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PLATON:Conceptos:ALMA Principio de vida y de conocimiento, es divina e inmortal, mediante ella llegamos a la verdad y a la vida buena y justa, feliz. Sólo podemos llegar a la verdad mediante el alma porque sólo ella ha estado en el mundo de las ideas y gracias a la reminiscencia, podemos recordar las ideas, pero para ello debemos emprender el camino de la dialéctica, no el de los sentidos, que es el de la experiencia. El alma está para Platón encerrada en el cuerpo y es inmortal, es la parte más excelente del ser humano, la que nos posibilita una vida buena y feliz, siempre que sigamos el dictado de la razón -verdad, episteme- que es el camino de la purificación, y no el de la experiencia sensible, los datos que percibimos por los sentidos - opinión, doxa-.
El alma para Platón está dividida en tres partes: irascible ( de las pasiones nobles, situada en el pecho, cuya virtud es la fortaleza) concupiscible ( la de las bajas pasiones, situada en el abdomen y cuya virtud es la templanza) y la racional ( que es la propiamente inmortal, no está ligada al cuerpo y cuya virtud es la prudencia y sabiduría) según la parte del alma que prevalezca en cada persona, esta tiene una función en la sociedad y cuando todas las personas realizan la virtud que les corresponde se da la justicia, la virtud primordial y más importante para Platón, sin la que no es posible la felicidad.
El alma es pues, como decíamos al principio, la que posibilita el conocimiento, que conozcamos la verdad, y también, como sólo los que conocen la verdad pueden realizar el bien, la que posibilita también la justicia.
DIALÉCTICA Es el estudio de las ideas, y también el proceso para llegar al conocimiento verdadero, al conocimiento del mundo de las ideas. El conocimiento para Platón nunca es del mundo sensible, en él no hay lugar para la verdad. Las cosas sólo son objeto de opinión, así la dialéctica no trata de imágenes sensibles sino que pretende llegar al principio de todo, a la idea de bien, la idea superior en la jerarquía de las ideas. Como camino hacia la verdad, es el camino de la purificación, un proceso de recuerdo, de reminiscencia. El proceso por el que llegamos al conocimiento de la verdad, el bien y la belleza es un proceso cognoscitivo que nos lleva por los grados de conocimiento (eikasía, pistis, dianoia y dialéctica) desde la imaginación y la creencia que sólo podemos tener del mundo sensible hasta las matemáticas y por fin, el conocimiento de las ideas. Este proceso se sigue con el estudio de la gimnasia, la música, la astronomía, las matemáticas y , por fin, de las ideas. La dialéctica está relacionada con el arte del diálogo, del saber preguntar y saber responder, hay que saber formular las preguntas adecuadamente ( como hacía Sócrates) y responderlas siempre por el camino de la razón, no de los sentidos. BIEN Es la idea suprema, la que está en lo alto de la escala de la jerarquía del mundo inteligible, en el mito de la caverna es el sol que todo lo ilumina. Como idea suprema es el principio de todo, de ella depende toda la realidad y también es principio de inteligibilidad, de conocimiento de todo, la comprensión definitiva de dicha idea es la ascensión al ser. Aquellos que emprendiendo el camino de la dialéctica llegan al conocimiento de la idea de bien serán los gobernantes ideales, porque para Platón, el que conoce el bien conoce la verdad y la belleza y, consecuentemente nunca actuará injustamente, porque sabe cuáles son las consecuencias de sus acciones y que al final, si se obra mal, el mal recae sobre ti. Platón considera también que todo tiende al bien y que si los seres humanos actúan haciendo el mal es porque desconocen el verdadero ser de las cosas, el bien. (intelectualismo moral).JUSTICIA Es la virtud por excelencia y la finalidad última del stado platónico y, podríamos decir que de toda su filosofía. La justicia es también una idea, pero está por debajo del bien en la jerarquía de éstas, en realidad, es más un estado, la realización de una virtud del alma y de la República platónica. En el alma humana se da cuando hay armonía entre las partes del alma, cuando la parte irascible y la concupiscible dejan gobernar a la razón y ocupan cada una su lugar. Igualmente, en la República platónica, se da cuando cada miembro de la sociedad cumple su función y rige su alma por la virtud que le corresponde a su clase social, dejando gobernar a los filósofos, que son los que conocen el bien de todos. Es todo lo contrario al interés del más fuerte que defendían los sofistas, es el reino de la razón, en el que los apetitos cumplen su función biológica, las pasiones nobles la defensa de los valores y la razón la de gobernar de acuerdo al bien común. Es finalmente armonía entre las partes, todas ellas necesarias y cuando la conseguimos produce la felicidad para todos en el Estado y en el alma para cada uno.MUNDO INTELIGIBLE El mundo de las ideas o inteligible es la verdadera realidad para Platón, se llega a él mediante la parte más excelente del alma: la razón. El mundo inteligible se opone al mundo sensible que es el que podemos percibir, el mundo en el que nos movemos, sin embargo, para Platón, lo que percibimos por los sentidos, lo que entendemos por realidad no es sino un mundo de sombras, de copias, de equívocos y sólo podemos obtener de él doxa u opinión, sólo es objeto de mera creencia. La realidad, donde podemos llegar realmente a conocer la verdad de las cosas es el mundo inteligible que es donde están las ideas de las que las cosas que percibimos sólo participan, poseen sólo parte de esa auténtica realidad. Las ideas son modelos, constituyen lo permanente, lo eterno, lo esencial, frente a la pluralidad, lo cambiante y lo aparente del mundo sensible. Las cosas que percibimos tienen su esencia, su idea en el mundo inteligible, pero no todas las ideas son iguales, existe una jerarquía donde la idea suprema es el bien.En el mito de la caverna, el mundo inteligible corresponde al mundo exterior y el mundo sensible al interior de la caverna, en la que todos vivimos como esclavos. Sólo liberándonos de las cadenas de la percepción sensible y guiándonos de la razón, como decían Heráclito y Parménides, podemos llegar a conocer el mundo de las ideas, donde está la verdad, y sólo conociendo ésta y la idea suprema de bien, conseguiremos obrar justamente y encontrar la felicidad. El camino hacia el mundo de las ideas pasa por el estudio de las matemáticas, la música, la astronomía y la gimnasia, siempre siguiendo a la razón y no lo que percibimos.
El mundo inteligible, que es el mundo del ser, de la verdadera realidad eterna, esencial y única recuerda al ser de Parménides y, por el contrario, el mundo sensible, cambiante, plural, distinto y aparente, recuerda al devenir heraclitiano, el dualismo cosmológico platónico intenta pues, superar el problema planteado por estos dos filósofos y resuelve las aporías del movimiento del lado de Parménides, el movimiento es sólo una sombra, un equívoco, la verdad está en el mundo supremo e ideal.
VIRTUD Es la excelencia del ser, el actuar con arreglo al bien. La virtud por excelencia es la justicia pero ésta es el resultado de todas las demás. Cada virtud es la perfección de cada parte del alma: la sabiduría o prudencia de la razón, la fortaleza de las pasiones nobles y la templanza de los apetitos, la justicia es la perfección del alma entera y sólo se da si hay armonía entre ellas y las demás virtudes se realizan. Cada virtud es también la perfección de la conducta de cada ciudadano de la República, cada ciudadano debe actuar de acuerdo a la virtud que le corresponde, los filósofos con sabiduría, los guerreros con fortaleza y los artesanos con templanza, si esto se cumple todos actuarán con justicia y se dará esta última en la ciudad. Si actuamos con arreglo a la virtud seremos pues, también felices, porque colaboraremos a la realización del bien para todos.
Rey filosofo:República es el que debe gobernar el Estado, no tiene por qué ser uno, pero sí debe ser conocedor de la Idea de Bien. El que va a gobernar debe haber dirigido la mirada hacia el mundo inteligible y debe obrar de acuerdo a aquéllas formas puras y perfectas que vió allí. Los filósofos son preparados por el Estado con una educación muy cuidada que consiste en disciplinas como la gimnasia, la música, las matemáticas o la astronomía, - hasta los 35 años- y después la dialéctica, para llegar finalmente al conocimiento de las Ideas. No podrán poseer familia ni riquezas, no tendrán propiedad privada, para evitar la tentación de actuar por el bien particular del mundo sensible en lugar de por la justicia y el bien común ideal y serán elegidos de entre los guerreros más inteligentes y capaces para el conocimiento. Serán hombres o mujeres y deberán vivir en comunidad de bienes dedicados únicamente al gobierno del Estado y al bien común.REMINISCENCIA: actividad mediante la cual recordamos las ideas a partir de la experiencia sensible, por ejemplo, en el mundo, observamos caballos más o menos perfectos, de ese modo, nos acordamos de la idea de caballo que experimentamos en el Mundo de las Ideas o que experimentó nuestra alma allí. Así pues, la reminiscencia constituye el verdadero conocimiento, el conocimiento de las formas puras, de los modelos o ideas, de lo universal o esencial que el alma olvidó (no del todo) al caer en un cuerpo. Aprendemos a través de la dialéctica o ascensión hacia el estudio de las formas verdaderas desde la eikasía y la pistis hacia la dianoia y la noesis, desde la mera opinión hacia el conocimiento de la verdad, mediante el recuerdo. Para Platón, las ideas, las esencias, ya están en nuestra alma al nacer, al contrario que en Aristóteles, que considera que nuestra alma es una tablilla de cera y toda la información la recibimos del mundo sensible ( el único para el Estagirita). Para Aristóteles, todo lo percibimos a través de los sentidos, y es nuestra razón la que abstrae y diferencia entre materia ( lo concreto, lo distinto, lo múltiple, lo cambiante) y forma ( lo esencial, ideal, permanente y eterno), la capacidad de la razón sí es innata pero las ideas no.OPINIÓN: Es el único conocimiento que podemos obtener del mundo sensible, de él no sabemos si es verdadero o no. Del mundo sensible no podemos obtener conocimiento certero, necesario, por eso de él solo podemos obtener doxa u opinión, que se opone a verdad o episteme, que es lo que obtenemos del conocimiento del Mundo de las Ideas. La doxa se divide, en la metáfora de la línea expuesta en La RepúblicaRey filosofo:República es el que debe gobernar el Estado, no tiene por qué ser uno, pero sí debe ser conocedor de la Idea de Bien. El que va a gobernar debe haber dirigido la mirada hacia el mundo inteligible y debe obrar de acuerdo a aquéllas formas puras y perfectas que vió allí. Los filósofos son preparados por el Estado con una educación muy cuidada que consiste en disciplinas como la gimnasia, la música, las matemáticas o la astronomía, - hasta los 35 años- y después la dialéctica, para llegar finalmente al conocimiento de las Ideas. No podrán poseer familia ni riquezas, no tendrán propiedad privada, para evitar la tentación de actuar por el bien particular del mundo sensible en lugar de por la justicia y el bien común ideal y serán elegidos de entre los guerreros más inteligentes y capaces para el conocimiento. Serán hombres o mujeres y deberán vivir en comunidad de bienes dedicados únicamente al gobierno del Estado y al bien común.REMINISCENCIA: actividad mediante la cual recordamos las ideas a partir de la experiencia sensible, por ejemplo, en el mundo, observamos caballos más o menos perfectos, de ese modo, nos acordamos de la idea de caballo que experimentamos en el Mundo de las Ideas o que experimentó nuestra alma allí. Así pues, la reminiscencia constituye el verdadero conocimiento, el conocimiento de las formas puras, de los modelos o ideas, de lo universal o esencial que el alma olvidó (no del todo) al caer en un cuerpo. Aprendemos a través de la dialéctica o ascensión hacia el estudio de las formas verdaderas desde la eikasía y la pistis hacia la dianoia y la noesis, desde la mera opinión hacia el conocimiento de la verdad, mediante el recuerdo. Para Platón, las ideas, las esencias, ya están en nuestra alma al nacer, al contrario que en Aristóteles, que considera que nuestra alma es una tablilla de cera y toda la información la recibimos del mundo sensible ( el único para el Estagirita). Para Aristóteles, todo lo percibimos a través de los sentidos, y es nuestra razón la que abstrae y diferencia entre materia ( lo concreto, lo distinto, lo múltiple, lo cambiante) y forma ( lo esencial, ideal, permanente y eterno), la capacidad de la razón sí es innata pero las ideas no.OPINIÓN: Es el único conocimiento que podemos obtener del mundo sensible, de él no sabemos si es verdadero o no. Del mundo sensible no podemos obtener conocimiento certero, necesario, por eso de él solo podemos obtener doxa u opinión, que se opone a verdad o episteme, que es lo que obtenemos del conocimiento del Mundo de las Ideas. La doxa se divide, en la metáfora de la línea expuesta en La República en imaginación y creencia, que es lo único que podemos obtener en el ámbito de la mera opinión, ya que el mundo sensible es el mundo del cambio, de lo múltiple, de lo individual y distinto, de las meras copias, de las sombras en la caverna. Para Aristóteles sin embargo, sí podemos obtener conocimiento de la observación del mundo sensible, ya que el alma es capaz de separar o abstraer la esencia o forma de la materia o lo cambiante.

ONTOLOGÍA Divide la realidad en dos mundos, el mundo de las esencias o ideas y el mundo de los objetos sensibles. El primero supone la verdadera realidad y el otro es el mundo de la mera apariencia. Funde los dos mundos platónicos en uno solo, el sensible, la naturaleza, llena de sustancias formadas por materia y forma. La forma equivaldría a las esencias o ideas platónicas. La materia es la potencia de la sustancia y la forma es el acto. Todo en la naturaleza tiende a la realización de sus potencias, a su perfección. ( teleologismo).
GNOSEOLOGÍA RACIONALISTA. Considera que las ideas están impresas en el alma y el camino del conocimiento es el del recuerdo o reminiscencia. (Ideas innatas). Este camino es el de la ascensión dialéctica desde la imaginación y la creencia ( mundo sensible) pasando por el estudio de las formas matemáticas ( dianoia) hasta llegar al de las ideas puras o conocimiento verdadero. EMPIRISTA. Considera que todo lo que podemos conocer es a través de la observación, mediante los sentidos. El entendimiento es como una página en blanco en la que no hay nada escrito, por lo tanto no cree en las ideas innatas. Conseguimos el conocimiento mediante la abstracción de materia y forma a partir de lo observado o percibido por los sentidos.
ANTROPOLOGÍA DUALISTA. Concibe al hombre como compuesto de cuerpo y alma. El alma tiene tres partes: racional (actividad intelectual), irascible (pasiones nobles) y concupiscible (pasiones innobles). El alma es inmortal = pitagorismo. Por lo tanto la unión de alma y cuerpo es accidental, su lugar natural es el mundo de las Ideas. DUALISTA. Concibe al hombre como compuesto de alma y cuerpo, pero el alma es principio de vida y es mortal e inseparable del cuerpo. La unión de alma y cuerpo es natural y necesaria, puesto que el alma es la forma del cuerpo, que es la materia. Entiende el alma de una manera biologista y como el alma es principio de vida todo ser vivo tiene un alma. Alma vegetativa la tienen todos los seres vivos, encargada de la supervivencia. Alma sensitiva, la tienen los animales y el ser humano y es la encargada de los deseos y apetitos y la locomoción. Y el alma racional exclusiva del ser humano cuya función es la actividad intelectiva y la voluntad.
ÉTICA INTELECTUALISMO MORAL. El que llega al conocimiento de la idea de bien, el sabio, es el virtuoso, hará necesariamente acciones buenas. La virtud por excelencia es la justicia, que se alcanza con el dominio de las pasiones por la razón, así cada parte del alma debe conseguir su excelencia o virtud, la racional la sabiduría, la irascible la fortaleza y la concupiscible la templanza, si cada una de ellas se cumple el hombre alcanzará el equilibrio, será justo, y por lo tanto feliz. Eudaimonismo. TÉRMINO MEDIO, ÉTICA PRÁCTICA. El ser humano alcanza la felicidad mediante el ejercicio de las virtudes ( aquello que le es propio), las virtudes intelectuales (dianoéticas). Pero como no solamente tiene alma intelectiva, debe además, realizar las virtudes éticas, ejercitar el control y la moderación, es decir, llevar a cabo el uso de la razón en sus acciones habitualmente, como costumbre, hallando el término medio entre dos vicios o dos extremos. Si se practica el uso de la razón (dianoéticas) y la moderación o aplicación de la razón a las acciones como costumbre (éticas) el hombre verá realizado su ser y será feliz. Eudaimonismo.
POLÍTICA UTOPISMO POLÍTICO. IDEALISMO. Sociedad ideal en la que cada clase de ciudadanos debe cumplir su función propia, y de acuerdo con la parte del alma que predomine en su ser, su virtud propia. Los artesanos se encargarán de la producción de los bienes, y su virtud será la templanza, los guerreros se encargarán de la defensa y su virtud será la fortaleza, y los filósofos deberán gobernar y su virtud será la sabiduría o prudencia. Si cada uno cumple de manera virtuosa su función se dará el equilibrio o justicia social. En la República ideal da igualdad de derechos y deberes a hombres y mujeres. REALISMO POLÍTICO. Analiza y observa los hechos políticos reales (Constituciones), y clasifica las formas de gobierno en virtud del fin al que tienden, según tiendan al bien común o al interés particular. Pero no le interesa una clasificación abstracta sino buscar la estabilidad en un régimen, la clase media actúa como factor estabilizador de la sociedad. El régimen ideal será una mezcla entre oligarquía y democracia en una sociedad donde la clase media sea la más abundante. Sin embargo, Aristóteles sólo considera ciudadanos a los hombres libres que no se dedican al trabajo manual, descontando también de entre éstos, esclavos y mujeres. Para Aristóteles el ser humano es esencialmente político, tiene un ser social, es decir, sólo puede realizar sus potencialidades en sociedad.
RELACIÓN ENTRE ÉTICA Y POÍTICA INSEPARABLES. ÉTICA SUBORDINADA A LA POLÍTICA. La ética y la política están unidas puesto que cada parte del alma tiene su correlato en la sociedad, y cada parte del alma y clase social debe realizar su virtud para conseguir el equilibrio personal y político o justicia. El bien común o la justicia social está por encima de la individual. INSEPARABLES. ÉTICA SUBORDINADA A LA POLÍTICA. Para Aristóteles el ser humano tiende a la felicidad y sólo en sociedad puede conseguirla, porque la felicidad es la realización de lo que le es propio y esta realización sólo se puede conseguir conviviendo en sociedad. Pero también en Aristóteles la ética está subordinada a la política, puesto que el todo es antes que la parte, el bien común es antes que el individual, la polis es por naturaleza anterior y más importante que el individuo y la familia
NATURALEZA: Traducción del griego Physis. Toda la filosofía Aristotélica gira en torno a este concepto, recuperando el interés de los filósofos presocráticos por el estudio de la Naturaleza. Podemos entender Naturaleza como la totalidad de lo que hay, el universo o cosmos, la totalidad de seres; o también como el ser propio de las cosas, su esencia. Toda la filosofía de Aristóteles busca explicar el cambio y el movimiento en la Naturaleza y resolver el problema planteado por Heráclito y Parménides, que para el Estagirita, Platón no resolvió. Aristóteles comprende la naturaleza como compuesta de materia y forma (hilemorfismo), éstas, a su vez tienen un ser absoluto ( acto, la forma o esencia) y un ser relativo o en potencia ( la materia, concreta). Si atendemos a la naturaleza como el ser propio de los seres, es el principio del movimiento, la sustancia de una cosa, su esencia y sus potencialidades, descontando los accidentes. Lo que es por naturaleza es distinto a lo que es por accidente. El ser humano es por naturaleza un ser social, político, esto es lo que le es propio, aunque accidentalmente pueda vivir en solitario. Además, Aristóteles defiende una concepción teleológica de la Naturaleza, sólo podemos conocer el cambio si conocemos las causas ( formal, material, eficiente y final) que lo motivan, mantiene una visión finalista según la cual todo tiende a un bien, todo tiene un fin. Para Aristóteles la causa que explica el funcionamiento de lo real no es la eficiente ( como en el planteamiento mecanicista), sino la final. FIN: Aristóteles tiene una concepción finalista de la Naturaleza y de todo lo que hay o sucede, toda acción o cambio sucede por algo, tiene un fin. Es decir, nada es fruto del azar ni ocurre por que sí, sino que ocurre por algo. Así, fin es aquello en virtud de lo cual se hace algo, el motivo o finalidad, la meta u objetivo de una acción. Igualmente, todo ser natural tiene una finalidad que está determinada por su forma o esencia, y a la cual aspira y de la que se dice que está en potencia. Todo ser tiende a un bien o fin, a su propia perfección, a la realización de sus potencias. Así, el fin de una semilla es convertirse en árbol, como el fin del niño es ser hombre. El teleologismo aristotélico abarca no sólo la física y la ontología sino también la ética, la antropología y la política. Por ejemplo, el fin del hombre, o la tendencia al bien del hombre es la felicidad, la finalidad propia del alma humana es la felicidad. Como lo propio del ser humano es el alma intelectiva, lo que lo hará feliz será la reflexión y el uso de la razón. Igualmente en la naturaleza humana está la tendencia a la sociedad, la ciudad es el fin hacia el que tienden todas las formas de sociedad, es la obra más excelente que el hombre puede realizar sobre la tierra.
FELICIDAD: Es el bien supremo del hombre, es la realización de aquello que le es propio. Por tanto, la felicidad que le corresponde al hombre es la que le sobreviene cuando realiza la actividad que le es más propia y cuando la realiza de un modo perfecto. Puesto que la actividad del alma más típicamente humana es el alma intelectiva o racional, su felicidad consistirá en el ejercicio de ésta. La felicidad humana será la vida teorética o de conocimiento, la contemplación. Por ello el hombre más feliz es el filósofo, y lo es cuando éste dirige su vida al conocimiento y a la vida virtuosa. Para ser virtuoso debe también dirigir su razón a encontrar el término medio o moderación en sus acciones, ya que el ser humano no sólo posee alma intelectiva. Finalmente, y desde un punto de vista más realista, Aristóteles también acepta que para ser feliz es necesaria una cantidad moderada de bienes exteriores y afectos humanos. En resumen, Aristóteles hace consistir la felicidad en la adquisición de la excelencia en la acción ( virtud ética), y en la reflexión (virtud dianoética), siempre que no falte un mínimo de posesiones y afectos.ALMA: Principio de vida en los seres vivos, pero inseparable del cuerpo. Es también la forma, la esencia y también el acto de aquellos seres que tienen vida en potencia. Puesto que el alma no es solo propia de los seres humanos, Aristóteles admite la existencia de diferentes funciones en el alma humana, que comparte con plantas y animales, pero cuyas funciones no poseen todos ellos. Así, las plantas tendrán solo un alma vegetativa, que es la encargada de la nutrición, crecimiento y reproducción; los animales poseerán la vegetativa más la sensitiva, que es la que posibilita el apetito inferior o deseo, la percepción y emoción, y el movimiento local, y los seres humanos tendrán alma vegetativa, sensitiva y racional o intelectiva, que será la más elevada y consistirá en la reflexión, apetito superior o voluntad y capacidad de elección.VIRTUD: La excelencia como perfección del ser humano. Cuando el ser humano realiza el fin o bien que le es propio, de un modo perfecto, decimos entonces que es virtuoso. En Aristóteles alcanzamos la excelencia o virtud humanas practicando dos tipos de virtudes. Las dianoéticas o contemplativas, que se refieren al ejercicio de lo más propiamente humano que es la actividad intelectiva ( son la sabiduría y la prudencia, por ejemplo) y la manera de llegar a ellas es mediante la instrucción o aprendizaje. Y las éticas que se adquieren por la repetición y la costumbre y constituyen el término medio entre dos extremos o vicios ( son por ejemplo, el valor, la templanza o la generosidad, y la más importante: la justicia), la práctica del ejercicio del término medio en la ética no se consigue en un día, ni con una sola acción, una golondrina no hace verano dirá Aristóteles, solamente el que acomete acciones justas, será justo. SER SOCIAL: El ser humano es por naturaleza un ser social, un animal político. Los seres que viven solos o son dioses o son animales. El ser humano necesita de lo social para satisfacer sus necesidades y para realizarse a sí mismo, para realizar lo que le es propio: las funciones intelectivas y racionales. La vida preferible es la de la comunidad.
SUSTANCIA
Aristóteles trata de superar la teoría de las ideas platónica integrando los dos mundos en dos dimensiones de una misma realidad: la sustancia. Para Aristóteles hay algo que Platón deja sin explicar: por qué existe el cambio, él se preocupará de explicarlo mediante este concepto y el de potencia y acto. La sustancia es la realidad, aquello que es o existe en un espacio y tiempo determinados, pero como individuo concreto (este o aquel gato), compuesto de materia y forma. Platón hablaba de la idea de caballo y de un caballo concreto como cosas diferentes, para Aristóteles, el caballo está compuesto de materia y forma, la materia correspondería a lo físico, al cambio, a lo corruptible, mientras que la forma sería lo esencial, las características específicas, lo común. Materia y forma son inseparables , la materia es el sustrato de la forma, sin materia no hay sustancia pero la materia sin forma tampoco es nada definido, la forma es lo que hará de algo lo que es. A esta teoría la llamamos hilemorfismo ( hyle: materia, morfé: forma).
El sujeto en el que descansan las propiedades es la sustancia, aquello que sostiene los cambios, los cambios que pueda sufrir algo serán los accidentes, el individuo será el mismo aunque modifique su aspecto, por ejemplo, se tiña el pelo, tener el pelo rojo será
accidente no sustancia.
Aristóteles entiende que la idea, la forma, la esencia, está en cada cosa material, ésta será la que permita identificar a la cosa, igual que la idea en Platón, será la que determine el género o la especie de algo. La materia sin embargo, será lo que le permite ser, el componente físico, aquello que hace distinta a una cosa de otra y que también lo identifica. Por eso llama
sustancia primera a la entidad individual, física y material en un tiempo y espacio determinados, es decir, este gato negro que tengo delante, mientras que la esencia, forma, aquello que tienen en común todos los gatos y hace que sepamos que este gato negro que tengo delante es un gato y no un perro, será sustancia segunda.
POTENCIA Y ACTO
Parménides sostuvo que el ser es y el no ser no es, sin embargo Aristóteles cree que hay diversas maneras de ser, las cosas no son o dejan de ser absolutamente, sino que a veces somos algo relativamente al momento o al espacio en el que estamos, es decir, somos algo, pero podríamos dejar de serlo en el futuro. Por ejemplo, puesto que soy una mujer, no podré llegar a ser caballo ni padre, pero sí podré llegar a ser madre o policía. Hay cosas que soy y no soy absolutamente, pero otras que no soy pero que podría ser, por ejemplo, rubia si me tiñese el pelo. Así, Aristóteles llama potencia a lo que algo podría llegar a ser, a la potencialidad, a las posibilidades de realización de una cosa o evento. Todo lo que es puede llegar a tener una modificación o cambio pero no cualquiera, sino aquella que corresponde a su ser, aquellas potencialidades que le corresponden. La realidad actual de la sustancia, con la forma que tiene ahora mismo es el ser en acto, la actualización de una potencia. Un niño es niño en acto pero hombre en potencia. De esta manera Aristóteles explica el cambio en este mundo y resuelve el problema del devenir-permanencia que plantearon Heráclito y Parménides, disolviendo los dos mundos de Platón en este. El cambio será para Aristóteles la actualización de una potencia. La adquisición de una nueva forma por parte de la materia explica el fenómeno físico del cambio, todo ser está en acto y tiene diferentes potencias, la potencia afecta a la materia y el acto será la forma particular que haya recibido esa materia, la esencia, lo que decide qué es algo, lo permanente.
CAUSA La explicación del cambio se complementa con la teoría de las cuatro causas. Causa es todo aquello que es necesario para que se produzca un fenómeno, es el principio de algo, lo que hace que se produzca algo y también aquello de lo que depende la existencia de ese algo. Aquello de lo que está hecho algo (materia), sus cualidades, su esencia, sus propiedades ( su forma), el que hace que algo sea, ejecutor o productor de ese algo ( causa eficiente, y el objetivo que persigue (finalidad) son causas de algo. Nosotros llamamos actualmente causa a la causa eficiente, que es lo que produce un cambio, sin embargo Aristóteles diferenciaba en todo cambio y en cualquier cosa o evento, cuatro causas:
La causa material, que es aquello de lo que está hecho algo, el mármol en una escultura de Zeus. La causa formal que es la idea o forma, el modelo con el que ha trabajado el artista. La causa eficiente que será aquello que produce esa escultura, es decir, el artista o productor de la obra. Y la causa final será el móvil u objetivo que ha motivado a la acción, para lo que existe esa escultura y fue hecha, por ejemplo: para honrar a los dioses.
Para Aristóteles de las cuatro causas la más importante es la causa final, para el estagirita, la naturaleza no hace nada en vano, todo en la naturaleza tiende a mejorar y perfeccionarse. Al igual que el hombre tiene unos objetivos para actuar, la naturaleza también tiende a un fin. Para Aristóteles
todo movimiento necesita un motor que lo produzca, todo lo que es modificado lo es por algo o por sí mismo y con una finalidad determinada. De hecho sustancia significa también ser principio de modificación sobre otras sustancias o de las modificaciones propias. Si todo lo que se mueve o es movido lo es por algo, tiene que haber algo que sea el primer motor, la primera cosa que mueve. Ese primer motor será causa de sí mismo, inmóvil, acto puro, forma pura sin materia, y moverá como causa final hacia la perfección del universo todo lo que hay. Este primer motor será para los teólogos aristotélicos medievales Dios.IDEAS: Imágenes debilitadas de las impresiones. Impresión es lo que captamos directamente de los sentidos, lo único que podemos considerar seguro en el ámbito del conocimiento. Las ideas, son copias debilitadas de tales impresiones, en ellas se confunde la impresión con la memoria y la imaginación y son por tanto, menos seguras, menos certeras. Es todo lo que se encuentra en la mente, pensamientos, sensaciones, emociones, recuerdos, fantasías, deseos y pasiones, pero que no es una impresión directa de los sentidos, una percepción directa. Podemos clasificarlas, además, en simples y complejas, las simples proceden de impresiones simples ( color, olor, sabor), las complejas proceden de impresiones complejas ( percepción de manzana o niño) pero en éstas últimas juega también la memoria y la imaginación, porque nunca una impresión de manzana es igual a otra, por lo tanto, la idea que tenemos de manzana es una impresión debilitada, difusa de aquello que percibí, y por lo tanto, poco fiable.
IMPRESIONES: Las percepciones directas, consecuencia de la influencia del mundo físico sobre nuestros sentidos, son los primeros datos de nuestra mente y dan lugar al resto de percepciones que aparecen en ella. Son sensaciones, pasiones y emociones que inciden con fuerza y vivacidad en nuestra mente. Están presentes en el momento e que se las considera y son por ello, más vivaces y más seguras, son fundamento de todo nuestro conocimiento. También podemos clasificarlas en simples y complejas, las complejas son las que se pueden descomponer en impresiones más elementales, el color, tamaño, forma, etc. En algunos textos, Hume es más fiel a su filosofía y llega a decir que no sabemos si existen realmente las cosas del mundo, nos dice, por ejemplo que surgen en el alma a partir de causas desconocidas.
IDEA DE CAUSA: La causalidad (la idea que dice que de una cosa se sigue otra, que de un hecho se sigue otro que es efecto del anterior, que era su causa), es en Hume una asociación de ideas. Percibimos o tenemos impresiones de que tras un hecho se da otro, por su contigüidad espacial o temporal, entonces, se crea en nuestra mente la predisposición a pensar que un hecho es causa del otro ( que será su efecto), que unas cosas producen otras. Pero no tenemos ninguna seguridad de que haya una conexión necesaria entre los dos hechos, hasta ahora ha ocurrido así, pero nada nos asegura que vaya a seguir ocurriendo. Cuando una bola de billar golpea otra, esta última se mueve, esa es la impresión que hemos tenido hasta el momento, pero nada nos asegura que a partir de ahora, si movemos una bola y esta golpea la otra, ésta última vaya a moverse, es decir, que haya una verdadera relación de causalidad ente los hechos, esta relación es una asociación que realiza la mente, pero no podemos decir que sea algo que ocurra en la realidad y mucho menos que tenga por qué seguir ocurriendo. No podemos decir con seguridad que haya una causa de algo, por lo tanto, la idea de causa es una relación de ideas que realiza la mente pero que no tiene correlato en la realidad, o no tiene por qué tenerlo.
RELACIONES DE IDEAS: Aunque las ideas sean impresiones debilitadas, cuando se relacionan entre ellas, sin referencia a la experiencia, cabe la posibilidad de que produzcan conocimiento, pero no sobre el mundo. Las relaciones de ideas son proposiciones que operan sobre contenidos ideales con criterios puramente formales, son la matemática y la lógica, y son un conocimiento seguro porque su verdad se establece de acuerdo con el principio de no contradicción y no tienen nada que ver con la realidad o la experiencia, con cuestiones de hecho. La geometría de Euclides sería verdad aunque en el mundo no hubiese nada parecido a un triángulo, y nunca hubiésemos tenido impresión de él. 2+2=4 independientemente de que en el mundo haya o no 4 objetos o 2, o ninguno, y esa verdad es necesaria porque así hemos establecido de antemano las reglas de la suma, las relaciones entre los números ( que son ideas).
FENOMENISMO: Para Hume solamente podemos admitir la existencia de los fenómenos mismos, es decir, lo que aparece ante mi mente con vivacidad, con presencia actual. El resto son ideas de las que o podemos afirmar su existencia ( aunque vivamos utilizándolas por hábito o costumbre, una cosa es la vida cotidiana y otra muy distinta la filosofía), hablando estrictamente de conocimiento solo existe fenómenos, apariencias, pero lo que aparece tampoco estamos seguros de que sea la realidad. Tenemos seguridad de que nuestros sentidos captan fenómenos constantes, sucesiones de éstos, y éstos se interpretan como que hay cosas que suceden en el mundo y que nos afectan, pero no tenemos seguridad que esas emociones, impresiones, sensaciones, pasiones que padecemos sean efecto de algo que ocurre en el mundo, simplemente lo creemos porque esa creencia nos ayuda a vivir, nos es útil, pero no tenemos seguridad. Hume llega a afirmar que ni siquiera tenemos seguridad de que exista un yo, sujeto de las impresiones, sino que lo único que sabemos es que se dan fenómenos, una sucesión de fenómenos, no podemos tener certeza de ninguna de las interpretaciones que hagamos de éstos.
METAFÍSICA: METAFÍSICA: La metafísica es el estudio de lo que hay más allá de lo físico, es decir de lo que hay y lo que existe ( la ontología después de Aristóteles se llama metafísica y es sobretodo el estudio de las sustancias). Hume rechaza la metafísica que pretende investigar y descubrir la naturaleza última de la realidad, de lo que hay y existe, porque este conocimiento no es ni una relación de ideas, ni una cuestión de hecho. No trata de relaciones necesarias entre ideas o conceptos que se rijan por criterios lógicos establecidos también por la mente, ni de hechos o fenómenos que podamos experimentar directamente, por lo tanto, son opiniones sin fundamento y sin consistencia. La verdadera filosofía para Hume, frente al sentido clásico de la metafísica es establecer las capacidades y límites del conocimiento humano, es decir, estudiar la mente humana y cómo funciona para obtener conocimiento, así, la metafísica que hace Hume es válida en cuanto puede ayudar a la ciencia indicándole hasta dónde puede llegar con su investigación.
RACIONALISMO (Descartes) EMPIRISMO (Hume)
Concepción de la razón OPTIMISMO. La razón tiene la capacidad de captar verdades indudables y trabajar con ellas para conocer lo que hay siempre que siga un método estricto inspirado en la deducción matemática. ESCEPTICISMO. La razón es limitada, solamente tenemos impresiones y las interpretaciones que hagamos de ellas no contienen ninguna seguridad o conocimiento, sin embargo, vivimos como si la tuvieran por costumbre.
Cómo conocemos INNATISMO, tenemos ideas innatas que son universales y que por lo tanto no pueden venir de la experiencia. Son evidentes y de ellas extraemos deductivamente el conocimiento. FENOMENISMO, todo lo que podemos conocer son fenómenos, impresiones que aparecen en nuestra mente, pero nada nos asegura que sean correlatos de la realidad, que tengan que ver con ella.
CERTEZAS verdades seguras RAZÓN, la razón es la que nos procura un conocimiento seguro siempre que la entrenemos en la utilización de un método meticuloso para que no nos lleve a errores. SENTIDOS, a pesar de que no podamos conocer la realidad tal cual es con seguridad, las impresiones que nos dan los sentidos son más seguras que las ideas de la razón. Lo inmediatamente presente a los sentidos es la única certeza que podemos tener.
VERDADES MATEMÁTICAS Parten de las ideas innatas, de evidencias o verdades indudables, axiomas y llegamos a ellas por deducción, por lo tanto son el ejemplo a tomar para aplicar a las demás ciencias. Relaciones de ideas, son verdaderas porque no se refieren a la experiencia, por que se basan sólo en el principio de no contradicción.
Posibilidad del conocimiento Descartes quería llegar a verdades universales, válidas para todos, sobre la realidad basándose en el método. Quería encontrar una ciencia universal, toda la realidad llegará a conocerse. Hume duda de toda asociación de ideas que vaya más allá de toda impresión, lo que ha ocurrido puede ser objeto de estudio pero eso no nos puede llevar a saber lo que habrá con seguridad. Realiza una cura de modestia a la intención de conocimiento universal racionalista.
ONTOLOGÍA DUALISMO. Existe una sustancia pensante (el sujeto) y una sustancia extensa que es el mundo y que podemos conocer porque existe otra, que es la sustancia divina, que nos lo permite. CRÍTICA A LA IDEA DE SUSTANCIA. No tenemos ninguna seguridad de que haya algo más allá de las impresiones y por lo tanto menos aún, de que haya sustancia y que podamos diferenciarla de los accidentes. Sin embargo, vivimos como si existieran sustancias por hábito y creemos en Dios por fe.
Ambos se preocupan por encontrar un fundamento al conocimiento humano, por estudiar cómo conocemos y cómo obtenemos certezas o verdades seguras sobre la realidad. Consideran independiente el ejercicio de la razón y de la filosofía de la fe y la teología. Estudian el sujeto que conoce ( y también el sujeto moral) y sus estructuras y mecanismos para llegar a la verdad. Toda la modernidad está fascinada con los resultados de la matemática y de la nueva ciencia o física matemática, y de sus resultados. La modernidad (siglos XVII y XVIII) está también plagada de disputas religiosas (reforma y contrarreforma).
ESTADO DE NATURALEZA: Se trata de una hipótesis filosófica de la que tratan todos los filósofos contractualistas, en tal Estado de Naturaleza los hombres eran todos iguales, pero era un Estado de libertad sin ley, en el que los hombres no tienen otro vehículo para defenderse que la fuerza. En Kant, el Estado de Naturaleza es el Estado de todos contra todos, el estado de guerra, sin embargo, la guerra nos lleva inevitablemente hacia el Estado de derecho, por un finalismo de la razón. Puesto que somos seres racionales, al final, acabaremos dándonos cuenta de que el Estado protege, protege la propiedad privada y también la libertad individual. En el Estado de Naturaleza existe la libertad jurídica externa, pero no la interna, el derecho regula la libertad externa, y la ética la libertad interrna (autonomía), pero para Kant, al igual que para Platón o para Aristóteles, la política y la ética deben ir irremediablemente unidas. En Kant, el contrato social es un mandato de la razón pura práctica, es el deber por el deber, la sucesión de guerras en la historia de la humanidad es necesaria para que el ser humano acabe dándose cuenta que debe regirse por leyes y por leyes justas, para evitar la guerra. Cada uno podrá encontrar su felicidad como quiera, pero deberá respetar el derecho para que todo el mundo pueda también encontrarla.

DEMOCRACIA:
Kant clasifica las formas de gobierno según criterios cuantitativos ( cuántos gobiernan) y según criterios cualitativos ( la forma e que se gobierna), a fin de dilucidar qué tipo de gobierno será el que racionalmente lleve más hacia el republicanismo. La democracia sería el gobierno de todos, del pueblo entero, una democracia directa, como la que ideó Rousseau. Para Kant, éste sería el peor de los despotismos, por que sería el poder del pueblo contra sí mismo, Kant pensaba en la democracia de los jacobinos que desembocó en el terror de la Revolución Francesa, sería la dictadura de la mayoría y no el soberano que legisla según la voluntad unida del pueblo que sería para él la verdadera Constitución Republicana. Na aristocracia, incluso un parlamento, o una monarquía pueden ser republicanas, pero nunca una democracia. Además, la forma de llegar al republicanismo es mediante reformas y no mediante revolución violenta, forma en la que él concebía que el pueblo podía llegar al poder. Actualmente poseemos en nuestro país una democracia representativa, que era lo que Kant concebía como una aristocracia electa. Kant consideraba que el soberano debía tener un poder coactivo, y por lo tanto no debía ser sometido a las leyes, si el pueblo se convirtiese en soberano, estaría exento en su totalidad de acatar la ley.

DERECHO DE GENTES:
Tiene por objeto la relación entre Estados, sería el equivalente al derecho internacional hoy en día. Tal derecho debía fundamentarse en el principio de no intervención, ningún Estado está por encima de otro ni puede tratar a sus habitantes como medios. Fue un gran enemigo del colonialismo. Los seis artículos preliminares del opúsculo: la Paz Perpetua versan sobre el derecho de gentes y de alguna manera son el fundamento de la política internacional, sin ellos, no cabe camino racional hacia la paz. No se debe firmar Armisticios ni treguas, sino tratados de paz, ningún Estado podrá adquirir otro, la desaparición de los ejércitos, la no contracción de deuda exterior o la prohibición del trato vejatorio en tiempo de guerra. Para Kant la insociable sociabilidad humana iría aumentando el número de países republicanos y éstos irían poco a poco federándose mediante legislaciones y tratados que respetasen tales artículos, el contrato entre los pueblos debe hacerse a favor siempre de la paz, y los Estados deben tratarse como si fuesen individuos independientes y atónomos. La Unión Europea fue una federación de Estados en sus comienzos y la ONU lo sería si no fuese por el derecho a veto de algunos países, parece que la idea Kantiana siempre encuentra problemas a la hora de realizarse.

DERECHO COSMOPOLITA:
El derecho cosmopolita constituye, para Kant, aquel conjunto de leyes que deben regular las relaciones entre los Estados y los ciudadanos de otros Estados en cuanto ciudadanos del mundo. Se trata del derecho de un extranjero a no ser tratado hostilmente cuando llega al territorio de otro. Se llama derecho de visita u hospitalidad universal y se basa en el derecho que tienen todos los hombres en virtud de la propiedad en común de la superficie de la tierra, que es esférica, finita y que les obliga a soportarse. Podemos negarnos a que el extranjero tome posesión de lo que es nuestro, pero no a que visite nuestro territorio. Además de ser un requisito indispensable para alcanzar la paz mundial, el derecho cosmopolita imposibilita la conquista, para Kant nunca se podrá tratar a un ser humano como un simple medio, sea de donde sea. El derecho cosmopolita será el derecho público de la humanidad y que constituirá finalmente, la realización de la idea de libertad.

CONTRATO SOCIAL:
En las diversas teorías, el contrato social supone salir del Estado de Naturaleza acordando, y por decisión propia, crear un Estado civil. En Kant este paso de un Estado a otro se da por necesidad, por el finalismo de la racionalidad humana, por nuestra insociable sociabilidad. Los hombres, hartos del Estado de todos contra todos, acordará unirse bajo el gobierno de la ley. En el Estado civil, las pasiones violentas de los hombres se contrarrestan por el poder del Estado. El fin del Estado, es la defensa del derecho y la paz, la salvaguarda de la coexistencia de las libertades. Si en un primer momento esto no se da, mediante sucesivas reformas, guiadas por la libertad de expresión, el Estado irá caminando hacia una Constitución republicana, y de ahí hacia la federación con otros Estados, a fin de evitar las guerras y guiarse siempre por el derecho, para que todos puedan ser felices, cada uno a su manera, y todo el mundo sea tratado con dignidad.

LIBERTAD JURÍDICA:
Los seres humanos poseemos libertad jurídica externa e interna. En el Estado de naturaleza poseíamos libertad jurídica externa, puesto que no teníamos que acatar ninguna ley, sin embargo, no podía darse la libertad jurídica interna, que supone obedecer las leyes que nosotros mismos nos hemos dado. Así, en el Estado social, bajo una Constitución Republicana, se legisla como si la voluntad de todos los ciudadanos lo hiciese y por lo tanto todos los súbditos podrían dar su consentimiento a tales leyes. La publicidad, por ejemplo, garantiza que esto sea así. Sin embargo, libertad jurídica sólo es interna, nunca externa, es decir, no implica ni desobediencia civil ni autolegislación, sino colegislación. Para Kant, el pueblo no debe rebelarse ni siquiera cuando las leyes no sean justas, por que eso implicaría volver al Estado de Naturaleza o de guerra que siempre es peor que el Estado civil. El cambio a una Constitución republicana debe hacerse mediante sucesivas reformas, hay que confiar en el progreso de la historia y en la racionalidad humana.
NIHILISMO: El nihilismo es la negación de toda creencia, se trata en principio de una actitud vital y filosófica que manifiesta la desesperanza de encontrarse falto de sentido, sin referencia, es la negación de todo valor a la existencia. Para Nietzsche es en primer lugar, toda cultura que crea en una realidad absoluta y niegue los valores de la vida, de la tierra, en ese sentido la cultura Europea es decadente y nihilista. Por otro lado está el nihilismo como actitud, en este caso puede ser activo o pasivo. El nihilismo pasivo es el que acontece a los hombres tras la muerte de Dios, ésta es una pérdida de gravísimas consecuencias, es una pérdida de rumbo, de sentido, sin Dios, no hay garantías, ni valores absolutos, ni norte, ni horizonte. Toda muerte representa un desarraigo, un desasimiento, es un poco también la pérdida de uno mismo. El ser humano tras haber asesinado a Dios, se siente manchado de sangre y perdido.
El nihilismo activo asume que Dios ha muerto y que por lo tanto todo es posible, renuncia a la desesperación y al suicidio y es una fase necesaria para la aparición de un nuevo momento en la historia de la cultura, para el reencuentro con el sentido de la tierra, la aparición de una nueva moral, y de un nuevo hombre: el superhombre.

DIONISIACO: Relativo al dios Dioniso, dios del vino y las cosechas, para Nietzsche es parte de la concepción típica del mundo griego anterior a la aparición de la filosofía junto con Apolo. Representa el espíritu de la tierra y los valores de la vida frente a Apolo que expresa la totalidad ordenada del mundo, los valores de la razón.
Nietzsche presenta por primera vez estos conceptos en el
Nacimiento de la Tragedia , obra, en la que explica cómo la filosofía occidental ( de la mano de Sócrates y Platón) ha dejado de lado la dimensión dionisíaca enarbolando los valores de la razón como los propios del ser humano, los deseables, e infravalorando los valores de la tierra y de la vida, prefiriendo el espíritu y lo racional y dejando de lado la corporeidad y lo irracional.
Lo dionisíaco representa todo lo que Nietzsche reclama como olvidado y minusvalorado en nuestra cultura, filosofía, religión y moral, el mundo de los sentidos, del cambio, de lo aparente, las fiestas, la música, el baile, el placer, la corporeidad, los instintos, el caos, la deformidad. La grandeza del mundo griego consistía en comprender la realidad como compuesta por la legalidad y racionalidad, pero también por el horror, el instinto y la irracionalidad. Nietzsche no niega que el ser humano sea racional, sino que sea sólo esto, es también un ser instintivo, creativo, rompedor, especial, distinto y malo. Por eso reclama lo dionisíaco como categoría fundamental del ser humano que ha sido enterrada por la filosofía occidental y que debemos recuperar.

MORAL CONTRANATURAL: Es la moral propia de los débiles y resentidos contra la vida, de los que rechazan el cuerpo y sus pasiones, de los que afirman la realidad de un mundo superior por cuya consecución debemos sacrificarnos en esta vida. La moral contranatural surge como contraposición a la moral natural, que es la de los fuertes, la que se basa en la voluntad de poder y la valoración de esta vida, el más acá, la vida terrenal, como lo más importante de todo. La moral contranatural es una moral de esclavos, de cobardes y resignados, en fin, de los débiles y que exige el sacrificio y mortificación en esta vida para ganarse la otra vida en el más allá.
En el origen de esta moral está la moral socrática, culpable originaria para Nietzsche del extravío de la cultura occidental y del abandono de los valores acertados de los primeros griegos. Consiste esencialmente en que el conocimiento lleva a la virtud (verdad= bien= virtud), convirtiendo al sabio, al que da primacía a su parte racional y domina y sofoca su parte paional e instintiva, e el modelo ideal de hombre. Nietzsche censura duramente este ideal y defiende el desarrollo de la parte vital e instintiva del ser humano en una
moral sana, que está regida por el instinto de vida y nos aleja de una forma de vida descendente. Una moral natural, que afirma la sola existencia de esta vida y que nos conduce a vivirla de forma plena e intensa, sin trabas que la asfixien ni la encadenen a u falso mundo celestial por cuya consecución se sacrifique esta vida. La moral sana es la moral del hombre superior, del superhombre.



MUNDO APARENTE:
Con este concepto Nietzsche hace alusión a la división de la realidad en dos mundos establecida por la metafísica y la religión. Un mundo verdadero, superior, que se alcanza mediante la razón, objetivo e inmutable, eterno y que se relaciona con el bien y lo espiritual. En Platón sería el mundo de las ideas, en el cristianismo Dios y en Kant la realidad en sí. El mundo inferior es el mundo aparente, el de los sentidos, subjetivo, cambiante, un mundo de corrupción, cambio y muerte, al que corresponde el mal y el cuerpo. El mundo sensible en Platón, el mundo terrenal o valle de lágrimas en el cristianismo, y la realidad de los fenómenos en Kant. Para Nietzsche debe invertirse esta división y considerar el mundo verdadero al que hasta ahora se ha considerado mundo aparente, y mundo falso e inexistente al que hasta ahora ha sido considerado como superior y verdadero. El mundo aparente es el único mundo del que disponemos, y negarlo y huir de él es propio de los débiles y los resentidos. La muerte de Dios es la muerte del mundo verdadero, para recuperar el único mundo que tenemos, éste, que es el mundo del devenir, del cambio y de la muerte, al que debemos enfrentarnos sabiendo que no hay leyes más allá de las que ponemos nosotros, ni más verdad que la que nosotros, los seres humanos inventamos. Y donde debemos jugar con la vida, aceptarla y quererla tal cual es, sin negarla ni inventar mundos perfectos que nos consuelen de sus dolores.

TRANSMUTACIÓN DE VALORES: Se trata de invertir los valores de la moral contranatural, reemplazar los valores de la moral tradicional, que Nietzsche tilda de moral de esclavos, una moral que negaba los placeres de la vida, que renunciaba a ésta ( los valores cristianos y burgueses). Por los de una moral fuerte y creativa, que parte de la afirmación de la vida y confiere un valor supremo a la afirmación y reafirmación del hombre.
Esto sólo puede ocurrir tras la muerte de Dios, una vez que matemos al absoluto y los valores de la moral que se fundamentan en él, se trata de convertir al hombre hijo de Dios y amante de la verdad absoluta, en el superhombre. No será el hombre el que transmute los valores, sino el superhombre, aquel que, valiente, acepta la vida, asume su dolor y su tragedia y sigue queriéndola, que querer la diferencia aún sabiendo que ese no es camino fácil, que quiere crecer y ser generoso por que sí, sin recompensa en otra vida, que quiere la muerte de Dios aunque suponga la angustia. La transmutación de valores supone la afirmación de la vida y el devenir, y por lo tanto el reconocimiento de que estamos solos, sin Dios que nos acompañe, ante la vida, pero que recupera todos sus placeres afirmándolos a la vez que todos sus dolores. Hay que instaurar la moral de los señores, de la diferencia contra la igualdad, de la fortaleza, de los héroes contra los humildes y sumisos, de los valientes, de los vivos.

INOCENCIA DEL DEVENIR: En opinión de Nietzsche, la filosofía tradicional ha sentido siempre rechazo al devenir, al carácter cambiante y fluyente de las cosas, persiguiendo ilusoriamente el ideal de una realidad superior que poseyera los caracteres contrarios a los de este mundo cambiante en el que habitamos. Para estos filósofos el carácter fluyente de la realidad, el cambio, el devenir, ha sido molesto por que no producía la tranquilidad que debía producir la verdad, para ellos, la verdadera realidad debía ser inmutable, eterna, universal, etc. Nietzsche afirma la única existencia del devenir, pero de un devenir sin regularidad alguna, la inocencia del devenir es la comprensión de la realidad y de nosotros mismos sin orden, sin permanencia, sin legalidad alguna que venga de fuera, el orden y la legalidad las pone el hombre en un mundo cambiante para negarlo. El devenir no tiene sentido, ni una interpretación verdadera y exclusiva, ni un modo único de ser valorado y apreciado. Es fluyente y cambiante, multiforme e inabarcable, supone aceptar que el mundo es tal y como se nos aparece y no como a la razón le gustaría que fuese. La inocencia del devenir es una conducta que está más allá del bien y del mal, de los conceptos cerrados y negadores de lo fluyente, supone la comprensión del cambio y de las apariencias fuera de la vanidad humana que pretende hallar verdades y valores absolutos.
El pensamiento de Nietzsche se caracteriza por ser un vitalismo irracionalista, por tanto, es interesante compararlo con un pensador que representa un modo completamente distinto de concebir la realidad, como es el caso del idealismo racional de Platón.
Platón y Nietzsche representan, por tanto, dos modos antitéticos de concebir cualquier dimensión de la realidad, como podemos leer ya en la primera y polémica obra de Nietzsche, donde distingue en el arte y la cultura griegos dos fuerzas contrapuestas calificadas como espíritu apolíneo y espíritu dionisíaco. Según Nietzsche, con Sócrates y Platón se inició el predominio histórico de todo aquello que es lógico y racional, es decir, comenzaron la decadencia y el error. Se pierde, por tanto, la ingenuidad de la existencia. Sócrates con su afán por buscar razones, por definir y con su intelectualismo moral que podemos resumir en razón = virtud = felicidad hace la equiparación más extravagante que existe, según Nietzsche, ya que pone la razón en lugar de la vida. En el caso de Nietzsche se podría decir: vida = instinto = felicidad.
La metafísica platónica no hace más que profundizar este error. Su concepción de la realidad parte de la existencia de dos mundos: el de las Ideas y el sensible. Éste se caracteriza por el cambio, la mutación, la imperfección, la fugacidad, pero no es real sino que sólo es apariencia o imitación imperfecta de otro, el verdadero, el mundo de las Ideas, el mundo de las esencias eternas, absolutas, inmutables, universales, inmateriales en definitiva, un mundo inteligible, donde no existe el cambio ni el devenir. Según Nietzsche, esto no es más que egipticismo, ya que Platón cree haber encontrado la Verdad sólo a través de la razón (cuando momifica la realidad, la diseca, detiene el devenir, en definitiva, la mata). La realidad es terrible: el sufrimiento, el dolor, la lucha, la muerte, el cambio constante, hacen difícil la vida. Pero la solución no es inventarse otra y negar ésta, la terrenal, la única con que realmente contamos. Son los débiles de espíritu, aquellos que no pueden soportarlo, quienes crean otro mundo distinto a éste, un mundo donde todo lo terrible ha sido eliminado, donde no hay cambio, ni destrucción, ni muerte: es el mundo de las Ideas de Platón o el paraíso del Dios cristiano. El cristianismo, según Nietzsche, no es más que un platonismo para el pueblo. El cristianismo ha invertido los valores, como ya hizo el platonismo, ha creado una moral de esclavos, que fomenta el resentimiento contra la vida y los valores mezquinos, propios del rebaño, tales como: humildad, sacrificio, obediencia Frente a ésta, Nietzsche promueve la moral de los señores, propia del superhombre, moral de superación y afirmación de la vida, propia de espíritus elevados. Para ello, Dios y los valores que representa (verdades/valores absolutos de cualquier índole) deben morir. Sólo con la muerte de Dios es posible que el hombre viva.
Otro error de la metafísica platónica es el de usar conceptos demasiado generales, demasiado desligados de la realidad, demasiado abstractos o vacíos (ente, esencia, perfecto). Los conceptos ya en sí mismos son engañosos, pues se usan con la pretensión de expresar cómo es la realidad, sin embargo, la realidad es plural, concreta, móvil y cambiante y los conceptos tienen un significado general y abstracto. Por tanto, según Nietzsche no sirven para expresar lo que la realidad es. Esto le lleva a calificar a la gramática como gran ramera. En lugar de los conceptos apela a la metáfora. Sólo la metáfora sirve para expresar la realidad cambiante y compleja pues exige interpretar el mundo y, por tanto, es más fiel a éste.









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