Conflicto Español 1936-1939: Orígenes, Fases y Repercusiones

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1. La Guerra Civil Española (17/18 de julio de 1936 - 1 de abril de 1939)

Causas

Las causas que justifican o no la guerra dependen del punto de vista. El propio Manuel Azaña escribió un libro tratando el tema. Según el bando nacional las causas son:

  • La anarquía del ’36 y la percepción de un gobierno republicano-socialista que avanzaba hacia el extremismo.
  • Las ofensas al ejército y la persecución religiosa, vistas como una amenaza a las instituciones tradicionales.
  • El radicalismo en las Cortes, evidente en las acusaciones mutuas entre los diputados, y la violencia callejera entre falangistas y socialistas-comunistas.
  • Las amenazas a la unidad nacional por parte de grupos nacionalistas radicales.
  • El temor a la instauración de una república socializante de tipo soviético.

El Frente Popular calificó el levantamiento como injustificable, al ser una sublevación ilegal contra un gobierno legítimo y democrático.

Los dos bandos y ayudas recibidas

El bando nacional recibió apoyo de la Alemania de Hitler (que se cobró en minerales y carburantes), la Italia de Mussolini (inicialmente de forma desinteresada) y Portugal, que envió un batallón llamado “los viriatos”. El bando republicano recibió ayuda de la URSS de Stalin, que se cobró con oro del Banco de España. La mayor parte del ejército del aire y la marina permanecieron bajo control del gobierno republicano.

Ambos bandos recibieron ayuda de voluntarios internacionales, sobre todo el Frente Popular, con unos 60.000 militantes de ideología socialista, comunista y anarquista. El resto de países firmaron un pacto de no intervención, debido a la tensa situación europea en el ’36 entre los fascismos (Alemania e Italia) y el comunismo (URSS).

Síntesis del proceso de la guerra

1936

España se divide en zona republicana y nacional cuando Franco, capitán general de Canarias, inicia la sublevación. La noche del 18 de julio, las tropas cruzan el estrecho, bajo cobertura alemana, mientras el capitán general de Andalucía, Queipo del Llano, se suma a dichas tropas con el objetivo de ocupar Madrid. Encuentran una fuerte resistencia republicana en Córdoba, Badajoz y Toledo. Al llegar a Madrid, no consiguen vencer tras las batallas del Jarama y Guadalajara. El gobierno republicano huye a Valencia, dejando la capital a cargo del general Miaja y el comandante Rojo.

1937

Franco desiste en su idea de ocupar Madrid y se traslada al norte para aumentar sus recursos, ocupando Asturias, Cantabria y País Vasco. Durante esta campaña, ordena bombardear la simbólica ciudad de Guernica por la Legión Cóndor alemana, para facilitar la conquista.

1938

Los nacionales pretenden ocupar Levante, mientras la resistencia republicana se centra en Teruel. Las tropas de Franco ocupan el Maestrazgo, quedando dividida la zona republicana. A partir del verano, luchan por el control del río Ebro, en una sangrienta batalla en la que vencen los nacionales. El gobierno (con el presidente Azaña y el jefe de Gobierno Negrín) y los diputados huyen al extranjero.

1939

Las tropas nacionales invaden Gerona y Barcelona en enero del ’39. El gobierno republicano propone un pacto a Franco, pero este lo rechaza y prosigue la ocupación de Levante, Castilla y, finalmente, Madrid, a pesar de la resistencia del general Miaja. El 1 de abril de 1939, Franco firma el último parte de guerra.

Consecuencias de la guerra

La guerra tuvo consecuencias negativas para todos. Se produjo una gran represión en cada bando beligerante:

a) Bando Republicano: practicada por los “milicianos” contra los sospechosos de pertenecer al otro bando. Utilizaban los “paseos” (fusilamientos extrajudiciales en las afueras) y las “checas” (cárceles clandestinas). Destacan los asesinatos en Madrid y los fusilamientos en el Jarama, sobre todo el de Antonio Primo de Rivera. Se calculan unas 50.000 víctimas.

b) Bando Nacional: represión practicada por el ejército y las autoridades, sobre todo en Sevilla y Badajoz. Cabe destacar el asesinato en Granada de Federico García Lorca y unas 78.000 víctimas durante la guerra, a las que hay que añadir 40.000 tras la guerra (destacamos la muerte de Lluís Companys y Julián Besteiro).

c) Refugiados y exiliados: Muchos civiles huyeron a Cataluña y Levante. Tras su ocupación, más de 400.000 personas marcharon a Francia. Muchos de estos se alistaron en el ejército francés para enfrentarse a las tropas nazis, y algunos fueron llevados a campos de concentración. Otro grupo importante optó por el exilio a Latinoamérica, unos 5.000, incluido el gobierno de la República. Por otro lado, unos 3.000 niños españoles fueron acogidos por la URSS. Cabe destacar también a los exiliados del mundo de la cultura y la ciencia.

El balance de consecuencias demográficas es:

  • 400.000 refugiados (de los que regresaron la mitad).
  • 650.000 víctimas entre ambos bandos y civiles.
  • Cuantiosos daños materiales.

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