Características de los Diálogos Platónicos y su Importancia en la Filosofía
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Características de los Diálogos Platónicos
1.1 Características de los Diálogos Platónicos:
- La mayoría de los diálogos son protagonizados por Sócrates (Platón es nuestra principal fuente de información sobre la vida de Sócrates).
- Platón no habla jamás en primera persona, sino que presenta a otras personas que relatan sus historias. Decía que la filosofía no era un saber doctrinal o un conjunto de teorías, sino que consistía en cierta actividad.
- En ellos aparecen narraciones ficticias e histórico-mitológicas. Platón designa a la filosofía como dialecto, que significa arte en el diálogo.
1.2 Diálogo Socrático y Dialéctico Platónico:
El carácter del saber griego es ante todo práctico y determinado. Lo definido, lo finito, es lo único que para el antiguo griego es. Lo indefinido o lo infinito no es. Al hacer Sócrates una pregunta, establece una polémica, como en el diálogo del Menón. Otra característica del diálogo es mantener la distancia en los diálogos, ser un espectador y no exponer ninguna teoría en primera persona.
La Doxa y la Episteme
2.1 La Doxa:
Traducido como opinión, designa el modo específico de conocimiento de las cosas, es a lo que hoy en día llamamos juicio.
2.2 La Episteme:
Se traduce como ciencia. El conocimiento intelectual (episteme) no es en absoluto una manera de "superar" la opinión conociendo sobre las cosas una verdad que la doxa sería incapaz de alcanzar, puesto que no apunta hacia la cosa, sino hacia la definición de en qué consiste su modo de ser. Platón emplea el vocablo eidos (aspecto) del que deriva la "idea" con la cual a menudo identificamos su pensamiento.
2.2.1 Esencia y Reminiscencia:
No significa que el "recuerdo" en cuestión pueda ser más que una alegoría. El tiempo anterior al que se refiere Platón no es anterior en el sentido cronológico, sino en sentido jerárquico. No se trata de una "época anterior", sino de algo aún más antiguo, de un saber previo que está presupuesto en cualquier otro saber "posterior".
2.2.2 La División y las Ideas:
En Platón se da una diferencia de planos, el de las ideas y el de las cosas, pero no para pensar las ideas como una clase especial de cosas "divinas" o "inteligibles", sino como aquello que en realidad no puede ser en absoluto cosa alguna, sino la estructura ideal en virtud de la cual las cosas "sensibles" son lo que son y aparecen como aparecen.
2.3 El Problema del Bien:
El bien es lo que proporciona la regla recta de la acción, lo que confiere a las acciones rectitud, lo que las hace merecedoras de ser valoradas como buenas.
2.3.1 Ignorancia:
La ignorancia del bien, de la esencia de las cosas, es la condición en la cual siempre nos encontramos los mortales al principio de nuestra existencia. Estamos rodeados de cosas producidas sobre cuyo mejor uso (es decir, sobre cuya esencia) debemos decidir en nuestra acción, pues estamos forzados a actuar antes de conocer cuál es la regla recta que ha de seguir nuestra conducta. Sin embargo, si ignoramos nuestra propia ignorancia (si estamos convencidos de "saber" lo que en realidad ignoramos), no podremos aprender nada ni hacernos merecedores del calificativo de "buenos", porque desconoceremos en absoluto toda bondad. Tener conocimiento del bien y obrar virtuosamente son una sola y la misma cosa.
2.3.2 Producción y Acción:
Solo el saber de quien sabe usar se merece el nombre de episteme. Platón reserva a aquel conocimiento que alcanza a saber "lo que" son las cosas mismas que se trae entre manos (y que es lo que habitualmente se llama "esencia"), mientras que el saber del productor solo puede aspirar al título de opinión (doxa), es decir, solo conoce las cosas mediata o indirectamente.
¿Qué es la Justicia?
La justicia, en Platón como en toda la Grecia antigua, tiene el principal sentido de dar a cada cual lo suyo, de estar cada cosa en el sitio que le corresponde de acuerdo con aquella estructura que hace que cada una de las cosas del mundo sea lo que precisamente es. Si a los productores y comerciantes se les ha de exigir templanza en la gestión de sus deseos e intereses, a los guardianes les corresponde las virtudes del valor y la fortaleza. Pero a su vez, si de lo que se trata es de tal o cual asunto o esfera de la ciudad, sino de la justicia, es decir, de su articulación estructural en cuanto tal, entonces los únicos capaces de dirigir o gobernar la polis serán quienes posean el saber de tal articulación, ese saber que nunca lo es de cosas y que Platón llama dialéctica o lo que en este caso viene a ser lo mismo que filosofía.
La Educación de los Gobernantes
Desde esta perspectiva, se entiende que la cuestión de la polis que sea propiamente tal se convierte, para Platón, en la cuestión de la educación de los gobernantes o de los guardianes, es decir, en la adquisición de ese saber que se identifica con la filosofía. Para Platón, la educación es el proceso encaminado a sacar al alma de su estado de ignorancia con respecto a la estructura de lo real y a encauzarla a la práctica de la virtud. Así como la justicia política se caracteriza por la jerarquía de los gobernantes sobre los otros dos estamentos sociales, el equilibrio psíquico se define por la sumisión de lo irascible y lo concupiscible a lo inteligible.
Lógica y Ontología
No puede darse para Aristóteles una separación entre la organización de nuestro pensamiento y el orden mismo de las cosas, puesto que el logos se refiere conjunta e inseparablemente a ambas esferas, cuya separación no podría ser, en este esquema, otra cosa que la falsedad misma. No procede, entonces, distinguir entre lógica y ontología, pues la lógica misma es ontológica.
La Clasificación de los Saberes
1.1 El Saber Productivo:
Que es técnico y remite a la fabricación de cosas útiles.
1.2 El Saber Práctico:
Que es ético-político y remite a la acción libre o electiva, porque busca la virtud, regla de la buena acción.
1.3 El Saber Teórico:
Referido al modo de ser de las cosas mismas (y no al agente que fabrica con ellas algo que emprenderá a partir de ellas alguna acción). Las ciencias teóricas son las ciencias superiores en el sentido de que, como hemos dicho, toman su fundamento de la cosa misma que investigan y no de propósitos que frente a ella persiga el agente o el productor, es decir, investigan las leyes de lo real.
La Delimitación de lo Cognoscible
1.2.1 El Género y la Especie:
Por el contrario, la lógica de Aristóteles busca en la experiencia aquellos núcleos de estabilidad en donde la experiencia muestra la suficiente determinación, claridad o precisión como para ser objeto de conocimiento. El género, aquello que la experiencia tiene de universal, de finito, es pues la condición de determinabilidad del objeto de conocimiento, lo que señala y permite la posibilidad de un discurso científico. Así pues, la tesis aristotélica de que solo hay ciencia de lo general no significa un desprecio por lo particular o lo individual, sino que repite la ya mencionada indicación de que solo hay ciencia (teórica) de aquello que pertenece a un género determinado de cosas.
1.2.2 Los Límites Superior e Inferior del Conocimiento Teórico:
Esto es importante porque, para Aristóteles, aquellos géneros que no están incluidos en ningún otro constituyen límites absolutos del saber teórico, es decir, que no hay nada más general que el género y que estos géneros mayores no están incluidos en algo así como un hiper género que los contenga. Pero también hay un límite inferior del logos, por debajo del cual el conocimiento pierde su determinación, y este está señalado por aquellas especies que ya no contienen ninguna otra especie, que ya no se pueden seguir dividiendo en el sentido indicado al hablar de Platón. En el discurso científico, la esencia o definición es el punto de partida de un razonamiento que, de forma reglada, permite llegar a conclusiones seguras y seguir el procedimiento demostrativo que Aristóteles considera como el distintivo de las ciencias teóricas.
Las Categorías
De tal modo que "ser" se dice de varias maneras, remite a los significados del es que une al sujeto y al predicado en el esquema S es P. Aristóteles les llama categorías a cada una de estas varias maneras de decirse algo de algo. Pero es obligado reparar en que existe una heterogeneidad entre las primeras de las categorías y el resto, pues si esta primera no existe, las otras carecen de sentido.
Educación de los Gobernantes
Desde esta perspectiva, se entiende que la cuestión de la polis que sea propiamente tal se convierte, para Platón, en la cuestión de la educación de los gobernantes o de los guardianes, es decir, en la adquisición de ese saber que se identifica con la filosofía. Para Platón, la educación es el proceso encaminado a sacar al alma de su estado de ignorancia con respecto a la estructura de lo real y a encauzarla a la práctica de la virtud. Así como la justicia política se caracteriza por la jerarquía de los gobernantes sobre los otros dos estamentos sociales, el equilibrio psíquico se define por la sumisión de lo irascible y lo concupiscible a lo inteligible.
Lógica y Ontología
No puede darse para Aristóteles una separación entre la organización de nuestro pensamiento y el orden mismo de las cosas, puesto que el logos se refiere conjunta e inseparablemente a ambas esferas, cuya separación no podría ser, en este esquema, otra cosa que la falsedad misma. No procede, entonces, distinguir entre lógica y ontología, pues la lógica misma es ontológica.
La Clasificación de los Saberes
1.1 El Saber Productivo:
Que es técnico y remite a la fabricación de cosas útiles.
1.2 El Saber Práctico:
Que es ético-político y remite a la acción libre o electiva, porque busca la virtud, regla de la buena acción.
1.3 El Saber Teórico:
Referido al modo de ser de las cosas mismas (y no al agente que fabrica con ellas algo que emprenderá a partir de ellas alguna acción). Las ciencias teóricas son las ciencias superiores en el sentido de que, como hemos dicho, toman su fundamento de la cosa misma que investigan y no de propósitos que frente a ella persiga el agente o el productor, es decir, investigan las leyes de lo real.
La Delimitación de lo Cognoscible
1.2.1 El Género y la Especie:
Por el contrario, la lógica de Aristóteles busca en la experiencia aquellos núcleos de estabilidad en donde la experiencia muestra la suficiente determinación, claridad o precisión como para ser objeto de conocimiento. El género, aquello que la experiencia tiene de universal, de finito, es pues la condición de determinabilidad del objeto de conocimiento, lo que señala y permite la posibilidad de un discurso científico. Así pues, la tesis aristotélica de que solo hay ciencia de lo general no significa un desprecio por lo particular o lo individual, sino que repite la ya mencionada indicación de que solo hay ciencia (teórica) de aquello que pertenece a un género determinado de cosas.
1.2.2 Los Límites Superior e Inferior del Conocimiento Teórico:
Esto es importante porque, para Aristóteles, aquellos géneros que no están incluidos en ningún otro constituyen límites absolutos del saber teórico, es decir, que no hay nada más general que el género y que estos géneros mayores no están incluidos en algo así como un hiper género que los contenga. Pero también hay un límite inferior del logos, por debajo del cual el conocimiento pierde su determinación, y este está señalado por aquellas especies que ya no contienen ninguna otra especie, que ya no se pueden seguir dividiendo en el sentido indicado al hablar de Platón. En el discurso científico, la esencia o definición es el punto de partida de un razonamiento que, de forma reglada, permite llegar a conclusiones seguras y seguir el procedimiento demostrativo que Aristóteles considera como el distintivo de las ciencias teóricas.
Las Categorías
De tal modo que "ser" se dice de varias maneras, remite a los significados del es que une al sujeto y al predicado en el esquema S es P. Aristóteles les llama categorías a cada una de estas varias maneras de decirse algo de algo. Pero es obligado reparar en que existe una heterogeneidad entre las primeras de las categorías y el resto, pues si esta primera no existe, las otras carecen de sentido.