Porque Cervantes quiso acabar con los libros de caballería

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6- Es precisamente la multiplicación de planos y la falta de certezas la que nos muestra el tema de la obra:
El perspectivismo. Nada es claro. Todo depende del lugar en que se mire. Así todo será relativo.

Así cualquier situación que se plantea puede ser vista de diferentes formas, dependiendo de quién “las lea”.

El texto comienza con la conocida expresión “en un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme”. Deliberadamente, el narrador nos niega el lugar de dónde proviene el hidalgo.
Sólo quiere que sepamos que es de la Mancha, pero nos aclara que no tiene ninguna intención de recordar el lugar exacto. La imprecisión está plantea así desde el comienzo, porque este será el tema de la obra, el relativismo. Nada quedará seguro, las certezas no existen en este mundo, tanto el de la obra como el que vive el autor (incluso el nuestro).

Cervantes había declarado en el prólogo, que la intención de esta obra era la parodia de los libros de caballería. Una parodia es la imitación burlesca de una obra o personajes, tomando las carácterísticas esenciales del mismo. Todos conocían las elementos esenciales de una novela de caballería, ya que era literatura habitual en la época.

El hidalgo que se presenta como: “lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor”. El primer elemento nos habla del linaje guerrero de sus antepasados, que él ve cada día, pero del que no es parte, más que como un recuerdo lejano y que ahonda en su frustración de lo que no ha hecho jamás. La lanza y escudo (“adarga antigua”) están como adorno de lo que fue, y recuerdo constante de lo que no es. El “rocín flaco” que luego se transformará en su Rocinante, ya está presentado como un caballo que no tiene el arquetipo de caballo de caballero. Está venido a menos, está flaco y su costumbre es la de trabajar, es un caballo “de poca monta”. Es interesante precisar, que este es el típico caballo para este hidalgo, que no tiene lo necesario para ser un caballero, como tampoco lo tendrá el caballo. El perro, que se menciona aquí (“galgo corredor”) recuerda el ocio de esta casta guerrera venida a menos. Sus ancestro vivían de la lucha, a los hidalgos les queda la caza, es decir un mero entretenimiento, mediocre de lo que eran las hazañas heroicas de sus antepasados.

En el primer enunciado, el narrador se propone describirnos minuciosamente lo que el personaje come. Es interesante precisar que no sabrá cómo se llama, no sabrá de dónde viene exactamente ni cuánto tiempo hace que existíó, pero sabe qué come, qué viste, quién vive con él, y cuántos años tienen lo que lo rodean. Detalles que parecen, a simple vista, irrelevantes. Y lo son, si no tenemos en cuenta que lo que caracteriza a este hidalgo es la rutina, el tiempo y la vida vacía que lleva permanentemente. La monotonía que reina en su vida cotidiana, y la frustración de lo que no es, que terminarán siendo el motor para querer cambiar su mundo.

La comida que el narrador detalla reafirma la pobreza del hidalgo y el aburrimiento. Su menú semanal está determinado, no hay opciones de cambio, porque tampoco existe un poder económico o un interés creativo en eso.

Luego de hablar de la comida, el narrador detalla la vestimenta que usa el hidalgo. Esta reafirma la pobreza del personaje, que tiene pocas prendas, lo que muestra la falta de vida social, y por lo tanto la soledad y el aislamiento o dejadez en que vive. Pero la amargura de esa conclusión está escondida tras la ironía del narrador: “los días de entresemana se honraba con un vellorí de lo más fino”. La ironía está clara en el doble significado de la palabra “fino”, dado que podría pensarse que sentía honra por la finura y el prestigio del vellorí, pero también puede sugerir que este vellorí está fino por lo gastado. Así el narrador empieza a mostrarnos cómo ve una cosa que en realidad puede ser otra.

La profunda soledad del personaje es la semilla que permitirá el crecimiento de la “locura”.

La grafopeya del personaje (descripción física) nos presenta a alguien cuyas carácterísticas se oponen a lo que el imaginario colectivo tiene como héroe o caballero. Suponemos que el mismo debería ser rudo, fuerte, joven, gallarlo, y este es débil, flaco, entrado en años..

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