Comparación de Platón con los sofistas

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sofistas... Cobraban por enseñar y sus enseñanzas se Dirigían básicamente a quienes deseaban Conocer el arte político.

Poseían un saber enciclopédico. Usaban el Discurso (cerrado) o el agon (debate 
Perseguían la persuasión; mediante argucias Argumentativas buscaban el razonamiento Más capaz de emocionar a su audiencia. Pero Su discurso buscaba crear consenso Democrático y fundar la ley en la ciudad
Son críticos de la tradición religiosa.

SÓCRATES
Creía que la verdad no puede enseñarse. No Cobraba por enseñar y hablaba con cualquier Ateniense en cualquier lugar. 
 Su enseñanza se realiza mediante el diálogo, A base de preguntas y respuestas orientadas.
Perseguía la verdad mediante el análisis de Las definiciones de los conceptos morales. La Verdad se descubre por un proceso Mayéutico (de análisis para ayudar a nacer la Verdad en uno mismo). 

Se siente vinculado a la ciudad, la ciudadanía Virtuosa exige cumplir con las leyes y por eso Acepta morir

 Para Sócrates, la Función del filósofo no es enseñar nada, sino (en todo caso) desvelar, ayudar a que Cualquiera saque a la luz lo que está ya dentro de su alma.

Si aplicamos lo que dice Platón al mundo contemporáneo tendríamos que exigir que nuestros gobernantes no fueran políticos profesionales, sino que fueran hombres de conocimiento. Evidentemente el problema es que no tenemos ya ni siquiera una estructura para formar filósofos y medir la integridad de las personas (la corrupción ha penetrado todos los ámbitos de la vida y bajo esta realidad oscurecida las ideas platónicas son utópicas). No tenemos los mecanismos --democráticos o no-- para asegurarnos de que una persona así llegue incluso a existir, menos aún a reinar. Tan lamentable es la situación en la que nos encontramos que tener un gobernante sabio nos parece como irrealizable, un deseo remoto. Dicho eso, cualquier persona con cierta apreciación de la cultura y el conocimiento estará de acuerdo en la necesidad de buscar tener gobernantes que hayan cultivado su propia mente y su moralidad. Esto no puede lograrse más que con una mínima formación filosófica. Guardando las distancias, tal vez por eso José Mujica ha sido tan celebrado en el mundo, por ser uno de los pocos ejemplos actuales de un presidente con una filosofía, con una vida que refleja sus ideales. 

Platón expone temas esenciales y muy polémicos. En primer lugar,  las críticas a la multitud, a la masa, y, por tanto, a la democracia. Son las metáforas de la nave y la bestia.
Toda la demagogia fascista que ha habido y que habrá se nutre de lo que Platón dice aquí. En segundo lugar, cuestiones más técnicas relativas a la metafísica y la teoría del conocimiento: la alegoría del Sol para aclarar la Idea del Bien y el famoso pasaje de la línea.

Sócrates tiene que defender la tesis con la que terminaba el libro V: el Estado ideal llegará cuando gobiernen los filósofos.
¿Quién gobernará mejor: el filósofo, conocedor de las Ideas, de la verdadera naturaleza de las cosas, o, todos los demás, confundidos entre el ser y el no ser, fragmentados por una multiplicidad abigarrada y caótica? Es evidente que el filósofo. ¿Qué otras carácterísticas harán al filósofo el más apto para gobernar? Su amor a la verdad.
Una consecuencia de orientar todo su ser hacia la verdad y el conocimiento rechazará de un modo natural los placeres corporales y las riquezas.
El desprecio a la muerte:
Quien contempla el universo en su totalidad sabe que la vida humana no es gran cosa ni la muerte algo temible. 
Justo y manso tiene por fuerza que ser su carácter. Entre los filósofos no es posible admitir tampoco a alguien poco dotado para el aprendizaje: la memoria del filósofo ha de ser poderosa.

Adimanto interrumpe a Sócrates y le objeta que todo lo que está contando sobre la figura del filósofo está bien en teoría, pero en la práctica el filósofo aparece como un individuo extraño, depravado e inútil para el Estado.
Sócrates le responde que esa es imagen es `producto del maltrato que dentro del Estado sufren los hombres más razonables.

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