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TEMA 1 LA CRIMINOLOGÍA COMO CIENCIA DEL DELITO ++++++++
I. LA CRIMINOLOGÍA.
Las teorías criminológicas, como ciencia social, no sólo se componen de afirmaciones más o menos
explícitas sobre el delito y los delincuentes, sino que conllevan todas las teorías una serie de asunciones
latentes. Cada teoría es coherente con alguna o algunas determinadas concepciones del ser humano, de la
sociedad, de las políticas criminales, etc. Para Henry, existe cinco dimensiones analíticas interrelacionadas
que se encuentran en el corazón de cualquier teoría criminológica. Las dimensiones son: a) la
naturaleza humana y el comportamiento humano, b) la sociedad y el orden social, c) el papel de la ley, la
definición del delito y la imagen del delincuente, d) la lógica central; y, e) la implicaciones de justicia criminal.
¿Qué es la criminología según Sulthernal? es elcuerpo de conocimientos sobre el delito como
fenómeno social. Incluye dentro de su ámbito los procesos de elaboración, infracción y de la
reacción a la infracción de las leyes; también se ocupa de la extensión del fenómeno delictivo
.
Funciones de la Criminología:
a) Su principal actividad se el estudio de las causas del delito, o sea, en explicarlo (función
etiológica). Existen distintas teorías que ofreces explicaciones sobre las causas del delito: como las del
aprendizaje, el control, la frustración, la desorganización social o la anomia.
b) Contribución a las formas de respuesta al delito, o sea a su control o prevención. La Criminología
contribuye a la Política criminal.
c) El estudio científico también incluye la medición o extensión del delito, esto es cuántos delitos se
comente en un cierto período de tiempo en una unidad espacial dada, como puede ser en un país, una
región o un barrio.
d) Estudio de los procesos de cómo y por qué se elaboran las leyes, y más concretamente las
penales.
e) También es imprescindible estudiar por qué unos hechos se definen como delictivos y otros no
y, por qué unas leyes se aplican con rigor y otras no tanto; y, si intereses de grupos particulares influyen
decisivamente en el proceso.
2. LA CRIMINOLOGÍA COMO CIENCIA:EL RECURSO AL MÉTODO CIENTÍFICO.
La aspiración de la Criminología es la aplicación del método científico, propio de las ciencias
naturales, al estudio del comportamiento humano. Esta opción se traduce en la descripción y explicación de
la realidad sobre la base de dos columnas: la teoría y la observación de hechos empíricos, a la
experimentación, a la experiencia… sobre todo porque mediante la observación es posible saber si una
determinada teoría o una hipótesis es falsa o bien verosímil y puede confiarse en ella. Así, en Criminología
es decisivo la metodología a través de la cual se realizan observaciones del delito y de los delincuentes
con técnicas tales como la observación participante, las entrevistas, las estadísticas oficiales, los
cuestionarios de autoinforme… La ciencia se centra en aquello que sea observable con una cierta
minuciosidad. Una de las aspiraciones del conocimiento científico, es ir más allá, es superar el sentido
común
.
3. LA IDEA DE CIENCIA Y SUS LIMITACIONES.
1 EL CRITERIO DE LA REFUTACIÓN.
¿Cuándo puede considerarse que un sistema es científico y diferenciarlo así de los otros que no lo son?
Según Popper, un sistema científico consiste en un conjunto de hipótesis interrelacionadas que
pueden someterse a contrastación a través de la observación de los hechos
. Científico será todo
sistema o hipótesis que puede ser negado mediante hechos observables. Esto es conocido como criterio de
refutación
y sirve para separar demarcar- la ciencia de cualesquiera otros saberes. El principio de
refutación
propone construir teorías, derivar hipótesis de las mismas por deducción y someterlas a
refutación.
La clave para decidir si nos encontramos ante un saber científico, reside en comprobar si puede ser
sometido a refutación, es decir, si es posible encontrar algún hecho empírico que lo contradiga. Uno de los
ejemplos más conocidos en que se ha denunciado la irrefutabilidad de un sistema pretendidamente
científico es el psicoanálisis de Freud y sus seguidores.
Una hipótesis de una teoría deriva la hipótesis- es científica solamente cuando puedan encontrarse
hechos observables contrarios a la misma, que la contradigan y que sean capaces de refutarla. Ahora bien,
una teoría puede ser fácilmente refutable y otra sólo de manera muy débil: la refutabilidad es una
cualidad graduable
. Por este motivo, el principio de refutación propuesto por Popper además sirve para
evaluar las diversas teorías científicas, o sea decidir su valor científico e incluso para compararlas entre
ellas y establecer cuál es superior o preferible.
Ej. De la teoría del aprendizaje se deriva la hipótesis de que uno primero se echa amigos delincuentes y
luego delinque. La investigación empírica puede decirnos si esto es verdad o no (puede ser que primero uno
delinca y luego se eche amigos delincuentes, como hipotetizan las teorías del control).
2 CONSIDERACIONES CRÍTICAS SOBRE EL CRITERIO DE REFUTACIÓN.
El criterio de refutación (o racionalismo crítico) no carecen de problemas. Popper reconoce que su
doctrina no es completa o definitiva y que no es posible jamás presentar una refutación concluyente de una
teoría.
a) Cuando se observan unos hechos que contradicen una teoría es perfectamente posible que la teoría
no sea falsa, sino que la observación se haya realizado de manera defectuosa. No existen las
investigaciones perfectas y los errores pueden acabar en hallazgos falsos.
b) Por eso, la mayor parte de las veces se exigen varios estudios empíricos para establecer un hecho o
una observación y, en su caso, refutar una hipótesis. Esta repetición de observaciones se conoce como
replicación, y en las ciencias naturales suele exigirse la replicación de observaciones para que se acepten
por la comunidad científica. Por diversas razones, las replicaciones son muy difíciles en las ciencias
humanas y sociales.
c) Es legítimo que ante una refutación el teórico simplemente modifique la teoría ad hoc de manera que
pase a ser compatible con la observación.
d) En la Historia de la Criminología son muy raros los casos en que una teoría se refuta. Algunas teorías
siguen teniendo plena vigencia y popularidad pese a que la evidencia en su contra es abundante. Cuando,
por el contrario, una teoría cae en desgracia las más de las veces lo que parece haber es mucho más un
mero abandono por razones poco claras que una verdadera refutación. Finalmente, no es raro que cuando
una teoría parecía haber sido refutada y abandonada, con el paso del tiempo vuelva a defenderse por
nuevos teóricos.
3 LA APLICABILIDAD DEL MÉTODO CIENTÍFICO.
La aplicación del método científico al estudio del delito, tal y como propone la criminología
mayoritaria contemporánea, no es aceptada pacíficamente. Aunque las dificultades han sido reconocidas
desde hace tiempo. Sólo se pretende que los métodos de las ciencias naturales se apliquen en la medida
de lo posible, este procedimiento es especialmente prometedor sí se quiere disponer de conocimientos
verosímiles sobre la naturaleza, etiología y extensión del delito y sobre todo las posibles respuestas al
mismo y para evitar consiguientemente enfoques básicamente ideológicos o incluso de mero intercambio de
eslóganes.
El positivismo ha recibido una impresionante avalancha de críticas, y desde luego sus dos puntos de
partida se han moderado mucho desde el siglo XIX. Las críticas constituyen un abanico muy amplio que se
extiende de este lo epistemológico a lo ideológico, y así se ha llegado a acusar incluso de ser un
instrumento que favorece a los poderosos. A pesar de todo y con más o menos modificaciones, ha
sobrevivido hasta nuestros días.
La alternativa que suelen presentar los críticos más reputados no es la especulación desconectada de
la realidad ni el análisis ideológico o de cariz puramente político sino la investigación (empírica) sería de
tipo cualitativo, compresivo que suele encuadrarse en el amplio marco de la llamada hermenéutica.
Adorno lo que se discute no es la investigación empírica o su omisión, sino su interpretación… Ningún
investigador social sensato puede pretende sustraerse a la investigación empírica, la especulación
desenfrenada se ha puesto a sí misma en una situación extremadamente delicada con teorías como la de
que la raza es un factor decisivo en la vida de la sociedad.
MAILLO, está perfectamente justificado que la criminología recurra al método científico para el
estudio del fenómeno delictivo
.
a) El mejor argumento a favor de su viabilidad para el estudio del delito viene dado por éxitos que ha
proporcionado ya de hecho. Se trata, sin duda, de avances modestos y limitados, pero en definitiva gracias
a la aplicación de este método existe hoy en día un cierta confianza en la existencia de ciertos correlatos e
incluso causas del delito e incluso sobre prometedoras respuestas al mismo: la fuerte correlación que
existe entre edad y delito, o género y delito, hechos empíricos como la continuidad y el cambio o la
relevancia causal de la socialización en la familia, sólo han sido posibles de establecer con seguridad
cuando se ha recurrido al método científico.
b) El comportamiento humano no sólo es susceptible de reflexión teórica sino que entra dentro de los
fenómenos observables.
c) El positivismo es una empresa optimista, que anima a los investigadores porque les ofrece el
progreso científico y, quizá, mejoras sociales. Pues bien, advierte Popper, este optimismo promueve la
investigación, mientras que su negación en la práctica suele conducir a un cierto pesimismo que la paraliza.
4. LA CRIMINOLOGÍA COMPRENSIVA.
La criminología y las ciencias humanas y sociales aspiran a comprender su objetivo de estudio (en
nuestro caso al delito y el delincuente).
Siguiendo a Weber, la Criminología no sólo aspira a explicar, sino también a comprender el delito y al
delincuente, se trata de interpretar el sentido de la acción del sujeto, para lo cual el investigador ha de
procurar situarse en el lugar de quien ha realizado un hecho delictivo, tratar de ver a través de sus ojos, con
toda la carga emocional del contexto en que se produjo el hecho (o en el lugar de la víctima, del policía) o
en que viven habitualmente los sujetos. La criminología comprensiva (o enfoque) recurre a metodologías
cualitativas
.
Naturalmente nada de esto es algo que pueda hacer la Física, por ejemplo respecto a la congelación del
agua ni tampoco la Criminología positiva basada en estadísticas o estudios de autoinforme, los cuales, a
la luz de estos estudios etnográficos, han de resultar necesariamente fríos y ajenos al verdadero drama que
supone casi siempre el delito. Esta metodología puede explicar por qué se delinque, pero no pude
ayudarnos a comprender cómo el sujeto veía la situación en que encontraba, qué le llevó a tomar la
decisión final, qué experimentó durante los hechos, si pensaba en la posibilidad de ser arrestado o tenía
miedo a sufrir una sensación… La orientación comprensiva en Criminología se refleja principalmente en
determinadas metodologías cualitativas como la observación participante o la entrevista en
profundidad
.
La criminología comprensiva se inscribe en una ciencia empírica y positiva. Ambas metodologías
comparten muchos de los puntos de partida básicos, como son el establecimiento e incluso test de
hipótesis, la preocupación por la objetividad del investigador y de sus resultados o la preocupación por las
causas del delito.
A todo ello debe añadirse que los últimos quince años las heterogéneas metodologías cualitativas han
producido una serie de trabajos de enorme calidad científica que han tenido una acogida excepcional en la
criminología mayoritaria, positiva; y que muchos de estos trabajos ha mostrado una especial sensibilidad
por los temas de interés mayoritario.
5. LA NATURALEZA DE LA CRIMINOLOGÍA COMO CIENCIA: OBETIVIDAD, REALISMO Y
PROGRESO.
1. OBJETIVIDAD, REALISMO Y PROGRESO.
La ciencia aspira a ser objetiva, en el sentido de búsqueda de la verdad y de que sus propuestas sean
independientes de los puntos de vista de quienes las hacen.
El instrumento fundamental del objetivismo científico reside en el recurso a su metodología, que permite
hacer observaciones hasta cierto punto independientes de quien las haga y que pueden ser repetidas y
comprobadas por cualquier otra persona. De este modo, la ciencia confía en la existencia de un mundo real
independientemente de los sujetos que, aunque no se muestra en su totalidad ni puede ser abarcado
plenamente por el limitado conocimiento humano, sí que asegura que la ciencia puede aspirar a ser
objetiva y en este sentido es realista. Popper el hecho de que no podamos obtener nunca certezas
definitivas, sino que precisamente cuando se refuta una hipótesis es que se ha tocado la realidad.
2. AUTONOMÍA E INDEPENDENCIA CIENTÍFICAS.
La criminología es una ciencia autónoma e independiente. Tradicionalmente diversas disciplinas han
pretendido adjudicarse el estudio científico del delito; entre ellas destacan la ciencia del derecho penal, la
sociología, la psicología, la biología y la economía. Para ello, han propuesto definir el delito y el delincuente
conforme a sus propios esquemas; explicarlo de acuerdo con planteamientos o teorías particulares de su
ámbito; proponer el recurso a las metodologías que les son propias; o sugerir respuestas al fenómeno
delictivo coherente con sus intereses disciplinares. A veces, incluso se han encontrado intereses
particulares de los profesionales de cada una de estas disciplinas.
Esta tendencia se inscribe en el imperialismo disciplinar, es decir, el intento de imponer al estudio del
delito perspectivas propias de disciplinas concretas. A mayor abundamiento, las distintas disciplinas han
competido entre sí, criticándose fieramente y cayendo en lo que se ha denominado destrucción del
conocimiento
, lo cual ha repercutido en algunos casos en un grave daño para una explicación plausible
del delito. Todos estos intentos disciplinares han fracasado rotundamente si se juzgan desde un punto de
vista científico sus propuestas para explicar y responder al delito. Así las cosas, sólo un estudio
especializado
, independiente de cualesquiera disciplinas madre puede resultar prometedor para el estudio
científico
del delito.
a) La criminología se caracteriza por tener un objetivo de estudio que le es propio y privativo como es
el delito como fenómeno individual y social. Entre sus funciones concretas se incluyen: la explicación
causal del mismo, los procesos de definición, su medición y contribuir a su prevención y control.
b) La criminología ha desarrollado teorías originales y ha establecido sus propias variables causales y
correlatos del delito.
c) La criminología tiene muchas más especificidades metodológicas.
d) La criminología es una ciencia que se caracteriza por una enorme exigencia a la hora de plantear
teorías sobre el delito o propuestas de prevención o control del mismo y a la hora de evaluar las mismas y
de proponer y desarrollar investigaciones empíricas; a la vez, posiblemente debido a ello, es una ciencia
modesta en sus conclusiones.
3. LA CRIMINOLOGÍA COMOCIENCIA LIBRE DE VALORES.
La criminología como ciencia libre de valores. Weber; quiere decir en realidad dos cosas:
a) Que ciencia por un lado y valores por otro se mueven en planos diferente: la ciencia no puede
decirnos qué valores son superiores.
La ciencia estudia aspectos empíricos de la realidad, de modo que no puede decirnos qué valores
éticos o políticos son superiores
. La criminología positiva, verbigracia, puede decir si la pena privativa
de libertad tiene efectos preventivos o no, pero no puede decirnos si es buena o no.
b) Weber se refiere a si el profesor puede impartir ideología en sus clases. La respuesta a esta cuestión
tiene para Weber una naturaleza ética, de manera que no puede decidirse científicamente. De acuerdo con
una ciencia libre de valores, en todo caso, el profesor debería ser intelectualmente honesto y diferenciar
sus propias valoraciones por un lado y la constatación de hechos por otro. Afirma Weber que siempre que
un hombre de ciencia se presenta con sus propios juicios de valores cesa su plena comprensión de la
realidad y que el profeta y el demagogo no tienen su sitio en la cátedra.
Introducción a la Criminología es favorable a esta idea:
a) Maíllo, el problema fundamental del voluntarismo (valores) es que suele tener consecuencias
desastrosas
.
b) Pueden paralizarse las investigaciones porque no se piense que el problema es científico.
c) Hechos sospechosos no son tan indeseables a veces
d) Es probable que deban existir limitaciones éticas a las investigaciones, pero excepcionalmente.
TEMA 2 LA CRIMINOLOGÍA COMO CIENCIA DEL DELITO (CONT.)
1. EL DELITO Y EL PROBLEMA DE SU DEFINICIÓN: LA NORMALIDAD DEL DELITO.
En todas las sociedades conocidas existen y han existido una serie de conductas (delitos) que se ha
prohibido o bien han sido de obligado cumplimiento, bajo la amenaza de un mal. De acuerdo con el art. 10
CP
son delitos las acciones y omisiones dolosas o imprudentes penadas por la ley; y en sus libros II y III
describe una serie de conductas que, en efecto, castiga con penas. Aunque es difícil llevar a cabo una
caracterización de todos los delitos, en general éstos tenderán a ser; como señala Cerezo Mir; infracciones
graves de las normas de la Etica social… de la sociedad. Los delitos no se tipifican de manera caprichosa,
sino porque infringen normas sociales básicas.
Aunque pueda ser reprobable, el delito es un fenómeno normal de una sociedad. En efecto, no sólo
existe en toda sociedad conductas que pueden considerarse delictivas, sino que incluso parece que no
puede existir sociedad sin delito. Esto se conoce como el principio de normalidad del delito. Durkhein
afirmó que el delito, lejos de ser un fenómeno patológico, es un fenómeno normal de una sociedad, y que
incluso en una sociedad de santos habría delitos. El delito es funcional en el sentido de que contribuye al
funcionamiento de la sociedad. En efecto su verdadera función (la de la pena se impone a quien comete un
hecho delictivo) es mantener intacta la cohesión social, conservando en toda su vitalidad la conciencia
común. Durkheim, el delito es funcional para la sociedad porque:
a) El delito crea empleo.
b) Si un traficante es expulsado puede afrontar un desastre financiero.
c) El delito puede reducir el delito.
d) Las bandas de Chicago impidieron que el crack entrara en la ciudad.
Esto es paradójico porque está claro que la delincuencia supone también un costo para la sociedad, no
sólo en términos económicos directos e indirectos tanto para el Estado como para particulares, sino también
de sufrimiento para las víctimas y de miedo al delito para los ciudadanos en general. Los grupos con más
miedo tienen menos probabilidades de sufrir una victimación. Tiene tres representaciones:
a) Miedo cognitivo.
b) Miedo emocional.
c) Miedo operativo.
Como es fácil de comprender, el análisis y la medición de estos fenómenos, es de una complejidad
abrumadora.
2. EL PROBLEMA DE LA DEFINICIÓN DEL DELITO.
La Criminología estudia el delito
. Una disciplina se caracteriza, entre otras cosas, por su objeto de
estudio (o variable dependiente): la autonomía e independencia de la criminología se justifican porque
estudia científicamente el delito desde un determinado punto de vista. Así, pues, ¿qué es el delito? y ¿quién
puede considerarse que es un criminal? El problema de la definición del objeto de estudio de la
Criminología es el más importante. Existen dos orientaciones: legal y natural.
1. LA CONCEPCIÓN LEGAL DE DELITO.
La idea de que el objeto de estudio de la criminología viene delimitado por el CP y las leyes penales
especiales, o sea la concepción legal del delito, se remonta a la Escuela clásica, tiene una larga tradición y
es, quizá, la más seguida en la doctrina española. De acuerdo con el principio de legalidad, para que una
conducta pueda considerarse delictiva ha de encontrarse descrita (tipificada) en las leyes penales. Todo lo
que no se encuentre tipificado en dichas normas no puede ser considerado delictivo por muy injustos o
dañino que pueda ser; a la vez, todas las conductas incluidas en dichos cuerpos legales se consideran
delictivas. De acuerdo con esta postura legalista, pues, el objeto de estudio de la criminología (delito) es
toda conducta injustificada que se encuentra tipificada en una ley penal
, cometida sin justificación o
excusa y castigada por el Estado
; y por delincuente o criminal ha de entenderse todo aquel que incurra en
una de dichas conductas. La ley penal define que es el delito.
El criterio legal es insatisfactorio desde un punto de vista científico:
a) No parece asumible que el objeto de estudio de una disciplina venga impuesto desde fuera de la
misma. Lo lógico es que cada disciplina defina ella misma qué va a estudiar y cuál es su contenido y
naturaleza
.
b) El legislador (no sigue un criterio científicamente satisfactorio) es quien legítimamente establece qué
conductas son delitos, no sigue un criterio satisfactorio desde el punto de vista de la explicación causal de
los delitos, sino que predominan los históricos y de oportunidad. De este modo es difícil que pueda darse
una explicación científica general
convincente de una materia en la que elementos irracionales y
contradicciones tienen una fuerte presencia.
c) Las leyes penales son irremediablemente vagas e imprecisas.
d) Las leyes penales son cambiantes: con relativa rapidez se tipifican nuevas conductas, mientras que
delitos tradicionales se redefinen o bien dejas de estar castigados.
2. LA CONCEPCIÓN NATURAL DE DELITO.
Tradicionalmente se ha defendido la necesidad de que la criminología definiera por sí misma su propio
objeto de estudio: ¿qué es el delito? y ¿quién es el delincuente?
Garofalo, propone un concepto natural del delito: delito sería la infracción de ciertos sentimientos
morales que sean fundamentales para una comunidad, independientemente de que estén tipificados
en las leyes penales o no
(esta definición ha sido abandonada por ambigua).
Gottfredson y Hirschi ponen la definición de delito como todo acto de fuerza física o engaño
realizado buscando el beneficio propio
. Sin embargo, no es asumible por diversas razones:
a) Resulta excesivamente imprecisa.
b) Muchos delitos no son engaños.
c) Algunos delitos no se realizan por propio interés.
Para Akers, el concepto implica que hechos que se han realizado por razones distintas al propio interés
no podrían considerarse delitos. A juicio Maíllo, sí sería posible encontrar un interés propio en casi todos los
delitos de las leyes penales, el problema, por lo tanto, sería más bien el de definir con precisión qué es el
interés propio y si no se trata de un concepto excesivamente amplio e impreciso.
d) Se incluyen muchos comportamientos que son irrelevantes para la criminología.


3. LA VIOLENCIA Y LA AGRESIÓN COMO OBJETOS DE ESTUDIO DE LA CRIMINOLOGÍA.
Debido a las insuficiencias científicas del concepto de delito que acabamos de ver, tanto desde el
punto de vista legal como natural, algunos autores han propuesto que una ciencia positiva debería fijar otros
objetos de estudio. En esta línea se encuentra, por ejemplo, el planteamiento de Fishbein, para quien la
investigación no debería centrarse en el delito per se ya que es una mera abstracción legal y no un
comportamiento real, sino en componentes del comportamiento antisocial que son susceptibles de
medición, estables y permanentes a lo largo de diversas culturas, como sería el caso de la agresión. Este
programa es perfectamente coherente con la apuesta de la esta autora por una ciencia positiva, pero sin
embargo no podemos compartirlo:
a) La mayoría de los delitos lo son contra la propiedad, o sea no agresivos ni violentos. Si hemos
decidido que debe existir una ciencia que estudie científicamente el delito como es la criminología, entonces
es preciso que se tenga en cuenta todos los fenómenos que entren bajo dicha denominación, o al menos el
mayor número posible de ellos. Como existen muchos hechos delictivos que no son agresivos, violentos…,
estos conceptos sólo pueden dar razón de una parte mínima del fenómeno que pretende estudiarse.
b) Muchos comportamientos agresivos no son delictivos.
c) Es difícil definir agresión.
d) Algo parecido pude decirse respecto a la violencia: la mayoría de los delitos no conllevan violencia y
muchos actos violentos no son constitutivos de delito.
4. EL COMPORTAMIENTO DESVIADO.
Otras orientaciones mantienen que la criminología debe estudiar no sólo el delito, sino los
comportamientos desviados en general (el delito, de hecho, es en general un acto desviado).
Comportamientos desviados son conductas que infringen normas sociales, como es el caso de la
drogadicción o el alcoholismo.
El objeto de estudio de la criminología viene constituido por el delito, no por los comportamientos
desviados
: conductas que infringen normas sociales. Tampoco es de recibo:
a) El estudio de la criminología se ampliaría demasiado, haciendo su labor mucho más difícil y
desviando su atención hacia comportamientos que en teoría no atentan tan gravemente contra intereses y
bienes ajenos, y que tampoco provocan una reacción oficial y formal mediante las sanciones estatales más
serias, como es el caso de las penas.
b) La desviación es un concepto esencialmente ambiguo y relativo, mucho más que el delito.
También puede aducirse que desviación y delito no se solapan en todos los casos.
c) Es competencia de la Sociología de la desviación
Sí son relevantes para la Criminología:
a) Es posible que una teoría criminológica sea tan amplia en su ámbito que incluso sea capaz de
explicar los comportamientos desviados.
b) En una investigación, Robins, encontró que diversos comportamientos desviados, incluido el
delito, tienden a concentrarse en los mismos sujetos: una amplia proporción de la población criminal
son personas… que no se relacionan, con escasa instrucción, carreras laborales precarias, relaciones
matrimoniales pobres, dependencia de agencias sociales, vagancia, abuso de la bebida, alimentación y
hostilidad frente a sus familias y conocidos.
c) Esto es también coherente con el hallazgo de que los delincuente tienden a ser versátiles, o sea a
cometer hechos delictivos heterogéneos entre sí cuando se les presenta la oportunidad, y no a
especializarse en la comisión del mismo delito o grupos concretos de delitos. Algunos autores se refieren a
este fenómeno como la generalidad de la desviación, incluido el delito: tanto los delitos como otros
comportamiento antisociales tales como el consumo de drogas o alcohol, pero incluso los accidentes de
tráfico y otros tienden a concentrarse en las mismas personas o al menos en personas con las mismas
características. Cualquier teoría sobre el delito debería ser capaz de dar razón de esta generalidad de la
desviación y de hecho a mayoría de las teorías criminológicas lo son: este hallazgo empírico, como ocurre
casi siempre en criminología, puede explicarse de maneras diferentes.
d) Además, es posible no sólo que ambos tipos de comportamientos, desviados y delictivos, se
concentren en las mismas personas, sino que es incluso posible que respondan a la misma causa, con lo
cual se vuelve a presentar la posibilidad de que una única teoría etiológica pueda abarcar fenómenos tan
diferentes.
Estas reflexiones pretenden destacar que si bien la desviación en general no es por sí misma objeto
de estudio de la criminología, sí que puede ser relevante para la misma.
3. LA NECESIDAD DE UNA DEFINICIÓN CRIMINOLÓGICA.
Por diversas razones parece que la concepción legal del delito es insatisfactoria científicamente.
Una definición natural es deseable pero muy difícil de elaborar.
A pesar de estas dificultades, sugerimos una definición provisional de delito como: toda infracción
de normas sociales recogidas en las leyes penales que tienda a ser perseguida oficialmente en caso
de ser descubierta
.
El delito es en primer lugar un comportamiento que viola normas básicas de una sociedad. Aunque
sin duda no es el único, sí es también el principal motivo por el que despierta la reacción de la comunidad.
Las leyes penales recogen básicamente las más graves de estas normas, y castigan su infracción a través
de sanciones formales impuestas por instituciones oficiales. Esta concreción de las normas básicas de la
sociedad en las leyes tiene lugar tanto en el momento de su elaboración legislativa como en el de su
interpretación por los Jueces y Tribunales y, en general, por todos los servidores de la Administración de
Justicia. El primer elemento de nuestra definición es, pues, la infracción de normas sociales recogidas en
las leyes penales. Hasta aquí coincide aproximadamente con una concepción legal.
Pero no todas las leyes penales son aplicadas en la práctica: muchos comportamientos que
posiblemente podrían calificarse de delictivos no son perseguidos por las instituciones cuando se
descubren. Ello es debido a que los recursos de que disponen las autoridades son limitados, pero también,
sin duda, a otras razones, como puede ser la posición de privilegio de quienes realizan tales conductas. En
general, las leyes que castigan los delitos más graves, tenderán a ser perseguidas más que las que
infringen normas menos importantes para la comunidad. A mayor abundamiento, cuando una conducta no
es perseguida, que esté o no incluida en la ley penal depende en buena medida del criterio del investigados,
con lo cual se incurre de nuevo en la imprecisión y en el voluntarismo. Por lo tanto, el segundo elemento de
nuestro concepto exige que la conducta tienda a ser perseguida en caso de ser descubierta
oficialmente
.
En conclusión, es menester definir con una precisión mínima qué se entiende por delito, puesto que de
ello pueden depender críticamente las conclusiones que se alcancen. Todos los esfuerzos, sin embargo,
parecen reforzar la inferencia de que el delito es un concepto débil, lo cual representa una seria
dificultad para nuestra disciplina.
4. LOS DELITOS DE CUELLO BLANCO.

Para referirse a estos delitos de las clase altas que tendían a no aparece en las estadísticas oficiales.
Sutherland recurrió a hoy popular término de delito de cuello blanco: como el delito cometido por una
persona respetable y de alto status social en el curso de su ocupación
. Para Sutherland, los delitos
de cuello blanco tenían una gran coste para un país, sobre todo económicos, superior al del delito común, y
además se encontraban bastantes extendidos. A pesar de ello era difícil que cuando se cometía la conducta
ilícita en cuestión se llegara a un arresto y no digamos ya a una condena. Los delitos de cuello blanco
tienden a no ser perseguidos por un proceso de aplicación diferencial de la ley
; las personas de las
clases superiores tienen una mayor facilidad para no ser descubiertos, arrestados y condenados en caso de
incurrir en algún acto prohibido.
Pese a su complejidad, el concepto de delito de cuello blanco es muy impreciso y, por tanto,
inasumible científicamente. Es tan impreciso que resulta inútil desde un punto de vista científico: no se
sabe en qué consisten los delitos de cuello blanco y, en consecuencia, estas deficiencias ha hecho del
delito de cuello blanco un constructo estéril. Aunque intuitivamente se puede tener una idea de lo que
Sutherland quería decir con su definición, cuando se trata de precisarla de cara a una investigación teórica o
empírica se hace muy complicado decidir en qué consisten cada uno de los términos que la componen. El
problema se complica ya en la propia obra de Sutherland, en la que se refiere a comportamientos
muy diversos.
Si se entiende como una concepción legal, es menester no olvidar cuál es precisamente la pregunta
de Sutherland ¿es el delito de cuello blanco delito? ¡Sí¡ ¿es posible, pues, que existan delitos que no sólo
no los conozca la policía, sino que ni siquiera los autores o sus víctimas sean conscientes de su ocurrencia?
¡Sí¡. Para que constituyan delito en sentido estricto es suficiente con que estén tipificados en las leyes
penales.
El problema fundamental de esta postura es que es el investigador quien define qué es el delito.
Un mayor problema del delito de cuello banco es que proponer una noción de delito intuitivamente atractiva
pero que concede al investigador una gran flexibilidad para definir como delito lo que crea conveniente.
Existen muchas conductas que, con una lectura literal de las leyes penales, pueden ser constitutivas de
delito pero que sin embargo no se persiguen.
La inexactitud de la ley penal es imposible de evitar. En ese margen puede tener cabida muchas
conductas que puede ser; voluntad del intérprete, atípicas o cifra negra. Ello se traduce en la práctica en
que, con la ley en la mano, siempre es posible imaginar innumerables conductas que podrían considerarse
constitutivas de delito, pero que en la práctica no se persiguen.
La idea de delito de cuello blanco ha tenido un impacto enorme entre muchos criminólogos y penalistas,
y también a nivel popular. El impacto de delitos de cuello blanco ha sido mucho más ideológico que
científico
. Molia No puede ignorarse, sin embargo, que la significación de este nuevo tipo criminal… va
inseparablemente unida a una actitud crítica y de denuncia del orden social y de la justicia penal; Mayor
interés tiene el trasfondo ideológico de la discusión doctrinal. Porque no puede olvidarse que el concepto de
delincuente de cuello blanco de Sutherland es un concepto inequívocamente crítico y clasista, dirigido
contra personas que disfrutan de respetabilidad y de un alto estatus social.
De hecho, dentro de los muy diversos usos que se les ha dado en nuestro ámbito socio-cultural,
destaca el que ve en los delitos de cuello blanco delitos que lo son pero que no son definidos como tales,
que no son detectados y perseguidos.
Para que exista el delito de cuello blanco no es preciso que ni autor ni víctima lo definan como tal, ni
que intervenga el sistema de Administración de Justicia, incluida la policía, ni, en definitiva, que la
comunidad reaccione. Quien decide si se ha producido un delito es el investigador. No puede extrañar
que el análisis de los delitos de cuello blanco se haya hecho más en términos voluntarios, políticos y
retóricos que científico. Si se puede definir libremente el objeto de estudio de la disciplina, no puede caber la
menor duda de que todas las consideraciones etiológicas, preventivas, sobre su extensión, etc. Quedan
también en manos del investigador.
5. TEORÍAS DEL DERECHO PENAL.
La definición de delito es toda infracción de normas sociales recogidas en las leyes penales que
tienda a ser perseguida oficialmente en caso de ser descubierta
presupone que las leyes penales
responde en general y con mayor o menor concordancia a las normas generalmente aceptadas por parte de
la sociedad, por lo menos en los sistemas democráticos contemporáneos. Se trata de una concepción
consensual del Derecho penal
.
Otras posturas, sin embargo, no comparten esta visión consensual del derecho, y proponen más bien
que la esencia del mismo responde a la naturaleza conflictiva de la sociedad. Se trata de las
concepciones conflictuales de la sociedad y del Derecho. Aunque sin duda la polémica entre esta
concepción y la consensual se remonta a los primeros filósofos de la humanidad, quizá una de las
propuestas modernas más conocidas sea la de Marx en las sociedades coexisten clases sociales con
valores e intereses contrapuestos en abierta oposición y confrontación. En palabras de Engels La
sociedad se divide en clases privilegiadas y perjudicadas, explotadoras y explotadas, dominantes y
dominadas, y el estado (…) asume a partir de ese momento, con la misma intensidad, la tarea de mantener
coercitivamente las condiciones vitales y de dominio de la clase dominante con respecto de la dominada….
Es menester aclarar que, para estas posturas, por supuesto, todas las clases tienen también algunos
intereses comunes. El Derecho penal es un buena media un instrumento de control de las clases
privilegiadas sobre las desfavorecidas. Quinney afirma la realidad social del delito se construye
básicamente a partir de las concepciones del delito mantenidas por los segmentos más poderosos de la
sociedad y que el Estado ha utilizado su poder legislativo para definir como criminal lo que considera como
una amenaza para el orden social y político. El delito se ha convertido en un arma política que es utilizada
en beneficio de los que controlan los procesos del gobierno
Para otra postura cercana, en la sociedad predomina el conflicto y no el consenso pacífico; sin
embargo, no es fácil que un mismo grupo logre que sus intereses prevalezcan siempre, sino que diverso
grupos luchan por imponerse en distintas cuestiones concretas. La Ley, y en concreto la ley penal y su
interpretación aplicación, es vista ahora como el resultado de estas luchas para la resolución de conflictos.
Así, para Turk nada es intrínsicamente criminal, sino que la criminalidad es una definición que aplican
aquellos con poder suficiente para hacerlo. La diferencia fundamental con la interpretación anterior,
entonces, es que el Derecho ya no se ve como un instrumento relativamente pacífico con el que los
opresores se imponen a los oprimidos, sino que responde a la un conflicto real y constante que traducirse
en cambios relativamente rápidos y sin que medie revolución alguna.
Más allá, el conflicto no se ve solamente en términos de clases, sino que el conflicto se contempla
desde diversos puntos de vistas
: razas, culturas
Como vemos, este paradigma (es un modelo o patrón en cualquier disciplina científica u otro contexto
epistemológico) contiene más de una interpretación del conflicto social. Pero, puesto que el Derecho es
sobre todo un instrumento de grupos privilegiados o que llegan a prevalecer a la hora de reafirmar sus
intereses. La labor fundamental de la criminologíadebe ser el estudio del propio Derecho y de su
producción.
Por lo que a la Criminología respecta, no es preciso defender una tesis consensual de la
sociedad, sino que bastaría con mostrar que el Derecho penal o al menos su núcleo básico sí responde a
valores e intereses generales, más o menos ampliamente compartidos y que favorece el bien común.
Algunos autores han defendido una postura ecléctica (eclecticismo: modo de juzgar u obrar que
adopta una postura intermedia, en vez de seguir soluciones extremas o bien definidas), afirmando que la
sociedad no puede comprenderse ni desde el punto de vista del menor consenso ni desde el del puro
conflicto, sino que se precisa una mirada intermedia. Así, Akers se refiere a la teoría pluralista del
conflicto
, la cual caracterizaría a las sociedades democráticas contemporáneas, dentro de las cuales tienen
cabida conjuntos heterogéneos de valores e intereses. A su tenor, en nuestras sociedades existen diversos
grupos e incluso movimientos sociales desorganizados que tratan de imponer sus intereses a través de un
sistema legislativo y gubernamental que consideran legítimo. Además, aunque estos grupos puedan
imponer sus intereses, las leyes también reflejan a menudo los intereses generales de la sociedad.
Esta postura ecléctica descansa, a juicio de Maíllo, en un malentendido. Ninguna posición defiende
que en una sociedad todos estén siempre de acuerdo en todo ni que todo lo que acontezca responda sólo a
intereses de determinados grupos. Sin duda, los teóricos del conflicto conceden que las agresiones
atroces tenderán a perseguirse independientemente de quién las realice y los consensualistas que
determinadas normas responden sin duda a intereses de grupos particularmente que han ejercido con éxito
presiones políticas. Ambas tesis puede compartir muchas cosas. Lo que se discute, entonces, es si en una
sociedad predomina en general el consenso o el conflicto; y, más concretamente, si las leyes penales
protegen por regla
(o sea, que hay excepciones) valores e intereses comunes o de ciertos grupos
poderosos
. La postura ecléctica, pues, no puede contestar la pregunta decisiva.
TEMA 3 LA TEORÍA CRIMINOLÓGICA +++
1. LA RELEVANCIA DE LA TEORÍA PARA LA CIENCIA CRIMINOLÓGICA: EL CONCEPTO DE TEORÍA
.
1. LA TEORÍA.
Las teorías son conjuntos de hipótesis o conjeturas organizadas más o menos sistemáticamente
que pueden someterse a contrastación mediante la observación de hechos empíricos
. Una teoría
describir la realidad, y aspira de definir y explicar las relaciones y los procesos que tienen lugar en su
seno
; mediante elementos fundamentes que integra cualquier teoría: leyes, conceptos, relaciones causales,
etc. Esta definición y planteamiento se deriva de las ideas de Popper. Las teorías no son imágenes fieles y
exactas del mundo real: éste es simplemente demasiado complejo e inaccesible como para la limitad
capacidad del conocimiento humano pueda aspirar a abarcarlo y entenderlo completamente. Una teoría no
es un espejo de la naturaleza sino que la ciencia recurre a creaciones humanas. Las teorías son abstractas,
de modo que ellas mismas no pueden contrastarse directamente con la realidad: sólo las hipótesis que se
derivan de las mismas pueden serlo. Por este motivo, lo que se somete a refutación son hipótesis
definidas de la manera más precisa como sea posible, hipótesis que han sido derivadas a partir de la teoría
abstracta.
La aspiración de una teoría es explicar cuantos más fenómenos mejor y de la manera más precisa,
completa y sencilla posible. Según su desarrollo, que es variable, pueden distinguirse:
a) Teorías formales se aproximan a un sistema completo y cerrado de hipótesis perfectamente
definidas y lógicamente relacionadas entre sí. En criminología prácticamente no existe, son mucho más
limitadas.
b) La mayoría de las teorías criminológicas más importantes son explicaciones más o menos amplias y
precisas que aspiran a proponer deductivamente hipótesis claras y consistentes entre sí que puedan
someterse a intentos de refutación y superarlos con existo.
c) Otras veces nos encontramos ante un enfoque, perspectiva, aproximación, etc. que quizá pueden
considerarse teorías pero sólo en un sentido muy débil. Así, puede ser que sólo se refieran a una pequeña
parte de los factores que influye en el fenómeno delictivo y no ofrecen una explicación completa; que llamen
la atención sobre algo que pueda acontecer; pero sin afirmar que sea general; etc.
d) Por último, existen meras descripciones de fenómenos en el ámbito del delito o los delincuentes,
pero sin aspirar a ofrecer explicaciones. Otras posturas también pueden aspirar a realizar predicciones, por
ejemplo, si es probable que un determinado sujeto delinca o no en el futuro; y a proponer programas de
prevención o tratamiento no muy sólidamente vinculados con la teoría.
3. CRIMINOLOGÍA COMO CIENCIA MULTIPARADIGMÁTICA.
La Criminología es una ciencia multiparadigmática, de acuerdo con la concepción de Kuhn, de modo
que es posible que teorías procedentes de paradigmas distintos no puedan compararse entre sí, serían
inconmensurables.
Kuhn, la ciencia de cada época constituye un paradigmadistinto y es difícil hacer comparaciones entre
paradigmas. Si se nos permite una analogía, esta concepción de la ciencia la acerca al arte: ¿es el
románico superior al gótico o simplemente son diferentes, particulares de cada época? Los paradigmas
puede considerarse rendimientos científicos universalmente reconocidos que proporcionan durante
un cierto tiempo modelos de problemas y soluciones a una comunidad de estudiosos
; o sea el
conjunto de creencias, problemas y soluciones que guían el trabajo de una comunidad (científica), De
acuerdo con el cual teorías de épocas diferentes no podrían compararse entre sí y no podría decidirse cuál
es superior ya que incluso reconocerían criterios de evaluación diferentes. La cuestión es, entonces, si en
una misma época pueden coexistir a la vez dos paradigmas o más. Ya el propio Kuhn concedió que existe
circunstancias en las que dos paradigmas pueden coexistir pacíficamente, si bien se apresuró a añadir
que estas circunstancias serían más bien raras. Como era de esperar, diversos autores han defendido
que la criminología contemporánea es una ciencia multiparadigmática, en el sentido de incluir más de
un sistema de teorías que no podrían compararse entre sí, de modo que no podría evaluarse cuál es
superior. Es posible, de este modo, que existan teorías ubicadas en paradigmas distintos y que no pueda
decidirse racionalmente cuál es preferible.
2. EL CONCEPTO DE CAUSA.
Las teorías criminológicas ofrecen explicaciones del delito; se preocupan por las causas del delito. O
sea responder a preguntas del tipo ¿Por qué algunas personas delinquen? ¿Por qué unas personas
delinquen más que otras? ¿Por qué existe una determinada tasa de delincuencia en una sociedad o
comunidad dada, y por qué varía esa tasa? La causa del delito es la función más importante de la
criminología y la teoría. Causa es la respuesta a preguntas del tipo ¿por qué?.
Causalidad
es una relación entre dos fenómenos, que suelen poder tomar valores distintos y son
denominados variables. Una variable es un fenómeno que puede variar: ser medido y tomar distintos
valores. Verbigracia, la pobreza, los ingresos, el nivel de estudios, los delitos que alguien ha cometido y su
gravedad…, uno puede tener 10, 30, 50… años, de forma que la edad es una variables, etc. Algunas
variables está íntimamente relacionadas entre , de modo que la presencia de una de ellas suele
significar que la otra está también presente; o bien el aumento o descenso de los valores de una suele
estar asociado al aumento o descenso de los valores de la otra: como ya sabemos, edad y número de
delitos están así relacionados. En estos casos se habla de correlación o covariación entre dos variables.
A veces, la relación implica que algunas variables pueden influir sobre otras, afectando a sus valores, y
entonces se habla de variable independiente (la que influye en la otra) y de variable dependiente (la que
es la influida). El término de causalidad, la variable independiente influye causalmente en la dependiente
(Variable Independiente ? Variable dependiente).
Requisitos de causalidad:
a) Covariación. La existencia de una correlación entre dos fenómenos. A y B deben encontrarse
asociadas estadísticamente en el sentido: de que la presencia de una vaya acompañada de la otra; o que
variación de una vaya acompañada de la variación de la otras.
b) Orden temporal. Que el que constituye la variable independiente sea previo al otro. A debe ser
temporalmente anterior a B, debe aparecer antes en el tiempo, se trata, pues de una cuestión de orden
temporal: sólo lo previo puede causar lo posterior, y nunca al revés. Se trata de una exigencia lógica.
c) Que la relación no sea espuria. La ausencia de una tercera variable, que cuando se toma en
cuenta, haga desaparecer la relación. La relación no debe desaparecer cuando se toma en cuenta una
tercera variable, C, que sea previa a las otras dos.
Con estos tres requisitos se puede considerar que existe una relación causal entre dos variables.
Consideramos que A es la causa de B si se satisfacen todos estos tres criterios; de ahí se sigue que
demostrar que cualquiera de las tres es falso es suficiente para mostrar que A no es causa de B.
Ej. El consumo de drogas parece covariar con la comisión de delitos; para muchos autores también
aparece antes que la tendencia a delinquir; finalmente, no hay acuerdo sobre si puede haber una variable
anterior a las dos que las explique, por ejemplo tener amigos delincuentes o un autocontrol bajo.
Finalmente, la Criminología mayoritaria suele indicar que el concepto de causa es un concepto
probabilístico
. Afirmar que algo es una causa del delito no quiere decir que siempre que se presente esta
causa se producirá como consecuencia necesaria el delito o nos encontraremos al delincuente.
3. ¿ES IMPRESCINCIBLE LA TEORÍA EN CRIMINOLOGÍA?
Algunas importantes orientaciones criminológicas sugieren que la teoría no es necesaria. Otras parecen
mantener que sería suficiente con modelos débiles de teorías.
Ahora bien, en consonancia con su toma de postura epistemológica y concediendo que, en efecto, la
relación entre teoría e investigación es básica pero compleja, en esta introducción se considera que la
teoría tiene un papel crucial
en criminología y es imprescindible por distintas razones:
a) La teoría siempre está presente y guía la investigación. La teoría por inconsciente que sea, es
siempre lo primero: cualquier estudio está guiado por una perspectiva teórica. Por ello, cuanto más
detallada y precisa sea la teoría, mejor será la investigación y más factible alcanzar avances significativos.
Una teoría permite establecer hipótesis testables y realizar predicciones. De acuerdo con el principio de
refutación, éste es un método muy prometedor para que avance nuestro conocimiento del delito y la
criminalidad. La teoría debe guiar la investigación.
b) Una teoría es imprescindible para explicar el delito.
c) La teoría puede contribuir a una organización especialmente eficaz de las medidas de prevención y
control del delito que se vayan a tomar. La relación entre teoría criminológica y respuesta político-criminal es
muy compleja. Además, en las decisiones político-criminales influyen no sólo aspectos empíricos y teóricos
sobre la prevención y control del delito, sino también y sobre todo aspectos éticos, jurídicos,
constitucionales y políticos, económicos, etc. Ahora bien, una buena política criminal debería estar basada
en teoría y hechos.
d) La teoría permite una defensa seria contra posturas intolerantes y falsas, pero que pueden venir
revestidas también de un armazón teórico.
e) La propia construcción de teorías abstractas en criminología viene determinada por el reconocimiento
de que el delito correlaciona e incluso puede estar causado por múltiples factores.
f) Sólo la teoría puede desenmarañar relaciones empíricas complejas.
TEMA 4 LA TEORÍA CRIMINOLÓGICA (CONT.) +++++
1. MÉTODOS TEÓRICOS: EL PROBLEMA DE LOS NIVELES DE ANÁLISIS: TEORÍAS MICRO Y
MACRO.
El delito se puede estudiar y tratar de explicar a distintos niveles de análisis o explicación, macro y
micro.
a) Algunas teorías hacen referencia a elementos relativos al actor (individual o micro). Por
ejemplo, para las teorías biológicas, existen determinadas características individuales de los sujetos que les
pueden hacer más propensos a delinquir.
b) Otras teorías se refieren a propiedades de la estructura o del sistema social (nivel macro).
Ejemplo clásico es El suicidio obra de Durkheim, este autor destaca que determinadas fuerzas que ubican
a nivel social (y no individual) influyen decisivamente en el comportamiento humano. Más concretamente,
en situaciones de cambio rápido se pueden producir en una sociedad una falta de normas o anomia, que
influyen decisivamente en que se comentan suicidios e incluso hechos delictivos.
En realidad, aunque aquí se destacan los niveles que llamamos micro y macro, existen distintas
posturas sobre el contenido exacto de cada nivel y sobre el número
de niveles que pueden
distinguirse. Hasta cierto punto se trata de algo arbitrario.
Naturalmente, teorías de uno y otro tipo no son excluyentes, sino que en general son
complementarios
(las teorías serán complementarias entre si, si son coherente en diversos puntos y
predicciones). Puesto que una teoría puede estar construida a un nivel determinado, sólo es legítimo criticar
una teoría por aquello que pretende explicar.
En efecto, los niveles de análisis no se encuentran totalmente desvinculados entre sí, ni mucho
menos. Lo que puede hacerse es llevar a cabo saltos precipitados, demasiado simples y acríticos de un
nivel de análisis a otro, pero muchas veces estos saltos son legítimos. Las teorías psicológica (las que aquí
hemos denominados micro) tienen implicaciones para el nivel sociológico (macro), y todas las teorías
sociológicas llevan a cabo asunciones, explícita o implícitamente, sobre el nivel psicológico. El propio
Bernard reconoce expresamente que algunas teorías macro implican predicciones probabilísticas sobre los
individuos.
Cómo no, lo ideal sería construir teorías que tomasen en cuenta tanto elementos socioestructurales
como individuales
, pero ello es muy difícil. Laub comenta las mayoría de los
investigadores han estudiado o variables de nivel macro o estructurales (…) o procesos de nivel micro (…)
en el estudio del delito. Creemos que ambos conjuntos de variables son necesarios para explicar el delito
(micro y macro).
El principal motivo por el que hoy por hoy las teorías se ubican en un nivel de análisis u otro es que
otra cosa es muy difícil
. El problema no se presenta sólo en criminología, sino en otras disciplinas como la
sociología. Como señala Meier, lo primero que debería preocuparnos es construir buenas teorías en cada
nivel, y sólo cuando se tuviesen, intentar abarcar ambos niveles; sólo con buenas teorías puede esperarse
que la integración tenga éxito, pero incluso entonces puede que ésta se revele imposible o inútil.
2. TEORÍAS Y ENFOQUES PLURIFACTORIALES.
1. LA TESIS DE LOS FACTORES CONCURRENTES.
En Criminología existen otras formas alternativas de afrontar el estudio del delito, sus causas y las
posibles respuestas al mismo. Es menester distinguir las teorías de los enfoques plurifactoriales. De
hecho, en América latina y España vienen predominando desde hace décadas estos enfoques
plurifactoriales. Aunque en el ámbito anglosajón fueron abandonadas a partir de los años treinta.
De acuerdo con esta perspectiva (la tesis de los factores concurrentes), la pretensión de construir
teorías explicativas del delito y los delincuentes es poco realista. Un fenómeno tan complejo no puede
reducirse a una teoría, salvo que ésta sea tan limitada en su ámbito y su precisión que se revele inútil. Por
eso suelen añadir que las teorías que se ha propuesto de hecho han fracasado en su intento de explicar el
delito.
Entre nosotros, Serrano Gómez, ha propuesto una criminología de orientación plurifactorial:
preferiríamos hablar de factores concurrentes, por ser más acorde con la realidad. Normalmente
concurren en el delincuente una serie de factores que se estima influyen en el delito, auque no siempre
es así, como tampoco los mismos factores concurrentes tienen idéntico valor cuando inciden en distintos
sujetos. Resulta difícil poder determinar todos los factores que influyen en el delincuente… por ello, no
puede asegurarse de forma categórica que tales o cuales factores han determinado la conducta criminal de
una persona.
En una conocida investigación junto a Fernández Dopico, en la que se obtuvieron entrevistas
personales con 2.049 sujetos internados en prisiones, fueron capaces de extraer un elevado número de
variables que podían considerarse factores concurrentes e incluso factores criminógenos. Aunque los
autores establecen distinciones por tipo de delito, grupo de edad y si se trata de factores relacionados con el
primer delito, con la reincidencia, etc., en general se incluyen, entre otros, los siguientes: falta de autoridad
paterna
, carácter agresivo, precocidad delictiva, falta de formación moral, falta de formación
intelectual
, falta de medios económicos suficientes, inestabilidad laboral, refractariedad al trabajo,
afán de vida fácil, afán de notoriedad, consumo de drogas, juego, amistades nocivas y ambientes en
que se convive negativo
.
2. EL ENFOQUE DE LOS FACTORES DE RIESGO.
Una de las versiones plurifactoriales o concurrentes más modernas, cercano a la anterior es el llamado
enfoque de los factores de riesgo, que propone buscar factores de este tipo que permitan pronosticar la
delincuencia futura para intervenir en los mismos y prevenir de este modo el delito. A su tenor, la
Criminología debe establecer factores de riesgo clave para delinquir y tomar una orientación
abiertamente pragmatista: implementar programas para neutralizar estos factores y prevenir el delito.
Aunque la prevención es la clave, el enfoque también se considera válido para el tratamiento de los
delincuentes después de que hayan delinquido. Un factor de riesgo es simplemente algo que predice una
cierta probabilidad de que se delinca en el futuro
.
Vázquez González, hace una sistematización de factores de riesgo:
a) Factores individuales, que incluyen los factores biológicos, físicos y psicológicos inhibidores y
facilitadotes de la competencia social (como insuficiente desarrollo de la estructura cognitiva), locus de
control externo, bajo autoconcepto, pensamiento egocéntrico, déficit en el comportamiento afectivo de la
empatía, deficiencias en el conflicto familiar, déficit en habilidades sociales, pensamiento concreto,
impulsividad, etc.
b) Factores familiares: falta de supervisión de los padres, actitudes crueles, pasivas, negligentes y
violentas de los padres, disciplina férrea, conflicto familiares, familia numerosa, malos ejemplos de
conductas; falta de comunicación entre padres e hijos, carencias afectivas, falta de enseñanza de valores
prosociales; y, marginación socioeconómica.
c) Factores socioeducativos: fracaso escolar, vandalismo escolar.
e) Otros factores: socio-ambientales, el grupo de amigos, el desempleo, los medios de comunicación
y las drogas.
Estos enfoques suelen advertir que no sólo son relevantes determinados factores de riegos, sino
también, factores protectores de la criminalidad y el delito. Se trata de factores cuya presencia anula o
disminuye las posibilidades de cometer un delito. Muchos investigadores consideran que los factores
preventivos son simplemente los opuestos a los de riesgo: si una educación errática es un factor de riesgo,
una buena educación de los padres es un factor protector, y así con todos los factores de riegos
imaginables.
Gullotta, realiza la siguientes asunciones (de exaltar) sobre este enfoque:
a) Un único factor de riesgo o protector puede tener varas consecuencias.
b) El consumo de droga (o cualquier otro comportamiento desviado) puede alterar los factores de
riesgo o protectores.
3. VALORACIÓN: LA NECESIDAD DE LA TEORÍA.
Desde el punto de vista de esta introducción no pueden compartirse los enfoques plurifactoriales, de los
factores de riesgo, etc. de cada explicación etiológica del delito. Como vimos, el propio nacimiento de las
primeras teorías importantes en criminología se ubica en la superación de enfoques de este tipo. Eso no
quiere decir que no sean legítimos. En efecto, estos enfoques mantienen su legitimidad y pueden resultar
complementarios
de las teorías criminológicas. No sólo porque contribuyen a establecer hechos sobre el
delito e incluso a testar hipótesis científicas; sino porque en su propio ámbito puede ser efectivamente
capaces de predecir la delincuencia o, mediante la intervención en tales factores, de prevenirla o controlarla.
A las consideraciones generales realizadas más arriba sobre la necesidad de una teoría en sentido
estricto, cabe añadir:
a) Estos enfoques difícilmente puede sustituir a la teoría si no ofrecen ninguna explicación plausible del
fenómeno delictivo. En efecto, señalar qué factores pueden representar un riesgo para que un joven delinca
no responde por qué delinquen. .
b) Serrano y Fernández en línea con el testimonio de Sutherland, estableció empíricamente un hecho
tan importante como el delito se relaciona con muchos y diversos factores concurrente y que estos
factores no siempre significan que se delinca
: hay factores que, aun concurriendo en diversos sujetos,
en unos influyen y en otros no.Parece difícil que se pueda aclarar el delito con el mero recurso a factores
de riesgo y no mediante abstracciones que constituyan teorías.
c) La crítica más conocida a estos enfoques, es la llamada falacia de que el mal causa mal.
3. TEORÍAS UNITARIAS E INTEGRADAS.
La criminología ha construido tradicionalmente teorías unitarias, con hipótesis y variables
perfectamente coherente entre sí, una concepción del delito única, asunciones sobre la naturaleza humana,
el orden social…, etc. Teorías como las de la asociación diferencial, la tensión o el control responden a esta
naturaleza.
Pero en criminología también existen teorías y enfoques integrados.
Pueden integrarse teorías criminológicas: tomar distintas teorías preexistentes que tienen elementos
propios, extraer de las mismas las partes más convincentes y tratar de construir una nueva teoría,
resultado de la combinación de partes de otras teorías y superior a éstas.
La propuesta de teorías criminológicas integradas parte de que las teorías unitarias tradicionales
han fracasado a la hora de explicar el delito
(así como proponer políticas criminales eficaces). No es fácil
que una teoría llegue a refutarse y abandonarse, de modo que cada vez simplemente tenemos más y más
teorías con una capacidad de explicación del delito que, en términos cuantitativos puede considerarse
pobre. La propuesta es tomar distintas teorías criminológicas y tratar de integrarlas en nuevas teorías
más prometedoras. Estos modelos suelen compartir la idea de que el delitose encuentra causado por
distintas variantes, pero rechazan los enfoques plurifactoriales.
Sobre el debate cabe hacerse las siguientes consideraciones:
a) La construcción de la teoría integrada es muy difícil. En efecto, sólo es posible integrar teorías o
partes de teorías que sean reconocibles entre sí, o bien que se construyan de manera que esto sea posible.
Sus proponentes afirman que ello es posible.
b) Para otros autores, la ventaja de la integración es que representa una buena manera de que vaya
disminuyendo el número de teorías criminológicas relevantes.
c) La metodología de la integración de teorías se ha contrapuesto en el debate al criterio de la
competición de teorías
. Si esta última estrategia permite evaluar teorías de acuerdo con una serie de
criterios de cientificidad, y de este modo también permite comparar teorías entre sí y decidir cuál es
superior; la integración propone aunar los esfuerzos teóricos más que desechar las teorías que salgan
mal paradas de la competición. Aunque muy próximos, la competición de teorías se confunde con el
principio de refutación
, que es nuestro principio básico de cientificidad.
Si las teorías no reflejan fielmente la naturaleza y no pueden verificarse nunca, entonces es
perfectamente posible que dos o más teorías con un alta grado de verosimilitud coexistan a la vez, sin que
sea imprescindible desechar una de ellas. Una teoría sólo puede desecharse cuando ha sido refutada. Ante
dos teorías que, en igualdad de condiciones, una se refiera a todos los delitos contra las personas y otra
sólo al homicidio, no tiene porqué desecharse la del homicidio sólo porque su ámbito sea menor.
Desde este punto de vista del principio de refutación no parece haber problemas en aceptar la
metodología de la integración para formular teorías científicas. Para esta postura, es irrelevante cómo
surja una teoría
: puede ser inventada o puede resultar de la integración de otras previas. Siendo así, una
teoría integrada habrá de juzgarse por sus propios méritos
; el primero de los cuales es que debe
resultar lógicamente consistente, ya que de otro modo simplemente no sería refutable.
En general, las teorías integradas tenderán a ser más complejas que las unitarias y, por lo tanto, más
difíciles de refutar. En este sentido, esta metodología se encuentra en desventaja frente a las teorías
unitarias tradicionales.
4. CRITERIOS DE EVALUACIÓN DE TEORÍAS.
Siguiendo a Popper, un sistema científico se caracteriza por que hipótesis derivadas del mismo pueden
someterse a examen mediante la observación de hechos empíricos y, por lo tanto, pueden refutarse.
Así pues, para que una teoría o hipótesis sea científica ha de ser refutable. Pero la refutabilidad es un
concepto graduable
. Cuanto más refutable sea, esto es cuanto más fácil de refutar sea una teoría o
hipótesis
, mayor contenido empírico tendrá y en principio será científicamente superior. Ahora bien, el
principio de refutación exige que las hipótesis se sometan a contrastación mediante investigaciones
empíricas; de este modo, cuanto mayor apoyo empírico tenga una teoría, más verosímil será.
Una vez que asumimos que las teorías han de ser refutables para ser científicas, ¿cuáles son, dentro de
este marco, los principales criterios de evaluación de teorías?
a) La coherencia interna. Una teoría está conformada por un conjunto de hipótesis o afirmaciones y,
que éstas deben ser coherentes entre sí o, al menos, no contradecirse, es decir, estructurarse de la
manera más lógica posible
.
b) Ámbito. Cuanto más amplio sea el ámbito de aplicación de una teoría (explicar todas las formas
delictivas), tanto más preferible será ésta.
c) Simplicidad. Cuanto más sencilla sea una teoría, más fácil de refutar será y tanto más preferible.
Una teoría será tanto más simple o sencilla según recurra al menor número posible de afirmaciones
de excepciones y de distinciones
.
d) Precisión. Las teorías científicas deben definir sus conceptos y variables, sus procesos
causales y sus predicciones de la manera más precisa posible
.
e) Apoyo empírico. El principio de refutación exige no sólo que las hipótesis sean refutables y cuanto
más refutables mejor- sino asimismo que se sometan efectivamente a intentos lo más serios posibles de
contrastación mediante investigaciones empíricas. Este tiene que ser el criterio más importante de evolución
de teorías. Cuanto mayor apoyo empírico tenga una teoría, más verosímil será aunque nunca podrá
verificarse-.
Una teoría debe ser coherente con los hechos empíricos conocidos sobre el delito. Una teoría
nacerá con un serio hándicap si no es coherente o no es capaz de explicar estos hechos bien conocidos. Si
los teóricos sociológicos del delito y la delincuencia utilizan las pistas que proporcionan los correlatos
conocidos del comportamiento criminal en este caso, genero, raza y edad del grupo- como una base para
generar y modificar la teoría, tanto la teoría como la investigación podrían ser capaces de avanzar más
deprisa.
En efecto, una teoría debería ser consciente con que el delito se concentra mayoritariamente en los
siguientes grupos o unidades y tienen las siguientes características: 1) los hombres cometen más delitos
que las mujeres, 2) los jóvenes cometen un número desproporcionado de delitos, 3) los solteros delinquen
más que los casados, 4) el delito tiene a correlacionar con un estatus socio-económico desfavorecido, 5) el
delito es un fenómeno fundamentalmente urbano, 6) los delincuentes tienden a ser versátiles, 7) los delitos
requieren un mínimo esfuerzo…
f) Aplicaciones prácticas. De las teorías científicas suele ser posible deducir medidas prácticas. A la
vez, muchos programas se derivan de alguna o algunas teorías. Lo ideal es que una teoría criminológica
sea útil para la prevención y control del delito
. Por ejemplo, la teoría de las actividades rutinarias
propone como política criminal la reducción de oportunidades para delinquir; la teoría del autocontrol
sugiere que el tratamiento penitenciario no será muy prometedor para rebajar la reincidencia.
En general, será difícil que entre teorías serias y bien elaboradas que una de ellas sea superior a
otra en todos los criterios de evaluación, lo cual introduce un cierto factor de interpretación subjetiva.
No puede existir una teoría ideal, sino que, coherentemente con el principio de refutación, la construcción de
teorías debe verse más como un proceso que como algo terminado y completo.
En los últimos años, la teoría criminológica ha alcanzado un alto grado de sofisticación. Ello ha sido
producto, en buena medida, de una toma en serio de los requisitos que una buena teoría debería cumplir,
de la satisfacción de la exigencia de que cada teoría sea capaz no sólo de ofrecer explicaciones plausibles
sobre el delito, sino también de aclarar los correlatos y hechos bien conocidos del delito, etc; o sea, que
este avance ha sido debido, sobre todo, a un reconocimiento de la importancia que estos criterios de
evolución de teorías tienen para el desarrollo de esta últimas. Un buen ejemplo de este alto grado de
elaboración es el trabajo de Wisktrön. Este autor mantiene en primer lugar que una teoría criminológica
debería ser capaz de conectar los niveles micro y macro de delito, algo que hasta ahora no se ha logrado
de manera convincente; que una teoría debería estudiar de modo especial los proceso de toma de decisión
de los individuos, y no sólo las variables que influyen en su comportamiento; tomas en cuenta la importancia
de la moral en los individuos; así como que, entre otras consideraciones, y esto es quizá los más decisivo,
que tanto la investigación como la prevención y control del delito estén basados en teorías. Además,
como ha quedado dicho, este autor propone una brillante teoría que trata de responder de manera
satisfactoria a todos estos retos, la teoría de la acción situacional.


TEMA 5 VARIABLES Y ORIENTACIONES BIOLÓGICAS Y ENFOQUES PSICOLÓGICOS ++ (RESERVA)
I VARIABLES Y ORIENTACIONES BIOLOGICAS: EL RENACIMIENTO DE LAS VARIABLES
BIOLÓGICAS EN LA CRIMINOLOGÍA CONTEMPORÁNEA.
Concepto amplio de lo que se entiende por biológico; Vold lo explica algunas de estas características
biológicas son genéricas y heredadas (…) Otras resultan de mutaciones genéticas que tienen lugar en el
momento de la concepción o se desarrollan mientras el feto está en el útero. Estas características
biológicas son genéticas pero no heredadas. Finalmente otras pueden desarrollarse como resultado del
ambiente de las personas, que van desde lesiones a una dieta inadecuada. Estas características biológicas
no son ni genéricas ni heredadas.
Lamentablemente, las variables y explicaciones biológicas así como cierto correlato de la
criminalidadhan topado en Criminología para su aceptación con ciertos reparos de naturaleza
supuestamente éticas
. Los enfoques que otorgaban un papel relevante a elementos de naturaleza
biológica, entraron en crisis.
Desde hace 10 ó 15 años aproximadamente se viene produciendo una vuelta a la toma en serio de
variables de carácter biológico en criminología. Akers, por ejemplo, las explicaciones biológicas del
delito han llegado a ocupar un nuevo lugar de respeto en criminología y que se toman más en serio hoy que
en cualquier otro momento desde la primera parte del siglo veinte. En efecto, se han llevado a cabo en los
últimos años un importante número de investigaciones sobre la presencia de elementos biológicos en la
conducta delictiva; se han desarrollado algunas teorías en las que los elementos de naturaleza biológica
desempeñan un papel importante.
Pueden quizá apuntarse una serie de razones que podrían ayudarnos a entender este fenómeno.
a) Las teorías de orientación sociológicas no han sido capaces de explicar satisfactoriamente
importantes diferencias individuales en el ámbito de la criminalidad. De hecho, las variables quizá más
sólidamente relacionadas con el delito, como son la edad y el género, tienen un carácter al menos en parte
biológico, y a menudo estos correlatos no tienen fácil explicación desde los enfoques sociológicos
tradicionales.
b) El siglo veinte, y especialmente sus últimas décadas han sido testigos de decisivos avances tanto en
el conocimiento biológico de los seres vivos y del ser humano.
c) En ocasiones se recurre al auge de la derecha y de los gobiernos conservadores que en los años
ochenta experimentaron algunos de los países con mayor tradición criminológica, como EEUU o Gran
Bretaña, para explicar al menos en parte, este renacimiento de los enfoques biológicos.
d) En el terreno de la investigación criminológica, algunos decisivos hallazgos y desarrollos puede
apuntar diferencias de carácter biológico en la criminalidad; este es el caso de investigaciones clásicas y
bien conocidas como la de Robins entre otros. El estudio se centró en la llamada personalidad
psicopática
, de la que el comportamiento antisocial forma parte y encontró que quienes habían sufrido
problemas clínicos en su infancia presentaban muchos más problemas de ajuste que los perteneciente al
grupo de control. El hallazgo fundamental de este trabajo, es la existencia de una cierta continuidad en el
comportamiento antisocial desde la infancia hasta la edad adulta
. Es decir, casi todos los que tienen
problemas de comportamiento antisocial de adultos también lo tuvieron en su infancia.
Nuevas investigaciones han venido a replicar y extender este hallazgo y a incorporarlo a modelos
teóricos, como puede ser el caso, bien conocido, de los criminales persistentes de Moffitt. Esta autora
sugiere expresamente que el síndrome del comportamiento antisocial persistente a lo largo de la vida (…)
tiene una base biológica en sutiles disfunciones del sistema nervioso. Esta idea de una continuidad tan
fuerte entre la edad infantil y la adulta sugiere la posibilidad de que factores de naturaleza biológica,
hereditaria desempeñen algún papel en la etiología de la criminalidad, a la vez que siembra ciertas dudas
sobre otros factores y teorías tradicionales del paradigma sociológico. Las explicaciones biológicas de la
criminalidad, pues, son muy prometedoras para dar razón de esta idea de continuidad. Estos hallazgo han
sido replicados en dividas ocasiones.
e) Otro hecho que se ha logrado establecer sobre el delito es que las tendencias delictivas parecen
quedar fijadas muy pronto en la vida de las personas. Tal y como indica la propia idea de continuidad, es
difícil encontrar sujetos que, de repente, comienzan a delinquir a edades elevadas cuando no han mostrado
problemas de este tipo en su infancia. Esto sugiere que las estables diferencias individuales, a
disposiciones heredadas, o a alguna combinación de educación y predisposición.
g) La construcción de teorías integradas que serían capaces de incluir variables de diversas
disciplinas, entre ellas la biología. Otros enfoques, como el de los factores de riesgo o el de los factores
recurrentes suelen reconocer abiertamente elementos biológicos en sus esquemas. Por último, una
corriente muy actual como es la llamada criminología del desarrollo e incluso la criminología del curso de la
vida, también han tenido a reconocer la presencia de variables biológicas.
Actuales tendencias han abierto nuevas posibilidades para las variables biológicas y genéticas en el
terreno de la teoría criminológica. Ellos es especialmente importante debido a que, salvo excepciones, las
investigaciones de la criminología biológica se han centrado mucho más en describir variables relacionadas
con la criminalidad que en construir teorías propiamente dichas.
2. EVIDENCIA EMPÍRICA SOBRE LAS VARIABLES BIOLÓGICAS.
Existe, en efecto, un importante cuerpo de evidencias empíricas que sugiere que factores genéticos y
biológicos intervienen en la criminalidad y el delito; esta evidencia es sólida y consciente, sobre todo
porque proviene de metodologías diversas, que cada una con sus propios puntos fuertes y débiles.
Estudios empíricos rigurosos sobre la igualdad de los gemelos; sobre gemelos separados, sobre niños
adoptados, sobre niveles de serotonina y otros neurotransmisores o bien enzimas que afectan a dichos
niveles; sobre ritmo cardiaco, niveles bajos en la actividad fisiológica del sistema nervioso…, sugieren que
factores biológicos y genéticos correlacionan con una serie de comportamientos agresivos, delictivos y
antisociales y podrían tener una cierta importancia para explicarlos, de modo que merece la pena de
tenerlos en cuenta por parte de las diversas teorías y llevar a cabo investigaciones empíricas en esta línea.
La investigación biológica en el terreno de la criminología ha tenido a su disposición ciertos enfoques
metodológicos
que pueden considerarse relativamente sólidos en cuanto que se aproximan a los
experimentos verdaderos. Nos referimos a los diversos estudios sobre gemelos y sobre adoptados. Como
decimos, la ventaja metodológica es que estos casos se pueden separar hasta cierto punto el efecto de las
variables biológicas y de las ambientales.
Esta investigación debe ser recibida con muchas cautelas, como reconocen los autores mismos. Es
muy importante advertir que estos hallazgos sugieren la presencia de factores biológicos en la conducta
delictiva, pero no pueden interpretarse ni como evidencia de que esta influencia sea directa ni como
evidencia de que las variables biológicas tengan un peso mayor que las ambientales
. Ello es debido a
una sutil cuestión: puesto que las variables ambientales son muy semejantes en todos los adoptados debido
en primer lugar a que los padres adoptivos tienden a parecerse entre ellos más que la medida de la nación
(ejemplo, tenderán a tener un estatus socio-económico más elevado, a tener mayor ilusión por tener hijos,
etc.- y en segundo lugar a que Dinamarca (donde se realizó el estudio) es un país en que las diferencias
sociales entre familia es mucho menor que en casi cualquier parte del mundo; entonces el ambiente a que
han sido expuestos los niños dado en adopción es relativamente parecido mucho más parecido que las
enormes diferencias familiares que se dan de media entre los niños de un país. Al ser las diferencias
ambientales pequeñas entonces las diferencias biológicas tienden a destacarse enormemente. De ahí se
infiere que este estudio es bueno para ver si pueden existir influencias biológicas, pero las exagera desde el
punto de vista cuantitativo. En circunstancias ambientales que son muy diferentes entre sí las variables
biológicas de la población tenderán a influir sólo indirectamente, interaccionando con las primeras de modo
que su efecto se verá muy desdibujado.
Por lo que se refiere a nuestro país, es inevitable que sean muy pocas las investigaciones
criminológicas de este tipo. La inteligencia es una característica de los individuos que tienen un importante
comportamiento biológico. También se discute qué sea la inteligencia, de modo que aquí, la consideremos
como aquello que miden los tests de inteligencia o sea que seguiremos un punto de vista mínimo. Diversas
investigaciones apuntan una diferencia en el nivel de inteligencia de los delincuentes en comparación con
los no delincuentes, lo cual es aceptado por diversos criminólogos españoles. En concreto, lo que se ha
encontrado parece apuntar a un déficit en el nivel de inteligencia verbal de los delincuentes frente a los no
delincuentes y un desequilibrio entre los niveles de inteligencia verbal y práctica.
Bravo y Puron realizaron un riguroso estudio sobre la inteligencia de los delincuentes sobre una
muestra de 350 internos, comparándolos con un grupo de control, y concluyeron de que el estudio encontró
que estas conclusiones son válidas en el caso de los delincuente primarios y multirreincidentes, pero no en
el de los reincidentes, en los cuales en teoría el déficit de inteligencia debería ser mayor que en los
primeros. Los autores sugieren que la razón se encuentra en que los reincidentes han sido escolarizados y
ello impulsa y va poniendo en forma los procesos metales de abstracción y lógicos.
La criminología no sugiere un efecto directo del factor inteligencia en la probabilidad de comportamiento
delictivo, los efectos serán indirectos.
3. CARACTERÍSTICAS DE LOS ENFOQUES BIOLÓGICOS CONTEMPORANEOS.
1. PRINCIPALES CARACTERISTICAS.
Los enfoques contemporáneos que reconocen un peso específico a factores biológicos en su seno
pueden caracterizarse:
a) Las nuevas orientaciones muestran un alto nivel de sofisticación teórica, técnica y metodológica.
Ello es reflejo al menos en parte de la propia evolución de la ciencia, que cada vez tiende a ser más
compleja. Las teorías actuales reflejan perfectamente la profunda complejidad del fenómeno delictivo y
tienen un carácter muy matizado.
b) Reclaman la interdisciplinariedad y la interacción de variables de naturaleza heterogénea. Las
nuevas corrientes biológicas reconocen en general que el comportamiento delictivo o desviado es
consecuencia de la interacción de factores de naturaleza biológica con otros de carácter ambiental. En la
criminalidad intervendrían, entonces, variables biológicas, sociológicas, etc. Los efectos de estas variables
no se manifiestan con una mera suma, sino que existiría una interacción de unas variables con otras. Esto
quiere decir que los efectos de una de ellas pueden depender de otra, o bien que sólo desplegará sus
efectos cuando una tercera esté presente o no.
Las nuevas doctrinas consideran que los efectos de los factores biológicos son más bien indirectos.
Ello es debido no sólo a que dependen en general de la presencia o ausencia de otras variables, sino que
también operan a través de ellas.
También por ello los enfoques biológicos a menudo se centran mucho más en la búsqueda de
factores concurrente de la criminalidad que en la construcción de teorías criminológicas.
c) Por lo que se refiere a la Política criminal. Estas posiciones denuncian constantemente el
malentendido de considerar que si la criminalidad tuviera un origen al menos en parte genético no
podría prevenirse
o tratarse y obligaría a caer en el pesimismo.
Las nuevas posturas sugieren que el delito es producto de la interacción de variables biológicas y
otras ambientales, y que se lleven a cabo programas de Política social para que, mejorando las
condiciones ambientales, se favorezcan interacciones que no desemboquen en actos antijurídicos o
antisociales.
2. LA RELACION ENTRE VARIABLES BIOLÓGICAS Y TEORÍA CRIMINOLOGICA
CONTEMPORANEA.
¿Por qué delinquen? o bien ¿por qué unos delinquen más que otros? Las diversas posturas
contemporáneas sobre la relación entre variables biológicas y teorías criminológicas.
a) Una parte de los estudios biológicos y genéticos sobre el delito prefieren encuadrarse en el
establecimiento de factores de riesgo y concurrentes. De acuerdo con esta postura, no se trata de construir
teorías abstractas y sistemáticas que expliquen la criminalidad, sino de descubrir diversos factores que
se encuentren relacionados con la misma
. Otras posturas prefieren las teorías integradoras de
disciplinas, que reconocen por lo general variables biológicas.
b) Las teorías generales unitarias consideran que factores de naturaleza biológica o genética tienen
una influencia mediada por variables de otra naturaleza sobre todo sociología, o bien que no hay una
aportación decisiva para un adecuado y correcto entendimiento de las causas del delito. Esto es
metodológicamente importante: todas las teorías se ven en la necesidad de seleccionar una serie de
variables que son las que consideran críticas para explicar el fenómeno delictivo. Ello no quiere decir en
absoluto que otras diferentes no desempeñen ningún papel, sino solamente que su toma en consideración
no ayuda a explicar la criminalidad o el delito de manera sensiblemente mejor.
c) También existen en la actualidad una serie de explicaciones que sitúan a las variables de naturaleza
biológica en el centro de sus desarrollos y que, por tanto, puede clasificarse bajo esta denominación.
d) Por último, existe una importante corriente entre las orientaciones biológicas que aspira a explicar el
delito o algunas de sus formas desde el punto de vista de la teoría de la evolución.
4. EVALUACIÓN.
Críticas:
a) A menudo proponen objetos de estudio distintos del delito, como es el caso de la agresión.
b) Algunas propuestas son excesivamente complejas, y a menudo tampoco explican cómo se producen
las interacciones que proponen.
c) En ocasiones son excesivamente ateóricas.
Conclusión: la influencia en el comportamiento delictivo parece ser modesto o mínimo, aunque la
evidencia que destaca una cierta influencia es relativamente sólida.
II ENFOQUES PSICOLÓGICOS EN LA CRIMINOLOGÍA CONTEMPORÁNEA.
Las teorías psicológicas han venido teniendo asimismo una cierta tradición en criminología. De
acuerdo con Freud, la vida psíquica se encuentra compuesta por tres niveles: el ello, el que se encuentra
en lugar de los instintos más primarios, cuya tendencia predominante es la supervivencia; ello representa
la identidad del sujeto en cuanto a tal; y finalmente, el superyo se instaura los controles de naturaleza
cultural y social, así como el desarrollo de la vida psíquica consciente del individuo. Estos tres niveles se
ilustran por parte de esta teoría a través del ejemplo del caballo montado por un jinete que le trata de
controlar por medio de las heridas. De este esquema se han derivado algunas explicaciones etiológica del
delito: el delincuente se aproxima al enfermo, al neurótico; la delincuencia sería resultado de un conjunto de
culpabilidad que conduciría al delito como búsqueda de castigo; de dificultades por falta de fortaleza del
superyo, para evitar que ello sea incapaz de superar las presiones del ello, y, finalmente, por la insaciable
necesidad de satisfacer deseos inmediatos. De acuerdo con la llamada teoría del superyo regresivo
habría, en ciertos criminales, un superyo demasiado severo aunque, paradójicamente, demasiado
complaciente, al menos para dejar que el sujeto cometiese el crimen y anular todo remordimiento. Las
tesis psicoanalíticas también han destacado la importancia del tratamiento. Para bien o para mal enfoques
como éstos han dejado desde hace tiempo de ocupar un lugar central en la criminología y en las ciencias
humanas.
La criminología ha sido tradicionalmente reacia aceptar ideas y planteamientos procedentes de la
psicología. Ello ha sido debido en primer lugar al triunfo del paradigma sociológico en criminología, y
hoy a la lucha por la autonomía e independencia científica de la criminología.
Desde hace unos años, la psicología ha vuelto a tener una cierta influencia en el estudio del delito.
Las principales aportaciones de la psicología a la criminología entre las que merece la pena destacar los
siguientes.
a) Aunque existen importantes psicólogos que no se muestra muy favorables a la integración,
sobre todo, al enfoque de los factores de riesgo. Algunas variables tradicionales de la psicología que
podrían correlacionar con la criminalidad y el delito es inteligencia la que merece haber obtenido un
apoyo empírico robusto respecto a su relevancia criminológica.
b) Un reciente estudio empírico llevado a cabo en Estocolmo encontró que quienes habían
desarrollado un desorden mental serio tendían a delinquir más que la media.
c) La psicología ha otorgado también una gran atención a la prevención y tratamiento de la
delincuencia.
d) La influencia de la psicología se ha visto en muchos otros ámbitos de la criminología y del sistema
de administración de justicia; así cabe destacar el peritaje o la atención a las víctimas.
TEMA 6 CRIMINOLOGÍA NEOCLÁSICA +++++++
1. ¿TIENEN LAS PENAS EFECTOS PREVENTIVOS?: PENAS Y CONTROL SOCIAL INFORMAL
De acuerdo con la concesión de la escuela clásica las leyes penales, sí son racionales, tienen en
general efectos preventivos. Sobre esta idea se construye el derecho penal y la administración de
justicia
occidentales contemporáneos. Desde luego, España y Latinoamérica son claros ejemplos de esta
forma de comprender el delito y de luchar contra el mismo, la propuesta de sanciones penales para
conductas que aún no se encuentran tipificadas o bien de penas más graves para las que ya lo están, suele
ser un argumento y, aunque poco imaginativo, como declara con acierto Kury, aparece a menudo en la
opinión pública, en los medios de comunicación y de los responsables políticos de nuestros países. Así, la
sociedad y también lo profesionales del derecho y la administración de justicia parecen aceptar que las
penas tienen efectos preventivos. La criminología clásica y neoclásica favorece la investigación sobre lo el
efecto preventivo de las penas.
Las teorías clásica, que parten de una concesión racional del delincuente, predicen que las penas
tendrán efectos preventivossobre la delincuencia.
Es menester hacer un par de aclaraciones sobre la eficacia preventiva de las penas. La mayoría de las
personas no delinque por temor a las posibles sanciones penales que recibiría en caso de ser descubierto,
sino porque su sistema de valores les impide hacerlo: se trata, de acuerdo con la clasificación de
Serrano Gómez, de individuos para los que no sería necesario ninguna amenaza, pues su moral choca
con toda posibilidad de poder violar la norma. La mayoría de la persona no delinque tampoco porque, de
ser descubierto, tendría que afrontar la desaprobación de su familia y sus amigos e incluso podría en
peligro su puesto de trabajo y muchas otras cosas, sanciones que supondrían un coste elevadísimo para el
sujeto. Estas sanciones no son formales ya que no encuentran su origen en una disposición legal. Se
habla en estos casos de sanciones informales o bien de control social informal.
El efecto de estos factores morales e informales pueden ser más poderoso que le de las sanciones
jurídico-penales, es decir que previene de delitos más eficazmente que el derecho penal. De aquí se
derivan tres conclusiones.
a) Se asume que el efecto de las sanciones penales tenderá a ser más bien moderado o pequeño. La
sanción informal y los valores pueden tener un efecto preventivo mayor.
b) El efecto preventivo informal de las normas será un argumento a favor del efecto preventivo de las
penas.
c) Es posible que las penas tengan efecto preventivo general y especial por sí mismas, es decir,
independientemente de estos controles informales.
2. INVESTIGACIONES SOBRE LOS EFECTOS PREVENTIVOS DE LA PENA DE MUERTE.
Parte de la discusión se ha centrado, desde hace tiempo, en los eventuales efectos preventivos
generales de la pena
de muerte. La explicación es sencilla: puesto que la pena de muerte priva a un
persona de su bien más preciado, como es la vida, y por eso es una sanción de enorme severidad, debería
ser especialmente apta para prevenir el delito.
En España ha existido la pena de muerte hasta su derogación con la promulgación de la CE. Serrano
Gómez
estudió la evolución de la delincuencia antes y después de esa derogación, encontrando que los
delitos que anteriormente habían estado castigados con la pena capital habían aumentado, pero que este
incremento era relativamente muy pequeño comparado con el enorme aumento de la delincuencia en
España desde la misma fecha. Esta investigación, pues, sugiere que la pena de muerte carece de efectos
preventivos generales
: su abolición no ha provocado un incremento justificable de homicidios o de
homicidios graves; el ligero aumento que se da en algunos casos, y que es muy inferior a lo que debió de
ocurrir, en razón al aumento de la delincuencia contra las personas, obedece a motivos totalmente ajenos a
esta abolición.
Otros autores la pena de muerte no tiene efectos preventivos generales, sino que incluso hace que los
delitos graves, como los asesinatos, aumente (o efecto de brutalización o de agravación). Esto se
explicaría porque las ejecuciones relativizan el valor absoluto que tiene la vida humana y puede
interpretarse por ciertos individuos como que matar a quien nos ha ofendido gravemente es correcto,
que se legitima matar por venganza.
En la investigación llevada a cabo por Serrano Gómez, sin embargo no se encontró que la pena de
muerte tuviera efectos criminógenos, no este efecto de brutalización. Chamlin estudió que efectos había
tenido una ejecución realizada en California en 1992, y encontraron que esta ejecución había tenido
efectos criminógenos
, pero sólo en ciertos tipos de asesinatos (los cometidos contra desconocidos a raíz
de una discusión); en otros tipos sí que parecía haber un efecto preventivo general (en los asesinatos de
personas conocidas). Uno y otro efecto, preventivo y criminógeno, dependían de la relación entre autor y
víctima; y parecían contrarrestarse, de modo que es normal que las investigaciones tendieran a no
encontrar efectos en ningún tipo.
Quizá la conclusión más prudente de los estudios los efectos preventivos sea que no parecen existir
evidencias de que la pena de muerte tenga efectos preventivos generales sobre el delito. No importa insistir
en que éste no es ni el único ni el más importante argumento en su contra. Aunque algunas investigaciones
apuntan a un efecto de brutalización de la pena de muerte, las pruebas no parecen claras; aún en el
supuesto probable de que sí se produjese en algunos subtipos delictivos, el balance global no parece
apoyar tampoco este efecto.
3. INVESTIGACIONES SOBRE LA PREVENCION GENERALDE LAS PENAS.
Naturalmente, sin embargo, el grueso de la investigación, y también la más relevante es la que se ha
centrado en los potenciales efectos preventivos de las penas en general.
Que la pena de muerte carezca de efectos preventivos, como parece ser el caso, no nos dice nada
sobre la posible eficacia de otras sanciones, sobre todo las privativas de libertad.
Paternóster coincidía en que la metodología correcta para medir el efecto preventivo general de las
penas debe basarse en la percepción personal del riesgo de sufrir una sanción medida con datos
individuales. Si embargo, advirtieron sobre la existencia de lo que dieron en llamar el efecto de la
experiencia
, que ponía en duda los hallazgos de los estudios previos sobre percepciones personales. La
crítica es que estos estudios previos son transversales (se basan en una sola medición por persona), de
modo que miden a la vez la percepción del temor a la pena de un individuo y los delitos que ha cometido el
mismo. Pero los sujetos que han realizado delitos y no han sido detectados ni detenidos es lógico que
ahora, como consecuencia de dicha experiencia, tengan menos miedo a sufrir una pena. En efecto, si
alguien comete un delito o varios- y no es detenido, es lógico que su percepción de las probabilidades de
ellos o alguien delinca y sea detectado descienda.
Por este motivo Paternóster y otros autores propusieron el recurso a diseños longitudinales que
realizan más de una medición a lo largo del tiempo en los sujetos. Los autores fueron capaces de establecer
que, en efecto, existe un fuerte efecto de la experiencia, tal y como ellos mismos habían pronosticado y
que este efecto tendía a exagerar los hallazgos de los estudios previos, que eran favorables a la teoría de
la disuasión
(general). Ahora bien, también encontraron que las penas, sí tenían un cierto efecto
preventivo general sobre la delincuencia, si bien modesto
y, en cualquier caso, mucho menor de lo que
se había creído hasta entonces.
Otros estudios longitudinales hallaron asimismo que los efectos preventivos generales de las penas
eran más bien modestos o incluso nulos.
Diversos autores recurrieron a continuación a una nueva metodología: la descripción de escenarios.
Nagin, por ejemplo, propuso a una muestra de sujetos situaciones en las que un fontanero hacía ciertos
trabajos extra con los cuales defraudaba a Hacienda; cada una de estas situaciones es un escenario y
habían sido expuestas por escrito. Había en realidad varios modelos de esta situación básica según se
variaban ciertos detalles como la cantidad de los ingresos extra y lo que defraudaba. A continuación, los
encuestados trataban de estimar ciertas cuestiones, entre ellas las posibilidades de que el fontanero fuera
perseguido penalmente según los escenarios que les hubiera correspondido. La ventaja de estudios de este
tipo es que ponen al encuestado en situación, y por eso puede imaginarse con mucha precisión los hechos
y hacer estimaciones que pueden aproximarse algo más a la realidad. Los hallazgos de este estudio fueron
favorables a la teoría de la disuasión: el miedo a la detención y al procesamiento criminal tenían, ambos,
un fuerte efecto preventivo en los sujetos; y tanto la certeza como la severidad eran importantes al respecto.
Como conclusión, pues, parece que estudios llevados a cabo por autores muy diferentes e
independientes entre sí, autores que han recurrido a un amplio abanico de metodología y fuentes de
información empírica distintas sugieren que las penas son efectivas en la prevención general del delito.
El efecto parece sin embargo ser moderado y, sobre todo, difícil de deslindar con nitidez de otras funciones
preventivas (como prevención que ejerce la policía, el riesgo de detención, el riesgo de condena…) De este
modo es más prudente afirmar que la labor preventiva conjunta de las penas y la Administración de
Justicia parecen ser efectivas en la prevención del delito
.
4. INVESTIGACIONES SOBRE LA PREVENCION ESPECIALDE LAS PENAS.
1. LA INVESTIGACION DE REDONDO, FUNES Y LUQUE.
Tres criminólogos españoles, Redondo, Funes y Luque utilizaron una muestra de 485 sujetos que
habían cumplido penas privativas de libertad y estudiaron si existía relación entre el tiempo y condiciones de
cumplimiento de las mismas por un lado y reincidencia por otro.
a) Cuantos más jóvenes entraban en prisión, más se alargaba su carrera delictiva.
b) Los sujetos que habían ingresado previamente más veces en prisión reincidían más y antes que
quienes habían ingresado en menos ocasiones.
c) Quienes habían pasado más tiempo efectivo privado de libertad reincidían más.
d) Quienes habían cumplido las penas en condiciones más duras también reincidían más.
e) Quienes salieron gracias a la concesión de la libertad condicional reincidían menos que quienes
tuvieron que cumplir la pena.
Los investigadores interpretan que la pena privativa de libertad tiene efectos criminógenos
(favorece la reincidencia más que la rehabilitación) y que debe abrirse la puerta a formas de cumplimiento
más suaves como una ampliación de los permisos de salida, del régimen abierto y de la libertad condicional.
Por lo que a nosotros respecta, el trabajo sugiere, según sus autores, que la pena privativa de libertad no
tiene efectos preventivos especiales, sino que resulta contraproducente. En este sentido, Redondo y sus
colegas concluyen que uno de nuestros hallazgos más claros es que el suavizamiento de la cárcel se
relaciona con una menor reincidencia futura de los sujetos, y, por el contrario, el endurecimiento de la
misma propiciaría niveles muy elevados de futuros delitos.
Aunque se han hecho algunas consideraciones metodológicas sobre esta importante investigación y sus
conclusiones quizá sea algo exagerada en lo referente a sus efectos criminógenos, el estudio parece poner
en duda de manera convincente que la pena privativa de libertad de cumplimiento estricto tenga efectos
preventivos especiales (positivos). El estudio, eso sí, sugiere también que regímenes penitenciarios más
suaves sí podrían tener efectos de esta naturaleza.
2. EL IMPACTO DE LA SANCIONES SOBRE LAS PERCEPCIONES DE RIESGO.
Bishop y Thomas testaron la hipótesis de que las sanciones que alguien sufre elevan sus percepciones
de riesgo; en otras palabras, aquellos que sufren algún tipo de sanción pasan a considerar que el riesgo de
detección por la comisión de un delito es más alta de lo que crían antes. Para el test recurrieron a un
cuestionario que rellenaron un conjunto de jóvenes en dos momentos temporales distintos; mediante este
cuestionario se intentó estimar, básicamente la percepción del riesgo, la comisión de delitos y las sanciones
formales e informales. Los autores no lograron confirmar la hipótesis principal; aunque sí encontraron que la
percepción de riesgo se rebajaba con la comisión de hechos delictivos: los jóvenes que delinquían tendían a
darse cuenta de que las posibilidades de detección eran muy bajas, desde luego menores que las que
creían antes de delinquir. Los resultados no fueron muy halagüeños para la tesis principal de la prevención:
las sanciones formales no parecían elevar las percepciones de riesgo. Más curioso incluso fue el
hallazgo de que tampoco las sanciones informales lograban hacerlo. Eso sí, el efecto de las sanciones
parecía ser más bien nulo
, de modo que tampoco tenían efectos criminógenos.
3. EL ARRESTO EN LOS DELITOS DE VIOLENCIA DOMÉSTICA.
Especialmente influyentes han sido los estudios sobre la eficacia del arresto en la prevención de un
delito que tanto preocupa en España como la violencia doméstica. Sherman y otros investigadores
diseñaron un experimento que se llevó a cabo en una ciudad de EEUU, durante 18 meses en 1981, un
experimento que fuera capaz de establecer si el recurso al arresto era efectivo para reducir futuros actos de
violencia doméstica. Los estudios sobre factores que influyen en el arresto habían venido destacando que,
la policía tiende a llevar a cabo un arresto sólo cuando la víctima así lo demanda o cuando existe un
comportamiento irrespetuoso o violento del agresor; pero en otro caso no. El experimento intentó que la
policía llevara a cabo arrestos de manera aleatoria cuando se enfrentaba a un caso de violencia doméstica.
Los resultados del experimento fueron muy claros: el arresto reducía los delitos futuros de violencia
doméstica. Y apoyaban a las clara la teoría de la disuasión y favorecían el recurso al arresto en los casos
de violencia doméstica frente a actuaciones policiales más suaves que parecían insuficientes.
4. LA JUSTICIA PROCEDIMENTAL.
Algunos autores han analizado si el trato que recibe un delincuente por el sistema de Administración de
Justicia puede influir en su comportamiento delictivo futuro. De acuerdo con algunos teóricos, que alguien
sea tratado correctamente al ser arrestado y durante el proceso y se le imponga una sanción que considere
justa puede tener unos efectos determinantes para que su delincuencia futura se vea reducida; este efecto
puede incluso ser más importante que el de las penas mismas.
Esto sugiere que una aplicación incorrecta, injusta o desproporcionada de las sanciones puede tener
efectos criminógenos, incluso aunque el sujeto sea culpable. Esto es coherente con la tradición clásica y
neoclásica.
En conclusión, pues, los eventuales efectos preventivos especiales de las sanciones no están muy
claros. En el caso de las penas privativas de libertad, la evidencia sugiere que éstas carecen de efectos
preventivos especiales significativos, aunque tampoco parece que tengan efectos criminógenos directos.
TEMA 7 CRIMINOLOGÍA NEOCLÁSICA (CONT.) +++++
1. EL DELINCUENTE RACIONAL: EL DELINCUENTE COMO SUJETO RACIONAL.
Tanto la criminología clásica como la neoclásica ven en el delincuente a un ser racional, un ser
libre para tomar decisiones sobre la base de los coste y beneficios que una conducta va
presumiblemente a proporcionarle. Un individuo tenderá a tomar la decisión de infringir la ley cuando el
balance decida lo beneficio que espera recibir de su acción frente a los costes, todo ello según el perciba
subjetivamente dicho beneficios y costes. Entre los costes se incluyen, por supuesto, las posibles sanciones
formales, pero no sólo; por este motivo y como señala Akers, las teorías de la elección racional
representa una ampliación del enfoque de la prevención de las penas. De este modo, también se incluyen
otros potenciales costes, así como la utilidad que podría extraer dedicando su esfuerzo a actividades ilícitas.
A menudo, la idea de delincuente racional no ha sido bien entendida y se ha exagerado su alcance. Los
delincuentes toman decisiones que son racionales pero lo hacen en un marco ideal, sino dentro de
numerosas limitaciones: tienen que decidir en un espacio de tiempo generalmente corto, como una
información relevante estrecha, con sus propias habilidades cognitivas que pueden ser limitadas … Por este
motivo se propone una racionalidad limitada y no perfecta. Las decisiones no se toman de una vez por
todas que instantáneamente, sino en un proceso de decisión que comprende distinto paso o estadios. El
concepto de racionalidad que se maneja es limitado. Para esta doctrina, las teorías criminológicas
tradicionales no han sabido trata a los delincuentes como individuos normales irracionales.
La idea de la elección racional del delincuente no constituye tanto una teoría homogénea como una
perspectiva o punto de vista en el que caben diversas orientaciones.
2. EL ENFOQUE ECONÓMICO.
La concesión de que el delincuente es un sujeto racional, y como ya sabemos es bien familiar para la
ciencia sociales y humanas, es especialmente predominante en las ciencias económicas. En nuestro
terreno, en efecto, esta influencia se ha plasmado en tanto en la metodología con la adopción sofisticados
diseños procedentes sobre todo de la econometría; como en la teoría, con este renacimiento del modelo
racional.
Para esta corriente, en sus versiones más ortodoxas, la decisión de cometer un hecho delictivo depende
de que los beneficios que se esperan obtener superen a los potenciales costes; o al menos considera
que la decisión se encuentra afectada por incentivos. Es decir, que la comisión de un delito es una
función de la utilidad que se espera sacar del mismo por un lado; y aspectos tales como la probabilidad de
ser condenado, el castigo que posiblemente se sufriría y los beneficios que se obtendrían si se utiliza se ese
tiempo para otras actividades lícitas o ilícitas por otro. Este esquema es en realidad aplicable a cualquier
decisión humana, como elegir un puesto de trabajo, realizar un negocio o invertir dinero. Naturalmente, las
oportunidades que se presentan para cometer un hecho delictivo desempeñan también aquí un papel
importante en la producción del delito.
De acuerdo con Becker, la criminología no necesita entonces de las teorías tradicionales del delito tales
como la de la anomia, las deficiencias psicológicas o la herencia de especiales rasgos, sino que basta con
simplemente extender el análisis habitual de la elección propio de los economistas. Bastaría con este
esquema basado en la elección racional.
El proceso de análisis de los costes y beneficios que hacen los individuos y los delincuentes en
concreto en es muy semejantes para todas las personas, pero no igual. Así, por ejemplo, los delincuentes
han sido calificados como personas a las que les gusta asumir riesgos, o sea que son algo menos
conservadores a la hora de tomar decisiones que la media de los individuos. En todo caso, lo importante es
que la diferencia fundamental entre quien comete un delito y quien no lo hace no se encuentra en que su
motivación sea distinta, sino en que los costes y beneficios sí son distintos para él.
3. OPORTUNIDAD Y DELITO: EL ENFOQUE DE LAS ACTIVIDADES RUTINARIAS.
Las tasas de delincuencia han venido experimentando un aumento desde la segunda guerra mundial en
la mayoría de los países de nuestro entorno socio-cultural. Para que pueda cometerse un delito es
imprescindible que concurran a la vez tres circunstancias:
a) la presencia de un ofensor tanto con inclinaciones criminales como con la habilidad para poner en
práctica tales inclinaciones.
b) la de una persona u objeto que represente un objetivo apropiado, o sea una posible víctima o una
cosa o bien propicio; por ejemplo; y, por último.
c) la ausencia de guardianes capaces de prevenir las infracciones, como es el caso de la policía,
ciudadanos e incluso otros medios.
Los tres elementos son necesarios, pues, para que un delito pueda producirse; con que falte uno
cualquiera de ellos, el delito ya no tendrá lugar. El desarrollo de la vida moderna afectado a lo que las
personas hacen en su vida cotidiana, a sus actividades rutinarias; lo cual, al encontrarse íntimamente
relacionado con la presencia de elementos que acabamos de señalar, ha determinado el aumento de la
delincuencia. La vida moderna ha provocado que ahora estos tres elementos tienden a coincidir con
más frecuencia
.
Los cambios en las actividades rutinarias de las personas han repercutido asimismo en una reducción
de los controles informales
de una comunidad. Debido a las actividades recién descritas, los sujetos
pasan menos tiempo en su comunidad, se conoce menos entre ellos, etc. De manera que el control social
informal, que desempeña un papel decisivo en la prevención del delito se reduce y, consiguientemente, se
favorece el aumento de la delincuencia.
Este enfoque ofrece, en primer lugar, una explicación plausible del aumento de los índices de
criminalidad en todo el mundo desde hace décadas. En efecto, estos investigadores subrayan la paradoja
que supone que los mismos factores que contribuyen a que se puede disfrutar de ventajas que ofrece la
vida moderna también favorecen la comisión de delitos. El automóvil, por ejemplo, proporciona libertad de
movimientos; pero también los delincuente pueden favorecerse de esta libertad de movimientos.
A la vez, la importancia que el factor oportunidad tiene para el delito. La criminología tradicional ha
obviado este importante componente del delito, como si las oportunidades para delinquir fuesen ilimitadas y
distribuidas por doquier; a la vez que se olvida que todo el mundo puede delinquir. En efecto, el delincuente
es un ser racional que decide racionalmente si y cómo cometer el delito, pero esta decisión es concreta y
depende de escenarios, delitos e incluso tipo de delincuente específicos, así que los delincuentes son
tentados y controlados por factores tangibles en marcos inmediatos
.
Paralelamente, factores de oportunidad pueden contribuir a explicar no sólo por qué se cometen delitos,
sino también por qué se es víctima de un delito. La Victimología ha encontrado que las posibilidades de
ser víctima de un delito no se distribuyen aleatóriamente en una población, sino que se encuentran en
determinados grupos, sobre todo varones jóvenes solteros. Las razones parecen ser, simplemente, que
ofrecen mayores oportunidades para ser objetivo de un delito. Más concretamente, se trata de personas
cuyas actividades rutinarias, su trabajo, su ocio … Les alejan de sus viviendas y les obligan a pasar mucho
tiempo fuera de las mismas; y por eso pueden más fácilmente sufren delitos contra ellos mismos o bien
robos en sus viviendas o de sus vehículos.
Por último, las teorías de la oportunidad y la de las actividades rutinarias en concreto se
caracterizan por su fuerte vocación pragmática: cómo prevenir el delito reduciéndolas las
oportunidades
. De estas teorías se derivan importantes modelos de prevención situacional que van
precisamente en esta línea.
4. MEDIO Y DELITO. LA CRIMINOLOGÍA DELENTORNO FÍSICO.
Algunos criminólogos han destacado que el delito es un fenómeno muy complejo en cuya explicación no
sólo hay que tener en cuenta aspectos relativos al autor; al objetivo, etcétera, sino también el lugar físico
en que ocurre el delitos puede ser importante
.
La tradición de la Criminología ecológica y la Escuela de Chicago son consistentes con esta
idea, ahora interesan lugares mucho más concretos. Características del entorno físico pueden
asociarse con buenos lugares para cometer un delito, con objetivos o víctimas apropiadas; esto es

que se da una interacción entre oportunidad y motivación. La criminología del entorno físico,
entonces, se encuentra preocupada con el estudio de los lugares en que tienen lugar los delitos, las
características de estos lugares, los movimientos de personas que hacen coincidir en los mismos a
ofensores y víctimas y las percepciones que las personas tienen de estos sitios.
Como los teóricos de la oportunidad, esta tesis para la exigencia de individuos motivados para cometer
hechos delictivos. El entorno físico emite una serie de signos o pistas que el individuo puede asociar con
buenos lugares para cometer un delito, o también con objetivos o víctimas apropiadas. Los delincuentes
experimentados van desarrollando este sentido sobre qué lugares y víctimas son buenas, dependiendo de
las señales que le transmitan. Este desempeña un papel importante en el proceso de ficción que es racional
pero también muy complejo e incluye varios pasos, es decir que no se toman de una vez. Se produce pues
una interacción entre la oportunidad y la motivación; y, de este modo, que el delito ocurra no es el
resultado directo, inmediato de la motivación.
Muy relacionadas con lo anterior, también resaltan el factor oportunidad ciertas investigaciones que
han encontrado una conexión entre diseño del medio y delito. De acuerdo con estas teorías, ciertas
características sobre todo urbanísticas o arquitectónicas del medio en que se produce el delito son decisivas
en su etiología. Por ejemplo, lugares de paso solitarios, con escasa visibilidad o con esquinas, pueden
favorecer delitos de robo contra personas.
5. EL ENFOQUE SITUACIONAL.
Como hemos dicho, las teorías de la elección racional consideran que el delito tenderá a producirse
cuando los costes sean inferiores a los beneficios y las de oportunidad toman como aproblemática la
presencia de un delincuente motivado. Ello se puede interpretar como que no se requieren fuerzas
especiales que empujen al delincuente al acto criminal. Sin embargo, la situación concreta en la que
alguien se encuentra le motiva a delinquir: por ejemplo, ciertos beneficios, particularidades del lugar, el
momento o la víctima, etc. Con ello, pues, se reconocen elementos de motivación de las situaciones; y,
más allá, se afirman que una oportunidad por sí misma, sin relación con las perfecciones y motivaciones del
potencial ofensor, es poco relevante.
El campo preceptivo del individuo en un momento temporal dado, no determina el delito, sino que se
produce una interacción entre situación y sujeto, si bien la posibilidad de elección se mantiene. La
oportunidad, pues, no sólo interacciona con el sujeto, sino que deja de tener un papel pasivo para tomar un
activo, a modo de fuerza que puede convertir al potencial ofensor en un ofensor real y desata la comisión de
un delito.
El trabajo de Cerezo Domínguez sobre homicidios refuerza este conjunto de ideas.
a) Los delitos coercitivos que buscaban un beneficio material se agrupaban más que cuando se
buscaba un reconocimiento social. El agresor busca respectivamente anonimato y reconocimiento, y según
las situaciones percibe que puede lograr su objetivo o no.
Un elemento fundamental para que un suceso desemboque en un homicidio es que el hecho se
desarrolle en una determinada situación o escenario; de modo que la eventual predicción de los casos de
homicidio dependerá de ciertos factores situacionales impredecibles.
b) En otro caso, se encontró que muchos homicidios suelen ser respuesta a una situación de gran
tensión: una provocación inmediatamente previa, incluyendo insultos, éstos, etc., En la que se crea tal clima
de tensión entre las partes, que se enzarzan en una contienda en la que una de estas atentan contra la vida
del otro, y con su actitud, la víctima puede provocar o acelerado su propia muerte; o episodios concretos de
celos más o menos influenciados.
6. LA PREVENCIÓN SITUACIONAL DEL DELITO.
Algunas teorías neoclásicas han centrado sus esfuerzos teóricos e investigadores en la prevención del
delito precisamente reduciendo las oportunidades para la comisión de delitos. Se trata de medidas en
general sencilla, muchas de las cuales suelen encuadrarse en la llamada prevención situacional. Las
mismas se centran el delito y no en el delincuente añadiendo que, naturalmente, no se pueden esperar
milagros de la policía y demás instituciones con los escasos medios a su disposición. Las medidas se fijan
igualmente en las potenciales víctimas. También suelen destacar la importancia de la comunidad, y de los
ciudadanos en concreto mediante el control social informal para la prevención del delito.
También son destacables las medidas de prevención a través del diseño del medio. Esta propuesta de
prevención del delito se refiere a la introducción de mejoras en el diseño del medio, como puede ser por
ejemplo el diseño arquitectónico de ciudades o edificios. Jeffery fue de los primeros en defender este punto
de vista, aduciendo que la lucha contra el delito, tal y como se había enfocado tradicionalmente, había
resultado un fracaso: ni la prisión, ni la prevención mediante sanciones, ni la rehabilitación de delincuentes
habían logrado sus objetivos. Así, el control no se lograría con medidas centradas en el delincuente
individual, sino mediante la manipulación del medio en el que el delito tiene lugar, o sea actuando
antes de que acontezca.
Estas medidas, sin embargo, pueden en algunos casos ser limitadas. El diseño poder ser insuficiente en
el caso de ciertos delitos graves como la violencia doméstica. La estrategia difícilmente puede aplicarse a
los pocos lugares concretos en que se encuentra el delito desproporcionadamente como son los puntos
calientes
: simplemente no se pueden evitar las interacciones de las calles en las ciudades, etc. Aquí lo que
se ha propuesto, aunque a veces con son ciertos matices, el recurso a las patrullas de policía. Aunque ésta
y otras medidas pueden ser eficaces, la solución no es sencilla ya que hay demasiados puntos calientes
como para prevenir el delito en todos ellos.
Uno de los potenciales problemas que ha de afrontar la resolución de la sus oportunidades es un
eventual desplazamiento del delito. En efecto, los propios teóricos de este enfoque preventivo han
advertido que puede darse el caso de que, cuando se reducen las oportunidades en una zona o en un tipo
de delitos, también se desvíe la atención de los delincuentes hacia otros lugares o tipos de delitos. Lo
defensores de esta estrategia de prevención afirman por su parte que no es cierto que el desplazamiento se
dé siempre necesariamente y que tenga que ser completo, sino que se ha podido exageran este problema.
Finalmente, estos teóricos han respondido que en algunas situaciones, no sólo se produce el mencionado
efecto desplazamiento, sino uno de difusión de los beneficios. Así, Clarke y otros señalan que cuando se
implanta un programa de prevención situacionales que funciona, puede ser que lo efectos positivos se
mantenga incluso después de que el programa de que de aplicarse porque los potenciales delincuentes
creían que sigue en uso; o también que programas que se implantan en una zona concreta tengan efectos
positivos en otras adyacente.
7. EVALUACIÓN.
a) El modelo de la prevención no explica el delito; mientras otros niegan que se trate de una teoría; o
que no puede refutarse.
b) Se ha sugerido que se incluyan los controles informales.
Así podrían rebasarse los estrictos límites de la teoría clásica.
c) A veces se llevan a cabo actos delictivos abiertamente irracionales. A veces merece la pena delinquir
y no se hace.
Existen casos de comportamiento acrático.
Ej. Tomarse una copa pese a que se juzga que sería preferible no hacerlo.
d) La decisión no se toma en condiciones tales como para estimar costes y beneficios de modo no
arbitrario.
e) Es difícil descartar las diferencias individuales.
f) La gran mayoría de las teorías criminológicas tradicionales son coherentes con la idea de racionalidad
limitada.
g) No está claro que el delito merezca la pena.
h) Los gastos no son racionales.
Los delincuentes a menudo siguen una especie de vida como fiesta.
i) Pueden ser irrefutables.
j) Podrían tener un ámbito limitado, aplicables a delitos leves.
Como contribución muy importante, los enfoques racionales han contribuido a presentar al delincuente
como un individuo normal.
TEMA 8 LAS TEORÍAS DEL APRENDIZAJE SOCIAL +++
1. LAS TEORÍAS DEL APRENDIZAJE SOCIAL: ORIGEN DE LAS TEORÍAS CONTEMPORÁNEAS DEL
APRENDIZAJE SOCIAL.
Sutherland
propuso una de las teorías criminológicas más conocidas, la teoría de la asociación
diferencial
la cual, en el fondo, desarrolla una idea muy popular, la el efecto criminógeno de las malas
compañía-. Esta explicación del delito ha mantenido una gran influencia en Criminología y de hecho ha sido
objeto de innumerables análisis empíricos, muchos de los cuales han encontrado apoyo para la misma;
extensiones; y varias propuestas de teorías integradas han recurrido a la misma.
La teoría de la asociación diferencial, en su formulación originaria, tenía dos dificultades básicas:
a) Era demasiado imprecisa y no era fácil detestar empíricamente: así, ¿qué son y cómo él se pueden
medir las definiciones favorables a la infracción de la ley?
b) Para Sutherland el delito es un tipo de conducta que, como cualquier otra, se aprenden. Sin
embargo, el autor no explicaba cómo operaba el aprendizaje, cómo se aprendía la conducta.
La moderna teoría del aprendizaje social propuesta por Akers parte de la Sutherland y trata de
complementarla y mejorarla
en estos dos y otros aspectos. Para ello, ha recurrido a los más recientes
avances en la materia de aprendizaje.
La fuente principal a que recurre la renovación de la teoría del aprendizaje es el conductismo, o la
versión que Akers prefiere denominar conductismo débil. El conductismo es una corriente de gran
influencia en psicología y otras ciencias humanas y sociales a partir de Watson. El conductismo pone un
especial énfasis en que el comportamiento es una respuesta de estímulos, estímulos que pueden proceder
del propio individuo o de su entorno. A la vez, se mantiene que en el aprendizaje desempeñan un papel
decisivo el sistema de ensayo-error y la imitación. Por ejemplo, los sujetos tenderán a repetir las conductas
que han producido resultados beneficiosos para ellos - el niño que estudia y recibe un premio tenderá a
seguir estudiando si nada cambia y omitir las que han resultado contraproducente el niño se porta mal y
es castigado tenderá en general a portarse mejor-. Igual de importante es la insistencia del conductismo
desde sus primeras formulaciones a principios del s. XX, en que la psicología y las ciencias humanas en
general deber recurrir decididamente al método científico propio de las ciencias sociales, y alejarse de
metodologías subjetivas, etc.
2. LA ASOCIACIÓN CONPARES DELINCUENTES.
Uno de los correlatos más importantes del delito es la asociación con iguales delincuentes. La
investigación criminológica ha detectado que los jóvenes delincuentes suelen tener amigos o iguales que
son ellos mismos delincuentes y pasar mucho tiempo con ellos y que suelen delinquir en su compañía. Esta
tendencia se encuentra mucho más acusada que los adultos, lo cual es también lógico sí consideramos que
los jóvenes suelen pasar más tiempo en compañía de sus iguales y también hacer casi todas las cosas
juntos. Aunque no exclusivamente, las llamadas bandas suelen estar formadas principalmente por jóvenes.
Con el paso del tiempo se iban dando cuenta de que compartir el hecho criminal como otros conlleva
desventajas por ejemplo que el compañero se ha detenido y le delate. Este último razonamiento es
especialmente coherente con la teoría del aprendizaje social.
La coparticipación delictiva se refiere precisamente al hecho de delinquir y en compañía de otros
individuos.
Algunas de las teorías que más relevancia han otorgado a la influencia causa de los pares han sido la
de la asociación diferencial y las de aprendizaje social. Estas teorías hace hincapié, entonces, en el
papel que los grupos de iguales desempeñan en la infracción de las normas. Sin embargo, el hecho de que
jóvenes delincuentes tiendan a relacionarse como otros jóvenes que también son delincuentes, puede
recibir diversas explicaciones, no todas ellas consistentes con la hipótesis de esta teoría. Como acontece a
menudo en criminología, la disputa no se centra tanto en los hechos, que son aceptados mayoritariamente,
sino en su interpretación. Así existen distintas formas en que esta correlación puede explicarse:
a) Que responda a una misma causa tanto para la asociación con delincuentes como para la comisión
de hechos delictivos.
b) Que la asociación con iguales delincuentes influya en que uno tienda a delinquir.
c) Que quienes delinquen tiendan a relacionarse entre ellos.
d) Podría haber una interacción recíproca: tener amigos delincuentes empujar delito y delinquir acerca a
otros sujetos que también lo hacen.
e) Podría haber tipos distintos de delincuentes, siendo para cada uno de ellos válida una de las
hipótesis anteriores.
3. LA TEORÍA DELAPRENDIZAJE SOCIAL.
1. LA PROPUESTA DE AKERS A NIVEL MICRO O INDIVIDUAL.
La de Akers es la teoría de aprendizaje más conocida en criminología. A su tenor, en la delincuencia
intervienen variables que motivan (que incitan al delito) y variables que controlan (que previenen el
mismo): la probabilidad de que el comportamiento sea criminal o respetuoso de las normas es una función
del equilibrio de estas influencia sobre el comportamiento. Este planteamiento explica que esta teoría
aspire a incluir variables procedentes de otras orientaciones teóricas y sean más bien amplias. Así, aunque
la teoría recurrir a procesos y variables sociales, como es el caso sobresaliente de la familia y los grupos de
iguales, también reconoce que es posible que existan diferencias individuales que influyan en el
comportamiento: puede existir una fase fisiológica para la tendencia de algunos individuos (tales como los
que son proclives a la búsqueda de sensaciones), más que otros, a considerar que ciertas formas de
El propio Akers afirma que su teoría descansa básicamente sobre cuatro conceptos fundamentales: la
asociación diferencial, las definiciones, el refuerzo diferencial y la imitación (conceptos en los que ya
se deja sentir la influencia del conductismo.
a) la asociación diferencial influye en la criminalidad de los sujetos; por ejemplo, si un joven se ve
principalmente expuesto a definiciones favorables a la infracción de la ley, entonces habrá una cierta
tendencia hacia el delito. La exposición a estas definiciones tiene lugar principalmente, un en los grupos
más próximos al sujeto (los grupos primarios), como es el caso de la familia o los amigos o pares. Akers
hace hincapié en estos grupos no sólo porque que ponen al individuo a las definiciones de referencia, sino
porque también le proponen modelos que imitar y le someten a un proceso de reforzamiento diferencial.
Las asociaciones tenderán hacer más influyentes en los siguientes casos:
1. Cuanto más temprano aparezcan en la vida de las personas (prioridad).
2. Cuanto más dure en el tiempo (duración).
3. Cuanto más a menudo tenga lugar (frecuencia).
4. Cuanto más próximas o importantes sean para el individuo las personas envueltas en la
comunicación de las definiciones (intensidad).
b) Las definicionesson las actitudes o significados propios que uno asocia a un comportamiento
determinado. Esto hace referencia a cómo uno define un determinado comportamiento (por ejemplo, un
joven que se encuentra con su grupo de amigos y se plantea apedrear una casa en obras puede
considerarlo como un delito o simplemente como una travesura), cómo lo justifica (por ejemplo, pensando
en el fondo que no se hace daño a nadie porque la casa todavía no está terminada) o cómo evalúe
moralmente el hecho. Cuanto más desapruebe las definiciones de un determinado acto, más difícil será que
incurra en él; y, al revés, cuanto más lo aprueben más probable será que lo comenta.
c) Pero las tendencias no quedan fijadas mediante la asociación diferencial con grupos primarios y otros
más lejanos. En el comportamiento también influyen las ventajas e inconvenientes que se piensa tendrá
como consecuencia el hecho y los que de hecho tiene una vez que se ha cometido. Akers denomina a este
proceso reforzamiento diferencial. Su influencia se refleja en la probabilidad de que alguien quiera cabo
un determinado hecho por primera vez, pero sobre todo es decisivo en la probabilidad de que alguien lo
repita
según el resultado de la primera experiencia: un comportamiento que haya sido exitoso tenderá a
repetirse; otro que no lo sea, por ejemplo porque ha sido castigado, no. En dicho éxito desempeña un papel
importante en la respuesta que se obtenga del grupo de iguales. El autor se refiere ahora a cuatro casos
distintos: 1. Reforzamiento positivo. 2. Reforzamiento negativo. 3. Castigo directo. 4. Castigo indirecto.
Por supuesto, cuanto mayor sea el esfuerzo de un comportamiento y cuanto más frecuentemente se
refuerce, más probable será que se cometa y sobre todo que se repita.
d) También es posible, por último, la imitación de comportamientos semejantes o iguales a los que se
han observado en otras personas o a través de los medios de comunicación o el cine.
Akers elabora su teoría a partir de estos elementos. Para la teoría, el comportamiento delictivo se
aprende
, igual que cualesquiera otros comportamientos. La concesión del aprendizaje que se sigue es que
este es un proceso, y un proceso complejo. El primer hecho delictivo, como hemos visto tenderá a llevarse
a cabo cuando prevalezcan las definiciones favorables a la infracción de la ley, se quieren imitar
comportamientos delictivos y los beneficios reales o esperados superen a las desventajas. Después de este
inicio, las consecuencias del comportamiento en forma de beneficios o de castigos y perjuicios
determinarán que el comportamiento en cuestión se repita o no y con qué frecuencia.
2. EL MODELO DE LA ESTRUCTURA SOCIAL Y EL APRENDIZAJE SOCIAL.
Como fácilmente puede comprobarse, la teoría que hemos descrito hasta ahora está construida a nivel
micro o individual: utiliza variables referidas a sujetos y explican el comportamiento individual de personas
concretas. Pero Akers también ha tratado de incorpora a su teoría variables de nivel macro. Esta extensión
se refiere a variables estructurales que tienen un efecto indirecto en el comportamiento de los individuos
concretos, es decir, que afectan a las variables de la asociación diferencial, a las definiciones, al
reforzamiento diferencial y a la imitación. Akes habla del modelo de la estructura social y el aprendizaje
social
.
Akers ha incorporado a su teoría variables de nivel macro en el modelo de la estructura social y el
aprendizaje social.
4. EVALUACIÓN.
a) Gran apoyo empírico.
Ej. Se ha encontrado que tener amigos delincuentes favorece el delito.
Ej. Un estudio sobre autoinformes que comparó varias teorías arrojó apoyo para la del aprendizaje
social.
Esta evidencia se basa en delitos leves.
b) Programas exitosos de rehabilitación de delincuentes exitosos se basan en esta teoría.
c) La transmisión intergeneracional de la violencia puede favorecer esta teoría.
d) Los críticos mantiene que los comportamientos antisociales comienzan a edades muy tempranas,
antes de que al niño le dé tiempo a aprender.
TEMA 9 LAS TEORÍAS DE LA ANOMIA Y DE LA FRUSTRACIÓN. ++++
1. LA TEORIA DE LA ANOMIA: LA ANOMINA DE DURKHEIM.
La primera formulación de la teoría de la anomia aparece en El suicidio de Durkeheim, una obra
publicada finales del siglo XIX. Esta es una de las obras fundamentales de las ciencias humanas y sociales
tanto teórica como metodológicamente, y de hecho se la considera uno de los pilares sobre los que se
erigieron nuestras disciplinas. En especial, Durkeheim, deseaba explicar que el comportamiento humano
no sólo depende del libre albedrío, sino que se encuentra al menos en parte determinado por fuerzas que se
encuentran fuera de su control y que incluso tienen una naturaleza social, o sea independientemente de su
persona. La tesis es que existen fuerzas sociales que influyen en el comportamiento humano. El autor
eligió el suicidio ya que este comportamiento tan radical parece intuitivamente que tiene que depender única
y exclusivamente de una decisión personal.
En efecto, este autor encontró que ciertos factores sociales tienen una influencia agravante sobre las
tasas de suicidios, como las crisis económicas, pero que también las épocas de aumento inesperado de
bienestar
elevan tal cifra. Por este motivo, razona el autor, no puede ser la penuria lo que explique el
aumento de los suicidios ya que si las muertes voluntarias aumentasen cuando la vida se hace más ruda,
deberían disminuir sensiblemente cuando el bienestar aumentas. Durkheim sugirió que lo que
verdaderamente afecta al suicidio es una situación que denominó anomia, que quiere decir en ausencia de
normas
y que es resultante de tales coyunturas: solamente cuando la sociedad está perturbada, ya sea
por crisis dolorosas o felices, por transformación demasiado súbitas, es transitoriamente incapaz de ejercer
esta acción (de límite social a las aspiraciones humanas); y he aquí de dónde vienen estas bruscas
ascensiones de la curva de los suicidios. Frente a sociedades básicamente agrícolas europeas anteriores
al siglo XIX, en el mundo moderno se producen cambios muy rápidos y radicales que hacen que la gente ya
no pueda confiar en las normas por las que han regido su conducta a lo largo de su vida, ni tampoco
mantener sus expectativas, su visión del mundo, etc. Se produce una especie de sentimiento de
provisionalidad en el que ya no está claro el sentido de la vida ni cómo conducirse por la misma. El
debilitamiento de todo un sistema de valores morales (en especial la religión) también desempeña un
papel en este escenario, puesto que ahora ya no puede moderar y controlar tales disfunciones: el malestar
que sufrimos… angustia, no sólo una miseria económica crecida sino una alarmante miseria moral. Ante
este panorama ocasionado por fuerzas a nivel social, el individuo se plantea si su vida tiene sentido y puede
tomar la decisión de suicidarse.
2. LA TEORÍA DE LA ANOMIA INSTITUCIONAL.
Algunos autores se han planteado las razones por las cuales los estados Unidos de América sufren
unas tasas de delito tan altas. Se trata, pues, de enfoque macro que recurren a variables de esta naturaleza
para explicar niveles de delincuencia y sus tendencias a lo largo del tiempo. A tal fin recurre también ahora
a la rica tradición de la teoría del anomía. La idea de que la cultura norteamericana favorece el delito se
remonta en criminología al menos a Merton y goza hoy en día de un gran predicamento. Messner y
Rosenfeld, explican que las tasas de delito de los Estados Unidos son desde la II Guerra Mundial mucho
más elevadas que las demás naciones occidentales.
Para estos autores, las mismas virtudes que son veneradas por la sociedad norteamericana son las
mismas fuentes de los altos índices de delincuencia, llegando afirman que los Estados Unidos están
organizados para el delito. Más concretamente recuerdan a la idea del sueño americano, esa concesión
cultural que propone como meta el éxito material y que éste puede ser alcanzado por cualquiera. Lo más
característico de los Estados Unidos de Norteamérica, eso sí, es la exagerada importancia que se pone en
el éxito monetario y en el mucho menor énfasis que se colocan en la licitud de los medios. Por lo tanto, el
elevado nivel de delitos no es causado por que algo vaya mal, por la maldad de sus ciudadanos o por otros
motivos excepcionales, sino porque la cultura norteamericana pone un énfasis exagerado en el éxito
monetario y económico y en que todo el mundo puede y debe aspirar al mismo; pero, a la vez, la realidad
social y incluye diferencias estructurales que bloquean las oportunidades lícitas de muchos individuos. De
este modo muchos recurren a medios ilegales para lograr un objetivo que se les presentan como necesario
del modo que sea.
Las instituciones desempeñó para Messner y Rosenfeld un papel decisivo en todo este entramado
reciente descrito, así como, más en general, en la organización de la sociedad y en la prevención y control
del delito. El problema, el cual repercute favoreciendo el delito, es que en las sociedades contemporáneas y
en la norteamericana en concreto las instituciones económicas se han impuesto a las demás, y
predominan sin contestación. La dominación de las instituciones económicas se manifiesta principalmente
mediante tres fenómenos: la devaluación de las instituciones no económicas, su acomodo a las exigencias
económicas y la penetración de las normas económicas.
Esta dominación de las instituciones económicas contribuye, entonces, al delito mediante dos
procesos interrelacionados
entre sí.
a) La dominación económica estimula la anomía a nivel cultural.
b) La dominación de las instituciones económicas erosiona los controles estructurales del delito
porque dificulta que las demás instituciones funcionen de manera satisfactoria.
3. LA TEORÍA DE LA LEGITIMIDAD DELAS INSTITUCIONES.
El cuidadoso y matizado estudio que lleva a cabo le permite concluir que los índices de la delincuencia
aumentaron en los Estados Unidos de Norteamérica ocho veces entre 1945 y el principio de la década de
los noventas.
LaFree recurrir a todos los medios de medición del delito de que dispone la criminología contemporánea
(datos oficiales, estudios de víctimación y estudios de auto informe sobre todo) y los comprará entre ellos:
procede a desagregar las cifras según distintos tipos de delitos; o se preocupa por utilizar datos de agencias
independientes, como el significativo caso de la organización mundial de la salud, que informa sobre
homicidios. De este modo se puede tener confianza en los puntos de partida empíricos de su trabajo.
Más concretamente, de su análisis se derivan algunas importantes conclusiones.
a) el argumento de los índices de la delincuencia no siguió un ritmo regular; sino que a lo largo del
tiempo pueden encontrarse tanto periodos de rápidos aumentos como otros de estabilidad. Especialmente
importante es el hallazgo de que las tasas del delito en ocasiones varían de una manera
extremadamente rápida
.
LaFree afirma que las instituciones tienen una importancia básica para la orientación y control de
las acciones humanas
, y, por lo tanto, también para el control del delito. Las instituciones controlan el
delito
, a su juicio, a través de tres medios interrelacionados.
a) En primer lugar porque reducen la motivación de los individuos para la comisión de hechos
delictivos. Ello es debido a que las instituciones son de entrada responsables de enseñar a los niños lo que
es correcto y lo que está mal… tienen un enlace directo con nuestra motivación para delinquir.
b) Las instituciones pueden servir de control social, tanto formal como informal. Esto tiene lugar
principalmente porque los individuos se encuentran inmersos en redes sociales que tienden alejarse del
delito. Instituciones como la familia o el trabajo a menudo funcionan como medios de control social informal
del delito en este sentido.
c) Finalmente, las instituciones sociales pueden proteger a los individuos de sufrir victimaciones
por delitos
, o bien atenderlos cuando les pasa algún mal.
Ahora bien, en general, las instituciones son más eficaces para la regulación de la conducta
humana cuando los participantes perciben o asumen que son legítimas
. Ello es debido a que según
LaFree, las personas que creen más firmemente en la legitimidad básica o en la equidad de las leyes es
mucho menos probable que las infrinjan; a que en sociedades en las que las instituciones no se ven como
legítimas es más difícil que los potenciales infractores interacciones con sujetos empeñados en que las
normas se respeten; a que el declive en las instituciones puede incrementar la motivación de los individuos
por delinquir y reducir la eficacia de los controles sociales; mientras que si las familias no funciona
adecuadamente pueden, no sólo socializar de manera poco adecuada a los niños y fracasar a la hora de
controlarlos, sino que también serán menos efectivas a la hora de protegerles de la víctimación.
La teoría de legitimidad de las instituciones mantiene que los índices de la delincuencia de EEUU
después de la II Guerra Mundial han estado determinados por el declive de la legitimidad de las principales
instituciones de la sociedad americana han experimentado un marcado declive sobre todo desde la II
Guerra Mundial y han visto que los niveles de confianza y legitimidad que despertaban han tendido a ser
bajos. Esta falta de legitimidad ha determinado el aumento de la delincuencia y ha marcado los índices de la
misma en los tres períodos antes reseñados.
La política ha generado en aquel país una gran desconfianza debido, entre otras cosas, a movimientos
sociales y de protesta que comenzaron en los años sesenta.
Las desigualdades económicas han aumentado casi dramáticamente.
La familia tradicional ha visto cómo se disparaban las familias uniparentales y los índices de
separaciones y divorcios.
4. LAS TEORÍAS CONTEMPORÁNEAS DE LA FRUSTRACIÓN: RECIENTES DESARROLLOS DE LAS
TEORIAS DE LA FRUSTRACIÓN.
Las teorías de la frustración han experimentado un resurgimiento, con ciertas innovaciones. Agnew
afirma que estas teorías, así como los test de las mismas, se han centrado tradicionalmente en la
frustración derivada del bloqueo de oportunidades, pero que en realidad existen otras fuentes relevantes
de frustración, como es el caso del bloqueo del comportamiento dirigido a la evitación de situaciones
dolorosas
. Por ejemplo, algunas y algunos adolescentes pueden verse obligados a permanecer en
ambientes, como la escuela, que les disgustan, pero a la vez no pueden desplegar acciones destinadas a
evitar dichas situaciones, los cual tenderá a producirles frustración, y ello puede conducirles al delito. El
bloqueo del comportamiento dirigido a la evitación de un dolor o situación no deseada puede conducir al
delito de diversas maneras según Agnew.
a) Como medio de evitar el ambiente no deseado en que uno está, por ejemplo huyendo de casa o
haciendo novillos.
b) Cuando uno no puede escapar de dicho ambiente o eliminar la fuente de la incomodidad, puede
responder con el delito en respuesta a una situación de ira o rabia.
c) Se puede reducir el nivel de control social informal al que está expuesto el chico o la chica, por
ejemplo porque a causa de la frustración disminuye el grado de apego a los prados o a la escuela.
Esta misma línea teórica insiste en que las teorías clásicas de la frustración se habían centrado en
las aspiraciones en términos monetarios y de estatus de clase media y el bloqueo de las oportunidades
para alcanzarlas, pero que los individuos aspiran también a alcanzar otras metas valoradas positivamente
distintas de las anteriores, entre las que Agnew menciona buenas notas, popularidad entre el sexo
opuesto, y ser bueno en el deporte, este autor denomina a este modelo teoría revisada de la frustración.
Lo importante de este planteamiento es que ofrece un punto de partida para la ampliación y
renovación de las teorías clásicas de la frustración
: el reconocimiento de nuevas fuentes de frustración
así como una concepción más amplia de las aspiraciones de los jóvenes sobre todo. Para Agnew no cabe
duda de que las teorías de la frustración deben ocupar un lugar importante en la teoría de la criminología
contemporánea, pero que a la vez no es menos cierto que las mismas deben ser sometidas a una revisión
sustancial si es que quieren ser tomadas en consideración.
5. LA TEORÍA GENERAL DE LA FRUSTRACIÓN.
1. LA TEORÍA GENERAL DE LA FRUSTRACIÓN A NIVEL MICRO.
La teoría general de la frustración ha sido propuesta sobre todo por el propio Agnew. Se trata de una
teoría elaborada a nivel micro que recurre a variables referidas a los individuospara explicar el
comportamiento delictivo de los mismos. La clave de la teoría general de la frustración es que ésta se
centra en relaciones negativas con otros: relaciones en las que el individuo no es tratado como él o ella
quieren ser tratados y que el delito se explica por la presión que ejercen estados efectivos negativos
tales como la ira y otros semejantes que a menudo resultan de relaciones negativas.
La teoría general de la frustración reconoce tres fuentes principales de frustración que encuentran
su origen siempre en relaciones negativas con otros:
a) La frustración puede aparecer en primer lugar cuando no se logran metas valoradas
positivamente
que uno se ha propuesto. Esto puede acontecer cuando existe una diferencia entre las
aspiraciones y las expectativas de uno, esto es cuando lo que se espera conseguir no se aproxima a lo uno
quiere; también puede aparecer cuando se produce un desgaste entre las aspiraciones o expectativas de
alguien y lo que realmente consigue o sus logros; por último, este tipo de frustración se puede dar cuando lo
que uno considera un resultado justo o equitativo no coincide con lo que realmente logra.
b) La frustración puede producirse cuando a uno le quitan o amenazan con quitarle estímulos
valorados positivamente
. Ejemplo incluirían la expulsión del colegio, el divorcio o separación de los padres
o la introducción de condiciones negativas o adversas en el trabajo.
c) Una fuente de frustración más es la exposición o amenaza de exposición a estímulos valorados
negativamente
. Esto puede tener lugar, verbigracia, cuando se sufren abusos en la infancia sobre todo,
cuando se es víctima de un delito, cuando se tienen relaciones relativas con iguales u otras personas
cercanas o malas experiencias en la escuela.
Los teóricos de la frustración ofrecen varias posibilidades para aclarar el proceso causal que une
frustración e ira y sensaciones semejantes y delito
, o sea por qué quien se encuentra en una situación
tal puede recurrir al delito; posiblemente entre las que se incluyen las siguientes:
a) Cuando no se logra lo que se desea o lo que se logra no se juzga justo o equitativo, el delito
puede favorecer las metas ansiadas. Verbigracia, uno puede recurrir al tráfico de drogas para conseguir
dinero o cualquier otro bien material, o incluso estatus.
b) Cuando un individuo pierde o puede perder un estímulo valorado positivamente que ya tenía,
puede recurrir al delito para evitar dicha pérdida, para recuperarlo o sustituirlo por otro o bien para vengarse;
también puede caer en el consumo de drogas porque no encuentra o vía de afrontar la situación negativa en
que se halla.
c) Ante la presentación de un estímulo negativo, se puede delinquir para escapar del mismo,
eliminarlo o aminorar sus efectos; buscar venganza
; o, de nuevo, refugiarse en las drogas.
Todas éstas serían formas en las que una fuente concreta de frustración puede conducir al delito.
Como hemos visto, pues, y siempre según la teoría general de la frustración, existen una serie de
fuentes de frustración que producen en el sujeto sentimientos negativos, como la ira o la culpabilización
de otros sobre todo. Ante una situación de ira el sujeto tiende a tomar alguna medida, la cual tiene
naturaleza precisamente de ser una adaptación o una estrategia para afrontar la frustración.
Un punto crítico de la teoría general de la frustración es la de aclarar cuándo un sujeto tenderá a
recurrir al delito ante una situación negativa
, ya que tiene otras alternativas. La decisión de delinquir
como estrategia de afrontar una situación adversa se encuentra determinada, según la teoría, por una serie
de limitaciones y disposiciones al delito y al comportamiento licito.
a) Agnew aclara que, aunque existen distintas estrategias que potencialmente uno puede seguir; tanto
lícitas como ilegales, no todo el mundo tiene a su disposición el mismo número de ellas. Existen ya de
entrada, pues, una serie de limitaciones en las estrategias a que cada uno puede recurrir. Así, el
individuo carece de metas, valores o identidades alternativos, en los que refugiarse cuando por ejemplo no
puede conseguir algo, verá limitadas sus posibilidades de enfrentarse a su situación mediante estrategias
lícitas; unas características personales pobres también pueden limitar las respuestas potenciales, por
ejemplo si tiene que buscarse un nuevo trabajo. Otras limitaciones tienen que ver con las posibilidades de
delinquir, las cuales tenderán a ser bajas cuando las potenciales costes superen los beneficios, o cuando el
nivel de control social del individuo sea elevado, entre otros supuestos.
b) El recurso al delito puede verse asimismo favorecido por que el individuo tenga una especial
disposición hacia el mismo
. Agnew afirma expresamente que esta disposición es una función de ciertas
variables del temperamento, del aprendizaje previo, de las creencias y de a qué achaque las causas de su
adversidad; rematando con que una variable básica que afecta a varios de los factores anteriores es la
asociación con pares delincuentes.
6. EVALUACIÓN.
a) Algunos estudios han testado teorías clásicas de la frustración.
Agnew y otros encontraron que:
a) Los más insatisfechos son los que quieren ganar mucho pero tienen escasas expectativas.
b). La falta de satisfacción se relacionaba con los delitos.
b) Otros investigadores encontraron que el delito puede servir para aliviar una situación de frustración.
c) Agnew y otros autores han llevado a cabo tests para evaluar la teoría general de la frustración,
encontrando en general hallazgos favorables a la misma.
Algunos otros estudios han encontrado evidencia contraria.
Ej. Se ha encontrado que el efecto de la frustración no parece aumentar si se experimentaba durante
mucho tiempo.
d) Es excesivamente imprecisa.
TEMA 10 LAS TEORÍAS DEL CONTROL Y DE LA DESORGANIZACION SOCIAL +++++++++
I TEORIAS DEL CONTROL SOCIAL: ¿POR QUÉ NO DELINQUIMOS?
Las teorías de control social tienen en realidad una rancia tradición que se suele remontar hasta
Durkheim. Esta teorías consideran que las personas tienen una de que tendencia a delinquir, que se
consumara salvo que existan algún motivo que se lo impida, motivos que tienen la naturaleza de controles
sociales informales. Dado que la tendencia a la desviación y al delito es aproblemática, la pregunta, pues,
no es por qué delinquen, sino por qué no delinquimos.
La teoría criminológica de los años cincuenta se encontraba dominada por el hallazgo de que la
delincuencia se concentraba en determinadas áreas de la ciudad. Esta es una idea coherente con la teoría
de la desorganización social, pero también con las llamadas teorías culturales y subculturales y con las de
la frustración. Reckless y sus asociados se preguntan entonces por qué hay determinados chicos que,
viviendo en tales zonas que parecen ser crimenógenas, no delinquen: es el caso del "buen chico en un
área de alta delincuencia. Su respuesta, así como el propio planteamiento ¿por qué no delinque?, sí es una
teoría de control social. Los autores se preguntan lo que sigue: ¿hasta qué punto es esta patente
protección de compañías y normas desviadas una función de algo que se encuentra en el chico y hasta qué
punto es algo en buena medida externo a él? Es decir, que para las teorías del control social, los
controles
que impiden que el chico caiga en el delito pueden ser internos o externos. Así, por ejemplo,
los primeros pueden incluir un buen auto concepto, la creencia en las normas o un autocontrol alto; los
segundos, la vigilancia en la familia, la escuela o el grupo primario.
Puesto que en el surgimiento y efectividad de estos controles desempeña un papel decisivo la
familia
tanto por la socialización que ofrece a los hijos como por la propia vigilancia a que les somete, las
teorías del control conceden un lugar determinante en su esquema a esta institución, contrastando como
otros enfoques de la época. Hirschi resume los mecanismos de prevención de la familia:
a) Mediante una correcta educación, la familia puede enseñar autocontrol a los hijos.
b) Mediante la restricción de las actividades de los hijos, vigilando los físicamente o preocupándose
donde están cuando no están con ellos.
c) Mediante el fomento del cariño, el respeto o la dependencia entre sí de los miembros de la familia.
d) Vigilando la casa frente a potenciales a saltadores y protegiendo a los miembros de la familia de
potenciales agresores; o, por último,
e) Cuidando y preocupándose de los miembros de la familia y garantizando su buen comportamiento.
La teoría clásica de control más conocida es la de que Hirschi presentó en 1969.
a) Algunos autores han sugerido que los hallazgos favorables a esta teoría han sido exagerados por
problemas metodológicos de los estudios
. Concretamente se afirma que la teoría debería testarse con
diseños longitudinales (en vez de los habituales transversales) porque la delincuencia puede debilitar los
vínculos sociales: un joven que delinque tenderá alejarse de sus padres, a poner menos interés en el
colegio, etcétera.
b) Un elevado número de investigaciones, además, sólo han encontrado respaldo empírico para
ciertos elementos y partes de la teoría
. Elliot y sus colegas, sí bien encontraron datos coherentes con la
misma, rechazaron empíricamente la hipótesis de que una vinculación sólida a delincuentes previniese la
delincuencia. En otros autores establecieron que la teoría no encontraba apoyo empírico tan sólido
cuando se aplicaba a adultos y a delitos graves
(la teoría de Hirschi se refería originalmente a chicos y
fue testada por el mismo), con datos oficiales y autoinforme es de estudiantes adolescentes.
c) En una fundamentada investigación, Drennon-Gala encontró apoyo para algunos de los elementos
del vínculo, pero no para todos. Este descubrimiento es uno de los que más a menudo aparece en las
investigaciones: una evidencia limitadamente favorable para la teoría, se encuentra evidencia favorable
para la teoría en algunos elementos del vínculo, pero no para otros
. Hallazgos de este tipo han
conducido a la sugerencia de que la teoría original de Hirschi debía modificarse en alguna medida; y, de
hecho, a un buen número de revisiones y extensiones, las cuales en general no han logrado sin embargo
supera al el prestigio e influencia de aquella.
2. LA TEORÍA DELAUTOCONTROL.
1. LA NATURALEZA DEL DELITO.

Una teoría que ha causado una sensación extraordinaria es la que propone que la criminalidad es
consecuencia
de un autocontrol bajo y de la oportunidad. Esta tesis ha influido en la discusión teórica de
los últimos quince años y ha recibido una atención tanto doctrinal como empírica impresionante. La teoría
ha sido desarrollada por M. Gottfredson y Hirschi. Los autores comienzan haciendo hincapié: que una
buena teoría debe ser coherente con los hechos bien conocidos sobre el delito. A partir de este
planteamiento se preguntan cuáles son precisamente las características del delito y de los delincuentes.
Algunas de las características más relevantes que encuentran tras revisar la literatura son las siguientes:
a) Los delitos son actos que requiere muy poco esfuerzo. La inmensa mayoría de los delitos pueden
ser cometidos por cualquiera, no existe ningún tipo de talento o habilidad. Los delitos, por lo tanto, tenderán
a ser muy poco sofisticados.
b) Los delitos resulta mucho más del mero aprovechamiento de una oportunidad cotidiana que de
cualquier tipo de planificación. En efecto, son raros los delitos que se planifican: es la oportunidad lo
que desempeñan un papel determinante.
c) Los delitos normalmente no producen los resultados buscados por el criminal, y se traduce en
tanto en mínimas ganancias como en mínimos daños físicos, económicos y morales para las víctimas.
d) Los criminales tenderán a ser sujetos orientados a gratificaciones inmediatas y difícilmente
capaces de sacrificar ventajas inmediatas en favor de beneficios a largo plazo; con una mínima formación;
impulsivos, amantes del riesgo y de la búsqueda de emociones.
e) Los criminales son versátiles, en el sentido de que tienden a cometer una amplia gama de hechos
delictivos, y muy rara vez a especializarse en un concreto tipo de delito.
f) Más allá, los delincuentes no sólo incurrir en hechos delictivos, sino también en muchos otros
comportamientos desviados, como es el caso del consumo de alcohol y drogas; incluso tienen una
probabilidad mayor de sufrir accidentes.
2. EL AUTOCONTROL BAJO.
Los delincuentes tienen un autocontrol bajo El autocontrol surge ante la ausencia de disciplina y
educación en la familia De acuerdo con Gottfredson y Harschi, las personas que más probablemente
delinquirán serán las personas con un autocontrol bajo. Puesto que, nos encontramos ante una teoría del
control social
, el autocontrol bajo no es algo que se cree, sino que más bien es el resultado de que no se
pongan los medios para desarrollar un autocontrol en lo sujetos. No hay propiamente hablando causas
positivas de la autocontrol bajo, sino que éste será ante la ausencia de disciplina, educación, etc. El
autocontrol es una variable continúa que va desde niveles muy bajos a niveles muy altos. La idea de
autocontrol bajo no tiene nada que ver con el concepto psicológico de la personalidad antisocial o criminal.
Una educación inefectiva del niño en la familia es origen principal de un autocontrol bajo. Una
educación correcta del niño o la niña se caracteriza, de éste un punto de vista mínimo, por una serie de
elementos.
a) Un seguimiento de su comportamiento.
b) El reconocimiento del comportamiento desviado cuando éste se produce.
c) El castigo de tal comportamiento.
Una variable y que parece estar muy relacionada con el delito es la educación errática. Se trata de
supuestos en que los padres castigan con dureza comportamientos leves y dejan sin castigo conductas
graves.
Cuando la socialización en la familia ha sido insuficiente, es posible todavía que el niño aprenda el
autocontrol mediante otras instituciones, como es el caso sobresaliente de la escuela. En teoría, el papel de
la escuela puede ser muy importante ya que los profesores tienen una gran capacidad para observar el
comportamiento desviado de sus alumnos; el profesor y la propia escuela tienen un interés enorme en
mantener la disciplina; y a menudo cuentan con los medios necesarios para conseguirlo. Para Gottfreson y
Hirschi, la escuela tiene en la práctica un efecto mucho más limitado por el hecho de que los padres de
chicos problemáticos a veces no se muestran muy cooperativos con los profesores.
El autocontrol es una característica que se fija a una edad muy temprana en la vida de las personas
y que se mantiene relativamente constante a partir de ese momento: hacia la edad de 8 ó 10 años la
mayoría de nosotros aprende a controlar tales tendencias hacia la desviación.
3. LA OPORTUNIDAD.
La teoría de Gottfredson y Hirschi incluye un segundo elemento la oportunidad para delinquir. La
oportunidad y las actividades rutinarias, insistiendo en que son posturas teóricas perfectamente
compatibles. Se trata, pues, de una teoría general y unitaria. De esta manera, la clave para que un delito
tenga lugar se encuentran en la concurrencia de estos dos elementos: un sujeto con un autocontrol
bajo
que se encuentra con una oportunidad para delinquir.
El factor oportunidad, desde luego, parece ocupar un lugar secundario en la teoría, en la que lo
esencial parece ser el autocontrol bajo. Grasmick afirman que una oportunidad delictiva tiene escasa
relación
con el comportamiento delictivo mientras el sujeto no tenga un autocontrol bajo. Las personas
con un auto control alto resistirán las tentaciones de las oportunidades para delinquir.
3. LA TEORÍA DEL CONTROL SOCIAL INFORMAL DEPENDIENTE DE LA EDAD.
1. UNA TEORÍA DEL CONTROL SOCIAL EN EL MARCO DE LA CRIMINOLOGÍA DEL CURSO DE LA
VIDA
.
Prácticamente todas las teorías criminológicas tradicionales son estáticas por naturaleza y no toman
en cuenta el factor tiempo. Un ejemplo claro es la teoría del autocontrol que acabamos de describir: un
factor latente llamado autocontrol bajo queda fijado a una edad temprana y marca la tendencia de una
persona durante el resto de su vida, independientemente de su edad o de eventuales cambios que puedan
experimentar un a lo largo de su vida. El paso de un el paso del tiempo o la era de las personas
desempeñan un papel modesto. El enfoque del curso de la vida en las ciencias humanas sostiene que un
grave error ignorar los efectos del paso del tiempo, tanto por los cambios que el aumento de la edad
mismo ocasiona en las propias personas como por los cambios estructurales que se pueden producir
durante la vida de las mismas. La perspectiva del curso de la vida propone que no es suficiente con
estudiar los factores que aparecen muy pronto en la vida de las personas y que influyen en el
comportamiento humano, sino que es también menester seguir a las personas a lo largo de sus vidas
estudiando cómo diversos acontecimientos pueden provocar cambios en su estilo de comportamiento. Se
trata, entonces, de un planteamiento dinámico.
En tiempos recientes esta perspectiva del curso de la vida ha tratado de integrarse con variables
biológicas
y psicológicas o con teorías criminológicas tradicionales como la del aprendizaje, la
frustración o, sobre todo, el control social. De todos estos intentos, el más conocido y prestigioso ha sido
el representado por la teoría del control social informal dependientemente de la edad de Laub y
Sampson, trabajo que ha tenido una influencia abrumadora.
2. ELEMENTOS BÁSICOS DE LA TEORÍA.
Para Laub y Sampson, las personas se abstienen de delinquirán sobre todo se encuentran vinculadas
a instituciones sociales. Esta vinculación hace que se ejerza un control social informal sobre los sujetos:
cuanto más débiles sean los vínculos de un individuo con otros individuos y con instituciones sociales, más
probable será que delinca. Naturalmente, no sólo el informal sino que también el control social formal es
relevante. Ahora bien, este control social depende de la edad de las personas.
a) durante la infancia y la adolescencia, las instituciones determinantes para el control social de los
individuos son la familia, la escuela, el grupo de pares y el sistema de administración de justicia juvenil.
b) en el caso de los jóvenes adultos, nos encontramos como otras instituciones de enseñanza
superior o profesional, el trabajo y el matrimonio, siempre según Laub y Sampson.
c) por último, en la edad adulta, las instituciones de control críticas son el trabajo, el matrimonio, la
paternidad o maternidad, la inversión en la comunidad y el sistema de administración de justicia.
Los autores incorporan asimismo el concepto de capital social que ejerce junto a los controles
sociales
propiamente dichos, una función de control de la delincuencia. A lo largo de la vida de las
personas, estas llevan a cabo una serie de inversiones de naturaleza social: unas amistades, un buen
trabajo, etc. El delito podría poner en peligro este capital social, motivo por el cual un capital social
sólido tenderá a prevenir la delincuencia a nivel individual.
Laub y Sampson insisten en otorgar a la familia y la socialización que tiene lugar en su seno un
papel preponderante en el nacimiento y consolidación de los vínculos sociales que previenen la
delincuencia. También mantienen que la escuela es importante.
A la vez, los autores incorporan a su teoría variables de naturaleza estructurales, las cuales
ejercen una influencia indirecta en los sujetos, sobre todo a través de la educación en la familia y la
escuela
. Por ejemplo, la pobreza y la desventaja socioeconómica tienen el efecto de que la educación que
tiene lugar en la familia y en la escuela ser en perjudicada, lo cual a su vez favorece indirectamente la
aparición de comportamientos desviados y delictivos.
3. CONTINUIDAD Y CAMBIO.
En consonancia con la perspectiva del curso de la vida, Laub y Sampson hacen especial hincapié en
la necesidad de estudiar a la vez los patrones de comunidad y de cambio en las carreras delictivas
de los criminales
.
Para Gottfredson y Hirschi y otros muchos autores, la continuidad de los criminales es prácticamente
irremediable. No importa repetir que esta continuidad se entiende de este un punto de vista relativo: lo
que se mantienen son las diferencias entre individuos en la tendencia a delinquir, pero no siempre se sigue
delinquiendo al mismo ritmo. La teoría del control social informal dependiente de la edad pone un
especial énfasis en que existen posibilidades reales de cambio en los criminales: es posible que estos
encuentre en su trayectoria delictiva un momento decisivo que les aparte del delito. Coherentemente con
una teoría del control social, esto tendrá lugar cuando el delincuente entre en contacto con
instituciones sociales
que le vinculen sólidamente y le alejen del delito. Por este motivo se insiste tanto en
la necesidad, algo paradójica si se quiere, de estudiar a la vez continuidad y cambio: existe una tendencia la
continuidad en el ámbito de la criminalidad, pero también existen posibilidades claras de cambio.
Los defensores de esta teoría señalan tres instituciones sociales fundamentales que pueden
favorecer este cambio crítico: el trabajo, el matrimonio y la entrada en el ejército.
4. LA TEORÍA ECOLÓGICA CONTEMPORÁNEA. (4-EXAMEN)
En los últimos años, la teoría ecológica o teoría de la desorganización social ha visto como volvía
recibir un importante impulso por parte de la criminología mayoritaria, pudiendo hablarse de un verdadero
renacimiento. A nuestro juicio, además de esta revitalización de la tradición ecológica, las nuevas
investigaciones tiene como principal mérito el haber destacado la importancia que el medio físico, el barrio
sobre todo, tiene para la compresión del fenómeno delictivo, pero también su enorme complejidad.
Uno de los hallazgos de Shaw y Mackay fue que aquellas áreas en las que se encontraba el delito
continuaban siendo las más peligrosas incluso cuando los respectivos grupos nacionales que habían
emigrado a Estados Unidos mejoraban su situación y salían de esas zonas. O sea, que los mismos
barrios mantenían sus altos niveles de delito aunque sus pobladores eran distintos
. Bursik y Webb
volvieron a estudiar este hecho y encontraron que el mismo sólo podía explicarse siguiendo la
argumentación teórica de los primeros hasta 1950; a partir de esta fecha los barrios en que se producen
cambios también ven afectados sus índices de delincuencia. El trabajo no concluye que debe abandonarse
el modelo, sino que en dichos procesos de transmisión de la delincuencia entre en juego más factores y son
más complejos de los que Shaw y Mckay pudieron imaginar en su tiempo y que se trataba de un proceso
marcadamente dinámico. Bursik y Webb destacan que el papel decisivo en los índices de delincuencia es
desempeñado por los cambios que se producen en los barrios, así como por la naturaleza de los cambio,
pero no por los grupos de personas que habitan los mismos. De este modo se destaca la importancia de la
tradición ecológica en criminología.
Sí se recuerda, otra de las críticas que recibió el trabajo de Shaw y Mckay es que se basaba en datos
oficiales sobre arrestos. Era posible que estos tratos exageraran el volumen de delito de las zonas más
peligrosas porque la policía tendiese a patrullar más por ella y tendiese a llevar a cabo más arrestos en las
mismas. Se trataba de una fuerte crítica metodológica. Sampson investigó esta hipótesis (la hipótesis de
la contaminación ecológica
) y encontró que era bastante verosímil.
El modo decisivo para comprobarlo la verosimilitud o falsedad de una teoría es sostener la misma a
análisis empíricos. Pese a la enorme influencia del trabajo de Shaw y Mckay, Groves y Sampson llamado la
atención sobre el hecho de que la teoría de la desorganización social no había sido nunca testada
directamente
. Sea la misma llegó a perder su lugar de privilegio en la criminología contemporánea, pues,
también había sido por razones distintas de las estrictamente empíricas. Los autores se propusieron de
este modo llevar a cabo una investigación orientada precisamente a dicho fin. De la teoría de la
desorganización social
puede derivarse la hipótesis fundamental cuando en una comunidad se dan:
a) Un estatus socioeconómico bajo.
b) Una alta movilidad de la población.
c) Una heterogeneidad étnica o nacional.
d) Deterioro familiar.
En ésta situación, Sampson y otros autores han señalado que a menudo la idea de desorganización
social
, no ha sido siempre bien entendida. La idea no implica que una comunidad o en un barrio exista el
caos, sino que al contrario puede encontrarse perfectamente organizados. Lo que ocurre es que la
comunidad puede estar organizada para ciertas cosas, pero no para protegerse del delito y otros
comportamientos desviados. Esta es la idea de desorganización social o de falta de eficacia colectiva:
la comunidad no está organizada para protegerse del delito.
TEMA 11 ENFOQUES INTEGRADOS.
TEORIAS INTEGRADAS Y UNITARIAS.
La criminología contemporánea ha propuesto teorías y enfoques integrados frente a los más
tradicionales del el carácter unitario tales como las teorías de la asociación diferencial, la tensión o el
control. También se recordará que la integración puede referirse a enfoques disciplinares, variables y
teorías criminológicas propiamente dichas. Es en esta última posibilidad en la que vamos a centrarnos
ahora. Los proponentes del enfoque integrado son perfectamente conscientes de las serias dificultades
lógicas de los mismos y del aumento de la complejidad que a menudo significan, pero consideran que las
teorías unitarias tradicionales han fracasado a la hora de explicar el delito y que estos nuevos enfoques
son superiores empíricamente. Lo que se plantea es básicamente tomar de cada teoría aquellas partes
que resulte más prometedoras y tratar de formar una nueva teoría con todas ellas
.


1.EL MODELO MODIFICADO DEL CONTROL SOCIAL-DESORGANIZACIÓN SOCIAL.
El modelo propuesto por Elliott y sus asociados continúa siendo hoy en día uno de los más solidamente
construidos y conocidos. Los autores recurren a la combinación de tres de las teorías tradicionalmente más
importantes: las de control social, la frustración y la asociación diferencial/aprendizaje. La integración
que proponen es a nivel individual (micro).
El modelo que proponen tiene en buena medida una naturaleza secuencial, en el sentido de que los
elementos de cada teoría entran en juego uno a continuación de otro, en un encadenamiento, en una
secuencia.
a) La teoría integrada viene conformado por que una inadecuada socialización, así como la
frustración determinan que en un individuo existan unos controles sociales débiles. La aportación del
modelo de Elliott y sus asociados es el reconocimiento de que no todo el efecto de la frustración es
mediado por unos vínculos débiles
, sino que, en alguna medida, también influye directamente en la
delincuencia
. De esta manera, la frustración favorece la delincuencia tanto a través del debilitamiento
de los vínculos como directamente
. Así, el modelo integra la teoría del control social y de la
frustración.
b) Una vez que los vínculos (la familia y la escuela) son débiles, el individuo tiende a frecuentar
grupos de iguales que favorecen la comisión de hechos delictivos y también desviados como es el consumo
de drogas y a vincularse a ellos. Así, la vinculación a pares delincuentes o convencionales se encuentra
influida por los vínculos sociales previos.
c) De acuerdo con el modelo integrado, la delincuencia es el resultado conjunto de vínculos débiles
y normas convencionales y de vínculos sólidos a personas y grupos desviados. Asimismo es posible
una influencia directa en la frustración y/o de controles débiles en la delincuencia, poseía una influencia no
mediada por el núcleo básico de la teoría integrada, aunque esta influencia tenderá a ser débil.
Esta parte de la teoría es básica. De la propia investigación empírica llevaba a cabo por Elliott y sus
colegas se dedujo lo siguiente:
a) Que quienes tenían vínculos convencionales débiles y vínculos sólidos a pares delincuentes
eran quienes más tendían a delinquir.
b) que la relación entre ambas variables es en realidad una relación condicional.
Los mismos autores llevaron a cabo una profunda revisión de investigaciones empíricas que un general
proporcionaba apoyo empírico para su modelo. En efecto, los autores consideran que el apoyo empírico
de su modelo es superior al de las teorías unitarias en general y, en concreto,
la de control social, la
frustración y la de aprendizaje que ellos recurren. Elliott y sus colegas consideran que este es su mejor
argumento: el poder explicativo del modelo integrado es bastante bueno, dado el nivel de predicción del que
habitualmente informa la literatura sobre delincuencia y consumo de drogas.
2. LA TEORIA GENERAL INTEGRADA
De acuerdo con la teoría general integrada, el delito tenderá aparecer cuando los impedimentos para
delinquir sean bajos y las motivaciones altas. Con ello, Agnew quiere decir que es necesario atender a
variables que afectan a ambas constelaciones de impedimentos y motivaciones. La mayor parte de las
teorías, aunque puedan compartir esta visión amplia, tienden a concentrarse en uno u otro lado de la
ecuación. Otras tradiciones en criminología se limitan de manera expresa a una de las constelaciones,
como es el ejemplo claro de las teorías de control social. El propio autor propone y desarrolla una
tipología de impedimentos y motivaciones:
a) Agnew, las limitaciones (o impedimentos) contra el delito pueden ser vistas como un muro
ubicado entre el individuo y el delito
. Se trata en primer lugar del control externo, como el que ejercen
otros, sobre todo personas íntimas como la familia o los amigos, para de detectar y sancionar el
comportamiento criminal. Otros individuos, en segundo lugar, gozan de objetos, situaciones,
expectativas, etcétera que desean conservar y que podrían perder en caso de incurrir en el delito
.
Estas personas tienen un elevado interés en la conformidad, que actúa como limitación al delito. Por último,
para ciertos sujetos, el delito o es tan inmoral, que ni siquiera consideran la posibilidad de incurrir
en él
. Esta limitación que es denominada control interno en la terminología de la teoría general
integrada
.
b) Agnew, Las motivaciones para el delito se derivan de variables que o bien arrastran o bien
empujan al delito
. En el primer caso (arrastran) se trata del aprendizaje del delito en el sentido de las
teorías clásicas del aprendizaje y la asociación diferencial. Los individuos pueden verse expuestos a
creencias favorables al delito, esto es que se les puede enseñar que el delito es bueno o al menos
justificable bajo ciertas condiciones; a reforzamiento del delito, como cuando de su comisión se logra algo
valorado positivamente o bien se logra evitar algo negativo; y a modelos criminales exitosos que pueden
tender a imitarse. En segundo lugar, existen variables que empujan hacia el delito. Esto tiene lugar
cuando los individuos se encuentran en una situación de frustración porque se les ha impedido alcanzar
metas deseadas; se les ha quitado o amenazado con quitarles cosas valiosas que poseen; o bien cuando
se les presenta o amenaza con presentar estímulos negativos.
En el núcleo fundamental de la teoría general integrada se encuentra constituido por qué variables
individuales
y sociales influyen en las limitaciones y motivaciones del delito; también puede incidir
indirectamente en el delito. Agnew las clasifica en cinco grupos de variables (relacionados con esferas
de la vida
de las personas):
a) Bajo autocontrol e irritabilidad.
b) Variables familiares.
c) Variables escolares.
d) Variables relativas a los pares.
e) Variables relativas al trabajo.
Como ya sabemos, estas variables influyen en el delito porque afectan a sus limitaciones o
motivaciones
. Cada una de estas variables puede incidir en más de una limitación o motivación para el
delito; por ejemplo, tener amigos delincuentes no sólo motiva para delinquir, sino que además dificulta la
creación de controles o limitaciones eficaces. La influencia de variables limitaciones o motivaciones
sobre el delito puede ser directa y/o indirecta (éste sería el caso de un bajo autocontrol). Cualquiera de las
variables puede tener efectos relativamente modestos, moderados y grandes directos sobre delito, de modo
que no todas tienen la misma influencia; por ejemplo, un bajo autocontrol es una influencia grande para
delinquir, mientras que el efecto de las experiencias negativas en el colegio sería moderado para la teoría
general integrada
.
Las cinco áreas vitales para la teoría general integrada se encuentran interrelacionadas entre sí.
Puesto que, en efecto, cada una de las esferas se relaciona con todas las demás y además retroalimentan
sus efectos recíprocamente, formando un complejo entramado, Agnew habla de la tela de araña del delito.
El problema de muchos delincuentes es que tienden a coincidir la mayoría de las variables relacionadas
etiológicamente con el delito, encuentra problemas en todas y cada una de las esferas vitales y de este
modo se ven atrapados en la tela de araña y le es muy difícil salir de ella y terminar o desistir de sus
carreras delictivas. Ello explicaría la existencia de delincuentes coránicos: sujetos en los que coincide en
innumerables causas del delito y con graves dificultades en distintos ámbitos, dificultades que se refuerzan
mutuamente haciendo cadáver más complicado abandonar el delito.
La teoría general integrada añade que la esfera de la vida desempeña un papel en la causación del
delito se ven afectadas a su vez por factores externos de naturaleza ambiental.
TEMA 12 LA CRIMINOLOGÍA DEL DESARROLLO ++ (SEP Y RESERVA)
1. EL PARADIGMA DE LAS CARRERAS CRIMINALES: LA IMPORTANCIA DEL FACTOR EDAD.
Tras el sexo, la edad es el correlato más sólido de la comisión de hechos delictivos. Se sabe desde los
inicios de lo que hoy consideramos criminología científica que los jóvenes son responsables de un número
desproporcionado de delitos. Esta correlación se plasma en la curva de la edad (una curva con forma de
punta de flecha o de tipi): comienzan a ascender vertiginosamente desde edades tempranas y hasta una
edad que ronda los veinte años o poco más en el caso de España. A partir de ese momento, comienza a
descender también muy deprisa.
Existe una importante polémica sobre su interpretación:
a) Puede no coincidir con la tendencia de los individuos.
b) Ninguna teoría tradicional es coherente con la misma.
El enfoque de las carreras criminales tiene un carácter marcadamente empírico y es por lo tanto
compatible con distintas perspectivas teóricas. Al igual que una persona sigue una trayectoria a lo largo de
su vida y en determinados ámbitos de la misma, y a eso se le denomina una carrera, por ejemplo
profesional; también un delincuente puede seguir unas pautas y eso se puede considerarse,
metafóricamente hablando, una carrera criminal.
Este enfoque proporciona el recurso a estudios longitudinales, frente a los transversales (de medición
única), es decir, se toman muestras en distintos momentos temporales; verbigracia, se toma una muestra de
jóvenes y se les entrevista cada pocos años.
Este enfoque ha inspirado numerosos estudios que han arrojado importantes hallazgos empíricos sobre
la evolución que tiende a seguir el delincuente en su carrera criminal (No debe confundirse, el concepto de
carrera criminal con el de delincuente de carrera, que se refiere a delincuente especialmente activos).
a) La primera cuestión de interés para los proponentes del enfoque de las carreras criminales es el
estudio del número de personas que cometen delitos en un momento concreto. Esto es, que
porcentaje de la población delinque en un determinado periodo de tiempo, por ejemplo un año. Esto se
conoce como prevalencia o participación. La prevalencia es mayor entre jóvenes, menor que a edades
adultas y prácticamente nula entre la tercera edad.
b) El número de delitos que comete un delincuente activo en un periodo concreto de tiempo, por
ejemplo también un año; se llama incidencia o frecuencia individual. Los estudios han coincidido de
manera abrumadora existen grandes diferencias en materia de incidencia entre los criminales: algunos
comete muchos delitos, mientras que la mayoría sólo lo hace una vez en el mismo periodo de tiempo.
c) Una carrera criminal (que puede consistir en un único delito) debe tener un inicio o activación. El
inicio de las carreras criminales suele producirse pronto en la vida de los delincuentes, siendo raro el inicio a
edades superiores a los 30 años. Quienes comienzan su carrera criminal a una edad especialmente
temprana suelen persistir más en el tiempo, y quizá también ser más activos y cometer delitos más graves.
d) Las carreras criminales pueden caracterizarse por la comisión de hechos delictivos de distinta
naturaleza (o versatilidad) o bien por la concentración en delitos semejantes (o especialización).
e) Con el desarrollo de las carreras criminales, puede existir una tendencia a cometer delitos cada vez
más graves, con lo que se hablaría de una agravación de la carrera criminal.
f) Las carreras criminales terminan con el paso del tiempo. Cuando se ha cometido el último delito se
habla de la finalización de la carrera criminal. Como idealmente la habría que esperar a que el individuo
falleciera para poder estar seguro de que su carrera criminal ha finalizado efectivamente, y como a menudo
un delincuente puede acabar cometiendo solamente delitos muy leves y de manera muy esporádica, se
suele preferir el término de decaída, que hace referencia a que durante un cierto periodo de tiempo, como
puede ser uno o más años, no sean cometido delitos de gravedad.
g) La duración de la carrera criminal se refiere al tiempo que va de este la comisión del primer delito, o
inicio, y la comisión del último o finalización.
El enfoque de las carreras criminales encuentra su origen en la idea de que un pequeño grupo de
delincuentes es responsable de un porcentaje desproporcionado de los delitos que se cometen en una
comunidad. Este planteamiento puede ser coherente con la siguiente propuesta de política criminal: ¿sí
fuera posible identificar a dichos individuos a una edad temprana e impedir que delinquiera? entonces el
delito de una comunidad cualquiera disminuiría en una medida importante. Esta política criminal se conoce
como incapacitación o inocuización selectiva. Hasta ahora, sin embargo, la misma no ha dado señales
de éxito por la dificultad que conlleva identificar a dichos delicuentes.
2. LA CRIMINOLOGÍA DEL DESARROLLO: EL PLANTEAMIENTO DE LA CRIMNOLOGÍA
DELDESARROLLO.
La criminología del desarrollo considera que los factores relevantes para la criminalidad puede
ser distintos según
la edad de las personas, y así pueden constituirse tipos siguiendo criterios como la
fase de la vida
en que alguien se encuentra, la edad a la que se comenzó a delinquir, patrones de
agravación, especialización, desistencia, etcétera
, que pueden tener causas diferentes. Se trata de un
enfoque teórico complejo.
La criminología del desarrollo parte y de la base de que las teorías criminológicas tradicionales son
estáticas. Mientras que la criminología del desarrollo contemporánea es dinámica, las personas
experimentan a lo largo de su vida nuevas experiencias, así como procesos puramente biológicos debidos
al paso del tiempo. Esto quiere decir que tendencias que estaban más o menos fijadas en un determinado
momento de la vida de las personas pueden verse alteradas dramáticamente en momentos posteriores; a la
vez, factores causales que eran irrelevantes en cierto momento, pueden pasar a ser influyentes más
adelante.
Frente a la comparación de grupos de delincuentes con grupos de no delincuentes, éste nuevo
enfoque
sugiere que también deben estudiarse las trayectorias y los cambios que tienen lugar de los
individuos concretos con el paso del tiempo. Loeber y Le Blanc utilizaron el término criminología del
desarrollo
en este sentido: cambios intraindividuales temporales en los delitos que cometen. La
criminología del desarrollo reconoce diferencias notables entre los distintos individuos; y asume que
ello puede responder a causas al menos en parte biológicas o genéticas.
Loeber y Le Blanc mantienen que la criminología debe de recurrir a conceptos dinámicos que sean
capaces de aprender el desarrollo de las actividades delictivas. Así, proponen el análisis independiente tres
etapas:
a) la activación se refiere al proceso que siguen las actividades criminales de un sujeto cuando éstas
han comenzado ya. En las mismas pueden producirse, o no, fenómenos como los siguientes: acelerarse, en
el sentido de que aumente la frecuencia de los delitos; estabilizarse, que la continuidad a lo largo del tiempo
sea mayor; o diversificarse, que se tiendan a cometer distintas actividades delictivas.
b) la agravación apunta a que con el paso del tiempo se puede producir una escalada en los delitos
que se cometen, o sea que cada vez sean más graves.
c) la desistencia hace referencia a un descenso en la frecuencia de los delitos o deceleración.
Las causas que influyen en cada uno de estos procesos pueden ser diferentes.
Lo importante es que las carreras criminales de los individuos pueden seguir diversas trayectorias
que pueden ser estudiadas y quizá pronosticadas. Estas trayectorias no quedan fijadas y determinadas
desde el principio, sino que pueden sufrir verdaderos cambios por el paso del tiempo o por determinadas
experiencias de los individuos concretos, es decir, múltiples trayectorias de naturaleza dinámica.
De este el punto de vista metodológico la criminología del desarrollo reclama como imprescindibles
estudios longitudinales, los que se llevan a cabo varias mediciones con individuos en distintos momentos
de sus vidas.
Puesto que la criminología del desarrollo favorece la idea de proceso, entonces considera que el
cambio es una figura que merece una atención destacada. Esta línea de investigación llama la atención
sobre el hecho de que la mayor parte de quienes cometen hechos delictivos abandonen su carrera cuando
termina su adolescencia o poco después, (teorías tradicionales, la delincuencia es un fenómeno que tiende
a amplificarse hacía más delitos y más serios, y no a reducirse).
La criminología del desarrollo también ha mostrado una gran sensibilidad por la prevención y
tratamiento de la criminalidad
. La prevención es la política criminal preferida por este enfoque y su
propuesta es que los esfuerzos preventivos comiencen cuanto antes en la vida de las personas y se centren
en el mayor número de factores de riesgo y de comportamientos antisociales.
3. LA PROPUESTA DEL DESARROLLO DE COMPORTAMIENTOS ANTISOCIALES LIMITADOS A LA
ADOLESCENCIA Y PERSISTENTES A LO LARGO DEL CURSO DE LA VIDA.
La teoría de Moffitt es una de las más conocidas dentro de la criminología del desarrollo de
comportamientos antisociales limitados a la adolescencia y persistentes a lo largo del curso de la
vida
. La autora toma como punto de partida de su trabajo la sólida correlación que existe entre edad y
delito
y las dificultades que existen para explicar de manera satisfactoria la curva de la edad. A
continuación propone distinguir:
a) Delincuentes cuya actividad delictiva se limita a su adolescencia.
b) Delincuente persistente, que delinquen a lo largo de su vida.
Esta autora insiste en que se trata de una clasificación de dos tipos cualitativamente diferentes de
personas cuyos actos delictivos responden a explicaciones distintas. Las de los que dejan de delinquir al
final de su adolescencia tenderán a ser próximas y específicas de este periodo, mientras que las del otro
grupo se ubican en sus infancias; en este último el cambio es difícil.
La propuesta de esta autora se inscribe de lleno en la criminología del desarrollo en el sentido de que
reconoce que las tendencias delictivas no quedan fijadas de forma más o menos determinista, sino que
acontecimientos de la vida de las personas (y, más en concreto, de la vida cotidiana) son decisivos
para las carreras delictivas.
Aunque para esta autora las posibilidades de cambio no son tan abiertas.
La criminalidad responde a un proceso y tiene causas distintas en cada uno de los dos tipos que
describe Moffitt. El origen de la criminalidad de los delincuentes persistentes tiene una naturaleza
neuropsicológica. La evidencia empírica apunta en la dirección de que mínimas anomalías biológicas que
se han encontrado pueden ser reflejo de problemas de neuronales ocultos, o sea que todavía no han sido
observados. El desarrollo neuronal durante el embarazo puede verse alterado por muy diversas razones
que entre las que se incluyen el uso de drogas por la madre, una mala alimentación del efecto o la
exposición agentes tóxicos antes o después del nacimiento. A mayor abundamiento, continúa la autora,
algunas diferencia neuropsicológica entre individuos pueden ser heredadas. Por neuropsicológico la
autora entiende estructuras anatómicas y procesos fisiológicos en el sistema nervioso que pueden
influir en características psicológicas como el temperamento, el desarrollo del comportamiento, las
habilidades cognitivas o lastres a la vez
.
En determinados ambientes estas tendencias e interacciones pueden empeorar todavía más: este
sería el caso de hogares, escuelas o barrios desfavorecidos en los que las respuestas al comportamiento de
los niños sean contraproducentes (por el contrario, en ambientes favorables las tendencias pueden
suavizarse). Como se puede observar, la clave entonces del comportamiento desviado y delictivo de
estos chicos y chicas
no se encuentra tanto en las disfunciones neuropsicológica que aparecían en primer
lugar, como en las consecuencias acumulativas de tipo negativo que se van experimentando: a lo
largo del tiempo
, las consecuencias de los problemas de personalidad y de los problemas académicos
del joven que se van acumulando van reduciendo las opciones para el cambio. Esta teoría destaca el
constante proceso de recíproca interacción entre rasgos personales y reacciones ambientales a los
mismos
. De este modo, estos individuos tienden a comenzar a delinquir antes en el tiempo y también a
mantener una continuidad en su comportamiento antisocial.
La gran mayoría de quienes delinquen en su adolescencia dejan de hacerlo como ya sabemos.
Estos sujetos, en la terminología de Moffitt, limitan su criminalidad a su adolescencia, y éste es el patrón
más común de los jóvenes que delinquen. La causa del comportamiento desviado y delictivo de estos
jóvenes no tiene nada que ver con disfunciones neuropsicológicas, sino que responde a un proceso
de
mimetismo. El mimetismo consiste en copiar, imitar un comportamiento que proporciona recursos
valiosos; estos jóvenes, entonces, imitan el comportamiento delictivo que ven en otros porque ellos le
proporcionan algo valioso para ellos como es el estatus adulto, con su consiguiente poder y privilegio. Aquí
la autora recurre al conocido argumento de que, con la modernización, los jóvenes han visto cómo su paso
al estatus adulto o maduro de la sociedad se ha ido retrasando más y más, y algunos de ellos encuentran
en la delincuencia un proceso más rápido para algunos de sus beneficios. Naturalmente, procesos de
reforzamiento de la delincuencia también pueden desempeñar ahora para algún papel: cada harto desviado
o delictivo significa una reafirmación de la independencia personal del joven, y por lo tanto tiende a reforzar
el comportamiento.
Con el paso del tiempo y en el momento de alcanzar la madurez en la sociedad, la tendencia es
abandonar los comportamientos desviados y delictivos
. Ello es una consecuencia lógica de que ya no
precisan de los mismos para alcanzar lo que desean; más aún, lo que antes se veía como ventajoso ahora
pasa al verse como perjudicial en cuanto que puede poner en peligro aspectos relacionados con su estatus.
Puesto que no han acumulado la pesada carga de desventajas de los delincuentes permanentes, no tienen
mayores dificultades para abandonar el delito de incorporarse a la vida adulta.
4. EVALUACIÓN.
a) Son modelos muy recientes y no suficientemente testados.
b) Son muy complejos.
Moffitt ha incluido hipótesis refutables en su teoría.

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