El Clasicismo en la Música de Cámara
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La escuela Vienesa->Haydn, Mozart, Beethoven y el sucesor de ellos Franz Schubert. Estos compositores trabajaron en una época de mucha experimentación musical y muchos descubrimientos, cuando los músicos hubieran de afrontar nuevos retos: explorar completamente las posibilidades ofrecidas por el sistema mayor-menor, perfeccionar una forma a gran escala de la música instrumental que explotaba esas posibilidades al máximo. Una vez encontrada esta estructura ideal, los compositores la desarrollaron en la sonata para solistas y dúo, trío y cuarteto, el concierto y la sinfonía.
El clasicismo no implicaba una adhesión estricta a las formas tradicionales; los compositores de la escuela vienesa experimentaron audaz e incesantemente con los materiales a su disposición. Y no debería sorprendernos descubrir elementos románticos que también aparecen en la música de Haydn, Mozart y Beethoven, especialmente en sus obras tardías.
Elementos del Estilo Clásico
Destaca por la elegancia y el lirismo de sus melodías. Frases simétricas de 4 compases marcadas por cadencias bien definidas, y se mueven por grados contiguos o por pequeños saltos dentro de una estrecha tesitura. La claridad aumenta con la repetición. Estos recursos favorecen estructuras equilibradas de fácil acceso para el oyente.
Las armonías que sostienen estas melodías son igualmente claras. Los acordes se construyen a partir de las 7 notas de la escala mayor o menor. Los acordes subrayan la equilibrada simetría de las frases y cadencias y forman columnas verticales de sonido sobre las que la melodía se despliega libre y cómodamente, por lo general en una textura homofónica.
La melodía y la armonía son propulsadas por fuertes ritmos que mantienen un tempo constante: 2/4, 3/4, 4/4 o 6/8. Si una pieza o un movimiento comienza en un cierto metro, tienden a mantenerse en él hasta el final. Secciones claramente definidas establecen la tonalidad base, se mueven a tonalidades contrastantes pero íntimamente relacionadas y vuelven a la tonalidad base.
El Sistema del Mecenazgo
La cultura del siglo XVIII se desarrolló gracias al mecenazgo de una aristocracia que consideraba las artes un adorno necesario de la vida. Crearon una demanda constante de nuevas obras de los compositores. El sistema de mecenazgo proporcionaba seguridad económica a los músicos, como muestra la carrera de Haydn. Incluso las mujeres encontraron un lugar en el sistema de mecenazgo. En esta época, la música comenzó a abandonar el palacio para dirigirse a la sala de conciertos (Haydn y Beethoven).