Conceptos Fundamentales de la Filosofía de Aristóteles: Felicidad, Naturaleza y Sustancia

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Contexto Histórico y Conceptos Clave en la Filosofía Aristotélica

Este texto aborda ideas centrales del pensamiento de Aristóteles, extraídas principalmente de su obra "Ética a Nicómaco", específicamente del libro I, capítulos VII (1, 2, 3 y 6), donde se sintetizan sus reflexiones en torno a la felicidad. Nos situamos cronológicamente entre los años 339 y 379 a.C., un período posterior a la Guerra del Peloponeso. Durante este tiempo, Grecia experimentó una serie de conflictos: Esparta dominó el territorio griego durante veinte años, seguida por Tebas, que la venció en el 362 a.C. Sin embargo, las luchas continuas llevaron a la caída de Tebas ante el rey Filipo II y su hijo, el general Alejandro Magno. Con esta victoria, Macedonia se consolidó como una potencia, bajo el liderazgo de Alejandro Magno (336-323 a.C.).

Conceptos Fundamentales

El Ser Social

Aristóteles afirma que "los seres que viven solos o son dioses o son animales". Sostiene que el hombre es, por naturaleza, un animal social y un ser político que vive en la polis. El ser humano necesita de la sociedad para satisfacer sus necesidades y para realizar sus funciones propias, es decir, las racionales. "La vida preferible es la de la comunidad".

La Felicidad

La felicidad es el bien supremo del hombre. Es aquella que acompaña a la realización del fin propio de cada ser vivo. La felicidad que le corresponde al hombre es la que le sobreviene cuando realiza la actividad que le es más propia y cuando la realiza de un modo perfecto. Para Aristóteles, es más propio del hombre el alma que el cuerpo, y de las actividades del alma, la más típicamente humana es la intelectiva o racional, junto con la voluntad. La felicidad más humana es la que corresponde a una vida teorética o de conocimiento, y a la vida virtuosa, donde la razón se dirige al conocimiento de la realidad más perfecta. Los bienes materiales y los honores, considerados por el vulgo como la felicidad, no pueden consistir en medios para lograr otros fines, sino en el fin último.

La Naturaleza

La naturaleza es el principio y la causa del movimiento sustancial y del reposo de los seres naturales. Hay dos sentidos básicos de naturaleza: la totalidad de los seres naturales, o el ser propio de las cosas. Es este segundo sentido el importante. Este concepto se asemeja al concepto de "esencia". La esencia es aquello que tiene de propia una característica o una realidad; es lo propio de un objeto, independiente de su capacidad para cambiar o convertirse en otra cosa. Dentro de lo que denominamos "naturaleza" se incluyen las potencialidades propias de un objeto y, por lo tanto, los posibles cambios que le puedan sobrevenir. Así, la naturaleza se identifica con la esencia de las cosas y con sus potencialidades, dando cuenta del movimiento y del reposo (a la piedra le corresponde estar quieta en el suelo, y por ello, en virtud de su naturaleza). Lo que es por naturaleza es distinto de lo accidental. El hombre es un animal social y político por naturaleza; es el modo de ser propio de la realidad humana, que lo define.

La Sustancia

Del latín substantia, traducción del griego ousía. Etimológicamente, "lo que está debajo". Tiene un significado complejo, pues designa:

  • El sujeto en el que descansan las propiedades: el ser Sócrates, por ejemplo, del cual predicamos ciertos rasgos como el ser ateniense, ser maestro de Platón...
  • Lo que permanece en el cambio accidental: el ser el mismo individuo, Sócrates, aunque modifique su aspecto a lo largo del tiempo.
  • El ser independiente, lo que tiene su ser no en otro sino en sí: debemos distinguir el nivel de los atributos (ser blanco, pequeño e inteligente, por ejemplo, que son seres puesto que tienen realidad, pero que no pueden darse por sí mismos sino que siempre descansan en otra cosa de la cual decimos que son sus propiedades) y el nivel de la sustancia (el que tiene una existencia propia e independiente, como el ser Sócrates o ser una piedra, o un tigre...).

La Sustancia Primera

Son los sujetos individuales, sujetos compuestos de materia y forma. Sócrates y Platón son sustancias porque son entidades individuales, dotadas de existencia independiente; y son sustancias primeras porque en ellas descansan las otras determinaciones genéricas que les pueden sobrevenir.

La Sustancia Segunda

La noción de "sustancia segunda" se utiliza para designar las naturalezas de las cosas entendidas como especies y géneros. En el caso de Sócrates, Sócrates mismo es una sustancia primera, y su ser hombre es una sustancia segunda.

La Causa

Es el factor o principio del que depende una cosa. Para Aristóteles, causa es todo principio del ser, aquello de lo que de algún modo depende la existencia de un ente; o de otro modo: todo factor al que nos tenemos que referir para explicar un proceso cualquiera. Para entender cualquier ente debemos fijarnos en cuatro aspectos fundamentales (cuatro causas):

  • La causa material: aquello de lo que está hecho algo.
  • La causa formal: aquello que un objeto es.
  • La causa eficiente: aquello que ha producido ese algo.
  • La causa final: aquello para lo que existe ese algo, a lo cual tiende o puede llegar a ser.

Aristóteles pone el ejemplo de una escultura: si se trata de una escultura del dios Zeus hecha de bronce por un escultor con la finalidad de embellecer la ciudad, la causa material es el bronce, la causa formal el ser el dios Zeus, la causa eficiente el escultor, y la causa final el motivo de su existencia: embellecer la ciudad. Podemos dividir las causas en:

  • Intrínsecas: como la causa material y la formal, pues estos principios descansan en el propio ente.
  • Extrínsecas: como la causa eficiente y la final, pues se trata de principios exteriores al ente.

Sin embargo, en los seres naturales aquello a lo que apuntan o hacia lo que tienden de forma natural es causa final, pero en este caso intrínseca (hay que recordar el principio básico de la física aristotélica según el cual todos los seres naturales se caracterizan por poseer una finalidad intrínseca). También se habla de la idea, imagen o boceto que el escultor tiene en mente cuando realiza la escultura como causa formal; en este caso dicha causa formal es extrínseca.

Potencia y Acto

Acto: Aristóteles establece dos formas de ser atendiendo al tiempo: si nos fijamos en las características, propiedades o determinaciones que una cosa u objeto tiene en el presente, estamos pensando en el ser en acto; esta es la más importante forma de ser, y, a veces, la define como la realidad del ser. Por el contrario, si nos fijamos en el futuro, en aquello que aún no es pero a lo que apunta un ser en virtud de lo que ya es, estamos pensando en el ser en potencia. El ser en potencia no es una pura nada, un futuro meramente imaginado, es una forma de ser inscrita en el sujeto o cosa del cual decimos que está en potencia precisamente en función de lo que es en acto; así, una semilla en acto es semilla y en potencia árbol, un niño en acto es niño y en potencia hombre; y la semilla en potencia es árbol y no hombre porque en acto es semilla y no niño. Aristóteles defenderá la primacía del acto respecto de la potencia, pues:

  • Algo es potencia (por ejemplo, ser hombre respecto del niño) porque es acto en relación con algún conjunto de propiedades (por ejemplo, las que le definen como niño).
  • La potencia es potencia respecto de un futuro acto.

Potencia: Poder para ejercer una transformación en un objeto o disposición para poder llegar a ser algo. Se divide en activa y pasiva:

  • La potencia activa es la capacidad o poder o facultad para ejercer una transformación sobre algo, o de producir algo; en nuestra forma de hablar se encuentra presente este modo de entender la potencia, como cuando decimos que tenemos un coche muy potente, o que tenemos una amiga con una imaginación muy poderosa. Aristóteles también utiliza esta noción en psicología, por ejemplo, definiendo las facultades como las potencias activas del alma.
  • La potencia pasiva es la capacidad o aptitud para llegar a ser otra cosa, para adquirir una determinación o forma; de nuevo, en nuestro lenguaje se encuentran ejemplos de esta forma de entender el concepto, como cuando decimos que el hijo de nuestro vecino tiene futuro como futbolista y en potencia es un buen jugador. En este segundo sentido, la potencia se contrapone al acto y así, dice Aristóteles, la semilla en potencia es árbol y en acto semilla, el niño en potencia es hombre y en acto niño.

Aristóteles y Platón: Formas de Gobierno

Aristóteles y Platón, con sus enseñanzas, buscaban la mejor forma de gobierno. Como hemos visto anteriormente, para Platón, a través de la educación filosófica se consigue la sociedad justa, aquella en la que cada uno ocupa el lugar que le corresponde en la sociedad según su naturaleza. Platón propone una selección entre los nacidos del grupo de los guardianes, para que sólo los mejores de ellos, después de muchos años de estudios, sean los que se conviertan en gobernantes de la república. Para Platón, la forma política perfecta de gobierno es la república dirigida por los sabios (filósofos). Si esto no se consigue, son válidas la monarquía o la aristocracia. Son malas formas de gobierno la timocracia (busca honores), la oligarquía (buscando la riqueza), y la tiranía (buscando el provecho del que gobierna). Sin embargo, para Aristóteles, en cuanto a la forma de gobierno de la ciudad, es justo cualquier gobierno que persigue el fin del Estado. Según su concepción ética, prefiere el gobierno de los ciudadanos de "clase media", entendiendo por clase media a los hombres libres que tienen una riqueza media, ni poca, ni mucha, en la que una distribución homogénea de la riqueza elimina las causas de los conflictos y en la que los ciudadanos se vayan alternando en las distintas funciones de gobierno.

Conclusión: La Felicidad Según Aristóteles

Para concluir, según Aristóteles, la auténtica felicidad consiste en una actividad del alma dirigida por la mejor virtud y más perfecta, es decir, el conocimiento contemplativo dirigido por la virtud de la sabiduría. Se trata de una concepción de la felicidad tan excelente que Aristóteles considera que se trata de una felicidad propia de los dioses. Como consecuencia, sólo algunos seres humanos pueden ser felices y no siempre. Además, Aristóteles admite que no puede ser alcanzada ni por los esclavos o trabajadores ni por las mujeres. La razón de su exclusión es la inferioridad natural de unos y otros que Aristóteles admite de acuerdo con la mentalidad de su tiempo. Tampoco los jóvenes, según Aristóteles, pueden lograr la felicidad, porque, por su corta edad, no han tenido tiempo de desarrollar sus virtudes intelectuales. Por lo tanto, sólo un pequeño número de seres humanos, los adultos varones que no necesitan trabajar para vivir y se dedican al estudio y a la investigación, pueden alcanzar la felicidad propia de los seres humanos. Hoy en día nos resulta inaceptable una concepción de la felicidad y de la perfección humana que estuviera al alcance sólo de una parte de la humanidad. Pero, ni siquiera un pensador genial como Aristóteles fue capaz de sustraerse a los prejuicios culturales de la sociedad griega en la que vivía, una sociedad que sólo consideraba auténticos seres humanos a los adultos varones libres, es decir, a los griegos que podían vivir sin trabajar.

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