Consolidación y Evolución del Reino de León: Siglos X y XI
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Historia
Escrito el en español con un tamaño de 5,05 KB
La Conformación del Reino de León
A la muerte de Alfonso III, la unidad territorial se rompe, pues el reino se repartió entre sus hijos: García, el primogénito, quedó con los territorios recientemente anexionados, con centro en la ciudad de León; su segundo hijo, Fruela, con Oviedo y la parte interior de Asturias; y Ordoño heredó Galicia. Debemos reconocer el mérito de García al quedarse con el territorio leonés, puesto que, si bien Galicia y Asturias eran territorios consolidados, no era así con León.
García I (910-914)
García I centró su política en el territorio leonés, fijó la capital en León (913), consolidándose como el primer centro comercial importante de la historia medieval española y sustituyendo a Oviedo como capital más adelante. Prosiguió la repoblación del Duero, siguiendo la política de su padre, realizando frecuentes incursiones en territorio musulmán y consolidando una serie de plazas como San Esteban de Gormaz, Tordesillas y otras que protegían Tierra de Campos, derrotando a los musulmanes ante el Castillo de Arnedo (Rioja), poco antes de morir en Zamora (914).
Ordoño II (914-924)
Le sucedió su hermano Ordoño II, que ratificó la capitalidad de León y desplegó una gran actividad frente a los musulmanes, ocupando la fortaleza de Alarije (914). Logró una alianza con Sancho Garcés I de Pamplona y se impuso a los islámicos en San Esteban de Gormaz (917), junto a la campaña del 918 que llegó hasta Calahorra. Sin embargo, estos éxitos cristianos espolearon a Abd al-Rahman III, que dirigió una expedición que deshizo a las fuerzas navarro-leonesas en Valdejunquera (920), sin más importancia debido a que el emir solo quería demostrar la superioridad musulmana, no variar las fronteras. A la muerte de Ordoño II, le sucedió su hermano Fruela II (924-925), quien unió los territorios divididos a la muerte de Alfonso III, pero el rey murió apenas transcurrido un año de reinado.
Ramiro II (925-950)
El trono fue ocupado por el hijo menor de Ordoño II, Ramiro II, la figura más destacada de la monarquía leonesa. El nuevo rey consolidó la unidad del reino y dirigió una política hostil e intervencionista frente a Córdoba, llegando a ocupar temporalmente Madrid (932) y formar una alianza con navarros y castellanos que terminó con la hegemonía cordobesa en Simancas (939) y más tarde en Alhándega, victorias que permitieron intensificar la repoblación de las riberas del Duratón y del Tormes, revitalizar Sepúlveda (940) y también Salamanca, además de Ledesma, y construyó fortalezas en zonas estratégicas, como los de Curiel y Peñafiel.
Crisis y Debilitamiento del Reino
El rey contó con la ayuda de su cuñado Fernán González, conde de Castilla, quien colaboró en la repoblación castellana y en la edificación de fortalezas para impedir la entrada de las tropas musulmanas entre los altos valles del Duero y Ebro, pero la ruptura entre ambos (943), debido al intento de independizar Castilla, trajo graves problemas interiores que no estaban solucionados cuando el rey murió. La crisis política y la guerra civil paralizaron la expansión y facilitaron la intervención de Abd al-Rahman III y sus sucesores, que caracteriza los reinados de:
- Ordoño III (950-956)
- Sancho I (956-966), a quien los musulmanes ayudaron a recuperar el trono (958) del que había sido desalojado por Ordoño IV (958-960), un títere en manos de Fernán González.
- Ramiro III (966-984), con quien la guerra civil alcanza su punto culminante.
- Bermudo II (984-999), un monigote en manos de Almanzor.
En estos momentos podemos ir observando un debilitamiento de León como centro del territorio cristiano, pasando a ser un territorio a la retaguardia, al igual que ocurrió con Oviedo, convirtiéndose en un centro de repobladores, y la hegemonía pasará a Castilla.
Recuperación con Alfonso V (999-1028)
El dominio musulmán acaba con Alfonso V, cuyo mandato es de recuperación del territorio y de sus poblaciones. En 1017 se restaura León, ciudad a la que otorgó los “Buenos Fueros” que permitían su desarrollo posterior. En 1022, viudo, casó en segundas nupcias con Urraca, hermana de Sancho Garcés III de Navarra, fomentándose la estrecha relación entre ambos reinos.
Bermudo III (1028-1037)
A su muerte le sucede Bermudo III, un niño de 11 años, bajo la regencia de su madrastra Urraca, asesorada por un consejo de nobles navarros.