Balada de sigfrido

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la épica medieval

  En esta época encontramos, dentro de la literatura épica, dos formas: los cantares de gesta y lospoemas caballerescos.

Cantares de gesta:

Eran largos poemas que contaban hechos gloriosos del pasado. El pueblo, que no sabía leer, aprendía así la historia fabulada de su país y se enteraba de los acontecimientos más importantes. La transmisión oral, a cargo de los juglares, permitía añadir, quitar o reelaborar pasajes de acuerdo con el gusto del público. Cabe considerarlas, por tanto, creaciones colectivas. Sobre un fondo histórico, a veces muy leve, se sobrepónía la ficción literaria.Los cantares de gesta más importantes son Los Nibelungos en Alemania, la Canción de Roldán en Francia, y el Cantar de Mío Cid en España. Todos ellos datan de entre los siglos XI a XIII.

Los Nibelungos:


La leyenda de los Nibelungos y de Sigfrido es la creación más importante de la epopeya germánica, y, gracias a la ópera de Wagner, es universalmente conocida.
Sigfrido, invulnerable por haberse bañado en la sangre de un dragón (excepto en una parte de la espalda que le cubríó una hoja), se enamora de la princesa Crimilda. El rey Gunter, hermano de esta, le pide que le ayude a conquistar a la reina Brunilda, quien sometía a sus pretendientes a duras pruebas físicas. Sigfrido se hace invisible y ayuda a Gunter, que vence a Brunilda, por lo que acaban celebrándose las dos bodas. Años después, durante una discusión, Crimilda descubre a Brunilda el engaño de que fue objeto. Ella se venga haciendo que el guerrero Hagen hiera a Sigfrido en su punto vulnerable y lo mate. Años después, Gunter y Hagen visitan la corte de los hunos donde vive Crimilda, que se ha casado con Atila. Sufren una emboscada donde mueren varios guerreros. También Crimilda muere, tras decapitar a Gunter y Hagen. Los núcleos originarios de esta leyenda derivan de tradiciones mitológicas, que adquirieron la primera forma literaria en edda (composiciones narrativas breves de carácter didáctico) creadas a partir del siglo VIII, transmitidas oralmente y escritas en el XII o el XIII. Esta labor, realizada en Islandia, Groenlandia y Noruega, se basa en temas legendarios sobre Sigfrido (Sigurdh en los textos nórdicos), y en leyendas sobre la figura de Gunter, trasunto del histórico Gundakar, rey burgundio que en 437 fue vencido por los hunos. Por otra parte, el tema legendario de Sigfrido es independiente en estas versiones del tema de los Nibelungos, y ambos se unirán por tener personajes y escenarios comunes.
Entre 1160 y 1170 esta leyenda es narrada en verso por un poeta austriaco que titula su poema La ruina de los Nibelungos, fase literaria intermedia entre los cantares de los edda y el Cantar de los Nibelungos. Este poema fue escrito entre los años 1200 y 1205, y es la reelaboración de la materia legendaria con unos nueve mil quinientos versos distribuidos en treinta y nueve cantos, estructurada para dotarla de unidad y homogeneidad y amoldada a los gustos refinados de las cortes, en la que se introducía la moda de los cantares de gesta, de las novelas y de la lírica ROMánica.
Los Nibelungos desarrollan la trama con innovaciones. La más importante es la interpretación favorable de Atila y los hunos, presentados como pacíficos y justos, siendo así que el personaje de Crimilda corresponde, según una antiquísima tradición, a la histórica princesa Hildiko, la cual, para vengar a los germanos, se habría casado con Atila y lo habría asesinado en la noche de bodas. Por otro lado, en la antigua versión nórdica Sigfrido, antes de conocer a Gunter, había realizado un viaje a Islandia y había salido victorioso de las pruebas impuestas por Brunilda, lo que da más intensidad al posterior odio de esta.El autor del Cantar de los Nibelungos combinó varias tradiciones, que fue amoldando a la estructura y ordenación del poema, donde el concepto de la venganza, personificado en Crimilda, adquiere un patetismo heroico y una implacabilidad obsesionante. Crimilda es, de hecho, la figura central del poema: delicada, tierna e ingenua en su juventud, mientras vive Sigfrido; brutal y sanguinaria en su madurez y empeñada en el duelo con Hagen, que no cesará hasta que ella colme sus deseos de venganza. Quien leyera escenas aisladas del principio y del final de los Nibelungos creería que se trata de dos figuras distintas; pero cuando se sigue el poema se advierte que el autor ha hecho que tal transformación sea natural, matizada con rasgos que justifican la evolución del carácter. La escena de la discusión entre Crimilda y Brunilda es un acierto en la captación de la psicología femenina.
El anónimo manifiesta su espíritu cortesano, y, a pesar de la sencillez de su estilo, su arte es refinado y culto, como indica la estrofa de cuatro versos largos con dos rimas, lo que da al poema una perfección y una regularidad formales que no encontramos en los cantares de gesta ROMánicos.
El poema alemán fue objeto de nuevas adaptaciones en la Edad Media y en el Renacimiento, y su influjo se deja notar en algunos cantares de gesta franceses tardíos y en la leyenda castellana del cerco de Zamora, donde la muerte del rey don Sancho a manos de Bellido Dolfos parece inspirada en la de Sigfrido por Hagen. También influyó en Los siete infantes de Lara, que no se conserva.

Cantar de Roldán:

La más antigua de las conservadas y la más bella de las gestas francesas es el Cantar de Roldán (la Chanson de Roland, nombre dado modernamente a la obra, sin título en el manuscrito original), que conocemos a partir de un texto de entre 1087 y 1095.Cuenta un ataque de los vascos a la retaguardia del ejército de Carlomagno en el valle pirenaico de Roncesvalles. El suceso histórico es del año 778, el Cantar de tres siglos después. Antes de este, circularon narraciones orales. La acción se estructura en cuatro partes: traición de Ganelón, derrota y muerte de Roldán, victoria de Carlomagno y castigo de Ganelón.
La gesta narra los acontecimientos históricos, pero deformados de tal manera que queda un relato profundamente novelizado, con exageraciones y personajes históricos que nada tuvieron que ver con la batalla de los Pirineos, y que da una visión inexacta de España y del mundo musulmán. Lo que fue una imprevisión estratégica se convierte en el drama de una pasión surgida de la pugna entre Roldán y su padrastro Ganelón, que condiciona la traición por parte de este; y vemos que el desastre militar es vengado en una batalla que a orillas del Ebro mantienen Carlomagno y el emir Baligán, señor feudal del reyezuelo de Zaragoza, que ha acudido desde Egipto para ayudarlo; vemos también que la traición es castigada tras un proceso y un combate judicial a que es sometido Ganelón, a quien se condena a morir descuartizado.

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