Bóveda de la anunciación a los pastores de san isidoro análisis iconológico

ANUNCIACIÓN DE LOS PASTORES

Se trata de una pintura mural realizada mediante la técnica de pintura al temple sobre estuco. La obra es una escena que forma parte de la decoración de las bóvedas del panteón real de San Isidoro de León.

Se trata la de la anunciación del ángel a los pastores. La escena está formada por tres pastores, dos tocando instrumentos mientras el tercero da de beber a un perro mastín. Aparecen también cabras y ovejas. Un ángel de formas alargadas, coronado con un nimbo, anuncia la noticia del nacimiento de Jesús acompañando el anuncio con el gesto de sus manos así como la dirección en el que ha tenido lugar el mismo. La escena se sitúa en el monte pues aparecen varias ramas y árboles. Las figuras y los animales son bastante esquemáticos y poco naturales en cuanto a su forma. Los pastores carecen de expresividad no mostrando sorpresa ni temor ante la milagrosa aparición del ángel.

En cuanto a la composición podemos hablar de adaptación a la bóveda y a las aristas situándose las imágenes a un lado y al otro de las mismas, de manera que mientras unas figuras aparecen derechas otras lo hacen boca abajo, lo que acentúa la sensación de irrealidad de la misma.

Las figuras aparecen delimitadas por un grueso trazo predominando principalmente las líneas curvas y ondulantes.

No es una escena proporcionada. Las figuras son muy esbeltas (sobre todo el ángel). Además la relación entre el tamaño de las personas y el de los animales tampoco se corresponde con la realidad.

Frente al tradicional hieratismo del ROMánico nos encontramos con cierta relación  entre los personajes. Así el ángel aparece batiendo aún sus alas sorprendiendo a los pastores. Mientras que dos machos cabríos luchan, las ovejas comen hierba y los bueyes levantan la cabeza para morder las hojas de los árboles. Además aparece una cierta comunicación entre los personajes que se están mirando. Por otra parte, las  líneas curvas, como en los árboles que aparecen en posiciones onduladas que generan dinamismo.

Si bien no existe perspectiva sí existe un intento de descolocar las escenas en un fondo  aunque sigue estando compartimentado. Esta ausencia de perspectiva es carácterística del ROMánico así como la simplificación y el esquematismo o los  colores planos. Las figuras aparecen representadas en un plano único  y sólo la aparición de ciertos elementos naturales, como ramas y árboles, representados de manera esquemática permiten la localización de la escena.

Las vestimentas que presentas son de tipo histórico. El ángel como ser espiritual aparece más estilizado con pliegues verticales, curvos y en zig zag  mientras que los pastores  se  representan con vestimentas rudas  con formas redondeadas  y pliegues ondulantes  y curvos dando sensación de tela blanda y flexible.

En cuanto a los colores, la gama es limitada predominando ocres, rojizos, castaños, amarillos, es decir, los tonos cálidos aunque destaca también el azul. Son colores planos aunque aparecen variantes de los tonos y alguna ligera gradación de color.

La luz es la propia del panteón aunque el hecho de que el fondo sea blanco da bastante claridad y luminosidad.

La obra se sitúan en una bóveda del panteón real de San Isidoro de León. Se pintó en el Siglo XII. Nos encontramos por lo tanto ante una muestra de la pintura ROMánica en el reino de León. Respecto a la autoría de la obra nos es desconocida, algo habitual en el estilo ROMánico. Al ser ROMánico podemos observar el predominio de la línea para definir formas y figuras, el uso de colores planos, la esquematización en la composición así como la ausencia de perspectiva y de expresividad de las figuras. Todo ello obedece a un sentido artístico y religioso en el que lo primero no se entiende sin lo segundo, de manera que el arte debe tener una clara función didáctica además de decorativa. No obstante, en esta escena podemos observar algunos aspectos anecdóticos como el perro mastín que bebe del agua que le ofrece un pastor, dos cabras enfrentándose o los cerdos que comen bellotas del suelo. La escena de Belén el pintor la ha trasladado a los montes de León. La escena aparece acompañada con una leyenda que dice "Ángelus A PASTORES" y que ayuda a interpretarla. Ésta forma parte de un conjunto iconográfico formado por escenas relativas al nacimiento, Pasión y Apocalipsis. Las escenas de las bóvedas aparecen acompañadas por otras que decoran los intradós de los arcos como las que representan los meses del año en relación con las diferentes tareas agrícolas así como signos zodiacales.

Denominada "la Capilla Sixtina" del ROMánico por su claridad y estado de conservación, las pinturas del Panteón de los reyes de San Isidoro de León nos muestran la claridad que alcanzó la pintura ROMánica aunque siempre sujeta al soporte arquitectónico y a la espiritualidad que las inspiró.