la figura de Góngora y descubre a los jóvenes autores y al mundo entero el enorme contenido mitológico y estético de la obra del cordobés.

Su obra se divide en dos etapas.
La primera muestra la influencia de Juan Ramón Jiménez y de Antonio Machado en obras como Poemillas de la ciudad (1921) o El viento y el verso (1925).
Oscura noticia
se publicará tardíamente en 1944 y perfila ya la angustia de la poesía posterior.

Con Hijos de la ira (1944), que es considerado capital de la época de posguerra, comienza la segunda etapa. Esta obra, que refleja la sociedad desgarrada de ese momento histórico, es un grito de rebeldía contra la situación del hombre y del mundo. En dilatados versículos, con un lenguaje abrupto y violento, que incluso da cabida a lo vulgar a veces, protesta por el espectáculo del mundo en el que los hombres no son más que muertos en vida entre los que resulta imposible la comunicación. También pertenecen a esta etapa Hombre y Dios (1955), expresión de hastío y soledad; y  Duda y amor sobre el Ser Supremo(1985), de tema religioso.

8.3.- RAFAEL ALBERTI, Luis CERNUDA Y Federico GARCÍA Lorca: CarácterÍSTICAS Y OBRAS PRINCIPALES

8.3.1.- RAFAEL ALBERTI (El Puerto de Santa María, Cádiz, 1902-1999)

Su vida transcurríó entre dos pasiones: la pintura y la poesía. Cultivó todo tipo de estilos, y en su obra se fundieron múltiples influencias.

Su poética gira en torno al tema del paraíso soñado (perdido) representado en el mar y el amor, aunque también tienen cabida el dolor, el conflicto espiritual o el destierro. Su primera obra, Marinero en tierra (1924), obtuvo el Premio Nacional de Poesía y le colocó entre las primeras figuras de la Generación del 27. En ella recupera formas métricas populares combinadas con sonetos que expresan la profunda nostalgia por el mar de su Cádiz natal cuando era niño.
Cal y canto
(1929) manifiesta la influencia vanguardista, especialmente futurista en poemas como “Madrigal al billete de tranvía”. Se  aprecia además el lenguaje culto y Barroco de influencia gongorina. Su obra cumbre, Sobre los ángeles (1929) revela el conflicto espiritual del poeta en torno a temas como el amor, la ira, el fracaso o el desconcierto. Utiliza técnicas surrealistas para expresar la desuníón del cuerpo y el espíritu.

Durante la república, Alberti subordinó la creación literaria a la lucha con fines revolucionarios. Su poesía se vuelve sencilla y directa, para un público mayoritario.
El poeta en la calle
(1936) y De un momento a otro (1938) pertenecen a la poesía social en la que el autor se revela como poeta revolucionario, línea que se mantiene en Entre el clavel y la espada (1941), aunque en un tono más nostálgico del pasado vivido.

Tras su época en el exilio, Alberti vuelve a las formas clásicas y tradicionales, reflejadas en obras como Retornos de lo vivo lejano o Roma, peligro para caminantes.

En su estilo destaca la variedad, es capaz de combinar lo culto, lo tradicional y popular, lo vanguardista…Abundan las anáforas, las figuras de significado con matices cromáticos, las imágenes surrealistas y el verso libre.

8.3.2.- Luis CERNUDA (Sevilla, 1902 – México, 1963)

Su obra está marcada por su carácter hipersensible y por su homosexualidad, que explica su aislamiento y rebeldía, debido a la incomprensión de la sociedad de la época. La realidad que le tocaba vivir chocaba con sus deseos y sus sueños, y de ese conflicto nacen los temas de su poesía: soledad, frustración, infancia eterna, ansia de belleza, paso del tiempo y muerte, y sobre todo el amor como experiencia suprema, jubilosa y también dolorosa.

Su obra se divide en tres etapas.
La primera es la etapa sevillana, la más clasicista, hasta 1928, con Perfil del aire (1927), cercana a la poesía pura, y Égloga, elegía, oda (1928), con raíces en la poesía de Garcilaso de la Vega. La segunda etapa, o etapa madrileña, de 1929 hasta 1938, se inicia con Un río, un amor (1929), en el que con imágenes surrealistas profundiza en la frustración contra las convenciones sociales. En Los placeres prohibidos (1931), también surrealista, habla de amor, soledad y vacío interior. El autor se enfrenta al mundo con la elección de un amor prohibido y no aceptado. Con un estilo más sereno y personal escribe, entre 1932 y 1935, Donde habite el olvido, sobre el amor como experiencia dolorosa. Cernuda reuníó todas sus obras bajo un título común en 1936:
La realidad o el deseo
, que incluye muchos de los libros anteriores y algunos más.

Su última etapa, la del exilio, se caracteriza por la angustia vital del poeta, así como por la desilusión y la nostalgia debido a su situación personal.
Como quien espera el alba
(1944) o Con las horas contadas (1950-1956) son obras representativas de esta etapa.

En cuanto a su estilo, evita las rimas marcadas, prefiere el verso libre, combinado con estrofas tradicionales. Su poética está plagada de símbolos e imágenes de muy variada índole.

Es uno de los escritores de la generación del 27 que fue reconocido más tardíamente.

8.3.3.- Federico GARCÍA Lorca (Fuente Vaqueros, 1898 Granada, 1936)

Fue uno de los representantes más importantes de esta Generación.

Nacíó en Fuente Vaqueros (Granada) en 1898. Estudió en Madrid y vivíó en la Residencia de Estudiantes, donde conocíó y se relaciónó con personajes de las artes españolas como Juan Ramón Jiménez, Dalí, Buñuel, Falla, además de otros poetas de su generación. En 1929 viajó a Nueva York como becario, hecho que le marcó profundamente. Se dedicó al teatro y a la literatura hasta su fusilamiento al comienzo de la Guerra Civil. Aquí nos centraremos en su obra poética.

Lorca supo unir a su predisposición natural para la creación poética (sensibilidad, imaginación, inspiración) un riguroso trabajo en busca de la perfección. Su principal carácterística es la síntesis de lo popular y lo culto. De la poesía tradicional y de la canción popular andaluza (el cante jondo) tomó temas, expresiones y elementos que, reelaborados por su propio estilo y combinados con las nuevas estéticas, adquieren una fuerza expresiva incomparable.

El tema dominante en su obra es el destino trágico del ser humano, la imposibilidad de realización, englobando en él el amor como frustración, la soledad y la muerte. Otro motivo importante en su obra es la naturaleza.

Su primera etapa abarca su producción hasta 1928. En ella hay una clara influencia de la lírica popular y tradicional. Su primera obra, Libro de poemas (1921), aúna el tono alegre e infantil con el tono nostálgico. En Canciones (1921-1924) hay menos subjetivismo y más semejanzas con la poesía pura y el Surrealismo. En 1924 publica su Poema del cante jondo, en el que aparecen temas habituales como el amor  o la Andalucía trágica, y se aprecia su peculiar fusión entre lo culto y lo popular en unos versos llenos de dolor y angustia.
El Romancero gitano
sigue en esta línea andalucista e híbrida, y añade además rasgos vanguardistas. Expresa un profundo respeto por la etnia gitana (los más marginados) y aparece el motivo de la lucha contra la muerte inevitable y trágica.

La segunda etapa comprende lo escrito entre 1929 y 1936. Comienza con Poeta en Nueva York (1930), en la que su estilo cambia claramente y se orienta hacia la protesta social en lo temático, y hacia el Surrealismo en lo formal. Abundan las imágenes oníricas y dinámicas. Se presenta al hombre como víctima de su propia creación; la urbe, en su inmensidad, imposibilita la comunicación y la libertad. Se refleja la crisis del 29, la guerra, el ser humano como depredador, la situación de los negros (aquí son ellos los marginados), la degradación de la naturaleza, y la muerte. Como preocupaciones personales aparecen la homosexualidad y la religiosidad. A esta época pertenecen también el Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, Seis poemas galegos y Diván del

Tamarit


La última obra poética importante de Lorca son los Sonetos del amor oscuro (1935-1936, publicado en el 84), en los que combina un tema tabú con las formas clásicas.

Su estilo se manifiesta en un dominio de la técnica creativa que mezcla diversas tendencias en una estética muy personal. Hay una simbología presente en toda su obra: la luna, la sangre, los caballos, los colores (sobre todo el verde)…, tienen unos significados connotativos asociados a la vida, la muerte, el erotismo, la fertilidad, etc. Las imágenes creativas, inspiradas por el Surrealismo y que recrean motivos tradicionales son también un rasgo carácterístico de su estilo.

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