El Conflicto Global de 1914-1918: Origen, Desarrollo y Repercusiones
Causas de la Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial, gran conflicto bélico producido entre 1914 y 1918, fue conocido por sus contemporáneos como la Gran Guerra. Una de las causas que produjeron esta guerra fue la política exterior alemana. Bismarck pretendía prevenir la creación de coaliciones antialemanas y aislar a Francia a través de dos sistemas de alianzas: la Triple Alianza (Alemania, Italia y Austria-Hungría) y el Tratado de Reaseguro (Alemania y Rusia). Este sistema funcionó hasta 1890, año en que la caída de Bismarck dio paso a la política mundial de Guillermo II, quien impulsó la expansión del imperio colonial. El objetivo de Alemania en 1890 era conseguir, frente al Reino Unido, el liderazgo mundial. Esta competencia naval llevó a la formación de la Triple Entente (Gran Bretaña, Francia y Rusia).
Existían también crisis coloniales en Marruecos y los Balcanes. El conflicto en los Balcanes avivó el interés de las potencias, aunque el detonante de la guerra fue el asesinato del heredero al trono austrohúngaro y su esposa en Sarajevo.
Desarrollo de la Guerra
El 28 de julio, Austria declaró la guerra a Serbia. La aplicación de las alianzas y acuerdos impulsó a otras potencias a entrar en el conflicto. Alemania exigió a Rusia detener las operaciones y a Francia mantenerse neutral. El 1 de agosto, Alemania declaró la guerra a Rusia y, el 3 de agosto, a Francia. Los planes de guerra del ejército alemán condujeron a un rápido ataque a Francia. La invasión de Bélgica provocó la entrada de Gran Bretaña en la guerra el 4 de agosto.
A los Imperios Centrales se unieron Bulgaria y el Imperio Turco. A la Triple Entente se sumaron Rumania, Grecia, Japón e Italia (esta última, miembro de la Triple Alianza, se unió a la Entente al considerar a los Imperios Centrales como agresores). En 1917, Estados Unidos entró en la guerra debido al bloqueo submarino alemán. A las potencias responsables de esta catástrofe se les impusieron duras condiciones en los tratados de paz.
Otra causa importante fue la constante carrera de armamentos, que provocaba rivalidades y aumentaba la tensión entre los países.
La entrada de Estados Unidos en 1917 dio a los aliados una ventaja económica. En el frente occidental, hasta 1917, se creía que la guerra sería breve. A partir de ese momento, comenzó una sangrienta guerra de desgaste.
Se emplearon nuevas armas, como granadas y armas químicas, que incrementaron la muerte y el horror.
En los otros frentes, las tropas rusas iniciaron la ofensiva en agosto de 1914. En 1915, Italia entró en la guerra, abriendo un nuevo frente en los Alpes, que se mostró débil. Los británicos hostigaron a Turquía, y el nacionalismo árabe se movilizó a favor de los británicos y en contra de los turcos.
La Armada alemana inició el torpedeamiento de buques enemigos con submarinos, lo que provocó la entrada de Estados Unidos en la guerra. La Primera Guerra Mundial vio el inicio de la guerra aérea, aunque la aviación no tuvo un papel decisivo.
Estados Unidos entró en la contienda en abril de 1917. En marzo de 1918, los alemanes lanzaron una ofensiva en el frente occidental, pero fueron detenidos en Marne en julio. El 11 de noviembre de 1918, la guerra finalizó con la firma del armisticio.
Consecuencias de la Primera Guerra Mundial
Esta guerra se distinguió por sus dimensiones y alcance. El triunfo sobre una nación implicaba la rendición de toda la población enemiga.
Consecuencias económicas
La mayoría de los países recurrieron a una economía de guerra planificada y dirigida por el Estado, abandonando el liberalismo económico. El alto coste de la guerra arruinó a muchos países. El país beneficiado fue Estados Unidos.
La guerra tuvo un profundo impacto psicológico y físico en la población. Se implantó la censura de prensa para ocultar los movimientos pacifistas. Se rechazó la idea de progreso y razón.
Consecuencias políticas
El final de la guerra demostró la incapacidad de Europa para controlar por sí sola las relaciones internacionales de forma pacífica. Se firmaron cinco tratados de paz, el más importante de los cuales fue el Tratado de Versalles con Alemania. El conjunto de estos tratados se conoce como la Paz de París, que buscaba establecer regímenes políticos fuertes para combatir la propaganda revolucionaria bolchevique. Los acuerdos de paz no garantizaban que no estallara otra guerra.
Las cláusulas militares del Tratado de Versalles incluían la ocupación temporal de la zona del Rin, la desmilitarización de Renania y la reducción del ejército y la armada alemana.