La Constitución de 1812: Un Paso Hacia el Liberalismo en España

Separación de Poderes

De esta forma, el poder legislativo será compartido entre el Rey y las Cortes, previamente explicadas.

Con respecto al poder ejecutivo, cabe mencionar que es detentado por el Rey. Por todo ello, esta separación de poderes no es completamente liberal porque se le otorgaban al rey varios poderes.

En cuanto al poder judicial, residía en los tribunales, establecidos por la ley. Esto supone la abolición de señoríos jurisdiccionales, lo cual va a suponer una igualdad jurídica. También, se establecerán los derechos del individuo, como la libertad de expresión pero bajo ciertas restricciones. Por lo tanto, no es una libertad de expresión absoluta.

Por último, como se ha mencionado previamente, el texto constitucional conservaba algunos elementos tradicionales, sobre todo en las relaciones Iglesia-Estado, manteniendo la confesionalidad del Estado, que es una concesión de los liberales a los absolutistas.

Consecuencias de la Constitución

Tras lo explicado anteriormente, no cabe duda que la Constitución trajo consigo diversas consecuencias. Por un lado, la proclamación de la igualdad jurídica provocará la abolición de los fueros, con el fin de lograr el centralismo del Estado. Más tarde, en el reinado de Isabel II se confirmarán los fueros de nuevo, hasta abolirse definitivamente en la ley del 21 de julio de 1876. Posteriormente, la supresión de estos va a dar lugar al nacionalismo del País Vasco.

Por otro lado, se estipularán diferentes derechos del individuo, que quedarán reflejados en la Constitución. Algunos de estos son: derecho a la educación, propiedad privada, y libertad de expresión, que parten de la Ilustración. Además, otros derechos que irá consiguiendo el hombre en las sucesivas Constituciones serán la inviolabilidad del domicilio y el sufragio. En cuanto al sufragio, ha ido variando a lo largo de la historia, desde el censitario restringido (en el momento de esa Constitución), hasta el universal sin restricciones. A ello, una de las constituciones que contribuyó considerablemente fue la Constitución de 1931.

El Sexenio Absolutista y el Trienio Liberal

Finalizada la Guerra de la Independencia y firmado el Tratado de Valençay, Fernando VII regresó a España y tras recibir el “Manifiesto de los Persas” restauró el Antiguo Régimen, iniciándose así el Sexenio Absolutista (1814-1820) caracterizado por la persecución y el exilio de afrancesados y, sobre todo, liberales que realizarán pronunciamientos para volver a instaurar el liberalismo. Lo conseguirán brevemente durante el Trienio Liberal (1820-1823), pero no será hasta la muerte de Fernando VII en 1833 cuando el Estado Liberal llegue definitivamente a España.