Capital Humano: Inversión en Educación y su Impacto en el Crecimiento Económico
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1. Capital Humano
El capital humano se define como el conjunto de conocimientos y cualificaciones que posee un individuo. En otras palabras, es el conjunto de intangibles, como la educación, la experiencia laboral y la salud, incorporados en la fuerza de trabajo. Debido a su carácter duradero y productivo, estos conocimientos se consideran un capital que, al estar inherente a la persona, se denomina capital humano.
Se trata de decisiones privadas de inversión que permiten alcanzar mayores niveles de productividad.
Las teorías económicas actuales consideran al capital humano un factor estratégico de crecimiento que:
- Contribuye a elevar la productividad del trabajo.
- Contribuye a elevar la renta per cápita.
- Está incluido dentro del progreso técnico.
- Es una fuente de externalidades positivas.
- Favorece la igualdad de oportunidades.
El factor más destacado del capital humano es la calidad de la educación, más que la cantidad de educación.
Para medir la importancia del capital humano en la actividad económica se necesitan indicadores. El más frecuente es el de “años medios de estudio de la población”.
En los últimos 40 años, este indicador se ha duplicado en España.
Otro indicador relevante es la tasa bruta de escolarización, que relaciona el número de matriculados de cualquier edad (de ahí que sea bruta y pueda resultar en una tasa mayor que 100) con la población en la edad teórica de cursar ese nivel educativo.
La tasa neta, por su parte, relaciona el número de matriculados en la edad teórica de cursar ese nivel con la población total de ese rango de edades.
El gasto público en educación en relación con el PIB se denomina esfuerzo público.
Teoría del Capital Humano
La teoría del capital humano se basa en el análisis de la educación como una decisión de inversión, comparando los costes presentes con los beneficios futuros asociados a ella.
Costes
En cuanto a los costes, se observa una reducción de los costes directos de la educación debido al aumento de las oportunidades para estudiar. Además, el elevado desempleo juvenil provoca una disminución de los costes de oportunidad, es decir, los ingresos que se dejan de percibir por no trabajar.
Beneficios
Los beneficios privados se reflejan en los perfiles salariales por niveles de estudios:
- Las personas con titulaciones universitarias experimentan un aumento en sus diferenciales de ingresos.
- Las personas con estudios medios mantienen sus diferenciales en relación con los trabajadores menos cualificados.
Existen externalidades positivas, como el acceso a puestos de trabajo prestigiosos, con beneficios no monetarios, o el desarrollo de la vocación profesional de los estudiantes.
La comparación de los costes presentes y los beneficios actualizados da como resultado las tasas de rendimiento educativo. Estas representan el rendimiento esperado, expresado en tasas marginales, relacionando los costes y beneficios de cada año de escolarización adicional. En España, esta tasa es de un 8%, lo que indica una alta rentabilidad del capital humano.
Los beneficios sociales se derivan de un aumento de la productividad futura y su contribución al crecimiento económico. En España, la rentabilidad social de la educación es del 11,5%, superando el rendimiento del capital físico.
Los efectos externos son positivos para la sociedad, ya que las personas tituladas suelen experimentar:
- Menor tasa de desempleo.
- Mayor apertura a la innovación.
- Mejor educación informal para sus hijos.
- Jubilación más tardía.
- Mayor participación social.
Todo esto conlleva un aumento de los beneficios para la sociedad.
Finalmente, es importante destacar que la educación es una demanda derivada de la demanda de cualificaciones que realiza la economía a través del mercado de trabajo.