Conocimiento neuropsicofuncional}

6.- MOTIVACIONES: Son los impulsos o deseos que nos mueven, que inician, guían y mantienen nuestras conductas o comportamientos, para conseguir un fin o meta.

Los pensamientos y sentimientos estimulan la motivación, la cual genera una conducta.

Es por ello que los aspectos cognitivos, los incentivos y el factor emocional juegan un papel fundamental en la conducta. La motivación no sólo participa en la generación o desarrollo de conductas sino también en su inhibición.

8.- APTITUDES: Es el conjunto de capacidades innatas y adquiridas que permiten que nos adaptemos al medio y a las circunstancias. Las aptitudes son enormemente variadas: percepción, psicomotrices, intelectuales, que dependen en buena parte de nuestro desarrollo y de lo que se hayan potenciado en nuestra infancia.

9.- AUTOCONCEPTO: Se trata del concepto que tenemos de nosotros mismos, la percepción de nuestro ser y opinión del mismo.
Es cómo se comporta, piensa y siente el individuo con respecto a sí mismo.

El autoconcepto se va desarrollando a través de nuestro crecimiento, pues es producto de nuestra propia observación del desenvolvimiento personal en el mundo que nos rodea.

El autoconcepto es una idea creada en base a nuestras impresiones. Es el resultado de la suma entre el conocimiento de uno mismo y la evaluación o valoración que hacemos de nosotros mismos:  

   Autoconcepto = conocimiento de sí mismo + valoración de sí mismo.

AUTOESTIMA: A cómo nos evaluamos lo llamamos autoestima, la valoración que le damos al autoconcepto es la autoestima.

Cuando la autoestima y el autoconcepto son:

▪ Altos, los individuos serán emocionalmente estables. Lo que es, lo que consigue y la estima de los demás, coinciden con lo que aspira a ser y conseguir.

▪ Bajos, los individuos serán emocionalmente inestables porque se desprecian y desaprueban. En estas circunstancias se impide el desarrollo y realización como personas.

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Los éxitos y fracasos en nuestra vida dependen de cómo hemos desarrollado nuestro autoconcepto y nuestra autoestima. Generalmente, solemos confundir la idea de autoestima con autoconcepto. A pesar de estar estrechamente relacionadas, las definiciones de cada uno engloban conceptos diferentes.

También en el ámbito sanitario, un paciente con una baja autoestima evolucionará peor, y tardará más en recuperarse que otro con una autoestima alta. Un TAE con baja autoestima desarrollará peor su trabajo que otro con una autoestima alta.